miércoles, 24 de noviembre de 2010

EL SEXO DEL SUFRIMIENTO

Siempre he estado convencido de que la realidad supera la ficción y hoy lo he comprobado una vez más.
Uno de mis vicios, si se puede denominar así es escuchar la radio, y esta mañana
lo estaba practicando a través de la Cadena Ser.
Estaban hablando de la justicia española, de sus problemas, de sus virtudes y defectos, y para apoyar las diferentes tesis daban paso a diversas llamadas de los oyentes.
En un momento dado han conectado con un señor que ha contado lo siguiente:
Sobre el año 2002 él tuvo un altercado con otra persona, no ha dado detalles sobre el asunto, pero ha dicho que como consecuencia de ello, él le había roto dos dientes al otro hombre, aceptando naturalmente su culpabilidad, y dejando bien claro que estaba muy mal el comportamiento que había tenido. Ha comentado también que en la justicia española quitar un diente a alguien, durante una pelea, se considera como amputación, y es un año de cárcel. Por lo tanto dos dientes serían dos años, y no entraría en prisión.
Estaban en estas, le habían caído dos años, cuando el expediente fue visto por una jueza. No ha dicho que era la que llevaba el caso, pero aún así...Al ver que el agredido se llamaba Trinidad, ella pensó que Trinidad era mujer, y que todo lo ocurrido podía ser considerado como violencia de género, y que visto desde este prisma ahora le podía caer una sentencia mayor. No ha entrado en detalles pues estaba muy nervioso al estar en un programa en directo. Sólo ha dicho que estuvo en un tris de ir a la carcel y que lo salvó un indulto del gobierno.
Creo que lo expuesto habla por sí mismo. Está claro el sufrimiento de muchas mujeres por parte de sus parejas, y que tristemente este problema en vez de ir resolviéndose, cada vez va a peor. Pero digo yo, bastante trabajo tienen ya los jueces en España, que por lo que dicen prácticamente están desbordados por los casos que se les presenta, que por su cuenta quieren cambiar la trayectoria de un proceso.
Supongo que todo abogado quiere lo mejor para su cliente, y se supone también que el abogado de Trinidad bien sabía lo que hacía cuando no llevó el caso como violencia
de género.
He de decir que yo no sé de leyes, ni quiero ocultarlo, pero aplicando
la lógica, se supone que un juez debe de dar su fallo de acuerdo con la documentación y estrategias seguidas por los diferentes abogados que previamente se habrán asesorado para llevar la mejor defensa y ganar el caso para su representado, y no reescribir algo tomando claramente partido por una de las partes que si ha sufrido, y de eso no hay ninguna duda, habrá sufrido lo mismo al margen de si es hombre o mujer.

lunes, 22 de noviembre de 2010

DE CHUCHOS Y ARRECHUCHOS

Acabo de llegar de comprar el pan. En principio tarea fácil de realizar, pero... amigo, siempre puede haber una pregunta inesperada.
De todas maneras vamos a comenzar el relato en plan película, con un flashback, en castellano de Cervantes sería con una escena retrospectiva.
Eran las once y media de la mañana. Llovía, y yo sin paraguas quería no mojarme. Entro en la panadería y una jovencita con acento extranjero, lo cual ya viene siendo habitual en nuestros días, me pregunta qué tipo de pan quiero.
Como ya me lo veo venir, en plan niño apunto a una barra y con cara de ser el
más listo de la clase asevero: esa barra es de leña, ¿verdad?. Y ahora viene
la madre del cordero, ella me responde con cara de que sabe que me va a pillar
en un renuncio y me dice con una voz angelical: sí, pero light, ¿quiere la
barra light?
Como en un guión de cine, digamos que ya estamos en el momento actual y la pregunta de la joven dependienta aún resuena en mi mente.
Hace unos años cuando ibas a comprar el pan, al menos en mi pueblo, pues sí lo confieso, yo soy de pueblo y a mucha honra, había la barra normal, la misma barra pero sin sal, la barra que se denominaba de pan español, otra denominada pistola, que era muy fina y muy tostada, ideal para hacer sopas de ajo, y luego, el bollo normal y un bollo denominado bollo de leche. A esto había que añadir el pan de hogaza, y simplemente con esos tipos de pan eramos felices.
Ahora necesitas ir bien asesorado, y siempre cerciorarte de que lo que te pega al ojo es lo que realmente querías.
Y a esta variedad tienes que añadir que, claro, en casa cada uno ya quiere un tipo de pan, ya es como la tele, cada uno quiere su canal y en ello le va la vida y no se conforma con lo que quiere el de al lado. Con lo cual tienes que llevar más de una barra aunque cada barra no se termine, y además como cada tipo de pan es algo especial, diferente a la barra normal, ¡la barra normal qué vulgaridad!, ahora hay que comprar algo extravagante para que el de al lado te admire, y todo eso repercute en el montante de la compra.
Pero qué bien te quedas pidiendo por ejemplo, una barra de pan integral de siete cereales, ni de seis, ni de ocho, de siete cereales, y que dicho sea de paso...existe, es real. Tomas la barra, y mientras te admiran los de al lado, al tiempo que vas a salir dices: En realidad no es para mí, es para mi perro, mi bichón frisé, es que últimamente está muy delicado. Eso ya es como estar en el Olimpo, sientes hasta los flashes en la cara de las cotillas del vecindario, y te vas abandonando el escenario donde una vez más has triunfado.
Ahora ya todo es más complicado, ya no tienes un perro, tienes que decir el tipo de perro y su pedigrí. Ya no haces gimnasia, haces un tipo de gimnasia: pilates, de mantenimiento, tai-chi....
Antes, te daba un arrechucho, al menos en mi pueblo, ahora como mínimo tiene que ser una lipotimia. Pero la pregunta es:¿Somos más felices ahora, o también hay diferentes tipos de felicidad?

jueves, 18 de noviembre de 2010

APLICARSE EL CUENTO

Hoy me he enterado que los tres equipos vascos que están en la ACB de baloncesto tienen problemas con sus respectivos equipos de cheerleaders o animadoras. En realidad no es con ellas sino a consecuencia de ellas quiero decir. Han sido demandados al instituto de la mujer por denigrarlas.
El Lagun Aro de Donosti, y el Bizkaia Bilbao Basket ya lo han solucionado añadiendo animadores al grupo de animadoras. El Caja Laboral de Vitoria está intentando arreglar el tema y mientras... no hay grupo de cheerleaders.
Desde el primer momento sé que voy a tener opiniones en contra pero creo que es hilar muy fino.
Soy de la opinión que muchas veces el pecado no está en lo que se ve, sino cómo se ve. Es decir, no en la imagen sino en el ojo, en la intención con que se ve.
Es frecuente en el mundo del arte rendirse ante la belleza de un desnudo femenino, bien por la luz, por los colores escogidos, por la técnica... Viéndolo con otros ojos podríamos ser un grupo de perturbados calentándonos a la vista de un cuadro.
Al bueno de Velazquez se le exigiría ahora añadir meninos en Las meninas, y a Goya se le preguntaría cuándo iba a pintar al Majo desnudo.
En “Las señoritas de Avignon” no habría ningún problema con el cuadro hasta que se le preguntara a Picasso a qué se dedicaban las citadas señoritas.
No creo que ver algo bello sea malo en sí mismo. Además las señoritas de los equipos suelen estar bien orgullosas de ser cheerleaders. Es todo un orgullo en Estados Unidos ser cheerleader de un equipo de baloncesto y el sueño de muchas niñas.
De todas las maneras cuando el sujeto paciente es un hombre no hay mayor problema, pero en el caso de las mujeres hay mucha gente dispuesta a pensar por ellas.
De acuerdo que en el caso de los malos tratos, una mujer que está siendo maltratada tarda mucho tiempo en asumir esos malos tratos y hay que intentar ayudarla, pero
en otro orden de cosas yo creo que la misma mujer puede elegir, y no como en el caso comentado que ya de primeras se les dificulta la elección, y se elige por ellas.
Yo me voy a poner manos a la obra, y voy a preparar varias demandas contra Disney, en primer lugar porque su compañía se saltó a la torera el cupo de igualdad entre hombres y mujeres, y puso nada menos que siete hombres en “Blancanieves y los
siete enanitos”, y por qué no hay una obra de dibujos animados que se titule “El sirenito”.
Y para otro día me dejo la figura del lobo en el cuento de caperucita y que creo que no deja al hombre en un muy buen lugar.

sábado, 13 de noviembre de 2010

SENTIMIENTOS DE PAPEL

Sábado, nueve de la mañana, tras dar un breve paseo con Afgano, mi bichón frisé, el cual me ha deseado muy buenos días, con el movimiento de su cola, me preparo a comenzar el rito de la semana. No es otro que leer el periódico. Pero leer el periódico es algo más. En mi caso significa que es fin de semana, pues sólo compro el periódico los sábados y domingos, por aquello del tiempo libre y la tranquilidad, y de salvaguardar el rito en sí, pues si comprara el periódico todos los días, ya sería una rutina.
Es como el primer beso, que siempre llevarás en el recuerdo de tus labios y en la inquietud de tu corazón. Aquel beso que ya nada tiene que ver con los siguientes, aunque cada uno de ellos pueda ser importante.
En mi caso, y tras ver la portada, “verla”, pues ya habrá mucho tiempo para leer, comienzo por la última página y de esa a la anterior y así sucesivamente. En caso de una novela negra por ejemplo, me hubiera enterado de quién es el asesino y el por qué, que normalmente suele ser el “quid” de la cuestión. Aunque en el caso de las novelas, sean negras o no, las leo por riguroso orden de páginas, aunque me enfade conmigo mismo por no hacerme trampas, pero siempre me imagino al autor vigilando para que no resuelva los enigmas tan fácilmente.
Por cierto, me encanta en general el boom de la novela negra sueca. Quizás puede ser por la herencia de aquellas películas antiguas de cine negro, que siempre solían ser en blanco y negro, y ahora al leer estas nuevas historias, me las imagino en blanco y negro, y la nieve y los paisajes invernales quedan preciosos en la fotografía de la imaginación.
Sigo pasando páginas del periódico. Ya me he hecho un esquema de lo mejor de la parrilla televisiva y del otro tipo de parrilla, pues normalmente suele haber reportajes sobre el gremio de la hostelería. En este punto tenía que haber mencionado la palabra restauración, pero a mí esta palabra me chirría, me imagino una manzana rota en mil pedazos, y alguien intentándola reparar. O la “Q” de calidad, que se utiliza ahora, aunque yo pensaba que “calidad” era con “C”, y es que...ya no entiendo nada.
De todas maneras la rebanada de pan tostado con aceite de oliva, no sé si exactamente era virgen la aceituna, está, y nunca mejor dicho, de toma pan y moja. Y es que el café con leche, otra vez el blanco y el negro, me hace entrar en calor, de lo frío que me deja la política, y de lo frío que me dejan nuestros políticos, que no se calientan ni con las andanzas de nuestros vecinos magrebíes.
Y entre noticias locales, nacionales e internacionales llegamos al comienzo del periódico que significa el final del desayuno, y el comienzo de un amplio fin de semana en dónde todo puede pasar y nada pasará afortunadamente.
Se me olvidaba comentar que la mayoría de los periódicos ahora se han convertido en auténticos bazares, ofreciéndote gentilmente todo tipo de productos, que se pueden conseguir reuniendo unos cuantos puntos y unos cuantos euros, que normalmente la cantidad de euros suele ser mayor que la de los los puntos. Yo sigo esperando haber si uno de estos días ofrecen pisos, con muchos metros y pocos euros. Será la única manera....

domingo, 7 de noviembre de 2010

ABURRIMIENTO QUE TRAE COLA

Muchas veces la realidad supera la ficción, y ésta es una de ellas.
Parece que el gobierno estaba un poco aburrido, pues todo bajo su mandato va fenomenal, todos tenemos trabajo, y comemos perdices, por eso han decidido que ahora los apellidos si ninguno de los cónyuges dice nada se ponen por orden alfabético. En primer lugar no creo que en estos momentos dada la situación actual, ésta sea una de nuestras prioridades. Está claro que esto tiene pinta de ser, aparte de una humorada del gobierno, una cortina de humo para que la gente hable de otra cosa.
Yo desde luego en un primer momento agradezco a nuestras autoridades su sentido del humor, que además me da muy buena leña para el horno de mi blog.
La verdad es que el panorama actual estaba necesitado de esto. Todo son malas noticias, pero mira por donde, que nuestros órganos pensantes se han descolgado con una astracanada que además puede enturbiar aún más nuestras relaciones en cuanto a pareja se refiere.
Hasta ahora nuestros padres, aparte de soñar que fuéramos estrellas del fútbol, cuando eramos jóvenes, nos podían sugerir que eligiéramos un buen partido, pero ahora, si queremos mantener nuestro apellido lo tenemos más restringido,y que no le pase nada al que su apellido empiece por Z.
Por otra parte, y como hombre que soy diré que a partir de ahora difícilmente podremos poner nuestros apellidos en primer lugar, pues ya he visto en la tele opiniones de féminas que dicen que cómo ellas paren, el apellido que tiene que prevalecer es el suyo. Ante eso no se puede decir nada, y lo único que puedes hacer es que te firme ante notario, antes de acostarte con ella, un papel por el que te cede el poder poner en primer lugar tus apellidos al fruto de la relación.
Además se podría dar el caso en el que dos hermanos, hijos de los mismos padres, tendrían apellidos en diferente orden, pues por ejemplo el padre no trajo al notario en el momento pertinente.
Si a esto se añade que quien más quien menos ha perdido su trabajo, y es muy difícil conseguir otro con el consiguiente quebranto económico, diferencia en horarios, etc. etc., que una pareja siga junta no será un milagro, pero sí será cada vez más difícil. Aunque en honor a la verdad también hay que decir que gracias al gobierno actual las parejas se separan menos....pues no tienen dinero.
Como siempre ha dicho mi madre, cuando el diablo no sabe que hacer...mata moscas con el rabo. Y parece que esta vez el diablo está pero que muy aburrido.

jueves, 4 de noviembre de 2010

VIDAS SIN SAL

Ayer al mediodía estaba viendo la tele cuándo me enteré de que un tal Justin Bieber, de dieciséis años, había escrito su biografía. Esto lo he citado literalmente como lo oí.
En primer lugar está claro que una persona nunca puede escribir su biografía, lo que hará será escribir su autobiografía. Me imagino que lo que habrán querido decir es que ha salido al mercado su biografía.
Lo que me ha hecho pensar es la noticia en sí. ¿En qué sociedad estamos en que puede ser interesante la vida de un chaval de dieciséis años? Hay que tener en cuenta además que no estamos hablando ni de Albert Einstein ni de Thomas Alva Edison.
Por lo que he leído a posteriori es un cantante canadiense, aunque establecido en Atlanta por motivos de trabajo, pues es donde radican las personas que le han lanzado. Toca varios instrumentos, y pudo darse a conocer a través de internet. Con un sólo album ha alcanzado la fama.
Viendo su imagen es la típica persona del que toda quinceañera se enamorará, rubito y con un peinado cuidadosamente despeinado. Look de no haber roto un plato y del que toda mujer quisiera tener como hijo.
Ahora es el marketing el que está actuando y querrá alargar lo máximo posible esa juventud virginal e incluso pseudoandrógina.
Esperemos que con los años pueda ir evolucionando y poniendo su impronta en todo lo que haga y que quiera hacer.
De todas las maneras y volviendo al principio, esto es un ejemplo de cómo está la sociedad, y de lo que es más importante de cómo quieren que continúe. El peligro lo veo para los jóvenes que pueden ver una vez más el dinero y la fama como fin primero y último y que puede venir de la manera más facil, pues la mayoría de los jóvenes no van a ponerse a pensar en la cantidad de horas que se ha podido pasar ensayando en los diversos instrumentos o preparando su disco.
Pensando en uno mismo, es más bien frustante lo que hubiera podido poner en una presunta autobiografía, no sólo con dieciséis años sino incluso ahora.
Bueno, y como el que no se conforma es porque no quiere, siempre se pueden añadir trozos de sal gorda e inventarse pasajes de todo tipo en el que en cualquier momento se puede incluir a algún-ya-famoso como casi primo o casi amante, o incluso que en algún momento de nuestra aburrida existencia la seguridad mundial tuvo que ser defendida por nosotros. Es lo bueno, o lo malo, que pueden tener vidas sin luces, y por supuesto sin sombras, puedes contar de todo y...que se demuestre.