sábado, 30 de abril de 2016

SUSANA, MACGUFFIN, Y EL ESCUDO (NO ES UN CUENTO, AUNQUE ALGUIEN TIENE Y MUCHO)


Uno de los males causados por unos nuevos comicios en el horizonte es que los partidos comienzan a agitarse otra vez para colocar mejor o peor a algunos de sus candidatos, que sin ser las estrellas del cartel, pueden ir mejor o peor colocados. Consecuentemente, alguno de los grandes mamíferos que estaban en hibernación, se han despertado otra vez para dar y repartir juego, o al menos intentarlo, mientras "molestan" al resto de los mortales.


Este vecino, vaya por delante, ni está libre de pecado ni es una hermanita de la caridad. Tiene sus filias y sus fobias. Y en una de esas fobias está, y en un puesto bien ganado, Susana Díaz.


La líder socialista es como esa tía que viene a casa dando noticias de que su sobrino, el que menos caso le hace porque pasa de ella, se ha debido de portar mal en tal o cual sitio "que lo sé de muy buena tinta porque me lo ha dicho un pajarito."


Por decirlo de una manera más o menos culta y nada soez, si a la Señora Díaz la hubiera conocido Alfred Hitchcock, sin duda la comparado con uno de sus famosos “MacGuffin”. 


A este vecino del mundo el término MacGuffin  le suena sinceramente como si fuera una magdalena o algún dulce pastelero para el desayuno, sin embargo un MacGuffin (se puede escribir de diversas maneras) es un elemento de suspense que hace que los personajes avancen en la trama, pero que no tiene mayor relevancia en sí.


Un amigo de juventud de este vecino del mundo, el Sebas, sin embargo, hubiera definido a la Señora Díaz como una mosca c……. pero en los tiempos en los que todavía vivía el Sebas, ni se imponía lo políticamente correcto ni las drogas tenían un cartel tan realista y negativo, y así le fue como le fue…



Ahora a Susana Díaz le ha dado por desempolvar a Eduardo Madina, que dicho sea de paso tiene todas las simpatías de este vecino, entre otras cosas por ser vasco como él,  y por haber sufrido un atentado; pero algunas veces los apoyos, como el de la Señora Díaz, te pueden hacer un flaco favor. 


Sinceramente, este vecino del mundo no cree que es el momento del Señor Madina, porque entre otras cosas si lo fuera, el suyo o el de cualquier otro candidato, es muy posible que la Señora Díaz hubiera dicho eso de “a mí también me apetece, y me lo pido”. 


Normalmente, en los malos momentos, la gente utiliza un escudo para salvar su piel, especialmente contra el dragón Sánchez,  porque si resulta mellado, el escudo, se desecha, y a otra cosa mariposa. Y este momento, no es malo, sino malísimo. 


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jueves, 28 de abril de 2016

DISCREPANDO CON MISTER CHI



De la misma manera que las imprudencias se pagan, las promesas también hay que cumplirlas. Y a este vecino del mundo le quedaba por cumplir una de esas que se hacen al ver que un año termina y otro comienza mientras el cava viene y desaparece en tu gaznate antes de que todas las burbujas estallen dentro de la copa.


Este vecino llevaba años sin dejarse llevar por la emoción y no realizar promesas que cuando menos luego son problemáticas de cumplir. Y es que la experiencia de los años, por no decir madurez lindando con el otoño de la vida, te hace no dar un paso al frente cuando se piden voluntarios, ni a saltar como un resorte a las primeras de cambio, cuando un descerebrado amigo tuyo diga ese célebre “ a que no hay huevos…


Me había hecho la promesa, por aquello de cuidarse y de intentar vivir más de lo que nuestros enemigos quisieran, (y en buenas condiciones para no dar la lata en un futuro, a nuestros familiares más jóvenes), que tenía que empezar un curso de TAI CHI.


Como ya no me quedaban excusas, una por día e incluso hasta dos, para darle a esa vocecita que nos habla en nuestro interior, porque ya se termina el primer cuatrimestre y hasta las excusas huyeron, hoy he comenzado uno de esos cursos que se pueden encontrar por internet.


Antes de nada, mucho cuidado para todo aquel que me quiera imitar, porque son ejercicios de esos que dices “eso está chupado”, y lo es, pero al cabo de unas horas te vas dando cuenta de que tenías más músculos y terminaciones nerviosas de las que pensabas. Y ahora es el momento que me duelen hasta las pestañas.


Uno, gracias a Dios, y no lo había visto en positivo hasta ahora, vive en un piso pequeño, aunque no tanto como aquellos célebres de treinta metros cuadrados, pero hoy, ahora, podría describir mi hogar como que tiene ala norte y sur.


La cosa está tan mal que me he planteado hacer autoestop en el pasillo, pero estos días mi casa está más deshabitada que la famosa escena en el campo, de Gary Grant en “Con la muerte en los talones”. Y tampoco me veo, además, como para hacer carrerillas. Ahora mismo corro, para más inri,  el riesgo de descoyuntarme en cualquier momento.


Es posible que me meta en la cama, si llego, en cuanto acabe este post, y no me levante hasta mañana; para la siguiente clase. Porque aunque no soy maño, soy testarudo, seguramente por ser tauro, y ya que el mal está hecho, que sirva para algo.



Todo sea por la salud, o por ser el próximo inquilino en una caja de pino, que nunca se sabe, pero el Señor Tai Chi, si existió, no me vencerá, al menos así, a las primeras de turno. 


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miércoles, 27 de abril de 2016

TWEETS PARA UNA EMBAJADA


Ante tanto comentario triunfalista sobre el estreno de la nueva serie “La embajada” y ser ganadora en el “share” de ese día, este vecino del mundo  se ha tomado un día (día y medio) para pensárselo y que se enfriaran sus sensaciones, complicadas, intentando ser más justo.


Como durante la emisión del capítulo, este vecino fue redactando tweets sobre sus opiniones a tiempo real, se va a basar en ellos. El orden en este post no tiene por qué coincidir con el orden real mandado por twitter. 


"Creo que la embajada real de Tailandia, si la hay, va  a estar sin candidatos para ir, durante mucho, mucho, tiempo."
Y a pesar de esa sentencia, y sin ahondar en razones por no “estropear” el argumento a futuros espectadores, la serie puede ser buena publicidad para que las nuevas generaciones estudien para diplomáticos. Según ésta, "es un continuo  no parar”, en todo.
El argumento, el thriller,  en todo caso ocurre en una embajada como pudiera transcurrir en un hotel, o en un bufete de abogados.


Serie  realizada para que los pobres estemos contentos de no tener mucho dinero y ser corruptos y cornudos.
Sería un lado optimista de verlo, porque el argumento recuerda bastante a nuestra actualidad en alguna autonomía de nuestra piel de toro y, claro está, a muchas otras series.


He cerrado un momento los ojos y me he perdido dos polvos  y tres corrupciones.
Este vecino se ha imaginado a los guionistas de la serie como si estuvieran rellenando una quiniela con el método de los dados, y según iban lanzándolos, ahora uno le era infiel a su esposa, como que  ella le adornaba la frente a él, mientras ya buscaba nuevos horizontes. Una especie de Sodoma y Gomorra pero ataviados con lo último en grandes marcas de moda. Y que conste que este vecino del mundo no es estrecho de miras, pero viéndoles a esos personajes en sus lides amatorias, no tienen tiempo material para trabajar.


Carlos Bardem está que se sale, y Raúl Arévalo haciendo amigos desde el primer fotograma.
Lo del Señor Bardem, Carlos, si transcurre el argumento como parece, puede ser curioso, porque su personaje es el primer malo malísimo que detectamos, y que visto lo visto en el primer capítulo, puede resultar al final “una hermanita de la caridad”, en comparación con lo que parece adivinarse hay encerrado entre las paredes de la embajada, ya que él, y es un detalle, va de frente.

En cuanto a Raúl Arévalo juega, al menos por ahora, a ser el gran tapado, malo y posiblemente cruel.


Por un momento, al final, me ha parecido que Úrsula Corberó hacía un remake del papel de Megan Montaner en "Sin identidad".
Y es curioso, porque además la Señorita Montaner también aparece por la embajada. Y es que los productores si en algo no han escatimado es en nombres, bellezas, y epidermis, de actores y actrices del momento.
Por cierto, y no es una crítica, sino constatar un hecho, el comportamiento del personaje de la Señorita Corberó recuerda muy mucho a su manera de comportarse en la mayoría de sus entrevistas, dando la sensación de que “pasaba por allí”, pero mucho se teme este vecino, que sea la calma que precede a la tormenta, y que ese personaje, aparentemente alocado, va a sufrir bastante.


Demasiado esquemático todo. Si estornudas te pierdes dos datos. Y dentro de poco necesitaremos un mapa, para situarnos”.
Sensación de que el tiempo que ha durado el capítulo no he parado de trabajar. He acabado agotado”.
“He tenido la sensación durante todo el capítulo que era el enunciado de un problema, y gordo”.
Estos tres últimos “tweets” han sido agrupados a la hora de redactar este post porque están íntimamente relacionados, y pertenecen al lado, según la opinión de este vecino del mundo, de la parte negativa.


Demasiado condensado todo para poder disfrutarlo. Hay una duda en este vecino: ¿Será toda la serie así, o esa sensación de demasiadas cosas, que llega al agobio, puede ser motivado “solo” por ser la presentación de personajes y drama?


Personalmente, y sin intentar condicionar a nadie, este vecino va a dar de margen otro capítulo a la serie, y si sigue teniendo las mismas sensaciones, se va de Tailandia en busca de nuevas aventuras en otra película, o serie.


Por cierto, y ya para terminar, este vecino brinda una idea, y gratis. Le hubiera parecido más interesante la misma propuesta pero al revés, es decir, una embajada tailandesa  en España, y los problemas que pudieran surgir entre los tailandeses y los nativos, pudiendo incluso adentrarse en el terreno de la comedia.

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martes, 26 de abril de 2016

UN DÍA COMO UNA NOCHE...


Hoy, especialmente ahora, me estoy sintiendo como en la noche de reyes, pero al revés, en lugar de nerviosismo y esperanza, hastío y decepción, mucha decepción.


No hago apuestas nunca, especialmente desde la crisis, porque de la fase de tener cocodrilos en los bolsillos, para gastar lo menos posible, hace tiempo que pasé al  momento en que solo me quedan los cocodrilos, y además se están yendo a comer fuera, porque si se quedan, este vecino es capaz de comérselos, para sobrevivir. Pero, si hubiera hecho apuestas, o porras, tras el 20 de Diciembre, estaba, y lo he estado hasta hoy (último día para alcanzar un acuerdo), seguro de que se iba a llegar a un entente, especialmente desde, por decirlo de alguna manera, las izquierdas, y partiendo de que el PSOE todavía es zurdo, que es mucho suponer desde hace tiempo.


Pintaba bien esta mañana, con al parecer ese último acuerdo sacado de la manga con nocturnidad y alevosía, por COMPROMÍS y el PSOE, en una especie de puesta de cuernos a un PODEMOS, pillado en fuera de juego total. Pero enseguida, CIUDADANOS ha llamado al orden, por decirlo de alguna manera, al PSOE, y le ha dicho eso de: ¡Verde las han segado!, o como hubiera dicho mi difunta abuela: "No hay tu tía".


Luego nos pasaremos todo el tiempo con eso de abrocharnos el cinturón, cuando la mayoría de los partidos es como si se hubieran corrido una juerga de ciento y pico de millones, que es lo que van a costar los próximos comicios, sin parpadear.


Al entender de este vecino del mundo, las leyes que rigen ésto de los comicios, o votaciones, está muy mal diseñado, o muy bien para los políticos,  según se mire. Nadie, ni izquierdas ni derechas, nadie, ha mirado por el contribuyente, por el españolito de a pie, por el sufridor, tras el 20 de Diciembre, y como "premio" van a recibir otra porrada de dinero para poder hacer loas a sus respectivas candidaturas, y convencernos de que su detergente limpia mejor la democracia.


Como este vecino ya ha dicho en algún post anterior, es de la opinión de que este marrón lo van a tener que aprender a gestionar ellos solitos, y debiéramos de ir a votar todos, sin que falle nadie de los comicios anteriores, y hacerlo otra vez en el mismo sentido. No por cabezonería, sino porque en realidad se presentan los mismos a lo mismo, y tienen la cara dura, además, de pedirnos más "paga"... Pues que remienden este "siete democrático" ellos mismos, y si no saben coser que aprendan.


Al pasar de niños a adultos descubrimos que los Reyes Magos... son leyenda, y hoy, este día decepcionante donde los haya, ha quedado claro que los políticos... tampoco existen, al menos en España, y para más inri, ellos además no lo saben.



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lunes, 25 de abril de 2016

ASÍ SE LAS PONÍAN...



Me siento como ese lector de novelas de suspense que está descubriendo que la novela que tiene entre manos, un truño la mar de aburrido y lento como lo madre que le parió, y en la que todo apuntaba a que el asesino era el mayordomo, al final el asesino del hecho ocurrido aquel día de autos del 20 de Diciembre, del año pasado, es el mismísimo mayordomo.


Parece ser que la espera no ha merecido la pena, y el argumento en ausencia de un giro inesperado, no nos ha vuelto locos, y nos ha abocado a la más cruda y triste realidad.


Nuestra novela nos está demostrando que cada partido político de este nuestro país, como siempre, no está mirando por nosotros, sino por ellos, y que por una vez que los de izquierdas pueden conseguir el poder, no lo hacen, porque quieren estar ante los focos del mundo ellos solos, sin nadie más que les quite el protagonismo, y se van a morir de éxito, sin tenerlo.


Al final no eran ni galgos ni podencos, y los cazadores van a resultar cazados, y esta legislatura puede ir al Libro Record Guiness,  como la más corta y ridícula de nuestra democracia.


Va a resultar, como ya estaban indicando todos los indicios, que nuestros políticos son de pacotilla, y solo saben, y mal, gobernar cuando los caracteres están bien marcados y uno gana por mayoría, y los demás pierden estrepitosamente.


Nuestros políticos están demostrando, que están más preocupados en que se vea claramente que la culpa es de los demás, que en intentar echar una mano y arreglar el entuerto.


Este vecino del mundo era, por las frías evidencias presentes, sólo un iluso, de los que estaba convencido que en el último fotograma el chico y la chica se besaban y nos invitaban al ágape.


De todas maneras, y si al final, como ya todo apunta claramente, va  a haber nuevos comicios para junio, todo lo que han cobrado nuestros queridos nuevos diputados, debería de ir directamente a las arcas del españolito medio, ya que va a ser él el que va a tener que arreglar este desaguisado con una nueva votación, y dejar, o no, claro y más fácil de manejar, el nuevo panorama.


Solo un consejo, que cada uno vuelva a votar otra vez, y además, lo mismo. No querían los políticos una taza, pues que tomen taza y media, y aprendan a dialogar, a ceder, y a torear con el toro que el destino les ha sacado al ruedo, y que no egoístamente estén  acostumbrados a que se lo pongan todo como "se las ponían a Fernando VII".


Por cierto, ya perdonarán ustedes, pero este vecino siempre había estado convencido que esa expresión, la que atañe a Fernando VII, tenía unas connotaciones erótico festivas, y nada más alejado de la realidad. Lo que ocurre es que el monarca era muy aficionado al billar, pero muy malo, y sus adlateres, hacían trampas para colocarle las bolas, con perdón, en una mejor posición para que él se luciera. La realidad, y por una vez, es más casta de lo esperado.


Todavía quedan segundos para que el ridículo de nuestros políticos, y en este triste caso, sobre todo de izquierdas, y señalo claramente, a PSOE y PODEMOS, no sea tan evidente.



Valor, y al toro, o lo que viene siendo, valor y a bajarse del pedestal, y a CEDER, con mayúsculas.


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sábado, 23 de abril de 2016

LA DUDA DE UN SUEÑO




Hoy me he despertado raro, más raro de lo que viene siendo normal en una persona rara. Con esa sensación que tienes cuando dejas algo a medias, un “interruptus” en toda regla. Y poco a poco, muy poco a poco, he ido sacando de las tinieblas del olvido retazos de un sueño.


Es extraño. Porque normalmente es cuando me despierto, en los primeros instantes, cuando recuerdo todo o casi todo de mis aventuras nocturnas en brazos de Morfeo, pero hoy no ha sido así.


Lo único que recordaba en un principio eran unos “ojos de mujer, como extrañados”, y como fruto de muchos esfuerzos, he ido alejando ese primerísimo primer plano para ver si veía a la persona a quien pertenecían, o el contexto en el que estaba.


Tras unos minutos me he dado cuenta que aquel par de ojos eran germanos, pertenecían a Ángela Merkel, y no estaban extrañados, sino valorando, sopesando a su interlocutor, que al parecer era este mismo vecino,  que se encontraba al final, muy al final, de una gran sala, con mesas en filas concéntricas. Frente a mí, y como interrogandome,  tenía un micrófono metálico negro, y al parecer había terminado de pedirle unas cuantas cosas a la Señora Merkel. 


Ella, primero me ha mirado con una mezcla de indignación y estupor; y tras unos segundos, haciendo gala de una gran profesionalidad disfrazada de frialdad, me ha contestado, sonriéndome, y con aire de madre negándole la paga a su hijo díscolo, gesto que no ha sido necesario traducir por los  auriculares, ha dicho “Ah, que no tenéis Jazztel”. Y dando por terminada la reunión, se ha marchado.


Mientras terminaba la larga fila india de hombres serios y trajeados, he observado  al pasar junto a un enorme espejo, que al otro lado del mismo, y frente a mí, mirándome con desdén, se encontraba Mariano, Don Mariano.



Es triste, pero ya no nos respetan ni en los sueños. ¿O en el fondo, somos nosotros mismos quienes no nos tomamos en serio?


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jueves, 21 de abril de 2016

¿POR QUÉ SE VA ASÍ "EL PRÍNCIPE"?



Antes de nada, y evitando decir la palabra en inglés que ahora se utilice tanto, y rompiendo mil lanzas por nuestro castellano, quiero avisar a todos aquellos seguidores de “El príncipe” que no sepan cómo ha terminado la serie, que es mejor que se abstenga de leer el post de hoy, ya que aunque no voy a contarlo todo abiertamente, al quejarme de ciertas cosas, es probable que les “estropee” sus expectativas. Quedan avisados a partir de este momento.


No me dirijo directamente ni a los implicados en el mundillo del cine ni de la televisión, pero hablo a todos los que quieren las historias de ficción en general, especialmente visto desde el lado del espectador/telespectador, que es el lado al que este vecino del mundo siempre ha pertenecido, y últimamente sufrido.



Siempre se ha considerado al cine, televisión y series incluidas, como una escapada de la realidad aunque se vista de ella, una cierta ventana a la ensoñación, e incluso como somos los espectadores los clientes últimos, proclives a que nos hagan en cierta forma la pelota, endulzandonos un poco el paladar, con un final feliz o convencional.


Por tal como se están poniendo las series, aunque este vecino del mundo no es un gran conocedor ni consumidor de ellas, diríamos que a nivel internacional, sino que las series que ve son, casi en su totalidad, españolas, parece que se ha puesto de moda que el final de ellas, tengan un cierto regusto amargo, por aquello de que quizás la amargura nos dirija más hacia la realidad, y consecuentemente se pueda pensar que la serie tenga más calidad.


Ni que decir tiene que “El príncipe” es una serie, a entender de este vecino, de gran calidad, tanto a nivel de guiones, con buenas interpretaciones, en algunos casos soberbias,  y con lo último en tecnología. Y todo ello, además, se nota en el resultado final de la serie. Pero aquí este vecino quiere hablar de otra cosa…


Antes de comenzar el capítulo final de “El príncipe”, y se puede demostrar, lancé un tweet, previendo lo que podía ocurrir, y dejando clara mi opinión: Estoy harto de esa moda de finales agridulces. Tras más de dos años nos merecemos un final de cuento.


Y por lo testado personalmente en Twitter,  especialmente al final del capítulo y serie,  muchas personas eran de mi opinión.


Esta serie, y me ceñiré a ella, para intentar no generalizar, nos ha “costado” a los espectadores más de dos años de  espera, y miles de anuncios violando nuestras retinas. Sé que la productora no es la culpable, ni de los anuncios, aunque en cierta manera viva de ellos también, ni sobre todo de esa especie de “coitus interruptus” en plena segunda temporada, que la cadena nos causó, al postergar parte de esos capítulos, sin explicación alguna (y es que no la había), al año siguiente; quizás pensando que los telespectadores enganchados seguirían de esa manera pegados a sus pantallas, proyectaran lo que proyectaran.


Se supone, ya lo sabemos, que entrar en el mundo del hampa o del terrorismo, tiene sus costes que pagar a los que lo hacen, pero la ficción es la ficción, y en lo que respecta a “El príncipe” concretamente, ya bastante lo han pagado, con sus vidas incluso, tanto malos como buenos, incluyendo a “Fran”, el amigo del “prota”, y una soberbia interpretación de José Coronado.


No es de recibo, se vista como se vista, con razones de todo tipo, que ayer la pareja protagonista, unos convincentes Älex González e Hiba Abouk, no siguiera junta para guardarlos así en nuestro baúl de los recuerdos. Y en el fondo, esa decisión se ha tomado, en la opinión de este vecino del mundo, para que todo se revista de una pátina de más realismo, y de que no se pueda calificar a esa serie como “dulce”, cuando en realidad nunca lo será, por todo tipo de tramas y sucesos como han ocurrido. 


La mayoría de los espectadores no pedíamos ayer el Edén, sino que solo dos personas fueran felices, quizás para que el regusto de todo lo ocurrido nos hiciera olvidar “que en El Príncipe todo acaba en agua salada”, y no nos lo fue concedido.


Por cierto, y antes de terminar, es también imperdonable, por supuesto que desde el punto de vista del vecino, naturalmente, que en el último capítulo no se haga ninguna referencia, a excepción de una última escena ya en los títulos de crédito finales, a Faruq, ese otro “héroe/villano” en la trama, y que al no verle en el capítulo final, pareciera que “sale” por la puerta de atrás de la importancia.



Nuestros políticos claramente solo miran por su partido y por su ego, y a nuestros personajes favoritos, que juegan en nuestros sueños, no les dejan ser felices, porque “eso” parece que no viste de calidad a una serie. ¿Qué nos queda?


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miércoles, 20 de abril de 2016

SANTIAGO SEGURA, SIN MARICONADAS, DE ORO


Hace apenas dos horas que este vecino del mundo se ha enterado que Santiago Segura ha sido galardonado con la Medalla de Oro de la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas 2016, por su dedicación a la comedia, "uno de los géneros más ricos y prolíficos" de la cinematografía española, como ha sido comunicado hoy mismo por la citada institución. Además, la Academia de Cine ha destacado su "labor como actor, director, productor y guionista, cuatro oficios con los que ha contribuido a mejorar el cine español en sus aspectos industrial y artístico".


En el "haber" de Segura hay tres Goya: Mejor Cortometraje de Ficción, por '”Perturbado”; Mejor Actor Revelación por "El día de la bestia"(apreciación personal: Él y el malogrado Alex Angulo están que se salen en sus respectivos papeles, aunque el guion sea un tanto errático, especialmente al final) , y Mejor Director Novel por “Torrente, el brazo tonto de la ley”.


Vaya por delante que este vecino no tiene ni especial aprecio ni, por supuesto,  inquina por Don Santiago Segura. Sin embargo, viendo la cantidad de palos que le están dando, no diré por “las redes sociales” por no controlar todas, sino en Twitter, creo que tanta “leña al mono” como se está repartiendo, bien se merece que alguien diga algo en su favor. Aunque es más que probable que al Señor Segura no le importa esa leña lo más mínimo, porque curtido en mil batallas, me da que él es más de la opinión de “lo importante es que se hable de uno, aunque sea bien”.


Este vecino solo va a poner dos tweets de los que se han ido generando, como ejemplo-resumen:
Torrente referente cultural de España, en el año de Cervantes. Horrible. Santiago Segura, nos hacemos una pajillas?”

Que Santiago Segura reciba la Medalla de Oro de la Academia de Cine dice mucho de cómo está el cine español y la Academia de amiguetes”.


En primer lugar convendría diferenciar, que no separar, la figura de Torrente de la de Santiago Segura. Personaje y creador, que no es lo mismo, ya que a buen seguro el segundo  no comparte en absoluto la manera de ver la vida del primero, en esta España, que desgraciadamente ha visto nacer, crecer y sobrevivir a muchos José Luis Torrente.  


Torrente no es guapo, ni bueno, sino más bien, además de vago en grado sumo,  cabroncete tirando a cabrón, pero quizás es que Santiago Segura en la figura rechoncha de Torrente ha sabido captar el espíritu de lo que secretamente el españolito medio quisiera hacer si se atreviera a dejar de ser políticamente correcto. Y Santiago Segura ha tenido la habilidad de “crear” a este personaje y llenarlo de penurias, imperfecciones y maldades, y que la gente congenie y sonría con sus desfachateces. ¡Todo un logro!


Es de admirar en el Señor  Segura, que ha sabido y podido ir cumpliendo sus sueños, incluso el de poder trabajar y en cierta manera homenajear a aquellos a los que él ha admirado siempre. Aquí no se puede olvidar a un Tony Leblanc, al que él siempre admiró y quiso, y que caído en el ostracismo/olvido, primero por un terrible accidente, y luego por la desidia de todos, y al que él pudo rescatar del anonimato y, no lo olvidemos, del paro.


Por otro lado, muchas críticas vienen por el lado de que Santiago Segura hace “cine malo”. Pero…¿qué es el mal cine?


Como en todo, cada uno cuenta cómo le va la feria. Para un productor, el mal cine será aquel que además de no darle ningún dinerillo, le cuesta un descalabro económico.


Para muchos espectadores “cine malo” es aquel con el que se aburre como una ostra, y que además no tiene ni pies ni cabeza.


Y Santiago Segura ya ha realizado cinco películas con el mismo personaje siendo todas ellas éxitos de taquilla, y sin escatimar todo tipo de medios, incluyendo el famoso y caro  3-D


Quien va a ver una película de Torrente ya sabe a qué va, y sería una “mala película” si recibiera algo distinto, pero sus seguidores, a cambio de lo que pagan por la entrada, reciben lo que esperan, y con creces. 


Si muchos  creen que sus películas son "cutres", en la humilde opinión de este vecino del mundo, se confunden. Cutre son parte de los personajes mostrados, su ambiente, pero la vida real en sí  es cutre muchas veces. Desgraciadamente, estos días, la mayoría; aunque muchos de los personajes de fuera de la pantalla se puedan vestir de los mejores modistos.



Visto el cine como una industria, que en realidad no es tal en España, sino más bien de francotiradores, el Señor Santiago Segura es una mina de oro, y además todos estamos seguros de que a José Luis Torrente le queda mucho todavía. Porque es un personaje que se “alimenta” de las “ocurrencias” y acontecimientos que nos van pasando, y como este vecino acaba de comentar, los hechos presentes seguro que estarán alimentando futuras aventuras. 


Solo hay que esperar un cierto tiempo para que Torrente ataque de nuevo, y quizás en la próxima entrega nos enteremos, comentado por el mismo,  de que el Segura, al que él conoce de sus correrías nocturnas y por compartir el mismo médico de enfermedades venéreas, es casi tan cabroncete como él, y listo, listo, como un zorro. 


¡Enhorabuena! Don Santiago, sin duda se merece este premio, pero nunca lo comparta con Torrente, él es harina de otro costal. Es más, si se descuida se lo quita para venderlo.


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lunes, 18 de abril de 2016

SEÑORITA JIA, ¿ESTÁ USTED PREPARADA?


Entre noticias de corrupción y papeles y más papeles panameños, estos días en los periódicos, y abriéndose paso  se ha colado de rondón una noticia que si de primeras, y tras cierta perplejidad, puede hacernos aflorar una cierta sonrisa libidinosa, especialmente al sector masculino, una nueva aproximación al hecho, te puede dejar un regusto cuando menos inquietante por el futuro que se pudiera dibujar. 


Y es que China ha logrado su primer robot interactivo, la "diosa" Jia Jia.  Al parecer el equipo (en su inmensa mayoría, sino en su totalidad, compuesto por hombres), que ha logrado este éxito, así la define. Su apariencia, y por venir de dónde viene, es el de una mujer china, atractiva y joven, y que es capaz de hablar y sincronizar su discurso con el movimiento de sus labios, mostrando al mismo tiempo expresiones faciales.


Para un devorador de películas como se considera, y es, este vecino del mundo, al momento han venido el recuerdo de dos películas, una claro está, la inolvidablemente inquietante “Blade runner”, del últimamente muy irregular Ridley Scott, y esa replicante, encarnada por una fría y distante Daryl Hannah, “mala hasta matar”. 


La segunda, y teniendo en cuenta nuestro ADN , esa fría y cara, especialmente para la “producción” de la película, muñeca hinchable de “Tamaño natural”, de Luis García Berlanga; que si tenemos en cuenta que el guión es del propio Berlanga y de Rafael Azcona, lo menos importante será la propia muñeca, a pesar de lo que creyera en su momento la propia censura, porque removerán todo tipo de convencionalismos.


Jia Jia, ese robot chino, todavía no puede ni reír ni llorar, pero se van a seguir estudiando esas “habilidades de aprendizaje”.


El equipo que la ha fabricado descarta que su modelo se comience a producir de forma masiva, aunque para este vecino del mundo siempre, en el fondo, está el recuerdo de la conmoción que le produjo el libro “Un mundo feliz, de Aldous Huxley. Y aunque allí no eran robots, sino personas modificadas genéticamente para el trabajo que iban a realizar, el futuro dibujado podría ser tristemente el mismo; y que de un modo crematístico se pudiera resumir en muchísimas horas de trabajo, malas, por no decir ninguna, condiciones de trabajo, y casi nada de dinero. ¿Os suena? Un futuro tan cercano que ya está aquí, ¿verdad?


En este tipo de trabajos, en el de perfeccionar a Jia Jia, lo mismo que en una obra de arte, el final siempre es discutible, por aquello de seguir en ello, sin saber a ciencia cierta cuándo parar. 


Quizás, el comienzo del fin de los estudios del equipo chino que se encarga de "enseñar" a la, digamos, Señorita Jia Jia, será cuando ella mirándoles fijamente a los ojos les diga aquello de "Tenemos que hablar", porque nunca una frase tan corta ha creado tanta inquietud entre los varones. Ellos saben que todavía no ven el problema, pero ahora están seguros que ha llegado.


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viernes, 15 de abril de 2016

COMENTARIOS AL FINAL DE GRAN HERMANO VIP 4, O CUANDO GANAN LOS MALOS



¡Somos un país pura contradicción, y que además nos va la marcha! Así, afirmándolo rotundamente.


Acaba de terminar otra edición de GH VIP, la cuarta, con Laura Matamoros como ganadora, y ya se podía comprobar por los finalistas, la ya mencionada Laura y Carlos Lozano, que a los españoles, al menos a los que votan en el programa, no les van las figuras conciliadoras porque en ellos, en los elegidos para la final, se juntaban el hambre con las ganas de comer.


Tal y como se han ido poniendo las cosas con las diferentes ediciones de los diversos concursos de la cadena,  el perfil de una concursante como Maite Zúñiga en “Supervivientes”, pareciera que ya no podría ganar ese concurso, porque de acuerdo con el “casting” que se hace, ya no se busca la aventura por la aventura, aunque sea dentro de una casa, sino que no haya un momento de descanso. Y si para ello hay que cambiar las normas, pues se hace a medida que conviene tanto a la organización como a la misma cadena, que no tiene por qué ser la misma.


Somos un país en el que está comprobado que nos gusta ayudar en las desgracias y los desastres naturales, y si es a nivel internacional mejor que mejor. Pero luego, para descansar viendo la televisión, nos gustan las emociones fuertes: el criticar a la espalda, aunque luego se diga que se hace a la cara. El echar en cara al otro que lleva estrategia cuando uno mismo también la tiene, lo que ocurre es que la defina como su manera de ser. El estimar como positivo el decir todo a la cara, aunque lo que se diga sea todo menos loas.


La ganadora de este año, cuando menos digamos que ha sido muy discutida, sin embargo, si nos damos cuenta el que se supone que para muchos es el “bueno”, Carlos Lozano, de eso tiene poco. Eso sí, está claro, al menos le parece a este vecino del mundo, que siempre lo ha hecho por el espectáculo del programa. No hay que olvidar sus años de experiencia como presentador, o lo que ahora se denomina como conductor de programas.


Por su manera de ser, Carlos Lozano pareciera que los insultos, improperios y todo tipo de discusiones han sido como flores u objetos que se lanzan durante un espectáculo, y que una vez se apagan los focos quedan directamente en la basura.

En cuanto a la ganadora, y no queriendo herir a nadie, digamos que a este vecino del mundo no le gusta nada. Se ha pasado todo el tiempo pasándonos por el morro las carencias que ha sufrido tanto de sentimientos como a nivel material, y en cuanto gana el premio, lo primero que dice es que ella nunca ha necesitado nada, y que es para su hermana.


Laura, al menos lo parece, tiene un carácter muy complejo, y saca las uñas en cuanto hay algo que a ella no le gusta. Porque ella no mide las cosas por “estar bien o no moralmente”, sino si le conviene a ella o no, que es una gran diferencia, con el añadido de que se ha pasado todo el concurso comentando todo lo que hacían los demás concursantes, los que ella veía como enemigos, pero, claro está, desde su óptica, o lo que viene siendo "arrimando el ascua a su sardina".


No sabe separar tampoco, la responsabilidad que ha podido tener su padre en el devenir de su vida (también en que estuviera como concursante, no nos engañemos), ni la de su propia madre, que algo habrá tenido que ver. Y que la segunda mujer de su padre, Makoke, en realidad es un daño colateral, y no el origen de todos sus males.


Para los que apenas han visto el concurso, y están leyendo ahora que el vecino habla de temas personales de la ganadora, habrá que aclararles que en realidad es lo que nos ha vendido durante todo el programa
al borde de diferentes ataques de nervios y lloros, muchos, sin lágrimas. Todos los que se han decantado por el lado de su padre, Kiko Matamoros, para ella eran malos. Y la experiencia, con los años nos dice, que no hay ni buenos ni malos, ni blancos ni negros, sino muchos tonos de gris.


Por cierto, y antes de terminar,  está claro, siempre lo ha estado, que ni el programa ni la cadena buscan credibilidad, sino dinero. Y ayer, por lo que dijeron, se batió el récord de llamadas.


Telecinco, si quisiera que no hubiera ninguna sospecha de amaño o de manipulación en el devenir de sus concursos, debiera tener como norma, o requisito indispensable, no incluir en sus concursos a sus colaboradores habituales, o a sus familiares. Todo lo demás ya es ir montando el espectáculo de las dudas y discusiones desde el comienzo. Es evidente, al menos eso parece, que lo que les importa es que se hable de ellos, especialmente mal, por aquello del morbo que se crea.



Mientras no se imponga esa norma, este vecino del mundo se acordará de aquel monólogo de Gila: -Al final siempre gana el mismo, y devuelve el premio.


Y que conste que este vecino del mundo no cree, ni se le ha pasado por la mente, el que se devuelva el premio, pero siempre hay maneras de ayudarse mutuamente, especialmente en el futuro.


El mundo futuro que se adivina tras los concursos y programas de esta cadena es puramente materialista, de gente guapa (ni las arrugas tienen sitio) y sin escrúpulos, y  que nunca quiere, ni mucho menos ama, solo utiliza porque a él/ella en un momento determinado le viene bien. Una vida muy triste por mucho que se ilumine con grandes focos.


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jueves, 14 de abril de 2016

DÍAS DE EMPACHO Y DEPRESIÓN



Este vecino del mundo lleva unos días, por no decir semanas, que se siente como empachado, o deprimido, que vaya usted a saber. 


Empachado por noticias, por poses, declaraciones y opiniones, de todo lo que ve, y en muchos casos tiene la sensación de que le muestran para que vea.


Será casualidad, pero llega la época de hacer la declaración de la renta, esa que hasta hace poco nos decían, y nos lo habíamos creído que “Hacienda somos todos” y parece que todo ha quedado en que “se decía que Hacienda éramos todos, pero que SÓLO era un lema publicitario”, y se empieza a repartir mamporros “honoris causa” a mucha gente que, semanas antes, pareciera por su comportamiento más cerca de salvar la patria que de explotarla, y ahora, de pronto, tienen problemillas con el fisco, o tienen sus cuentas hechas un cisco, que uno ya no sabe qué decir.


Ahora, hasta el mismísimo Don José María Aznar, por parecer tan recto y estricto este vecino tenía asumido hasta que no pasaba por el lavabo por ser prácticamente perfecto, parece que tiene algún problemilla con sus declaraciones, y no precisamente de amor, sino a esa Hacienda de ese país en el que ha sido santo y seña, y que ha querido tanto, y estaba convencido de que en contrapartida él también lo era.

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Y este vecino del mundo junto con esos síntomas de empacho y hastío de todo, cree no comprobar, pero sí intuir, hasta que maravillas de ese opio o circo del pueblo que resulta que es el fútbol, al ponerles otra vez, o correr el riesgo de oler de nuevo ese banquillo de cara al fisco, parece que se les olvida el cómo jugar a ese deporte rey en el que ellos lo son, al menos eso dicen y así se les paga, y llevan dos o tres semanas, en el que se les ha debido de olvidar cómo se juega, o lo que deben de hacer cuando salen al campo, o a esa “cancha” que tanto dinero les ha dado.


Por eso, quizás, ante tanto empacho de noticias, sensaciones, opiniones que vienen y van, es mejor echarse un par de libros al coleto, o al monte, o a la bartola, si está se deja, y oxigenarse un poco bastante.  Y darse un margen para vivir, y dejar vivir, que nos lo merecemos. 


Seguro que durante unos días, el mundo sabrá vivir sin salvapatrias, ni vida de santos ejemplares actuales. Nuestro hígado, al menos, seguro que nos lo agradecerá.

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martes, 12 de abril de 2016

LA OPORTUNIDAD CALVA Y LA VENGANZA DEL CHINITO



Es curioso. Pareciera que hablar de “déjà vu” estuviera ligado a los sueños y los recuerdos. Sin embargo, últimamente levantarse, y entrar en  la vida en directo es comprobar un mundo de un continuo déjà vu en el que formar un nuevo gobierno, la crisis, la corrupción y el mirarse al propio ombligo sean la moneda de cambio.


Con respecto a formar un nuevo gobierno, llámenme iluso, pero todavía no pierdo la esperanza, hasta el segundo cero, de que el PSOE y PODEMOS, con sus confluencias e incluso el PNV, puedan llegar a un acuerdo. Lo demás, es perder una gran oportunidad, y entregar la llave para hacer lo mismo de siempre, y eso, entre otras cosas, nos ha traído a este momento.


¿La esperanza de este vecino? En ese pequeño detalle de “excusatio non petita, accusatio manifesta” a que olía la comparecencia de Antonio Hernando, portavoz socialista, diciendo eso de que es una pena que los de Podemos hayan dado un portazo a las negociaciones entre tres, porque ellos estaban de acuerdo en un 70 por ciento de sus propuestas.


Quizás el comportamiento del PSOE me recuerda a ese niño que cuando está con su madre, en este caso con CIUDADANOS, se comporta de una manera, y con sus conocidos de otra.


Siempre se ha dicho que la oportunidad la pintan calva, y si el PSOE no se baja de ese caballo lleno de orgullo no va a volver a presidir un gobierno durante mucho tiempo, y con ellos un gobierno formado por “izquierdas”.


Con respecto a lo que más se habla últimamente, “Panamá y sus papeles” como si de un nuevo grupo latino se tratara, “la cosa” huele tan mal, que parece que si no has tenido nada en Panamá o en cualquier otro paraíso fiscal, no eres nada de nada.


Es de admirar, por decir algo, el aplomo de alguno al torear la verdad, y que mirando al tendido diga eso, en parte tan absurdo, de “sí, lo hemos tenido, pero no lo hemos usado”, como aquel que teniendo una pistola, al final no la utiliza.


En momentos así, me acuerdo del célebre chiste de “la venganza del chinito”, al  que le hacían mil putadas y seguía riéndose, porque al final se descubre que él les meaba en la sopa.


Pues eso. Personalmente este vecino ya ha decidido hace tiempo, que va a practicar la venganza del chinito. Puede parecer una respuesta muy suave, pero a la larga es contundente: Persona cuya conducta este vecino estime que deja mucho que desear, persona que de mí no va a recaudar un solo euro, bien dejando de ver sus películas, sus programas, o lo que sea que hiciere.



Llorar he llorado, hemos llorado, mucho. Ahora solo nos queda reír, y para eso, es mejor reír los últimos. 


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