sábado, 27 de agosto de 2016

CAMPOS DE ESPAÑA



Lo de los documentales de Las Campos (María Teresa y Terelu) en realidad es una vuelta al pasado. Es una mezcla entre la pornografía de las películas en el landismoninguna, y un documental sobre las señoras que postulaban para  la Cruz Roja, pero sin cruz roja y muy demodé, eso sí con maquillaje, y mucho, en las arrugas y en las debilidades del programa.


En realidad, es más un documental sobre animales  a lo Rodríguez de la Fuente, pero sin la calidad, entre otras, de la fotografía y su banda sonora, en el que se describe los usos y costumbres de una subespecie humana, que juega con red. Porque la otra subespecie que les amenaza, y les podría atacar, y convertir el documental en un docudrama, está compuesta por nosotros mismos, pero con el inconveniente de que  hace tiempo que fuimos narcotizados y amaestrados por una serie de normas y deseos que desde hace mucho tiempo se nos han ido administrando convenientemente, y que no hemos sabido advertir…


Lo de este nuevo/viejo programa del Canal Alegre es en realidad un primerísimo primer plano al ombligo de unas de las trabajadoras, porque aunque las pinten como reinas, y manejen, se supone, mucho dinero, eso son en realidad, esclavas, de esa fábrica de tele-realidad en el que nosotros los espectadores les lameremos sus suciedades, y ellas, y el ente, sobre todo el ente, cobrarán por ello. Y a nosotros, cegados por el cutre-glamour, nos harán olvidar el por qué tenemos la lengua fuera, haciéndonos creer que es por envidia.


Los derivados de Sálvame en cualquier momento van a acaparar toda la cadena, y el punto culminante será cuando sus informativos sean relatados y comentados por sus máximas estrellas.


Este vecino del mundo ya se imagina las noticias económicas comentadas por Doña Belén Esteban, y a la que siempre le quedará el recurso de echarle la culpa de todo a Toño Sanchís, como antes lo hizo con el torero de Ubrique, y el día que le intenten cerrar el chiringuito lo hará con la mano que le dio de comer…


Cuando se detecta un tumor, del calibre que sea, y no se toman medidas quirúrgicas, al final se adueña de todo. Esperemos que nunca, nunca, al Señor Paolo Vasile se le pase por la cabeza, que no se le pasará por todo el dinero que deben de ganar, el acabar con el monstruo que ha creado, porque a lo mejor entonces comprueba que ya es tarde, y el monstruo tiene vida propia, y ya no le necesita…

¿Alguna pena en todo esto?

Sinceramente, algún daño colateral, como el de Don Edmundo Arrocet, que siempre ha tenido todas mis simpatías.  Pero, bien pensado, si ha sabido sobrevivir, y muy bien, hasta ahora, sin duda lo seguirá haciendo. Quizás, su coincidencia de nombre con El Conde de Montecristo, sea, al final, más que eso.


Lo que queda claro es que este fenómeno es nacido, y yo diría que muerto, en España. No puede tener su traslado más allá de nuestras fronteras. Esos campos son netamente de España, y aunque no lo parezca, puede tener también mucho que ver con lo que ocurre en nuestra política, por aquello de dejarse llevar; y por una vez, los zombis no están en cualquier serie de televisión, sino mirando la mismísima caja, más tonta que nunca, y ya han atravesado la pantalla. ¡Así nos va!

*FOTO: DE LA RED

miércoles, 24 de agosto de 2016

LO QUE EL CORAZÓN SE LLEVA



¿Qué harías si te enteras que dentro de veinticuatro horas es el fin del mundo?


Esa pregunta la hicieron hace un par de días en un programa de radio, mientras paseaba en solitario a eso de las dos de la madrugada muy cerca del mar, buscando el pedazo de luna que faltaba.


Desde entonces, la pregunta se ha pegado a mí como una lapa.


Tras la primera típica respuesta que, sin tapujos ni milongas, la mayoría de nosotros públicamente, o no,  haría vendiéndonos una orgía sin fin (pero, no nos engañemos, con veinticuatro horas de caducidad), creo que desde un primer momento lo tuve clarísimo.


Prácticamente lo primero, y lo único, que haría sería decir a las dos personas más importantes en mi vida, y sin orden, lo mucho que las quiero.


Una de ellas, es fan, y crítica cuando se le pregunta (que eso siempre es muy importante), de este blog. Se negará a reconocerlo, pero en el fondo, está segura de que es ella. Esa persona que ha sabido cambiar los esquemas de mi vida, y ha calado en cada poro de mi piel.


La otra persona, si le importo, me imagino que siempre es después de mucha gente. Quizás, nunca una mala palabra desde su lado, pero nunca también, aunque parezca una contradicción, o al menos desde hace muchísimo tiempo, un buen gesto. Pero ese tipo de amor, el mío por ella, nunca cesará tampoco.


Al final, parece que el amor es una especie de salvavidas, ¿la nuestra?, que flota por encima de todas las adversidades y quiere quedar por encima del último recuerdo. El amor es ese sello indeleble que quieres que permanezca con el último aroma de tu esencia.


¿Algún otro deseo por cumplir?


Uno, quizá, muy sencillo, porque se puede comprar con dinero, pero al mismo tiempo bastante complicado cuando no se tienen medios. Pasar una noche de luna llena, requisito indispensable, en calma chicha, a bordo de una embarcación (de unos cinco metros es suficiente), tumbado en ella, observando el cielo hasta que parezca que me elevo, o me caigo en el abismo que me rodea, porque ambas pueden ser las sensaciones. Que conste que tampoco lo pongo muy difícil, porque, y quizás también sea mucho pedir, en la mitad de la bahía donostiarra puede convalidar ese deseo.


Al final, debe de ser verdad eso de que nos vamos ligeros de equipaje, porque lo verdadero, nuestro tesoro, siempre va en el corazón. ¿Puede sonar cursi? Es la verdad, aunque ésta se pueda disfrazar de mantequilla deslizante…



*FOTO: DE LA RED

lunes, 22 de agosto de 2016

NAUFRAGO DE INCOMPRENSIÓN



Lo de hoy ha sido toda una odisea. Y en realidad sólo se trataba de recibir un par de cajas de lentillas (a través de MRW, que en este caso como veréis, es relevante el decirlo), que aunque no era nada trascendente para la humanidad, y por esta vez al menos, no ha corrido  ningún peligro la seguridad de nuestra especie, sí era muy importante para este vecino del mundo.


El sábado me avisaron de la empresa encargada de proveerme de las lentillas que uso, que me las enviarían en 48 horas, y gentilmente me adjuntaban el número para seguir el pedido. 


Teniendo en cuenta el día que era, no sabía  si me llegarían el lunes, o el martes. Esta mañana, tras pasar más de media hora intentando llegar a algo en la página de MRW, todo el tiempo se saltaba de la casilla para comprobar la ruta del pedido, a publicidad pura y dura de la empresa, todo ésto a través de internet por el móvil, porque este vecino no está en su lugar habitual. He optado entonces, por ponerme en contacto con la óptica, que muy amablemente, y comprobando ellos con el número de seguimiento, me han confirmado que las recibiría hoy. Les he pedido el número de teléfono de MRW, y tras comprobarlo me han dado el número de la oficina encargada de la entrega: MRW – San Javier.


Tras llamar, que por cierto, me han cogido la llamada en seguida, a cada uno lo suyo,  al preguntar por el envío, la señora o señorita en cuestión, me ha dicho, con ese tono que da la costumbre y el hastío, que si era un envío normal lo podía recibir hasta las ocho de la tarde. Al contestarle que como no lo había mandado yo, no sabía el tipo de envío que era. Me ha dicho, sin ningún tipo de inflexión de voz, que en ese momento, no le funcionaba el ordenador, y que por favor llamara en diez minutos.


Este vecino tiene mucha experiencia en tratar con clientes por teléfono, y puedo asegurar "que no decía la verdad". Y si lo hacia, lo ha hecho muy, muy, mal. Cuando uno esta agobiado porque "el sistema" no funciona, se le nota al instante.


Al sentirme muy decepcionado y frustrado, en lugar de criar un caldo de cultivo para una úlcera, lo he comentado por Twitter:
"La señora atendiendo el teléfono en MRW San Javier, tiene menos ganas de trabajar que Dinio. ¿Está descontenta? No lo pague con el cliente".


Visto ya desde la distancia de las horas, más de diez, y usando el humor, que por suerte, este vecino del mundo considera que tiene como un obispo que se precie, es decir, en grandes "diócesis", la señora o señorita en cuestión,tenía tantas ganas de responderme como Pablo Iglesias de votar al PP, o viceversa, ninguna. 


En estos días inciertos es comprensible que el personal esté muy quemado, generalmente por trabajar muchas horas, y recibir a cambio, frecuentemente, malos modos y poco dinero. No sé si éste era el caso, pero lo parecía.


La verdad es que en muy poco tiempo, y sin haberme dirigido a ellos, al enterarse del tweet, MRW-Clientes se ha puesto en contacto conmigo. Y al decirles el número de seguimiento, me ha respondido, ¡Premio!, que hasta las ocho de la tarde lo podía recibir (un margen de más de ocho horas todavía). Si ya venía de rebote, y rebotado, de hablar con la oficina, ¿qué esperaban desde MRW-Clientes, que ni siquiera me hubieran dado esa información? Realmente es poco esperar desde su lado.


En todo ésto ha quedado más que claro que la tecnología les funciona, y también, la frialdad que da el teclado, pero el intentar ayudar de motu proprio, o por mera empatía, no es lo suyo.



Ellos no pueden “gastar” (como se diría en inglés, y que esta vez viene de “perlas”) dos minutos, en ayudar, pero yo en cambio, al estar sólo en casa, me tengo que  pasar todo el día “en prisión” como El Lute de su peor época, y penar, aunque no haya cometido ninguna falta.


Estaba convencido que para redondear el cachondeo y el desprecio, recibiría el paquete sobre las ocho, agotando el plazo. No ha sido así. En realidad, "Annie" (no sé como ella escribirá su nombre, pero ante la duda lo pongo como el "musical"),  y su simpatía han llegado a las cinco, y en moto. A su favor, que aún poniéndole mal el piso, ha sido, por fin, capaz de tener un poco de cabeza y ganas, y me ha llamado por teléfono, deshaciendo el entuerto, y recibiendo el paquete.


Por cierto, le he comentado que parecía que todo era para que la próxima vez se hiciera en otra modalidad de envío más costosa, y me ha respondido, ante mi incredulidad, que en todo tipo de envío se dice lo mismo: que se puede repartir hasta las ocho de la tarde.


Nadie me ha regalado nada, ni MRW, ni cualquier otra empresa de transporte, todo se paga. Pero tengo mucha experiencia con  SEUR-Donosti,  y todas las veces requeridas, que no han sido pocas,  me  han"brindado" un poco de comprensión, lógica, y tiempo. Y en estos días que corren, sentir, no tener, sentir empatía por el cliente, es tanto como recibir un envío como urgente, o hacer un viaje en VIP, sin haberlo pagado.


Para que quede claro sino ha quedado ya, la próxima vez a la óptica, y a lo que sea, les pediré por favor que me lo envíen por SEUR.


¡Vamos! Está claro que  si el personaje de Tom Hanks en "Naufrago" hubiera pertenecido a otra empresa de trasporte diferente a la de la película,  lo de volar en Navidad, festivo, hubiera sido, probablemente, una quimera (porque si algo sentía él era empatía por sus clientes y fervor por su trabajo), y nos hubiéramos quedado sin aventura, y por supuesto, sin una gran película.

Por cierto, la aventura de hoy, un cúmulo de despropósitos y frialdad, mucha frialdad; con excepción de Annie, pero eso ya es otra película... 

*FOTO: DE LA RED



sábado, 20 de agosto de 2016

EL CABREO TIENE NOMBRE: WILLY


Me gusta cuando callas porque estás como ausente…

No, no es que me haya puesto romántico recordando los versos de Neruda, Don Pablo, que también, sino que es la primera frase que me ha venido a la mente, al enterarme de la última (le iba a tratar de “Don” pero a lo mejor le sienta mal) de Willy Toledo, poniendo a parir al atleta, antes cubano, y ahora español, Orlando Ortega, medalla de plata olímpica en 110 metros vallas, y llamándole "gusano" (que parece ser es lo que se les llama a los que van en contra del gobierno castrista) y "pobre hombre". 


Se diría que le escocieron las declaraciones del Señor Ortega, diciendo que al ganar, le ofrecieron la bandera cubana pero él quiso la española. Señor Toledo, eso suena a compromiso con el paso que había tomado. En cambio lo suyo es en erigirse en juez, y no lo olvidemos, en parte, de todo lo que ocurre en España. Por cierto, muy mal, en mi opinión, ya que es muy libre de hacer y decir lo que quiera, eso de “…Roma no paga a traidores, cosa que todo cubano debería tener siempre presente.” Suena a términos mafiosos, y como imágenes pudiéramos imaginar esa iescena de “El padrino” con la cama cubierta de sangre y la cabeza del caballo en ella.


Lo de Willy Toledo, en general , suena bastante a lo de los perros (por supuesto que no le estoy comparando con ese animal, ni llamándole así) de Pávlov, que cada vez que oían un silbido comenzaban a salivar, porque les habían acostumbrado a relacionar el silbato con la comida.


Él, Willy, oye “Cuba” e indefectiblemente entiende que se está hablando mal de ese país, aunque en este caso se trata sobre una persona que siendo originario de ese país, abrazó, y fue abrazado, por otro país, que en este caso es España.


Willy, si comparamos la democracia con una puerta (giratoria no, porque el chiste es muy fácil), tú cada vez que la utilizas, la dejas inservible porque no es que la fuerces, sino que la arrancas directamente.


Me considero una persona de izquierdas, pero, y ya sé que ésto a Willy le traerá al pairo, su comportamiento hace un flaco favor a la izquierda de este país que puede ser “acusada” de utilizar esos mismos modales morales.


“Ser de izquierdas”, lo mismo naturalmente que “ser de derechas”, es una manera de ver la vida, de pensar, pero no debe ser forzar ni juzgar hasta denigrar a alguien porque no “actúa”, como tú lo harías.


Siempre he tenido una debilidad por Cuba, y ganas, pero no dinero, de conocer ese país. Lo malo es que a partir de ahora cada vez que piense en ella, voy a tener miedo de que me aparezca el recuerdo de un Willy Toledo cabreado porque vaya o porque no, ya que en el fondo parece que le da lo mismo, con tal de que se le vea cabreado hasta el paroxismo.


Por cierto, al Señor Willy Toledo convendría recordarle que no tiene por qué vivir en un país que parece ser le hace siempre estar cabreado. Y debiera de pensar, además, que tiene suerte porque aquí si quiere puede salir, e incluso volver a entrar cuando quiera. En algún otro país, quizás no pueda salir cuando quiera, especialmente si dice cosas que no estén en sintonía con la versión oficial, que siempre la tiene el gobierno; y si lo hace, a lo mejor no puede volver a entrar…

Ya para terminar, le diría a Willy Toledo, que siempre me ha gustado, y lo mismo quiero para los demás, pensar lo que me dé la gana y cuándo me dé la gana, sin tener un maestro que me ponga nota, y me recrimine por no pensar como él.


Simplemente, Willy, vive y deja vivir, es lo mejor para todos, y para tus entrañas. ¡Ah! Y si no lo haces, tú mismo, seguirás perdiendo tú y tu tensión arterial, porque eso, ese cabreo constante, no es nada bueno. Y además, incluso, y tratándose de un artista, como es tu caso, te puede pasar lo peor: aburrir.

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CAROLINA MARIN Y SU CARRO



Acaba de ganar Carolina Marín el partido que le da la medalla de oro en las Olimpiadas de Río,y en este momento está llorando como una Magdalena escuchando el himno español.


Y siento envidia, envidia por estar donde está, y especialmente por sentir lo que siente; e inmediatamente he recordado a esas miles de personas, en cualquier final de un campeonato de fútbol pitando al mismo himno. Y he recordado también, no me queda otro remedio, porque se lo ganan con creces cada día y en cada situación, a todos los políticos en general, sin logotipo de partido detrás. Hacen poco por ayudar a que sintamos unión entre todos.


Y son unos cuantos deportistas y figuras destacadas de nuestro país (entre las que se encuentra desde hace un tiempo Carolina Marín), los que hacen una labor de cirugía cardiovascular , para que sintamos lo nuestro por bandera, sin ningún partido político ni líderes de opinión que la hagan suya, sino simplemente "el partido" ganado por ellos, mientras se les adivina España en sus pupilas, y el chorro de sensaciones que pueden generar, como hoy, en todos.


Porque España no es, no debe ser, esa que algún partido se apodera de su nombre un día sí y el otro también, para que coincidan siempre las necesidades de la patria (concepto abstracto, y difícil de definir) con lo que el partido en cuestión quiere. Sino ese sentimiento de echarla de menos, por ejemplo, cuando no estás en ella.


Porque emigrantes ha habido siempre, y algunos nos fuimos disfrazados de estudiantes de inglés, y estuvimos en Londres tres años, ya a finales de los setenta. Con el agravante de que nadie apreciaba lo que hacías, porque se suponía que había trabajo en España. Y alguna vez, pasabas por debajo de una casa, de esos barrios obreros londinenses, y oías una canción española desde cualquier ventana entreabierta y se te ponía la carne de gallina y los ojos cristalinos.


Hoy Carolina Marín ha hecho por el rencuentro sentimental entre los españoles mucho más que cualquier premiado por la paz o por representar los valores de lo nuestro, dentro o fuera del país.


Un país se hace con el pundonor, la lucha, la garra, el desparpajo, y los gritos, muchos gritos, de una Carolina Marín, por la que más de uno perderá hoy el culo, y la vergüenza, por mostrar y demostrar que nada más terminado el partido de nuestras vidas, fue el primero en felicitarla. Incluso esa federación, la suya, que mostró, presuntamente, más interés por apoderarse de los beneficios publicitarios que generaba, que por darle toda la cobertura técnica y moral que era de ley.


Y antes de terminar, recuerdo también a un Manolo Santana, o a un Severiano Ballesteros (“Sevi” para los ingleses, que lo consideraban como un el hijo más), que se tuvieron que buscar la vida y el triunfo; y luego eran “España” cuando no existía la “Marca España”.

Hay unos cuantos, incluida Carolina Marín por lo que tengo entendido, que se han tenido que construir el carro para que luego la mayoría nos montemos en él. El mismo carro que antiguamente robaban en una canción española, y que más de uno ha cantado a voz en grito cuando se encontraba fuera de España, siempre fuera.

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jueves, 18 de agosto de 2016

EL SHOW DE RAJOY


La indefinición tan bien definida  del Señor Rajoy al cogerse una semana de puente para pensárselo, mientras jura y perjura la urgencia más urgente, y luego, en su retorno, y tras reunirse con los suyos, no decir nada, está dejando a Ciudadanos con sus vergüenzas al aire (incluso teniendo en cuenta que Albert Rivera hizo una campaña, ya hace bastantes años, tal como vino al mundo, sin incluso el pan para poder taparse). La situación de Ciudadanos es difícil de mantener.


Es más que curioso, Mariano Rajoy, hace lo que mejor sabe hacer, no decir nada, y sin embargo, el que se mete en problemas es Ciudadanos. Esta arte del toreo, la del engaño, solo con gestos, la practica bien el Maestro Mariano.


Este vecino cada día tiene más clara una teoría:
El Señor Rajoy aceptó esta vez “la invitación”, por parte de Felipe VI para así anular a los adversarios, no sea que Pedro Sánchez se hubiera animado otra vez, y hubiera conseguido más apoyos que en el primer intento.


Mientras el Señor Rajoy no se presente ante el Congreso de los Diputados, y pueda perder  esas votaciones a las que tanto miedo tiene, sabe que sus enemigos (nada de compañeros de Congreso, enemigos que le esperan desde hace mucho tiempo por su prepotencia en los tiempos de bonanza de su mayoría absoluta) como mucho estarán en la cola de espera, y él  mientras sube o baja de esa escalera de la indecisión bien maquinada por su parte, no comenzarán a contar los plazos para otros terceros comicios.


De todas maneras, parece que esta vez, al menos para los que quieran ver, la maquinación de Don Mariano Rajoy es más que evidente. Como que en su discurso, cada vez que se pone trascendente, y apela a España, es una casualidad que las necesidades y deseos de los españoles, según él, siempre coincidan con las apetencias de su partido.


En unas hipotéticas futuras terceras elecciones, está más que claro que Rajoy volverá a ganar, y este vecino del mundo, al menos, estará más cerca de creerse esa leyenda de monjas presuntamente consiguiendo votos a troche y moche (nada que ver con este blog) de ancianos y enfermos que en un momento dado escapan de la vigilancia de sus más allegados.


¡Es curioso! Si uno tuviera que decidir si Jesucristo era de izquierdas o de derechas, recordando todo lo que le dijeron de él a lo largo de su educación, este vecino del mundo no dudaría ni una décima de segundo en decir, sin la más mínima duda, de que era de izquierdas. Sin embargo, y con los años, sus discípulos en un momento dado, cuando tenían mucho que perder (no espiritualmente, sino en patrimonio) viraron estrepitosamente a la derecha. Con lo cual se deduce que de la teoría a la práctica, de las musas al teatro, algo cambió y mucho. Lo del cabreo de Jesucristo en el templo ya era una premonición.


Alguien le debería de asesorar a Don Mariano que la gente cuanto menos tiene que perder más mira a la izquierda, y en este país cada vez hay más pobres cabreados.


En lo de pobre, me imagino que no, pero en lo de cabreado y con la sensación de que una vez más le han tomado el pelo, también se apuntara esta vez el Señor Rivera. Hoy, seguramente, Rajoy le mostrará, seguro, otro cebo, y esperemos que Don Albert no muestre el besugo que lleva dentro, y esta vez no pique.



En un show de magia, la máxima disposición para que el truco salga bien, la pone el espectador, que en el fondo quiere creer. El día que todos nos cansemos del engaño, el show de Rajoy y su chistera disfrazada de indecisión habrán terminado.

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miércoles, 17 de agosto de 2016

¿QUIÉN ES ESTA VEZ?


Esta vez vamos a plantear el post de hoy a modo de juego, y  con las pistas dadas en el texto, y con la foto (no la he puesto muy difícil), compruebes cuánto tardas en adivinar de quién estamos hablando. En las últimas líneas estará la solución. No hagas trampas.


Por las imágenes que de un tiempo a esta parte nos van dando por televisión en programas del cuore, deducimos que el verdadero bautizo del famoso en verano no es otro que aparecer disfrutando, ¿un viaje orgiástico?, a bordo de un yate.


Si antiguamente para ser armado caballero, tenía que ponerse el susodicho de rodillas, y con un sable se le daba dos toques en el hombro, ahora en el verano, al famoso que quiere entrar en el libro del famoseo por la puerta grande, se le tiene que ver en un barco, y como decía aquella sentencia judicial “en compañía de otros”, para demostrar que es humano y le gusta pasar su tiempo acompañado por los suyos, y eso sí, rezumando alegría, bien cantando, dando palmas, y, sobretodo con muchas risas alrededor.


El último en apuntarse a esta fiesta del “yo soy famoso y monto en yate porque me da la gana, y especialmente porque puedo”, ha sido alguien que si te dicen su nombre te lo puedes imaginar de muchas maneras, pero este vecino del mundo hubiera pensado que sólo un Julio Verne moderno, un visionario, se lo hubiera podido imaginar de esa guisa.


Porque él es más de encabezar, a modo de líder, una cuadrilla de abrazafarolas más bien a horas en las que los vampiros por tradición, se dejan ver. El resto del tiempo, si se le capta por las mañanas, o tardes, su cara es más bien de reproche al mundo por haberle hecho famoso desde bebé, y tener que soportar a los reporteros intrépidos, y hambrientos de noticias y de contratos, un día sí y el otro también.


Y es que decir su nombre, es imaginarte un ambiente nocturno, con una  barra cercana, luces que en contra de la lógica, impiden ver, y ruido, mucho ruido, perdón, música, y especialmente peleona. Lo mismo que a este vecino del mundo, por mucho que se lo digan y juren, tampoco se lo imagina juntando letras para componer una canción, aunque presuntamente lo haya hecho. 


Él es más de defenderse de cosas que han sucedido, o dicen que han sucedido, de su familia, y de verlo ante las cámaras callejeras, acercarse y alejarse. Debe de ser de esas personas inquietas, que siempre quieren estar en el siguiente sitio, especialmente después de haber trabajado, porque eso siempre, el trabajo, presuntamente, que pase rápido.


Don Kiko Rivera esta vez, en el barco, y como se dice ahora, con tu chica, me has sorprendido. Sigue así.

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lunes, 15 de agosto de 2016

EL CORTE AFRICANO



Ayer por la noche salí, como se decía antiguamente, a darme un “garbeo” por el paseo marítimo. Debo de ser una de esas personas, me imagino que pocas, que disfrutan más dorándose de locura con la luna, aunque sean días en que sea cara de ver, que por el cruel y peligroso “Lorenzo”.  Este vecino está convencido de que pasearse bajo la “luna lunera” siempre te da un punto de locura, que te ayuda, más que a vivir, a sobrevivir.


En un momento dado del recorrido, en un paseo flanqueado por dos hileras  de palmeras, como cada noche de verano, los manteros habían montado su particular “Corte Africano”. Este año una de las estrellas en ventas de las imitaciones parecen ser las zapatillas deportivas. Como no tenía ni idea de los precios, nunca he preguntado ese producto, ayer me enteré de que las están vendiendo por 20 euros.


Sinceramente, teniendo en cuenta que son falsificaciones, el precio me pareció caro. Y que conste que no lo achaco al afán recaudador del emigrante de turno, sino al que les provee, y que supongo que en cierta manera dictará los precios. 


Teniendo en cuenta que en la zona en que me encuentro estos días, si algo sobra es calzado, pues es una de las industrias de toda la vida, por ese precio puedes comprar calzado de marcas desconocidas de calidad muy parecida.


¿Con respecto a que estén prohibidos y perseguidos?
Aunque las autoridades lo pregonen a los cuatro vientos, no lo hacen por los que vivieron por encima de sus posibilidades, es decir, por nosotros, y que en realidad ahora, visto lo visto, y lo sufrido por encontrar un trabajo digno, somos primos hermanos de los manteros. Lo hacen porque protestan las tiendas, que pagan todos sus impuestos, o eso al menos se supone, y me parece bien que lo hagan. Pero no disimulemos, no digamos que es porque no nos den gato por liebre, ya que el que les compra a los manteros, ya sabe lo que compra.


Hace mucho tiempo que nuestra vida está diseñada y dirigida por los propietarios de los negocios. Sino fijémonos, sin ir más lejos, y teniendo en cuenta que estos días es el paraíso de las celebraciones, que la mayoría de las fiestas están auspiciadas por muchos restauradores y empresarios locales, con “ayuda de nuestro dinero del ayuntamiento”.


Sin embargo, se pueden dar casos, y a este vecino del mundo le ocurrió, hace ya más de diez años, comprar en una tienda que se suponía tenía el sello en la puerta, de la marca del “cocodrilo”, y con el tiempo, por la mala calidad del producto, nos dimos cuenta de que era una falsificación. Y el lugar de compra había sido una tienda sita (me encanta esa palabra) en un centro comercial donostiarra, que está en el muy centro. Que conste que esa tienda hace tiempo que desapareció. En cierta manera, el tiempo pone a cada uno en su sitio.


Y este caso, el de una tienda en apariencia normal que te venda falsificaciones, no debe de ser inusual, cuando este vecino conoce a un propietario de una tienda, con él que tiene cierta amistad, que en un momento dado me comentó que él no compra a ciertas marcas por no tener muy clara su procedencia, y son marcas muy conocidas. ¡Ojo! En ningún momento le echaba la culpa a la marca en cuestión. Digamos que hay muchos, o puede haber, recovecos entre la marca e incluso la tienda.


Cuanto más lejos se fábrica un producto, para que salga más barato, más fácil es “copiarlo”, supuestamente. Siempre se ha comentado, que los planos para hacer “originales” en un momento dado se distraen...Por supuesto, que siempre en contra de los deseos de los propietarios de la marca.


El que ha estado de vacaciones en Túnez, por ejemplo, conoce grandes tiendas en las que sólo se venden, ellos dicen, “imitaciones”, claro está que mucho más barato que en las “grandes superficies nocturnas” como la de ayer.


Este tema siempre es muy difícil de abordar, y además nos debemos de alejar de lo políticamente correcto; y como en todo, cada uno mira lo suyo.  Y los malos, si los hay, siempre son los demás. Mientras, el cliente, que lo es las veinticuatro horas del día, debe vigilar su bolsillo, para que no le roben ni los unos ni los otros.


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domingo, 14 de agosto de 2016

DE VERGARA, A LOS CIELOS...


Cuando no te toca la lotería, especialmente si no tienes “posibles”, ni imposibles, para comprarla, el destino te regala un “bonito” gripazo a mediados de agosto. Tengo una nariz que si existieran las “salchichas voladoras”, podría servir de medida en La Real Academia de Salchichas Voladoras.


Quizás, notéis cierto comportamiento “raruno” (palabro que está de moda) en mis palabras. No sería de extrañar. Digamos que si fuera un deportista de esos que nos están dejando “ojiplaticos”, y me refiero a todos, sin nacionalidades, en las Olimpiadas, diríamos que es muy probable que no pudiera participar por miedo a dar positivo.


¡Tranquilos! Solo estoy tomando analgésicos, pero como suelen decir que prácticamente cualquier cosa puede dar positivo…


De todas maneras, con lo nervioso que soy generalmente, digamos que tengo la sensación de llevar una especie de “máscara” que me distancia en cierta manera de la realidad. Es como si estuviera leyendo un libro, que lo estoy, pero me fuera saltando palabras, y en un momento dado hasta párrafos y, quizás, alterando con ello la realidad del libro.


Hoy es uno de esos días, con permiso naturalmente de La Nuri, mi sufrida, que si me viene Sofía Vergara con proposiciones de todo tipo, hasta incluso deshonestas, es más que posible de que le ponga excusas para no ir. Lo de las excusas, se entiende, para no cerrarme las puertas en un futuro, y además, no sea que se sienta frustrada, y a los periodistas del “cuore” les dé por indagar…


Hoy es uno de esos días, tengo un cactus no muy grande, en el balcón, y me voy a quedar mirándolo hasta que le salgan flores...


En realidad, no se tampoco de qué os extrañáis, cuando llevamos todos en este país, más de seis meses mirando sin parpadear, y sufriendo, para que unas corbatas, y su contenido, se pongan de acuerdo y tengamos gobierno.


Y ya para terminar, hoy es uno de esos días  en los que, y por no decir una vulgaridad más vulgar, “todo me trae al pairo”, nada externo me preocupa. Y quizás eso sea, en el fondo, unas vacaciones bien entendidas, como todo agosto se merece.


Como buen vasco, y espero que se me entienda, siempre se puede decir  “De Vergara (ya lo siento, esta vez tiene que ser con “v”), a los cielos”.


(Que no se me pierda esta mezcla especial de analgésicos, porque habrá que repetirlo).

*FOTO: DE LA RED

viernes, 12 de agosto de 2016

¿ERES PERSEO?




Tal noche como la de hoy, entre el once y el doce de agosto, tengo una cita con el cielo, que siempre espero que esté estrellado. Es una de las mejores noches, se supone, para ver ese espectáculo que es Las Perseidas, también conocidas como “Lágrimas de San Lorenzo”.


Entre nosotros, nunca las veo, pero siempre me sirve para ponerme, u oponerme, nunca se sabe, ante ese lienzo negro como el azabache, con agujeros blancos, que en muchas ocasiones, hoy será otra de ellas, supone el cielo.


Es una noche de humildad. Tu soledad frente al infinito, y darte cuenta de que tus problemas contra eso, sino es una estupidez, si es una verdadera demostración de egoísmo.


Las mejores noches, para que nos vamos a engañar, en el cine las ha fotografiado un tal, Steven Spielberg, en películas como “Encuentros en la tercera fase”, o “E.T.”, noches de un azul inmenso, con luces en la lejanía de estrellas en el cielo, y luces de la ciudad, que parecen fundirse en un todo soñador de encuentros con el infinito.


Pero la vida es más parecida a una producción cinematográfica española, con más propósitos que dinero, más ingenio que poder crematístico. Y cuando no llega para los efectos especiales, nos tenemos que conformar con la cara del protagonista en un primer plano sugiriendo lo que ve. La vida es eso, pura ironía, tu pagas, y es “otro” el que disfruta.


En esta noche, en apenas unas horas, me reiré en silencio del mismo chiste de siempre en honor a Perseo. Es muy naíf, pero a este vecino le encanta.


Había ocurrido una batalla, y sus allegados estaban buscando a Perseo. No sabían ni dónde estaba, ni cómo estaba. Y cada vez que encontraban a un herido (todos estaban llenos de sangre, e irreconocibles), en su idioma, se supone, le preguntaban, “¿Seis per Seis? (¿Sois Perseo?)”. En un momento dado, el interrogado, moribundo y en pleno estertor, se empieza a reír y dice: “¿Seis per Seis?” y con cara de no entender la complicación de por qué se le pregunta eso, contesta: ”Treinta y seis”.


Ante la infinidad de tú contra el orbe, tampoco conviene ir con cosas muy complicadas, porque ya tienes bastante. Y ese chiste, a este vecino del mundo, siempre le ayuda. Adopta la posición de cualquier atleta  cuando suena el himno que representa a su país…



Y es que nos creemos tanto para, en realidad, lo que somos; y ese chiste nos puede representar. Tantas expectativas para, siempre, una eyaculación precoz... 


¡Y la vida sigue! Pero a este vecino le gusta que le dejen soñar, y esta noche, es un buen momento para ello. Si vais, por favor, no os molestéis los unos a los otros… La vida también puede ser un poco de paz.


*FOTO: DE LA RED

miércoles, 10 de agosto de 2016

OTRA TARTA MÁS, Y SU SIGNIFICADO


Nunca me imaginé tener un blog, y ...¡Hoy cumplimos seis años! Seguro que hemos cambiado desde aquellos inicios titubeantes ante un ERE que nos llevaba a un acantilado bien afilado de horas libres por llenar.


Las canas de la experiencia siempre son buenas, y pueden servir para el que quiera escuchar, en este caso leer. Y en eso se basó uno de los primeros pensamientos sobre el contenido del futuro blog.


Una de las características que nos define, es la de abrirnos en canal, principalmente ante acontecimientos  de la vida diaria, y lo hacemos muchas veces sin medida y apenas orden, tal como van brotando de nuestras entrañas. Y “a troche y moche”, en parte, significa eso, "sin orden ni concierto", pero es todo lo contrario a quedarse quieto lamiéndose las heridas.


El camino no nos lo han ido poniendo fácil, porque no hay que olvidar, que en estos seis años, ha aparecido esa “ley mordaza”, cuya orca siempre pende sobre el cuello de todo el que quiera decir algo; pero con sensatez, dobles sentidos y mucho “presuntamente”, siempre se puede sobrellevar.


En esta playa de granos muy pequeños que es internet, sobrevivir ante tanto francotirador ya es mucho. Y nosotros ya llevamos seis años.


El panorama, desgraciadamente, cada vez da para más, y con escenas que ni el mejor de los guionistas hollywoodienses, o el propio Almodóvar, nunca hubieran imaginado ni en el mejor de sus colocones artísticos.


Desde esta ventana nunca se ha querido herir a nadie, aunque algunas veces se quiera dar un toque de advertencia, diciendo que “nos hemos enterado de lo que has hecho, e incluso de tus futuros planes, luego no debemos de ser tan ignorantes”.


Muchas veces, detrás de tanta seriedad lindando con el drama, se esconden situaciones que pueden esconder, cuando menos, gotas de humor, incluso amargo, y ahí estamos nosotros con nuestra cantimplora de futuras ideas, intentando recogerlas.


¡Feliz aniversario! La tarta es para todos, porque vosotros al leernos, cerráis el círculo de lo que es un blog, hecho para ser leído. Los dulces en esta tarta, simbolizan los diferentes artículos.  Solo al probar cada uno de ellos, podremos descubrir su verdadero sabor,  y decidir si nos gustan o no. Recordando, siempre recordando, que el mañana vendrá con otro gusto y regusto, que no nos hará olvidar, ni queremos, el sabor del pasado. Ayudándonos, sin embargo, a seguir orientados mirando al futuro,  eso sí, bien centrados, y sabiendo dónde tenemos el corazón. Para que nadie nos lo pueda robar, y con él nuestros sueños.




*FOTO: DE LA RED



martes, 9 de agosto de 2016

DE TORREMOLINOS A PALOMARES, UN VIAJE DE MUCHOS AÑOS



Hoy es uno de esos días en que tengo un cúmulo de sensaciones que me hacen sentir desde sorprendido / confundido a humillado.


Me imagino que más de uno de mis lectores quizás ya lo ha visto por televisión, periódico, o en información digital. Lo están vendiendo, y en parte es así, como que anteayer, domingo, una cadena humana intervino en una playa de Torremolinos para intentar salvar a  varias personas, entre ellas a algún socorrista. Vaya por delante, que la mar estaba bastante peligrosa, con bandera roja todo el día.


Por lo que compruebo, los esfuerzos aclaratorios están siendo centrados en distinguir que la gente ayudó, que es de agradecer, pero que en realidad no era necesario porque todo estaba controlado por los socorristas. Hasta ahí todo me parece correcto, y a Dios lo que es de Dios, y al Cesar lo que es del Cesar.


Este vecino del mundo vio el reportaje completo de uno de los centros territoriales de RTVE, que era mucho más amplio, en el que se destacaba lo arduo y sordo que estaba siendo el trabajo de los socorristas ese día, en la zona de La Carihuela, en Torremolinos. A la postre he leído que fueron un total de 19 intervenciones.


Lo que ocurre es que en ese mismo reportaje se habla de que al poco tiempo de haber salvado a tres turistas que corrían peligro, les tuvieron que salvar una segunda vez, porque se volvieron a meter en el agua.  Y la persona que llevaba el reportaje le preguntó a uno de ellos, que por qué se habían vuelto a meter, recordándole, además, esa bandera roja, que parecía ser olvidada, despreciada por muchos. La persona en cuestión, guiri, y todo un adulto, hablando bastante bien castellano dijo en un tono de niño consentido: -Venimos desde muy lejos, y no nos vamos a quedar sin bañar.


La duda que ahora le invade a este vecino del mundo es el por qué se han quitado esas imágenes. Seguro que dirán que es por tiempo, pero por ellas, por las declaraciones se puede ensalzar más al colectivo de los socorristas. Y ver, en cierta manera, la manera de pensar de muchos turistas que se acercan a nosotros. Y que puede que tengan, algunos, mucho dinero, pero otros, por no tener, no tienen ni escrúpulos.


Por las declaraciones del individuo en cuestión, pareciera que los actos heroicos también están incluidos en los servicios que contratan, y eso, aparte de injusto, es muy triste. Que pueda pasarle algo a un socorrista, o a una persona bondadosa que pone en riesgo su vida por ayudar a alguien, que en este caso, y es muy crudo lo que voy a decir, no se lo merece, por lo pueril de su comportamiento, es una verdadera injusticia.


Mi olfato me dice que ha habido cierta censura para que no pensemos que “todos los turistas son así”. Y me molesta, por no decir “me jode”, que se pueda pensar que por nosotros solos no vamos a ser capaces de llegar a la conclusión de que “no todos los turistas son así, sino solo una minoría”, y se nos tenga que “ayudar”, mediante la censura, para no poner en riesgo esa gran ubre que siempre ha sido el turismo en España, y podamos seguir mamando de ella.


Hay cosas que no cambian por muchos años que pasen. En su momento, 1966, se intentó, también por el turismo, en teoría, que no nos enteráramos de las cuatro bombas termonucleares, por un accidente de los cazas americanos que las transportaban, y que habían caído en Palomares, Almería, y por eso el entonces ministro Manuel Fraga se bañó para dar ejemplo de que nada ocurría (imágenes que en su momento se vieron hasta la saciedad).


Lo de ahora, turistas atolondrados, solo supone un juego de niños, para unas autoridades que aunque, se supone, son mucho más democráticas, están acostumbradas a velar por nosotros. Y de ahí, a ser nuestros pastores, y guías, hay muy poca diferencia.



Nos vestimos diferente, ¿nos comportamos igual? 


*FOTO: DE LA RED