domingo, 17 de febrero de 2019

A LA AMÉRICA PROFUNDA CON VIGGO (...A ESTAS ALTURAS DE LA PELÍCULA)



Sí, la noche de los Oscar ya se vislumbra en el horizonte, el 25 de Febrero (horario español), y uno, este vecino del mundo, quiere ir poniéndose al día en lo que a las películas que pueden convertirse en protagonistas de esa gala.

Hoy he tenido la suerte de poder ver “Green Book”, una de las películas que tiene más nominaciones de la Academia de Hollywood, cinco. Aunque hay otras, como “Roma”, con diez nominaciones, y “La Favorita”, con otras diez, que parecen intentar arrollarla en el camino del éxito.

El argumento gira en torno a Tony Lip Vallelonga (el Señor Mortensen), que es un vigilante/guardaespaldas/chofer/y lo que haga falta del famoso Copacabana, que al quedarse sin trabajo un par de meses, recibe la oferta de convertirse en el chofer (y más que previsible "mozo para casi todo") de Donald Don Shirley (el Señor Alí), quizá una de las mentes, según la película, más creativas del jazz internacional,  en un tour de trabajo por la América profunda. 

El director, Peter Farrelly, uno de los hermanos, junto con Bobby, responsables, reconozcámoslo aunque nos duela más de una vez ese cine de humor de trazo grueso, de exitazos como “Dos tontos muy tontos” (Dumb & Dumber, 1994) y “Algo pasa con Mary” (There´s Something About Mary, 1998), tras muchos años de hacer un cine desvergonzado, se pone las pilas para hacer un cine serio, que no es lo mismo que aburrido.

Al frente del reparto, dos intérpretes que muy bien pueden estar en uno de sus mejores momentos en sus carreras respectivas: Viggo Mortensen y el ganador del Oscar por "Moonlight", Mahershala Alí.

Lo cierto es que Green Book, basada en hechos reales, es una película que te va envolviendo muy poco a poco, con historias de un Estados Unidos recién entrado  en los sesenta, y con un conflicto racial a punto de estallar otra vez. Relatada como una “road movie”, cada parada será origen de una pequeña nueva aventura.

A destacar también, al tratarse de una película "de época", la recreación que se hace de  personajes y lugares (casas, calles y carreteras) que se han cuidado al máximo para que esos buscadores de "meteduras de pata" se sientan frustrados.

Una historia llena más de sugerencias que de apuntar con el dedo para remarcar momentos importantes. Nos hace sentir, al menos a este vecino del mundo le ha ocurrido, una inequívoca sensación primero de "voyeur" ante una historia que no es nuestra, aunque poco a poco llegamos a sentirnos "parientes", uno más, en esa gran familia, que vista desde nuestra órbita, de una vida afortunadamente bastante acomodada, no deja de darnos la sensación de que abusan un mucho de "Tony Lip", el prota, y de su esposa.

Antes de terminar, comentar que, personalmente, cada vez que encuentro una película con Viggo Mortensen dentro, lo considero como una garantía de que cuando menos será interesante, y prueba de que una vez un actor es conocido, y reconocido, ya no importa dónde pueda residir. Porque el Señor Mortensen (y recuerdo que este año está entre los finalistas al "mejor actor principal") desde hace más de siete años residiendo en Madrid, sigue siendo considerado para muy importantes roles a nivel mundial. 

Si os encontráis con "Green Book" cerca, visitarla, porque de una u otra manera pasará a formar parte de una de las capas de tu experiencia, que como en las cebollas, reforzarán para siempre tu persona. Totalmente recomendable.

*FOTO: DE LA RED