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viernes, 11 de octubre de 2013

MARÍA DE VILLOTA, EL DESTINO ES UN MAL AMIGO

Ya  lo apuntaba la calle esta mañana al mirar tras la ventana, llueve y es una mañana triste, muy triste. Me acabo de enterar de la muerte, hace apenas dos horas de María de Villota. No conocía mucho de ella, pero es, me resisto todavía a hablar de ella en pasado, una persona que ya al verla por primera vez, no pasaba desapercibida. Es la visión más aproximada, que uno puede tener de un ángel bueno, porque según las creencias, puede haberlos de todos los pelajes.
Es una mañana triste porque se nos va un ejemplo de superación en la adversidad, de alegría tras la pena.
Quien más quien menos conoce que es hija del piloto de Formula1, Emilio de Villota, y que su vida desde muy temprana edad,  se vio claramente, que se iba a dirigir también por el mundo del motor, participando en todo tipo de carreras, y abriendo así puertas a la mujer en este mundo a priori tan machista.
Personaje público, especialmente desde su accidente como piloto probador del equipo ruso Marussia que le causó grandes secuelas, entre ellas la pérdida de un ojo; desde entonces ha sido la viva imagen de la superación, y del pundonor ante la adversidad.
Esta mañana, aparte de la lluvia, es una mañana triste porque se nos ha ido una mujer, de solo treinta y tres años, llena de vida y proyectos. En breves días iba a salir, va a salir, un libro suyo, visto desde la perspectiva de ahora, con el irónico título de “La vida es un regalo”, porque ella ha tenido mala suerte hasta para eso.
El destino es un mal amigo, y así al menos se ha portado con esta mujer, que  por el mero hecho de serlo lo ha tenido mucho más difícil, en un mundo, el del motor, especialmente marcado por el hombre.
Esta mañana, es una mañana triste porque un piloto de los pies a la cabeza, una mujer de los pies a la cabeza, se nos ha convertido ya para siempre en un ángel, seguro que de la guarda, y que no necesitará sus alas, aunque las tenga, porque ya sabe ir a todo gas por su cuenta. Descanse en paz una mujer valiente, descanse en paz María de Villota.

*FOTO: DE LA RED