En estos tiempos que corren ya nadie tiene su puesto de
trabajo seguro. Para prueba, lo ocurrido con Pedro J. Ramirez al frente de la
dirección de “El Mundo”.
Si uno se asoma hoy a las denominadas “redes sociales”, hay todo tipo de mofas y befas sobre lo ocurrido, pero este vecino
inmediatamente se ha acordado de alguien íntimamente ligado al citado periodista,
su esposa, y diseñadora, Ágatha Ruiz de la Prada.
Como artista que ella es, sus diseños y modo de llevar su
negocio, queramos o no, seguro que tiene que estar ligado a su estado de ánimo,
y éste, en estas horas al menos, seguro que no atraviesa por momentos de esplendor
ni en la hierba, ni en su taller de diseño.
¿Afectará este acontecimiento a los diseños de la próxima
temporada de la firma de Ágatha? Porque quizás a partir de ahora su famoso
corazón aparezca roto en mil pedazos, como símbolo de protesta.
También se imagina uno que la esposa ofendida pueda
utilizar el espacio en blanco de sus modelos para mandar todo tipo de mensajes
al exterior. Aunque lo de los labios cosidos ya lo puso en su momento de moda
Alex de la Iglesia en “Acción mutante”, y posteriormente lo ha convertido en el
leitmotiv
de su diseño la empresa “Cállate la boca”,
quizás la Señora Ruiz de la Prada haga un tótum revolútum de corazón y labios
grapados con una sombra del PP en el suelo, que nos recuerde un día sí y el otro
también, el destino de su marido.
Seguro que cuando llegó a casa Pedro J. con la mala
nueva, su mujer le dijo eso que se ha dicho en estos últimos años en muchos
hogares españoles: -Cariño, tranquilo,
porque ya sabes que yo estoy trabajando, y no nos va a faltar un plato caliente
para llevarnos a la boca. Esa que a ti han intentado cerrarte.
Y eso, que la cuerda de las filias que todos llevamos colgando, en el caso del Señor Ramirez apuntaba claramente a la Calle Génova.
*FOTO: DE LA RED
*FOTO: DE LA RED