Me acabo de despertar, y me encuentro muy raro. He
sobrevivido al cambio horario pero va a ser que con efectos secundarios. Al
final no sé si me he acostado pronto o tarde, si he dormido mucho o poco, el
caso es que no me encuentro nada bien.
No sé si motivado por la intranquilidad
del cambio, de tener que modificar las manecillas de unos cuantos relojes, o que como consecuencia de todo las horas de luz natural serán menores y a
partir de las siete y media podrán salir, en teoría, los vampiros, no he
dormido nada bien. Mejor dicho, dormir he dormido pero con unas cuantas consecuencias bastante inquietantes.
Esta noche, y ayudado del
subconsciente, he estado, como si de un Charles Dickens a la
donostiarra se tratara, viendo las próximas navidades, aunque en cierta forma
tenían un poco el sabor de las del año pasado.
Me explico, ya he visto el nuevo anuncio de la
lotería de Navidad, y era muy parecido al de Raphael, Montserrat Caballé y
compañía, dado el éxito, aunque fuera
sin pretenderlo, de los que lo prepararon el año pasado. La novedad de este año es que “las
figuras” que aparecen son los que verdaderamente nos han “dado”
el año:
Jordi Pujol, que iba disfrazado de pastorcillo, con
barretina, eso sí, y unos cuantos sacos marcados con el símbolo del dolar.
Ana Mato, con el terrorífico maquillaje de la Señora
Caballé, en claro homenaje al anuncio anterior, pero vestida de enfermera, con
confetis, eso si, que le perseguirán siempre. Ella en ningún momento mueve la
boca para cantar, pero hay una voz masculina en off que lo hace por ella.
El consejero de sanidad de Madrid, Javier Rodriguez (que
aunque sigue diciendo que él no necesita ese tipo de cosas ya que tiene su
futuro más que resuelto, parece que no le debió de hacer ascos a la propuesta y
está también en el anuncio), mientras canta se va colocando con destreza un
traje de protección contra enfermedades contagiosas.
La Pantoja, vestida con bata de cola, de rayas
horizontales, en blanco y negro, y una gran bola negra con cadenas a juego (según información
“recibida” en el sueño, como parece que con lo que le pagaban por el anuncio,
no se le arreglaba su deuda con la justicia, ella había pedido su dinero en
décimos de la lotería por aquello del lema de la campaña “pon tus sueños a
jugar”).
El último fichaje, para cerrar el quinteto del disparate
del 2014 era Rodrigo Rato. Estaba en pijama, quizás debido a que en sus declaraciones al juez demostró que era bastante despistado al no darse cuenta de pequeños detalles durante su gestión, y no se había dado cuenta de que tenía que ir convenientemente vestido. Eso sí, agasajaba a los demás invitados con unas tarjetas negras, mientras ponía esa cara de orgullo que tanto le caracteriza
También recuerdo en el sueño, cómo olvidar, el
discurso de Noche Buena por parte de nuestro nuevo rey a todas las televisiones. No me he quedado con nada de su contenido, ya lo siento, pero lo que sí recuerdo, seguro que nunca lo olvidaré, es un pequeño detalle, que quizás
es lo que ha eclipsado todo lo demás de la escena. Felipe VI al hablar a la
cámara tenia su escritorio detrás, y en
él se podía ver la foto familiar en un marco plateado, aparecían su esposa y
sus dos hijas, pero al fijarme bien, en lugar de sus caras aparecía en todas el
rostro del pequeño Nicolás.
*FOTO: DE LA RED