Mostrando entradas con la etiqueta Mocito Feliz. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Mocito Feliz. Mostrar todas las entradas

domingo, 3 de junio de 2018

LA FOTO, ESA MALDITA FOTO...


Ahora dice que no le gusta la foto. Después de estar esperando a la Vicepresidenta, o por la Vicepresidenta, bastantes segundos, ahora resulta que no le gusta la foto, e incluso ese video en el que se inmortaliza esa despedida de "Me alegro de que os vayáis ..."

Y es que Monedero estuvo desafortunado en las formas y en el fin, por mucho que él ahora muestre un catálogo de excusas. 

Si de algo no se puede acusar a este vecino del mundo, precisamente, no es de ser simpatizante de M. Rajoy precisamente, pero desde el primer momento que este vecino vio ese acercamiento plenamente “montado” por el Señor Monedero, porque esperó lo que hiciera falta para componer la imagen deseada, lo primero que pensó es que es mal momento para usar malas formas, agarrando de los hombros, a una mujer, y además conocida a rabiar y con mucho status; y que si le salen esas maneras, es que es muy probable que normalmente las practique en la vida diaria.   

Siempre se ha dicho que es muy importante saber perder, pero también saber ganar. Y lo de Monedero fue más un arrebato por haber conseguido lo pedido a los Reyes Magos, sin haber escrito la carta. Con una salvedad además, que ellos, Podemos, ganar no han ganado nada, por mucho que entonaran el "Sí, se puede". Porque este viernes el que se la jugaba más que el PSOE incluso, era Don Pedro Sánchez. Y quizás, como en el dicho, sonó la flauta, más que por casualidad porque todos, el resto de los partidos, con la excepción de CIUDADANOS estaban hartos del eterno "esperador" profesional.

Desde que en teoría dejó su lugar en Podemos, más que un “Outsider”, lo de Monedero parece más un remedo de “Mocito feliz”.


No siento la menor simpatía por los representantes del Partido Popular, ni por supuesto tampoco lo tendrían ellos por mí en el supuesto de que conocieran de mi existencia. Pero en el argot un poco a lo “Amanece que no es poco” una mujer es una mujer, y merece todo el respeto. Y el acercamiento de Monedero este viernes pasado fue más “aquí te presento mis poderes” que un “te jodes y bailas” por haber perdido no una votación, sino el poder. 


Ahora está diciendo Don Juan Carlos Monedero Fernández, ​politólogo, profesor y ensayista, conectando con el comienzo de este post, que no le gusta la foto con Doña Soraya Sáenz de Santamaría, pero por el mero hecho de que existe, de que es una prueba de algo que ha sido superior a su lógica. Que ha salido de sus entrañas antes de ser analizada por el político que lleva dentro. Y eso, no saldría nunca bien en ninguna foto, por mucho "photoshop" que se utilice. 

Juan Carlos, te deberías de reunir muy humildemente, si todavía recuerdas cómo se hace, contigo mismo, y darte unas cuantas collejas  por esa imperfección que has mostrado y que una imagen como la tuya nunca debiera admitir. Y si permites un comentario, porque nunca osaría a darte un consejo, alejate un poco de la primera fila, más que nada para que entre un poco de aire fresco.       

*FOTO: DE LA RED

                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                       

miércoles, 7 de octubre de 2015

EL HORMIGUERO DE SORAYA, O EL "ZASCA" QUE NUNCA FUE.



Últimamente en ambientes tanto culinarios como musicales es muy frecuente mencionar el mestizaje, al hablar de mezclas de conceptos en teoría lejanos. Unir, por ejemplo, el jazz con el flamenco, o la comida de alto nivel con las recetas, quizás, de la abuela.

Lo de ayer de la Vicepresidenta del gobierno, Doña Soraya Sáenz de Santamaría en El Hormiguero,  es como disfrazar a Mocito Feliz, espero que me perdone alguna vez, él naturalmente,  de mito erótico, o poner a un Cristo de nuestros días como representante de maderas, teniendo en cuenta cómo en su momento acabo “la cosa”.

Las mentes pensantes tanto de Antena 3 como las de El Hormiguero deberían tener en cuenta para la siguiente (que desgraciadamente la habrá, porque todavía quedan casi tres meses para unas elecciones, que visto lo visto se presentan como si fueran un circo de tres pistas con vistas interestelares) advertir al personal que no debiera ver ese programa sin haber hecho la digestión previamente, ni tener el testamento preparado, ya que las imágenes a ver van a ser realmente duras.

Y, en realidad, todo empezó hace unos meses con un Pablo Iglesias que ya, antes de presentarse a la política, previamente provenía de los medios de comunicación con los que había hecho grandes migas. El recién nombrado, entonces, “jefe socialista”, Pedro Sánchez, vio lo que se avecinaba e hizo ojitos a Jorge Javier Vázquez, durante unos comentarios de éste en su programa vespertino, no dudando en contactarle en el mismo momento. Y el resto, ya es historia. Y, como se suele decir, de aquellos polvos, y con perdón, vienen estos lodos.

Ya el baile de Miquel Iceta se ha quedado pequeño, y lo de Soraya es el equivalente a la niña del exorcista haciendo yoga. Algo difícil de definir y, por supuesto, de digerir.

Estos días hemos tenido que ver en los medios de comunicación cómo todo un Mariano Rajoy, que no es precisamente la alegría de la huerta, nos contaba el chiste, porque no se puede ver de otra manera, de que Pedro Sánchez se ha radicalizado.

En algunas esferas, y este vecino del mundo espera que se le entienda, uno no es lo que es, sino lo que representa, y con Doña Soraya Sáenz de Santamaría se puede ir a rezar una novena a la “Vírgenquesea” o pasar el día de la banderita en cualquier mesa de señoras que se precien, para obtener dinero para los niños ricos del mundo que están sufriendo la desgracia de que sus padres entren en prisión, por unos viajes de nada que han hecho a paraísos fiscales. Pero, precisamente a Doña Soraya, no le veo en una noche loca de discoteca, a no ser que sea celebrando una inopinada victoria electoral, por ejemplo, tras el 20 de Diciembre. Si eso ocurriera, se puede esperar hasta un streptease por parte de toda la cúpula del partido, aunque al día siguiente fueran en peregrinación a Santiago de Compostela descalzos y haciendo el camino de espaldas.

Uno no puede ser el máximo en todo. Y si ayer se le presentó en su entrada al programa como una de las mujeres más poderosas de Europa, que de antemano, ella ya entró en el plató como disculpándose, lo que no se puede pretender es ser graciosa, ni con sus gestos, ni con los actos, ni suyos ni por parte del partido al que representa. No se puede ser los reyes de los recortes, y venir ahora a hacernos “gracietas”. 

El momento álgido de la entrevista, y de la que estoy seguro que Pablo Motos, a posteriori, vio el tren de la oportunidad marcharse, fue cuando Soraya, como hablando sola, se quejó de que en su legislatura no han tenido dinero, y no han podido hacer muchas cosas. Dando a entender, que en la futura sí habrá, y que se podrán hacer mejoras.


El Señor Motos, ya en su camerino, y los guionistas que tampoco estuvieron rápidos de reflejos para decírselo mediante el pinganillo, han tenido que arrepentirse amargamente del “zasca” que se dejaron en el tintero. 

Ayer precisamente declaraba, otra vez, el Señor Rato en los juzgados. Y le podía haber recordado a Doña Soraya en esos momentos de queja, la cantidad de dinero que se ha tenido que ir por las alcantarillas de la corrupción. Si le da ese “zasca”, quizás el momento del baile final no hubiera existido. 

Tal vez, se pudieron reprimir por eso. Pero no se puede desperdiciar un momento como el que tuvo el Señor Motos, y que de haberlo usado, quizás hubiera cortado otros momentos circenses, de un circo “friki” elevado a la décima potencia, se entiende, que sin duda tiene que venir, antes del todavía lejano 20 de Diciembre.

Que no se me olvide hacer el testamento, y no comer nada a partir de las ocho de la noche. Por lo que pueda venir...

*FOTO: DE LA RED