Este vecino no cree mucho en las casualidades, y
es más bien de los que piensa que siempre hay una razón para lo ocurrido. Por
eso hoy al ver que en el canal de televisión que durante muchos años fue el
único, se estaba proyectando “Mary Poppins”, ha visto clarísimamente el por qué
de esa elección.
El día 31 de Enero se estrena en España “Al
encuentro de Mr. Banks”, una película Disney que en realidad trata sobre ellos
mismos, ya que cuenta las aventuras que vivió Walt Disney en persona,
interpretado por Tom Hanks, para conseguir el consentimiento de la escritora
P.L.Travers, creadora de las aventuras de la peculiar “cuidadora de niños”, encarnada
por Emma Thompson, y que resulta ser, al menos, según la versión de esta
película, bastante peculiar, por no decir cascarrabias.
Este vecino estaba pensando todo esto, mientras en
la pantalla la acción de la película llegaba al instante en que los niños
protagonistas, hijos de Mr. Banks precisamente, visitan el banco en el que
trabaja su padre.
A partir de ese momento, y como consecuencia de
todo lo que ha ocurrido últimamente con los bancos, la película toma otro
sentido distinto. Y los diez minutos aproximados que durará la estancia de
dichos niños en el banco, es una clase práctica del furor del banquero, uno no
podía dejar de pensar en el Señor Blesa, por conseguir los dos únicos peniques
de los niños, que en realidad resultan ser una especie de preferentistas, al
quitarles su pequeño tesoro, cuando todavía el pueblo llano, es decir nosotros,
no conocía esta figura.
En la película al menos, al quejarse los niños a
voz en grito de que habían sido desposeídos con malas artes de todo su capital,
cunde el pánico entre los demás inversores, y se tienen que cerrar las puertas
de dicha entidad bancaria.
Visto lo visto, ya hace muchos años se advertía, y
además adornado con canciones, el peligro de lo que podía ocurrir.
A partir de hoy este vecino no va a poder ver esta película con los mismos ojos. Y quizás sea todo un símbolo de lo que nos
ha ocurrido en estos años.
Unos cuantos,
los más ricos, han acabado con la ilusión de la mayoría, logrando hasta que de
una historia, aparentemente inocente, veamos algo más que años antes ni nos hubiéramos
imaginado.
Lo más triste es que quizás ésto demuestre que, aparte de nuestro
dinero, se han llevado también nuestra inocencia e ilusión, y eso en sí mismo
es terrible.
*FOTO: DE LA RED