El notición del día, del mes y del año: La
abdicación de Don Juan Carlos I. Tras más de un rumor, al final nos ha
pillado despistados, todavía hablando de las repercusiones de “Podemos” y el
desenlace de las votaciones europeas.
Este vecino, como siempre ha mantenido en este blog, está
convencido de que las cosas nunca suceden porque sí, y a nadie le escapa los
malos momentos, de crisis y de credibilidad de las figuras políticas, que
estamos atravesando.
Esperemos que no haya nadie que “le culpe” de ésto también
a Pablo Iglesias y a sus compis, porque quizás alguna de las razones esté
dentro de la familia real misma, aunque en el fondo el clima que ha hecho
florecer a “Podemos” es el mismo que habrá hecho madurar la idea de la
abdicación. Y se podría deducir de que, como vulgarmente solemos decir, “la
cosa” va bastante mal, ya que si no había abdicado antes con una salud bastante
precaria, el hacerlo ahora puede significar que “el sistema” está bastante
tocado.
Esperemos, ahora, que más de uno en este país aprenda del
rey, y aunque sólo él puede abdicar, alguno se anime y hasta dimita.
Con un atisbo de sonrisa en el rostro, este vecino se ha
imaginado por un momento a Don Juan Carlos hablando con su campechanía habitual
con el Señor Rajoy sobre su abdicación, y en un momento dado en un tono irónico
y jocoso al mismo tiempo, le dice en un aparte: -Bueno, Mariano, a ver cuando tú
te animas también…Ya sabes que en tu caso es otra manera de crear trabajo. En
el mío no, porque la persona que me va a suceder ya estaba trabajando, pero tú,
ahora, con todo tu pescado vendido, lo dejas, y además ayudas a aumentar las
cifras de empleo nuevo creado. Dentro de un tiempo, tranquilito desde tu casa,
seguro que como alguno de tus antecesores, ficharás por uno de esos bancos…y a
vivir mejor todavía.
La anterior conversación ficticia seguro que no ocurrirá
nunca, aunque ya sabemos, que muchas veces la vida misma es más feroz que
cualquier narración de ciencia-ficción.
Por cierto, a quienes seguro les va a servir bien este
asunto, es a los dos partidos mayoritarios, para que no se hable más de sus
descalabros electorales, y tengan tiempo de recomponer sus floreros rotos,
aunque deberían de recordar que por mucho que se recomponga algo, la marca
siempre existirá.
*FOTO: DE LA RED