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lunes, 23 de diciembre de 2013

EL OTRO ÁRBOL DE NAVIDAD

Para todos aquellos que en realidad piensen que las Navidades empiezan mañana, 24 de Diciembre, hoy será una especie de día de reflexión, como cuando hay que votar. Un día en el que intentamos olvidar que estas fiestas son como un terreno minado, y en cualquier momento algo puede explotar llenándonos de problemas o de discusiones familiares. Y nos vamos a proponer que los días venideros vamos a pasarlos muy bien, y hacer muy feliz al prójimo, en forma de suegra o cuñado, especialmente durante las comidas y cenas que nos esperan.
Recordaremos todo lo bueno y lo malo que nos ha pasado, y nos plantearemos nuevos propósitos para el nuevo año, que en realidad son los mismos que los planteados el año pasado, y que por culpa de otros, como siempre, no los hemos podido cumplir. Pero del año que viene, seguro que no pasa.
Esa "tripita", dicho con mucho cariño, porque es la tuya, tiene que desaparecer, y como en el calcetín que tienes guardado en casa con los ahorros (por aquello de que hace tiempo que te planteaste que con los bancos y cajas de ahorro, lo justo y necesario, para pagar el recibo de la luz, que un día pensaste que por la cuantía era el de toda la comunidad, pero que al final se demostró que solo era el tuyo) no te llega ni para una ronda de agua del grifo, tendrás que quemar grasas en el gimnasio ese, que aunque sigues pagando por él, vas tan poco, que cada vez que lo haces, te saluda todo el mundo pensando que has estado dando la vuelta al mundo.
Este vecino nunca se ha sentido como "enseñante" de doctrinas, sino solo como comentarista de todo aquello que le gusta o le disgusta, y que cree que al comentarlo puede ayudar a que todo tipo de asuntos puedan ser considerados desde otro punto de vista, y si al final en la cara del lector se ha dibujado una sonrisa, mejor que mejor.
Os desvelaré que este vecino, aunque no lo haya dicho hasta ahora, a parte del árbol navideño que ponen en casa, que siempre es más barato que un belén bien montado, "planta" otro árbol, este virtual en su cabeza. Y en él va colgando todo aquello que quiere ir olvidando. Esas relaciones tóxicas que te van excitando más que el mejor de los sexos que has practicado nunca. Esas noticias que te han irritado durante el año, las tristes no, porque esas es probable que las quieras ir recordando de vez en cuando porque seguro que están ligadas a los sentimientos.
Hay que procurar, y recordando que estamos hablando utópicamente claro, no colgar a personas, virtualmente claro, porque entonces en lugar de un árbol de Navidad, sería el árbol del ahorcado, y eso como mínimo no está ni bien. Y el último día, el de Reyes, prendes fuego, también virtualmente, claro, a ese árbol, y es una manera de que el fin de las Navidades sea menos nostálgico y te hará sentir incluso más ligero, porque dejarás atrás más de una carga que no debiste coger nunca.

*FOTO: DE LA RED
 TEXTO: PATXIPE