Quizás, notéis cierto comportamiento “raruno” (palabro que
está de moda) en mis palabras. No sería de extrañar. Digamos que si fuera un
deportista de esos que nos están dejando “ojiplaticos”, y me refiero a todos,
sin nacionalidades, en las Olimpiadas, diríamos que es muy probable que no
pudiera participar por miedo a dar positivo.
¡Tranquilos! Solo estoy tomando analgésicos, pero como
suelen decir que prácticamente cualquier cosa puede dar positivo…
De todas maneras, con lo nervioso que soy generalmente,
digamos que tengo la sensación de llevar una especie de “máscara” que me
distancia en cierta manera de la realidad. Es como si estuviera leyendo un
libro, que lo estoy, pero me fuera saltando palabras, y en un momento dado
hasta párrafos y, quizás, alterando con ello la realidad del libro.
Hoy es uno de esos días, con permiso naturalmente de La
Nuri, mi sufrida, que si me viene Sofía Vergara con proposiciones de todo tipo,
hasta incluso deshonestas, es más que posible de que le ponga excusas para no
ir. Lo de las excusas, se entiende, para no cerrarme las puertas en un futuro,
y además, no sea que se sienta frustrada, y a los periodistas del “cuore” les
dé por indagar…
Hoy es uno de esos días, tengo un cactus no muy grande,
en el balcón, y me voy a quedar mirándolo hasta que le salgan flores...
En realidad, no se tampoco de qué os extrañáis, cuando
llevamos todos en este país, más de seis meses mirando sin parpadear, y
sufriendo, para que unas corbatas, y su contenido, se pongan de acuerdo y
tengamos gobierno.
Y ya para terminar, hoy es uno de esos días en los que, y por no decir una vulgaridad más
vulgar, “todo me trae al pairo”, nada externo me preocupa. Y quizás eso sea, en
el fondo, unas vacaciones bien entendidas, como todo agosto se merece.
Como buen vasco, y espero que se me entienda, siempre se puede decir “De Vergara (ya lo siento, esta vez tiene que ser con “v”), a los cielos”.
(Que no se me pierda esta mezcla especial de analgésicos,
porque habrá que repetirlo).
*FOTO: DE LA RED
*FOTO: DE LA RED