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viernes, 20 de noviembre de 2020

OTRO TIPO DE JUSTICIA...

 

Las imágenes ayer en televisión de un Rudy Giuliani totalmente entregado a la causa, y a los millones de Trump, intentando destapar un presunto fraude electoral, o lo que en nuestro cortijo patrio bautizaríamos como un “pucherazo” de los de toda la vida, en realidad fue el más claro ejemplo de justicia divina en su modalidad de “salir el tiro por la culata”.

Rudy Giuliani, el otrora alcalde de Nueva York, estaba tan volcado en demostrar lo indemostrable a los presentes, en una especie de rueda de prensa, que unos chorretones provocados por el sudor y un mal tinte dieron al traste con presuntamente una gran sucesión de mentiras, y sin él quererlo, entró con gran fuerza, y por derecho propio, en lo que en el mundo del arte se hubiera considerado como una “performance”.

Las imágenes de un Giuliani derritiéndose bajo la tensión de la situación, a cualquier amante del cine le recordaron inmediatamente a esa compleja película, “Muerte en Venecia”, de un Luchino Visconti en estado de gracia, y a una gran interpretación por lo que no dice, pero que siente a gritos, de un Dirk Bogarde derritiéndose por dentro y por fuera por el deseo de un lindo efebo.

Giuliani ayer fue una auténtica metáfora con patas de lo que en realidad está pasando con su jefe, que una votación democrática ha reaccionado a toda una legislatura de velar primero por sí mismo, y luego por solo una parte del electorado.

A partir de ahora cada vez que salga Donald Trump en televisión, bastaría con acompañarle de la música de Gustav Mahler que acompaña al desmoronamiento de toda una época que retrata la película.

Nunca ha habido una justicia tan rápida  y eficaz que la provocada en teoría por una inocente mancha de tinte, y que a partir de ahora se debería de utilizar a modo de polígrafo o máquina de la verdad. No falla. 

*FOTO: DE LA RED

 

domingo, 15 de mayo de 2016

SI CERVANTES LEVANTARA LA CABEZA (O COMENTANDO EUROVISIÓN 2016)


Como he hecho en los dos años anteriores, y que por lo que me dijisteis en su momento, tanto gustó, hoy me limitaré a pasar a limpio, comentarios hechos a vuela pluma (que irán en negrita y cursiva), mientras veía las actuaciones, y mandado por tweet, para no poder cambiar de opinión a posteriori, y mostrar ese primer impacto, que a la postre es lo que realmente cuenta.


Quizás como ya opiné el año pasado, en la mayoría de puestas en escena hay demasiada borrachera de tecnología, pero de eso hablaremos mañana.


En los comentarios se comenta el país, y no menciono ni el nombre de la canción ni el cantante, porque creo que lo importante es las sensaciones que he tenido, y que es lo que verdaderamente cuenta… Lo demás se puede cotejar en cualquier guía eurovisiva.


En la conexión previa al festival, unos veinte minutos antes, Barei ha confesado que 80 familiares le acompañan. Ahora comprendo esa sensación de "abandono" que he sentido todo el día.


Antes de comenzar el festival, pienso que hoy es como en Nochevieja, que haces "promesas", en este caso, para que gane Barei.


He leído algún tweet del todavía presidente del gobierno, animando a Barei, y pienso que ahora los políticos españoles apuntándose al carro de Barei, y en cambio  no se ponen de acuerdo para formar un gobierno.


Al comienzo de la gala, como hilo conductor para el desfile de banderas y de participantes de los diferentes países, lo visten como un desfile de modelos, con ropa hecha de papel. Me invade una duda, con su respectiva ironía:
¿Suecia, o pasarela Cibeles? Ya que son de papel, espero como guiño a España el célebre listín telefónico.


Con el desfile se han pasado de originales. No me gusta nada. Solo falta oculto....un pirómano, para darle algo de morbo.

Llevamos unos diez minutos de conexión, y por ahora llego a la conclusión de que NO EXISTEN LOS FEOS, O FEAS.

Algún vendedor callejero hace el agosto vendiendo lucecitas que muchos espectadores llevan. A eso, ahora en España, se llama: SER EMPRENDEDOR.


Comienza Bélgica, el comienzo auténtico plagio. Lo relaciono con un anuncio de tampones. Quizás, por esa cara virginal.
La canción de Bélgica, divertida pero intrascendente, como un kleenex, cumple el objetivo, y se tira.


República Checa, segundos. Los decorados no complementan, comen la actuación. Ella, la cantante, necesitará un psicólogo tras el fracaso.


Terceros, Holanda. Suena a canción de Albert Hammond,  y me pregunto si sigue lloviendo al Sur de California...
Me ha entrado ganas de acercarme a una barra imaginaria, y pegarme un lingotazo. Me ha gustado, pero el jurado la obviará.


Cuartos, Azerbayán. Confían tanto en la canción..., que la cantante a simple vista recuerda a Pedroche en Nochevieja.


Me planteo una pregunta: ¿Alguien ha prohibido intervenir en el festival a los mayores de treinta años?

 Quintos, Hungría, look guarrete. Parece que ha llegado tarde al concurso. Ni chicha ni limoná, y lo del tambor ya muy visto.


Sextos, Italia. Puesta en escena que parece un anuncio de yogures buenos para el estómago. ¿Saldrá Arguiñano?
Canción recomendada para estresados y gente que no pueda dormir. Lo siento, Italia.
La canción sonaba mucho, al menos a mí me lo ha parecido, a Laura Pausini.


Séptimos, Israel, Viendo las estrellas, pero esa balada solo consigue darme un gran bajón.


Octavos, Bulgaria. Se parece a María Esteve, hija de Pepa Flores (Marisol). Un look demodé para una canción que suena a algo ya oído. Mejor, olvidar.


Novenos, Suecia, los anfitriones. Tengo la sensación de que está cantando para que el jurado se dé la vuelta y le elija.
La canción sueca tiene un algo, a pesar del cantante que solo está pensando en su lucimiento personal, y no sabe defenderla.


Décimos, Alemania. Me suena a una canción ya oída (en el original, no recuerdo el nombre, pero es una mujer de gran poder vocal). Puesta en escena muy a Alicia en el espejo.


Decimoprimero, Francia. Uno de los favoritos, pero a mí no me dice nada, aunque puede ser muy pegadiza.


Decimosegundo, Polonia. Puesta en escena sobria. Me gusta mucho, aunque tengo la sensación de que es una actuación de "Tu cara me suena"; el cantante parece que va disfrazado.


Decimotercero, Australia, reminiscencias de Björk. Gran voz con puesta en escena resultona y que no desvía la atención. Seria candidata. Al final, han quedado los segundos.


Decimocuarto, Chipre. Pintas de cantautor de los 70. No sé si apagar la tele, o invitarle a cenar... por aquello de evitar que pase hambre.
¿La  canción? Una más, o una menos.


Decimoquinto, Serbia. Con las barras de luz recuerda a Najwa Nimri en "Vis a vis".  Sensación de miedo y claustrofobia. Canción interesante.


Decimosexto, Lituania.  Lo planteo como un problema de matemáticas: más fu que fa, siempre que fu tienda a cero, y no a infinito.


Decimoséptimo, Croacia.  Con una ropa a lo manga. ¿No había una talla más grande? Al final el vestido recuerda a la actuación de Salomé.
Olvidando la ropa, la canción de Croacia es MUY BONITA, para mí de lo oído hasta ahora, de lo mejorcito.


Decimoctavo Rusia, Copiando el método de Suecia el año pasado, usando todo tipo de tecnología, y trucos. Viendo la actuación, el año que viene puede actuar David Copperfield. Al final, los votos han querido que sean los terceros.


Decimonoveno, España. Me ha gustado, pero, espero equivocarme, no va a ganar. Tal como está planteado ahora (desde hace unos años, en realidad) el festival, prima el amiguismo y todo aquello que linde con el sensacionalismo.


Vigésimo, Letonia. Joven con look desamparado, intentando ligar mientras cierran la discoteca.


Vigesimoprimero, Ucrania, comienza con unas notas que recuerdan a la serie "El príncipe", pero me temo que solo hay lo que aparece en pantalla. Al final Ucrania, me ha gustado pero me ha recordado la actuación con la que ganó Suecia, (hace unos tres años, creo recordar) que cantaba una mujer de origen marroquí.  La mayoría del voto popular, añadido al final, ha dado como resultado vuelco en la clasificación, y su triunfo. Es una canción de gran calidad, pero a priori no para un festival.


Vigesimosegundo, Malta. Me fijo más en las formas, y en las del vestido, que en la canción. No está nada mal, la canción también.

Vigesimotercero, Georgia. Imágenes a lo Lazarov,  para una canción, a mi entender, desubicada, ni el momento ni el lugar.


Vigesimocuarto: Austria. Puesta en escena, y look de la cantante, a lo Disney, Se han confundido de programa, y de canción. La canción suena a Eurovisión de los 60.


Vigesimoquinto, Reino Unido, la canción no está mal para una noche de verano al lado del mar mientras tomas el 25 roncola.


Vigesimosexto, Armenia. La canción, no sé, pero las piernas de la cantante se expresan ellas solas. Gran canción, con toques étnicos, quizás la exhibición corporal sobraba. De los máximos favoritos.


Tras terminar el concurso, y haciendo tiempo, hablan con Justin Timberlake, que por casualidades de la vida va a hacer una gira europea...




Lo del Justin es como lo de Fernán Gómez, "he venido aquí a promocionar mi libro". No me parece bien promocionando el tour en un concurso que debería estar libe de todo tipo de influencias.


José María Iñigo, viendo la debacle que se podía estar gestando, de la armada española, no para de decir que Barei lo ha puesto todo. Y mentalmente le comento a Don Iñigo: Barei le ha puesto muchas ganas, pero todos le han puesto las mismas ganas, o más.


De pronto, han "roto" la emisión, y nos sorprenden con un "consejo" de autopromoción. Cuando han anunciado "Cuéntame", he creído que iban a hablar de los papeles de Panamá.


De todo corazón: ¡Suerte a Barei!


Van a comenzar las votaciones, y una pregunta me invade:
¿Mariano Rajoy le ha recomendado a Barei que la táctica para ganar es no moverse, y que se aburran los demás?


Tras las cinco primeras votaciones, solo un pensamiento: esperemos que el menos votado gane.


Los holandeses en verano van de chiringuitos, pero en Eurovisión no se acuerdan de nosotros. Habrá que hablar con ellos.


En un momento dado, en el que ya Australia lleva casi doscientos puntos a la mayoría, tengo un deseo: Si las votaciones duraran cuatro horas más, podemos llegar a los puntos que Australia tiene ahora.
Por cierto, la presentadora de Australia parecía "un efecto especial", muy curiosa la señora.


Viendo lo que ocurre siempre, un consejo a cualquier cantante español: Yo de tí no iría a Eurovisión. Te vas a gastar un pastón en psicólogos. 



Gracias a Italia. Nos han dado doce puntos. ¿Queréis que os cambiemos de gobierno? (Por si pican).


El presentador dice que todavía puede pasar cualquier cosa. Y me imagino irónicamente que Barei comienza a maquillarse, por si gana, cuando en realidad ya todos sabemos que el pescado está todo vendido.


Teniendo en cuenta que Barei no ha parado de promocionarse por Europa, el resultado: un asquito.


De la manera que ahora se hacen las votaciones, presuntamente el pucherazo puede ser más fácil de hacer, porque antes te ofrecían a la vez las votaciones del "jurado profesional" y el del público desde sus casas, que cada uno de ellos representa un cincuenta por ciento. Ahora en cambio, cuando todos pensábamos, como ya mencionado, que todo el pescado ya estaba vendido, de un momento a otro ha ocurrido un vuelco en la clasificación.


Sugiero humildemente que sería mejor primero dar las votaciones del público en general, y después las votaciones país por país, porque de lo contrario, no se entiende bien, y parece o magia o pucherazo.


Tras las primeras votaciones Barei, si no estoy confundido, estaba en decimosexta posición, y al final, ha quedado en vigesimosegunda. 


De esta manera, Ucrania se ha convertido en el país ganador del Festival de Eurovisión 2016 con Jamala y la canción 1944. Segundo ha quedado Australia, y tercero, Rusia; ambos eran de los máximos candidatos, por lo que ha habido una verdadera sorpresa.


Visto lo visto, y ya a posteriori, dejo una pregunta en el aire:
¿Ha merecido la pena no cantar en castellano para ésto?


Me ha parecido oír un murmullo lejano diciendo: -Cervantes, perdónanos


*FOTO: DE LA RED.