Este vecino tras esa pátina de ironía, tal vez forzada
por las experiencias de la vida, porque de la muerte nunca se podrá hablar por
experiencia propia, cree en todo y no cree en nada, pero sobre todo cree en el
amor.
El amor podrá morir, de muerte súbita o de abandono, pero
siempre quedará un poso que es el recuerdo, de los hijos que nacieron, de los
que solo se soñaron, de momentos felices, y quizás de momentos que no lo fueron
tanto. Pero esos momentos nunca podrán desaparecer, porque siempre serán los
que nos han traído hasta aquí, hasta el presente, o hasta el final de nuestros
días.
Una de las imágenes de esta semana, quizás no en el
momento de verla, pero que se ha quedado en la retina del vecino, es esa del
tatuaje de Melanie Griffith, hasta hace muy poco Doña Melania, luciendo “un
corazón maquillado”. Maquillado para intentar olvidar a “Antonio”, al que hasta
hace muy poco ha sido su “Bandera” del amor.
Y a este vecino le ha dado mucha pena. Y esto no es
ironía. Porque a las personas, que no
pasan desapercibidas, se les coge cariño u odio. Y tras dieciocho años de
colarse en nuestras casas, a la hija de Marnie La ladrona, se le cogió cariño,
y mucho. Por su acento americano, por intentar hablar de un amor, que sin duda
lo sentía, y mucho, en un castellano de cien palabras. Por aquello tan bonito
que dijo, de que “todo lo anterior en su vida había sido preparación para
Antonio”. Y todos nos los creímos, porque era verdad.
Los años no pasan sin dejar huella, y como dice esa
canción de Manuel Alejandro, “se nos rompió el amor de tanto usarlo”…Y los
tatuajes, es triste comprobarlo, duran más, mucho más. Aunque en nuestro
recuerdo siempre quedarán esas imágenes de un amor triunfante pese a la
geografía, a la lengua, y durante mucho tiempo, incluso al destino.
Por eso a este vecino le causó impacto esa foto de un
tatuaje “entre tinieblas”. Nunca ha habido nada tan cinematográfico que un
paisaje entre tinieblas, aquella despedida en Casablanca...
Algo tiene la niebla que primero te hace preguntar qué es
lo que hay ahí, y luego te encoje el alma. Y eso mismo, quizás sin pretenderlo por parte de Melanie, causa en el
que la observa. Parte de su vida ya parece que tiene que estar oculta por el
recuerdo, o el no recuerdo. Y eso en el fondo infunde tristeza, porque un amor
que se rompe, un fracaso de dos, al menos durante mucho tiempo infunde tristeza, y la tristeza es
soledad, sobre todo para sufrirla.*FOTO: DE LA RED