¿Ver
los documentales de la 2, escuchar música clásica, leer un buen
libro es lo normal? O quizás simplemente es lo que se quiere representar pero muy pocos lo hacen.
¿No
es políticamente correcto decir que ya estoy harto de tantas
imágenes, del accidente de Santiago con “moviola” y
presentadores de los informativos a pie del lugar del accidente con
sus trajes y sus posturas estudiadas?
No
lo será pero lo pienso, porque no es lo mismo ver una película de
ficción en la que ocurren mil y un catástrofes, pero todo
absolutamente trucado, que ver aunque sólo sea once segundos de un
accidente real, sabiendo que son personas de carne y hueso las que
viajaban y vivían hasta ese momento.
No
soy familiar de ninguna de las personas involucradas en dicho
accidente, pero si lo fuera pensaría que en cada instante que se
repite ese dramático y triste suceso en las pantallas de la
televisión, cada vez más cerca, a mi hijo o a mi hija, por ejemplo,
le volvería a pasar lo mismo, y eso no me parece ni justo, ni
decente.
¿No
es tampoco políticamente correcto decir que esos mismos periodistas
punteros, hasta ayer mismo ya estaban de vacaciones, y han vuelto
porque representan a un programa, y a una cadena, que al final del
mes, intentará decir con mayor o menor grado de exactitud que han
ganado miles de “oyentes”, que en realidad no es lo mismo
que”escuchantes”?
No
será correcto, pero lo pienso, y todo ésto consigue además que
haga sentirme como una mala persona por estar harto de estar harto.
¿Cuándo
se debe de dejar de hablar de un suceso como el de ayer? Porque dejar
de hablar no es lo mismo que dejar de recordar, ni de sentirlo con un
dolor que hiela el alma.
Mi
padre falleció hace veintitrés años, y este vecino del mundo no
habla de ese tema, sin embargo no ha pasado ningún día, desde
entonces, en que no me acuerde de él, y de su ausencia.
Han
muerto hasta el momento setenta y ocho personas, setenta y ocho
historias de amor o desamor que han acabado injustamente, y nadie va
a cambiar eso porque se repitan más o menos imágenes, o citen todos
sus nombres y apellidos, o aparezcan el rey o el presidente del
gobierno dando el pésame, porque eso no se da, se siente y no hace
falta hacer alarde de ello, ni que forme parte de ninguna lista de
audiencia. Espero que todo esto se entienda, y sino seguiré pensando
lo mismo de todas maneras.*FOTO: DE LA RED