Estaba hablando ayer en la calle con un amigo, ¡tranquilos todos!, guardando la distancia debida, que nos ha dejado la nueva realidad, y parapetados ambos tras las respectivas mascarillas, sobre lo que era la bomba del día, la decisión de Isabel Diaz Ayuso de convocar nuevas elecciones en la Comunidad de Madrid.
Ya le dije, que a bote pronto
me parecía una manera de pasar la gorra, antes de que las vacunas puedan
cambiar el panorama actual, ante todos los
beneficiados de su manera de llevar la pandemia en la Comunidad de Madrid, y
que entre otras cosas se hayan convertido en una especie de oasis de fin de
semana para muchos jóvenes europeos que vienen a desfogarse, y a dejar la pasta
junto con los virus, de lo que no les permiten en su propio país.
De todas maneras, oyéndole
ayer durante el comunicado justificando su decisión, y esta misma mañana en
Onda Cero en una entrevista con Carlos Alsina, su discurso, para lo joven que
es ella, es muy viejuno, incluso rozando lo rancio.
En el fondo de su argumentación,
ella es España, y si no estás con ella, evidentemente no estás con España. Con
ella, desde hace mucho tiempo, tengo la sensación de que en cualquier momento
de su discurso va a alcanzar el clímax, y nos va a regalar un “¡A mí la
legión!”
Este vecino del mundo siempre
ha sido un mar de dudas por casi todo, Diaz Ayuso, en cambio, es de admirar, lo
tiene claro, ella siempre está en el lado de las decisiones correctas. Y sino,
se maquilla el panorama, por supuesto que a su favor, como cuando aseguró que
“lo de Filomena” les había pillado de improviso, y más de uno y de una de los
encargados de la información meteorológica en televisión, le “recordó” que
llevaban una semana advirtiendo de lo que iba a pasar.
Llegó, para Diaz Ayuso, la hora de jugársela en Madrid, pero que Pablo Casado no se despiste, que en cualquier momento, Doña Isabel le mueve la silla. Y es que este vecino ya la ve vestida de Buzz Lightyear gritando eso de “Hasta el infinito y más allá"
*ILUSTRACIÓN: DE LA RED.
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