En el tema de hoy hay que andar con un poco de cuidado
porque si dices que estás disgustado con los periodistas, así
en general, enseguida te tachan de facha o de totalitario. Por eso este
vecino tiene que especificar que no le gusta nada ese tipo de periodismo, no
digamos que amarillista, pero sí del corazón con acné, de jóvenes que
simplemente son famosos por ser hijos de famosos, y que ya por el mero hecho de
cumplir dieciocho años la prensa se les pone en el cogote.
Ayer se hablaba en varias cadenas televisivas de que la
nieta de Rocío Jurado, hija por lo tanto de la en su momento muy
controvertida pareja Rocío Carrasco y Antonio David Flores,
cumplía dieciocho años y que ya había abierto su cuenta de twitter al público
en general. Ya la "dimensión" de la noticia da un poco de grima.
Lo triste de ésto es que este vecino visualizó una
especie de fumata en la que todos los periodistas del orbe estaban atentos si era blanca o negra, si mandaba o no mandaba tweets al resto de
creyentes de este mundo.
Sinceramente a este vecino le parece más bien triste que incluso
periodistas muy solventes, y que se supone que son “pata negra” del periodismo del
corazón, hoy siempre estoy hablando "solo" de la prensa
del corazón, con más de dos décadas de pasar noches en
vela currándose la noticia, estén atentos a las andanzas, magreos y desventuras
de jovencitos que lo único que pueden aportar es su babero. no de alta alcurnia,
sino de poseedores de algún disco de oro, ya con bastante polvo, o que su
ascendiente en su momento tuviera, por ejemplo, varias cornadas en el cuerpo.
Ahora se hacen tertulias
televisivas sobre jóvenes de dieciocho años, a los que por el mero hecho de
ser mayores ante la ley, y ya pueda salir su cara sin pixelar en la pequeña
pantalla, se puede debatir sobre sus todavía inciertos pasos en la vida, desgranándola
minuto a minuto como si fuera una partida de ajedrez del más alto nivel.
Y la manera de actuar de los eruditos periodistas, o
tertulianos advenidos, es la siguiente: Aventuran lo que creen que va a ser el
proceder del “famosoporbiberón” a partir de ese momento, y si aciertan, dirán
que era previsible, y si no aciertan, que algo está maquinando, y que seguro habrá
alguna exclusiva, sobre sus tempranos intercambios de flujos. Y que, claro, era
de esperar por los antecedentes familiares…
Este vecino se ha criado desde muy pequeño, y por motivos que no vienen al caso, familiarizado con el contenido de
las llamadas ahora revistas del corazón, y que antes eran la denominada
prensa de papel couché.
Amigos, en una revista, tal como “Lecturas”, ¡Hola!, o similar de
los años sesenta, una semana sí y la otra también, estaba “habitada” por personajes
como Alain
Delon, Jean-Paul Belmondo, grandes rompecorazones de la época, actrices
como
Romy Schneider, Françoise Dorléac, y tras su prematura muerte su hermana
Catherine
Deneuve, princesas y similares como Soraya, Grace
de Mónaco, nuestra Fabiola (después de Bélgica). Tras visionar, más que leer, la revista, “soñabas”
con la bahía de Mónaco, o con las nieves de Gstaad.
Ahora, el horizonte es tan gris como un paisaje tras una
guerra nuclear, y como mucho queda una bahía de Mónaco con naftalina, y los
hijos y nietos de los entonces famosos y que “sobreviven” de mantener el “negocio
heredado” como sus, la mayoría, falta de estudios les hace verlo.
Y en España, pues eso, que la prensa vive de los
musculitos con poco cerebro y mucha testosterona, y jóvenes con pocos estudios
pero grandes implantes mamarios. Mostrando sus miserias por una televisión que
se alimenta hasta de la vida de los mismos otrora periodistas de corazón de relumbrón,
y de los vicios reales, o de leyenda, de
hijos de famosos que hace justo dieciocho años que perdieron su cordón
umbilical, y que de luchar con alcachofas electrónicas puestas en su boca un
día sí y el otro también, hacen su presente y quién sabe si su futuro.
Por favor, que me devuelvan aquellas revistas de los
sesenta y que dejen a los todavía niños en paz.
*FOTO: DE LA RED