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viernes, 2 de enero de 2015

METIENDO LA PATA AL AÑO NUEVO

No sé si a vosotros os ocurrirá lo mismo pero siempre el cambio de año me supone una sensación de viaje, de traslado, cuando, por el contrario, no he movido los pies del suelo.
Sin embargo, este año y para variar, parece que más de uno en ese viaje de tránsito haya perdido, o haya hecho perder la cabeza a otro. Eso, sin contar con los que se han quedado a mitad de ese viaje, como diría mi tía Encarna, compuestos y sin novio, como les ha ocurrido a los andaluces, con ese comienzo accidentado en cuanto a la retransmisión por “su” televisión. 
Para información de aquellos lectores allende los mares, diremos que, por algún despiste, y cuando ya iban a comenzar las campanadas en la televisión autonómica de Andalucía, “alguien” metió dos anuncios y la consecuencia es que ese alguien, como un David Copperfield cualquiera, escamoteó nueve campanadas a los atónitos televidentes, que debieron de tener la sensación de que  se les gastaba una broma, con cámara oculta o no.
Raro en España, a las pocas horas alguien dimitió. No es un mal comienzo para nuestra sociedad, acostumbrada a otros procederes, aunque no dirá lo mismo la persona afectada.
Lo mejor de estos casos es ver cómo reaccionan las redes sociales, y alguno ya dijo que la razón de lo ocurrido era que los encargados estaban viendo a la competencia (concretamente el modelito de Cristina Pedroche, o mejor la ausencia de él entre transparencia y transparencia), y es que como muy católicos ellos, se les fue el santo al cielo.
Por otro lado, y continuamos con meteduras de pata, el Ministro de Economía, o de lo que queda de ella, Luis de Guindos, se ha lucido con sus primeras declaraciones del año diciendo que “se ha perdido el miedo a perder el trabajo”. Es de suponer que querría decir otra cosa, como que ya la situación es mejor y lo peor ha pasado. Pero, como el personal, entre el que este vecino del mundo se incluye, está acostumbrado a pensar mal, y desgraciadamente acertar, se ha imaginado que, tras varios años de continuo bombardeo en forma de crisis, uno ya se debe de acostumbrar al peligro, y saldrá de vez en cuando de su madriguera aunque caigan chuzos de punta.
Y ya para terminar a modo de resumen, utilizaremos un juego de palabras que viene muy bien al caso, en esta España el que todavía no se ha caído del guindo, lo están echando a patadas, eso sino se le han atragantado las uvas de la ira.

*FOTO: DE LA RED

miércoles, 25 de junio de 2014

EL PAÍS DE DAVID COPPERFIELD, O LA TEORÍA PEPERIANA

Hasta ahora estábamos acostumbrados a que una mentira repetida muchas veces por el gobierno de turno, al final, fuera creída.
Primero estaban los brotes verdes, después fue que "la cosa" iba mucho mejor, y que ahora, aunque muchos no quieran verlo, ya estamos saliendo de la crisis.
El problema de repetir a gritos ciertas frases, es que los hechos son sordos y desmienten las repeticiones gubernamentales. Y una de ellas, además muy dolorosa para todo aquel que tenga un poco de sensibilidad, es el hambre infantil. Y, cuando hablamos de esto ahora, no tenemos que pensar en sitios tan remotos como antiguamente hacíamos mirando, por ejemplo, a Etiopía.
Ahora hay muchos niños en España que la única comida que hacen, en buenas condiciones, es en el colegio. Y por eso en muchos sitios se ha pensado en abrir los comedores en verano. Sin embargo, en varias autonomías, como en Galicia, La Rioja, Madrid y Castilla-León han anunciado que no mantendrán este servicio durante el verano, muy encontra de la recomendación de la Defensora del Pueblo, La Señora Soledad Becerril.
Como símbolo del concepto de la capacidad pensante de este país, que tiene el Partido Popular, que por cierto, lo único que tiene de “popular” es el nombre, es la justificación esgrimida para no abrir los citados comedores:  podría generar "excesiva visibilidad" del asunto y convertirse en un "estigma" para los niños.
En mi pueblo, ante semejante “razón” se respondería sin ninguna duda con “es para mear y no echar ni gota”.
Cualquier día, y según este planteamiento van a prohibir pedir limosna porque es denigrante para el pobre que lo hace.
De todas maneras, y según esta manera de pensar según el partido todavía en el gobierno, negarlo todo, pero llevado a la máxima potencia,  no estaría mal. ¿Que hay un partido político con contabilidad en B?  No hay ningún problema, se niega la mayor y…”desaparece el partido”.
¿Que se demuestra que hay miembros de algún partido político que llevan dinero a Suiza? No vamos a hacer que desaparezca Suiza, porque no se trata de crear un conflicto internacional, pero sí que desaparezca ese partido político. Está claro que incluso algún partido tendría que desaparecer más de una vez?
¿Qué algunos banqueros antes de jubilarse blindan su jubilación? Muy sencillo, desaparece el blindaje, se devuelve el dinero de la jubilación conseguido hasta ese momento, ellos a la cárcel, y no como los casos por todos conocidos, que se han librado de la cárcel por devolver el dinero. El banco no hace falta que desaparezca, porque en su momento ya desapareció.
¡Vamos! Según esta teoría “peperiana”  de no reflejar lo que ocurre en España, y hacerlo invisible, iba a convertir a nuestra piel de toro en una sucursal de David Copperfield.
Y ahora en serio, ¿alguien verdaderamente cree que a un niño que está pasando hambre hace falta que vaya en verano a comer al colegio para que se dé cuenta de las estrecheces que está pasando su familia?
Este vecino, que es de la década de los cincuenta, recuerda que por las tardes, en la escuela, le daban leche en polvo de la ayuda americana, y no fue entonces cuando se dio cuenta de que en su familia, y en la de la mayoría, las estaban pasando canutas. El silencio de la noche y los susurros de unos padres preocupados, gritan más que los altavoces del aparato publicitario de un partido político.
La mayor osadía de cualquier político es confundir la pobreza de un pueblo, con que eso signifique que además es ignorante. Es bien sabido que el hambre agudiza el ingenio, y eso, no conviene olvidarlo, nunca.

*FOTO: DE LA RED