Quizás más de uno de los seguidores de este vecino
del mundo, se habrá extrañado del silencio en esta ventana, sobre el
fallecimiento de Nelson
Mandela. En este caso, creo que para mostrar respeto no hace falta
anteponer la palabra “señor”, porque el por todos llamado ahora “Madiba”, se ganó
el respeto durante la trayectoria de
toda su vida.
Este vecino ha querido, antes de nada, y de adentrarse
en tópicos, ver el desarrollo de todos los acontecimientos. Y ya solo lo ocurrido
esta mañana en el Estadio FNB de Johannesburgo es digno de mención, con la
reunión de la mayoría de mandatarios del mundo.
Este vecino se ha acordado entonces, de una frase
atribuida a Kennedy en su discurso de investidura que valdría para analizar el
día de hoy: "Las victorias tienen muchos padres, mientras que la derrota es huérfana".
Y hoy, parecía el día del padre, ya que el citado estadio presentaba el mayor número de padres, o viendo representaciones
como la española, incluso de “tíos” por metro cuadrado de la historia actual.
Si al menos el evento, en el que todos han querido
salir en la foto, sirve para comenzar a respetarse los unos a los otros por encima de colores de piel, estará por bien
servido. Aunque más de uno de esos
padres, o incluso tíos, deberían preocuparse más por el problema que ya tienen
en casa, y que muchas veces no es de color de piel, sino de ideas, de manera de ser o de pensar de
cierto tejido social que vive en el mismo
país.
Si Nelson Mandela hubiera nacido en España, y
hubiera sido blanco, que es mucho imaginar, cuando menos, se le hubiera
catalogado de nacionalista, y luego hubiera habido que analizar el tipo de
gorro, txapela, barretina…que llevaba, para ir tomando más datos. Y quizás en
ese momento, si unos y otros hubieran hecho más por conocer a su opositor, e
intentar ver también desde el otro punto de vista, al modo Madiba, hubiera
habido un buen comienzo. Pero en esta piel de toro, aunque no se sea aragonés,
que son los que se llevan la fama, como no se aparte el otro, siempre hay
choque de trenes, con vagones llenos de orgullo y razón.
Siempre hay que creer, que las personas de la
envergadura de Nelson Mandela, y las ideas que ellos representan, al morir, no
nos dejan huérfanos, sino que aparecen como estrellas en el cielo a modo de
guía, y no hay que olvidar, que por encima de colores de piel y banderas, las
estrellas siempre son blancas, del color que se asocia a la pureza,
limpieza e inocencia. Y desde
hace unos días, ya hay una nueva estrella en el cielo.
*FOTO: DE LA RED