Aunque
las escenas veraniegas parece que en cierta manera adormecen al que
está en el papel de veraneante, las expectativas del futuro cercano
son más bien, no grises, sino negras como una noche sin luna.
El
Fondo Monetario Internacional (FMI) que lleva un tiempo actuando como
un maestro empeñado en reformar la conducta del españolito medio,
se descuelga ahora con unas declaraciones en las que pide que en
España se bajen los sueldos un diez por ciento. Por otro lado, y
para “ayudar” a que el negro futuro del currito medio
desgraciadamente se afiance, hoy ha subido la la luz un 3,2 por
ciento, y desde Enero acumula ya una subida del ocho por ciento.
Este
vecino del mundo está cansado de comprobar que cada vez que se hacen
consultas televisivas a diferentes colectivos, como por ejemplo el
hotelero, siempre se acaba “acusando”
al ciudadano nativo de no gastarse los cuartos para que ese gremio no
sufra las consecuencias de la crisis.
No
hace falta ser licenciado en económicas, para comprobar que algo no
casa. Si la solución de la crisis pasa por el aumento del consumo,
que me expliquen cómo
vamos a “ayudar” en eso, cuando cada vez se va a hacer más
difícil llegar a fin de mes.
Hace
un tiempo se anunciaba el aumento de negocios especializados en
reparaciones de electrodomésticos, y es que no hace falta ser
futurólogo
para saber que dentro de un tiempo no vamos a poder sustituir un
electrodoméstico estropeado con otro nuevo.
Se
va a dar el caso que por muchos nuevos inventos que el futuro nos
depare, solo los vamos a poder “saborear” por la televisión.
Eso, si nuestro televisor, comprado durante la época de vacas
gordas, todavía funciona. O también se volverán a dar escenas
recreadas en las películas españolas de comienzo de los sesenta, en
las que el vecino más pudiente de la comunidad invitaba a los demás
a ver la televisión por la noche. Dentro de lo malo, sería una
manera de volver a crear lazos, entre personas que cada vez más
tienden a la vida en solitario.
En
mi pueblo, y me imagino que en el vuestro también, siempre se ha
empleado esa gran sentencia, con origen claramente agrícola, pero
que se puede aplicar a todo, y que dice: “donde
no hay mata, no hay patata”,
que para que los del FMI lo entiendan, sería algo así como “si el
pueblo no tiene un euro, solo harán compras los del FMI, banqueros y
políticos", que, a lo mejor, es lo que realmente quieren, aunque
tendrán que meter horas extras gastando, para reactivar ellos solos
la economía. Y a eso, a lo de “meter horas extras”, seguro que
no están acostumbrados, un verdadero despropósito.
*FOTO: DE LA RED