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sábado, 22 de junio de 2019

MAD MAX YA ESTÁ AQUÍ...


Con días de los más indecisos climatológicamente hablando, teniendo en cuenta que este vecino del mundo vive y sobrevive en Euskadi, nos hemos plantado en el verano.

Y viendo las máximas que nos esperan, según los meteorólogos, para el próximo jueves: 44 grados en Zaragoza y Córdoba; 43 en Lleida, Logroño y Toledo; 42 en Ciudad Real, Huesca y Pamplona; 41 en Jaén, Madrid y Valladolid, y 40 grados en Burgos, Girona, Granada y Zamora, este vecino se pregunta: ¿Es necesario todo este alarde de grados nada más comenzar lo que todavía debería ser como una especie de "entrenamiento"?

No sé por qué pero hablando de una climatología "con sus cocinas trabajando a tope" desde un primer momento, instintivamente veo la cara de Trump y ese color anaranjado repipi de su epidermis, y pienso en todos esos que creen que el cambio climático es tan verdad como la niña de la curva. Y que esos lodos en forma de humos, gases e industrias desaforadas nos han traído unos barros que ya nos están afectando a todos, pero nuestros hijos, nietos y demás descendencia, que se vayan preparando, desgraciadamente, para "vivir casi-a-la-parrilla".

Para este vecino del mundo que tenía unos veinte años cuando comenzaron las películas de "Mad Max", a finales de los setenta, y ese futuro apocalíptico en el que el mayor tesoro iba a ser el agua, se puede decir que pasar del dicho al hecho ha sido tan largo como un parpadeo. Y ya no hace falta trasladarse a tierras australianas para que ese "rojizo-sed" más que una amenaza ya sea una triste realidad.

Mi enhorabuena a todos esos jóvenes que estos días se están manifestando en nuestras calles, y también pedirles perdón, mientras nos sacan los colores, porque a nosotros entre crisis y crisis nos han toreado y, al final, quizás, hasta nos hemos dejado torear por aquello de creer que el futuro nunca llega, y ya nos está mordiendo a realidades.

*FOTO: DE LA RED

sábado, 29 de septiembre de 2018

MAREAS DE LA VIDA



Las mareas de la vida te van llevando de aquí para allá, con pocas cosas que podamos hacer, salvo los deseos y aficiones que te ayudan a remar  hacia donde supones que puede estar tu futuro. Y esas mismas mareas se encargan algunas veces de cruzarte con personas que un día estuvieron, por ejemplo, en tu mismo curso y que durante mucho tiempo después no supiste nada de ellos.

Hace unos años, diez aproximadamente,  comprobé que la marea de la vida me había depositado muy cerca, la calle contigua, de un compañero de estudios al que perdí la pista al salir del instituto. Hablando con él entonces descubrí que era médico, y que años después, por diferentes contactos, y como consecuencia de una larga enfermedad, conocí que se había jubilado antes de tiempo.

Esta semana pasada, y desde el centro del mismísimo despiste que me poseía y me hacía suyo, una voz saludándome me rescató a la vida en directo. Era él, que parecía querer un poco de cháchara. Al preguntarme qué tal me encontraba, le dije que no le había visto, que perdonara, y aproveché para informarle, como ya he comentado en este mismo blog (https://patxipe.blogspot.com/2018/09/el-otro-alienbasado-en-hechos-reales.html), que una ameba había convertido mi córnea en su nidito de amor y de cuidado de sus crías. 

Para mi sorpresa, no sabía, porque me lo preguntó, qué era una ameba. Esa pregunta, viniendo de un médico, que lo seguirá siendo mientras viva, aunque ya no ejerza, me sorprendió tanto, que solo acerté a decirle que era un “bichito”, y fingiendo prisa prácticamente me arrojé a la entrada de una panadería que nos estaba deleitando con sus cálidos aromas, y no he vuelto a coincidir con él.

Hay cosas que nunca comprenderé, como que a un médico le suene a chino la palabra “ameba”.

Aunque este vecino quedó tremendamente impactado por la evidente carencia  del galeno, su mente le llevó a otro momento en las mareas de su vida en que ocurrió  cuando menos algo tan chocante.

Este vecino tenía desde hacía unos meses una compañera de trabajo, que el primer día nos la presentaron como Licenciada en Filología francesa, y haber vivido unos tres años en París, con lo cual se suponía que estaba muy integrada en el día a día francés.

En un momento dado, meses después, este vecino estaba tarareando “La bohème”, de Aznavour. Me chocó que no la conociera. Y le dije que era de Charles Aznavour, a lo que ella  me preguntó con cara de quien quiere repetir exactamente un jeroglífico, quién es Charles Aznavour. De pronto la oficina me pareció inmensa, y perdí de vista a mi compañera.

Aquel día comprendí que hay preguntas que directamente lo único que hacen es separar eternamente, como una ola traicionera, y sabes a ciencia cierta que ninguna otra marea de tu vida volverá a uniros.

*FOTO  Y VIDEO: DE LA RED



jueves, 9 de noviembre de 2017

UNA CAMISETA, NUESTROS COLORES, Y CÓMO SE PAGA TODO


Llevamos casi dos días hablando de la nueva camiseta de la selección española de fútbol, y en realidad sólo hemos llegado a la superficie de la polémica, sobre si son galgos o podencos.

Nos hemos quedado en la falsa polémica de si los colores recuerdan a la bandera republicana.

Lo peor de la nueva camiseta de la selección española de fútbol, y deberíamos de abrir los ojos como platos, es su precio: 129,95 Euros, pornografía pura  si lo comparamos  con gran parte de nuestros sueldos.

Un precio que no está para nada acorde con los precios normales de lo que puede costar una camiseta homologada de cualquier equipo de fútbol, unos 80-90 euros, y especialmente frente a los sueldos de la España del currito de a pie.

Hace años que los mismos empresarios han entrado en una especie de mundo virtual con una gran contradicción en bucle:

Lo que queremos  que ganen nuestros curritos, ya los mileuristas quedaron atrás como casi millonarios. Pero por otra parte, necesitamos que esos mismos maltratados económicamente “dispongan” de dinero para poder hacer frente a ese mundo de ofertas, y chollos, que siempre se prepara con esa publicidad encubierta que suponen las noticias de cada día.

Esos lanzamientos en menos de un año, de smartphones y tesoros móviles de la manzana de las manzanas. Esos, los hemos visto estos días, que pasan la noche sin dormir por estar en la  cola y conseguir uno de los primeros productos de lo que se va a llevar esta temporada, contrastarían como el día y la noche, con los que no pueden dormir, víctimas de sus preocupaciones, por intentar hacer frente a las facturas de hipoteca, electricidad, y calefacción que vienen cada mes.

Aquellos que diseñan nuestro futuro inmediato, que los hay, llevan mucho tiempo forzando las cosas al límite, y en la rueda del consumismo diseñado a distancia, hace tiempo que los productos son mucho más caros que lo que el consumidor medio puede gastar sin que se le caiga la cara de vergüenza al tener que admitir que desde su economía, siempre bajo microscopio para que las cuentas casen, sale más de lo que entra.

Ya lo importante no son los colores de nuestra camiseta, sino que el precio de ésta a más de uno de los clientes en potencia, ya ha dejado blanco, y esa selección nacional de fútbol que ayer tenía planificado hacer un gran alarde de puesta en escena de ese producto que no deja de ser la gallina de los huevos de oro, ha dado en cierta manera la espantada por aquello de ese look/apariencia republican@.


Sin embargo, a nadie de los ayer convocados para dar relumbrón al lanzamiento de la camiseta nacional se le ha caído la cara de vergüenza por su precio, o para más inri, y hablando de colores, no se le subieron los suyos a la cara. 

Hace mucho tiempo, y más de uno ahora llamara populista a este vecino del mundo, que esos jóvenes deportistas, estrellas de nuestro fútbol, están también, como nuestros políticos, separados del mundo real, y vuelan por encima del resto de los mortales; la altura diferencial que les da ese poder adquisitivo de coches/casas de lujo, y no tener que plantearse el mañana. Sin mencionar a esa Federación Española de Fútbol que cierra con Adidas un contrato, según informaciones, por once años, y que es secreto de sumario.

Lo dicho, lo peor de esta camiseta al final no son sus colores, republicanos o no, efecto óptico o no, sino la poca, nada, importancia que se le da al aficionado/sufridor.

FOTO: DE LA RED

miércoles, 1 de marzo de 2017

LA CEREMONIA DE LA CONFUSIÓN EN PRIME TIME


Puede que incluso para los que me sigan desde hace mucho tiempo, hoy pueda sonar a carca, derechón, aguafiestas, tele-predicador, o todo junto, pero si algo practico siempre es el decir lo que siento, y últimamente, en los medios de comunicación, especialmente en algunas cadenas de televisión, estamos asistiendo a la ceremonia de la confusión.

Se predica una cosa,  y por otro, se hace la contraria. 

Por un lado, se crean una serie de programas antibullying,  cosa que a este vecino le parece genial, y por otra, el mismo grupo, en otra cadena , el Canal Alegre (bautizado así por este vecino del mundo en contraposición a las lindezas que suelta a su competencia) lleva una política de realities, y de programas pseudo-informativo-shows, en los que claramente se practica la antropofagia cultu-sentimental, cercenando todo rasgo empático, y con odas a la tableta de chocolate física en los hombres, y al carácter “poligonero” en las mujeres. Con, además, colaboradores que tienen a gala no haber leído un libro en su vida, y sin embargo se permiten la ligereza de declarar y vender libros que se supone han escrito ell@s.

El Canal triste, bautizado así por la cadena anterior, también tiene lo suyo, y además, ha originado la gota de agua que ha colmado el vaso de este vecino del mundo.

"El Hormiguero" lleva mucho tiempo, dando una de cal y veinticuatro de arena, dándoselas de modernos, y que muchas veces lo son, estando a la vanguardia en muchos asuntos, y otras haciendo lo contrario de lo que predican con, por ejemplo, entrevista, gracieta, y un baño de pompas y bombo, a una Isabel Pantoja, que solo se “suelta” cuando ya tiene el campo en el que quiere convencer y vencer, acordonado y libre de todo tipo de minas dialécticas en contra, pero peca al creer que la audiencia tiene memoria de pez.

Lo de ayer, la entrevista-programa con Ernesto Sevilla y Pablo Chiapella fue una oda a la insensatez, a charla de bar a partir de la tercera copa, y concurso de comprobar quién la tiene más grande, en este caso, la broma, bromazo o falta de educación para con los demás.

No está el patio para dar cursos, cursillos o master-class, bajo la premisa, no dicha pero pensada por la mayoría, de que “haciendo lo que hacían, han sabido reconvertirse y llegado al estrellato”.

Luego se dirá que son los futbolistas quienes tienen que dar ejemplo entre sus seguidores, que también, pero todo aquel que tiene una ventana al exterior con seguidores fieles, al margen de que sean miles, millones o incluso tan solo cinco, debe de medir sus palabras y actitudes, cuando además su programa tiene una vitola de rompedor, y al que todo el mundo se pega por ir.

Cada uno tiene que tener “su metro” para medir las consecuencias de sus actos, pero muchas veces, ese metro puede ser manipulado por lo que ve en la televisión, y lo que es más grave, admira. Más tarde, a hechos consumados, nos rasgaremos las vestiduras, y como mucho, al margen de poner en tela de juicio, la educación familiar, incluiremos a sus maestros, pero dejaremos al margen a esos medios que todos los días nos bombardean con publicidad y maneras de comportarse.

Convendrá siempre tener presente la célebre frase: “Aquellos barros trajeron  estos lodos”. Y no estamos hablando del tiempo atmosférico, sino de nuestro futuro, del de todos. 

*FOTO: DE LA RED


jueves, 12 de enero de 2017

¿FOTOGRAFIA A UNA D-GENERACIÓN?


Siempre se ha dicho que una fotografía vale por mil palabras, pero hoy, en este post, vamos a hacer al revés. Hablaremos sobre una auto-foto (selfie), o  incluso podríamos denominarlo “autorretrato”, que se ha hecho viral por Twitter, y como si fuéramos un Sherlock Holmes cualquiera, le haremos una especie de autopsia honoris causa.

¿La autora?

Una tal “Alyssa” (porque presumiblemente puede ser un apodo), de Nueva Orleans.

Muy importante el pie de la foto o, mejor dicho, el tweet o mensaje que explicaba la imagen (foto que acompaña a este texto), y que traduciéndolo libremente del americano, sería:

-Voy de cena, porque necesito una excusa para vestirlo.

Escrito el 23 de Diciembre pasado y se ha hecho mundialmente comentado por el desastre que se muestra en su habitación, y por el tipo de comentarios recibidos, que van desde “¡Por Dios! Mirad esa habitación. Rezo por quien se case contigo”, los que analizan cada objeto que está almacenado en el suelo, y hasta los que le preguntan “Si también necesitas una excusa para ordenar la habitación”.                                                                               

Pero quizás, si cabe, es mucho más clarificador de la manera de pensar de esta joven, el mensaje que da, en una de las líneas que acompañan a su “perfil”:

“… probablemente no estaré interesada a menos que tengas un doctorado”.

Antes, normalmente, cuando te sacabas, o dejabas que te sacaran, una foto, estaba en un contexto, una reunión, una cena, unas vacaciones (casi como prueba para que vieran que realmente estabas allí). Ahora, cuando la foto digital no cuesta nada, porque va en el importe del teléfono, el paisaje no importa, solo el egoísmo del yo.

No soporto cada vez que voy por la calle y veo a jovencitas que se paran, sin comprobar si a alguien le cortan el paso, por esa necesidad insoportable de sacarse un selfie, e inmediatamente, sin decirse nada entre ellas, automáticamente todas sacan morritos, levantan una mano para dejar alzados dos dedos, o incluso uno, y comienzan a contonearse mientras se ponen de perfil. Tengo la sensación de que me he perdido alguna señal, y estoy en la mitad de “una alfombra roja”, siendo yo la noticia al entrar con esas pintas de ser un hombre ¿normal, o anormal?

La joven en cuestión, Alyssa, en ningún momento había reparado en cómo tenía la habitación. Como se diría en mi pueblo, a lo mejor lo ocurrido le ha hecho “caer del guindo” del caos que le acompaña, y más que probable que no sea solo en su habitación. Aunque por aquello de piensa mal y acertarás, siguiendo con la aparente manera de pensar, y que la Tierra no gira alrededor del sol, sino de ella, está todavía más contenta, y las tomaduras de pelo recibidas, las ha transformado en envidia por parte de los opinantes.

Quizás todo tenga su origen en una mezcla de varios motivos:

-Esas ganas que todos tenemos, como padres, de que nuestros hijos no pasen por lo que nosotros pasamos, y se lo pongamos todo muy, muy fácil.
-Esa manera de entender la relación entre padres e hijos  y que se traduce en “somos amigos”.

-La manera que explican “qué es ser joven” especialmente en la televisión, y que en España tiene su mejor escuela en los ”realities” de la “Cadena Alegre”: culto al cuerpo, a las descalificaciones, al dinero fácil, al estudiar para qué, “y yo voy con la verdad por delante”.

De todas maneras, y tal como están las cosas, en cualquier momento recibiremos una foto de un amigo/a, que estando, por ejemplo, en París, nos diga: Junto a mi tiene la suerte de estar una tal Torre Eiffel.

Llevo dándole vueltas a este tema desde hace dos días, en cuanto me enteré del asunto, y quizás, como muchas veces, mi subconsciente en forma de sueño, ha hablado por mí esta noche:

Estaba, por lo que recuerdo, en un velatorio, y no sé por qué, ya que creía, durante el propio sueño, que no se debía de hacer porque lo veía irreverente y fuera de contexto, alguien tuvo la idea  de que nos sacáramos una foto, como dirían en una película con doblaje sudamericano, “con el finado”, cuando de pronto, el muerto saca morritos, se yergue mirando a la cámara y sonríe mientras levanta su brazo derecho con el signo de la victoria.

¿Increíble? Tan increíble me hubiera parecido hace menos de diez años, todo lo que está ocurriendo con ese culto al “yo” y al dinero fácil, frente a la cultura y a la honestidad.

¿Y el futuro va a depender de gente como aparenta ser Alyssa?...
Quizás no debiera haber hecho esa pregunta, porque no quiero saber la respuesta...

*FOTO: DE LA RED

 

miércoles, 1 de junio de 2016

JUNIO, EL TEOREMA DE LA VIDA, Y EL FUTURO SEGÚN DON IÑAKI


¡Ya estamos en Junio!, y como quien dice todavía tengo en la retina el no-vestido de Cristina Pedroche de la Nochevieja pasada que, por cierto, con lo complicado que tiene que ser ese tipo de vestidos para que con tan poca cosa poder tapar tanto, me da la impresión que sí este año es también la encargada de dar las campanadas, poco a poco ya tendrán que ir vistiéndole, o desvistiéndole, o vaya usted a saber qué.


Con lo rápido que va todo,  especialmente a medida que nos vamos haciendo mayores, se podría hacer una especie de Teorema en el que: La velocidad de la vida es directamente proporcional a la cantidad de años que el sujeto paciente, va acumulando.


En nuestro particular año de la marmota, ahora a los partidos políticos les ha dado por decir, especialmente al PSOE, que si es por ellos, no va a haber unas terceras elecciones. Será por el miedo de que se cumpla ese famoso “no hay dos sin tres”.


Debe ser la manera que tienen los políticos de decirnos “Lo siento mucho. Me he equivocado. No volverá a ocurrir ...” , por muy monárquico que nos pueda sonar, especialmente en boca de un socialista. Aunque el Señor Pedro Sánchez, y tras las palabras de un Iñaki Gabilondo como siempre “sembrao” en el que según "la promesa de Sánchez, describía un futuro en el que el Partido Socialista se abstendría para que Rajoy continuara en la poltrona, se ha desdicho, o ha dicho “digo” o “Diego”, o le han asesorado mal, o vaya usted a saber.



Por cierto, al oír las predicciones de Don Iñaki Gabilondo, este vecino, que mientras algunos tienen memoria fotográfica, él la tiene cinematográfica, se imaginaba un futuro cercano (posterior al 26 de Junio), muy parecido a los escenarios mostrados en “Blade runner”, oscuridad, lluvia y una sensación de sentirnos desangelados. Aunque esta sensación última, creo que ya nos acompaña desde hace mucho tiempo, con un frío además que en lugar de calarnos hasta los huesos, nos ha calado, a muchos, en nuestras cuentas corrientes, y que intentando tomarlo con humor, de corrientes ya solo tienen el nombre.


Mi padre siempre solía decir (creo que lo oyó en una película): La vida, que antes de empezar, termina. Pero el problema es que ahora no termina, sino que entre unos y otros "la ayudan a acabar", y que encima, te parezca muy, muy larga.


*FOTO: DE LA RED

viernes, 12 de febrero de 2016

AL DIOS DE LOS ROBOTS



He leído estos días lo tecnológicamente “pretty perfect”, como diría un cursi, que estamos logrando ser, consiguiendo, por ejemplo, que un nuevo robot  pulverice el récord para solucionar el cubo de Rubik con solo 0,887 segundos.

El día que necesite imperiosamente solucionar ese problema, el de Rubik, ya puedo estar tranquilo. Incluso a lo mejor, cualquier día de estos descubrimos que el resolver el problema del citado cubo es la llave a un mundo mejor...


Mientras, ya que por ahora no hay ningún impuesto sobre ello, y es de lo poco que se puede hacer en un periodo de crisis, me quedo pensando sobre esa noticia. ¿Eso es bueno? ¿Es importante? Realmente lo será. Pero quizás este vecino del mundo vería un avance en la ciencia, el día que un robot al leer, y comprender, un periódico, supiera distinguir las noticias positivas de las negativas, evaluara el panorama general, y como opinión sincera, si procediera, llorara,  y llorara amargamente además, mientras intenta desesperadamente desconectarse de un mundo que no le gustara nada.


Habremos adelantado en ciencia, en tecnología, y todo lo demás, el día que se diseñe un robot que aprecie los paseos matutinos, el andar por andar, el saborear el roce del viento sobre el panel de su cara. El dejarse llevar por el susurro de la naturaleza. Incluso, conseguiremos la vida artificial plena, el día en que un robot al leer que los muñecos de unos titiriteros han sido detenidos, y que estos, los titiriteros, ya no son considerados peligrosos porque no tienen los muñecos, se partan de risa y consideren seriamente si en realidad son tan perfectos al venir de las manos de gente con esa mentalidad.


Nosotros nos hemos criado en la creencia de que Dios está en todas partes, y que prácticamente cuando estás pensando y planteándote algo, Dios ya lo sabe, no sé si por redes sociales celestiales mandadas por tu ángel de la guarda, que actúa en este caso como chivato, o confidente, pero Dios ya lo sabe, en una especie de Gran Hermano y Dictador todo junto. 


Sin embargo, el Dios de los robots, sus creadores, o sea nosotros, tienen un nivel muy bajo de criterio, tanto como para meter en su purgatorio, o en su infierno particular a unos títeres, o incluso el llegar a pensar que un titiritero sin títeres no es peligroso, si es que antes lo fuera, porque el peligro lo debe de tener entonces la marioneta, lo cual a un robot filosófico tiene que hacerle plantearse lo triste y estrecha que es su existencia, con un Dios que piensa esas cosas. 


Eso, sin que el robot llegue a la conclusión todavía, de qué futuro le espera dedicándose a resolver cubos de Rubik. 

*FOTO: DE LA RED

miércoles, 9 de diciembre de 2015

ANTONIO, EL YERNO DE MARNIE


Al final, ¡qué pena!, que el Antonio y la Melania ya han disuelto su matrimonio, “han tarifado”, como dirían antes algunos de los cronistas del papel cuché. Y se resuelve todo, o se destroza todo, repartiendo sus pertenencias en un cincuenta por ciento, y el malagueño pasando por caja, eso dicen los entendidos, y dejando sesenta mil euros todos los meses a la hija de “Marnie, la ladrona”.


Por cierto, es curioso lo de esta película. En el inglés, o americano, original, era simplemente “Marnie”, pero, quizás, por aquello del machismo en el que estábamos sumergidos hasta el cuello a principios de los sesenta, una mujer, no podía ser solo un nombre, debía de ser señalada la propiedad o, algo aclaratorio de ella, y le toco “ladrona”, por cleptómana. Y, quizás, visto desde un lado un tanto romántico, por robarnos el corazón de la mayoría de los espectadores de esa película, e incluso de su director, al menos eso siempre se ha dicho.

Es como si ahora Doña Soraya, Sáenz de Santamaría, aunque pudiera representar a todo un presidente para que le partan la cara, mediáticamente hablando, en lugar de a él mismo, no pudiera ser solo Soraya, y le llamaran, por ejemplo, "Soraya, la segundona", o "Soraya, la futurible". En algo hemos cambiado.

Incluso, al Señor Presidente del Gobierno, se le pudiera aconsejar que dejara de perseguir hipsters para su causa, y vender su bajada de pantalones del otro día, en aquel encuentro entre cuatro, como de dar una oportunidad a las mujeres de este país

Puestos a vestir verdades con cosas que no son, por lo menos no hubiera estado muy lejano  a la realidad.

Y… volviendo a nuestro Antonio, al Banderas, esperemos que su futuro nuevo negocio, de ropa esta vez, le vaya viento en popa, porque va a tener que vender ropa, y mucha,  para esos sesenta mil euros que necesitará todos los meses, sino quiere que los abogados de Melania, como hombres del frac, pero a la americana, aparezcan en su futuro probable, reclamándole la manutención.

Por cierto, y bien mirado, en una España que las mujeres de cierto estatus en lugar de decir “sus labores”, como antiguamente muchas de ellas, sin comerlo ni beberlo, y mucho menos estudiarlo, se definen ahora como “diseñadoras”. Y sin embargo, Antonio, el Banderas, el bueno, y el malo, de muchas películas, ha tenido los arrestos, por no decir otra cosa, de hacer un “break”, tomarse un descanso, un respiro, y lo digo en americano, porque seguro que es más caro, y le cuesta más, para bajarse al fango del estudio y del esfuerzo, para aprender aquello, que entre otras muchas cosas, también quiere hacer. Y en eso, en España, tampoco estamos acostumbrados.

Una vez más, Antonio, que desde ahora, además del “Ex de la Griffith”,  también será “El de las sesenta mil del ala”, abriendo horizontes, y sin dobles, porque ésto es la vida real.


Al final, a los hombres también se les pone sambenitos. Quizás, por aquello de que la envidia iguala a todos.

*FOTO: DE LA RED

miércoles, 21 de octubre de 2015

REGRESO AL FUTURO A LA ESPAÑOLA



¿Qué os voy a contar?  Que este vecino del mundo está, por decirlo de una manera un tanto educada, un poco hasta el gorro de la eclosión, no hay otra expresión, que ha tenido hoy el hecho de que la fecha, 21 de Octubre del 2015, haya coincidido con el escenario que “Regreso al futuro” presentaba como “futuro”, según la pantalla que tenía el DeLoreac “maquillado” para la aventura. Y sin embargo, por la puerta de atrás, como a él, al Señor Rajoy, le hubiera gustado, se nos ha ido como de tapadillo, todo un Señor Presidente del Gobierno, en la última sesión de control de esta legislatura en la Cámara de los Diputados.

El destino nos ha alcanzado de lleno, y somos mucho más light de lo que pensábamos. Se han inventado muchas cosas en estos treinta años, entre otras la Red de Redes, y consecuentemente se surfea de otra manera, por internet. Pero lo que hacía el protagonista de la peli, con ese skate volador que incluso sería el orgullo de cualquier Supermán, solo puede ser emulado, aunque lo hiciera antes, en la Historia del Cine, por todo un Charlton Heston en el papel de Ben-Hur y su famosa cuadriga.

En el fondo, el mundo no ha cambiado tanto, solo que somos treinta años más viejos. Porque después de que nos caigan tantos años encima, el suceso no se puede salvar con palabras como “son daños colaterales". Y en el interín, quizás solo se ha salvado, y renovado en cierta manera, el mismísimo DeLorean, ya que como quien no quiere la cosa, tiene su versión musical, Delorean, un grupo, para más señas nacido en Zarautz, que triunfa más en el extranjero que en España.

Y este vecino del mundo, muy raro él, muy complicado él, se pregunta: ¿Dónde estaba Don Mariano Rajoy hace treinta años, y por qué los productores de la película de nuestra vida, no hicieron que se pasara como una de las protagonistas de la trilogía americana la mitad de esta, nuestra, película durmiendo? Quizás, nuestra vida al menos, hubiera sido menos dura.

Porque en esta película, “Regreso al Futuro a la española” nosotros, quizás como fallo de nuestro coche a la hora de regresar a donde estábamos, hemos retrocedido casi a los tiempos de Nefertiti y los trabajadores ya están a cinco minutos de ser esclavos.

Es curioso, y ningún guionista por muy de humor negro que fuera , nos hubiera pintado un futuro tan retrasado, tan “vintage”. Una palabra, que por cierto, no se usaba hace treinta años. Ni nadie se imaginó, tampoco, que los bancos hubieran armado la que armaron con su caída a los infiernos, y que, al final, nos han dejado los bolsillos más que rotos famélicos.

Quizás, como pasó con el actor Eric Stolz que llevando cinco semanas de rodaje en el papel protagonista de Marty McFly, el director, Robert Zemeckis, decidió cambiarlo porque no le gustaba el aire que le estaba dando a aquella comedia. Y aquí la posible comedia, por no tener protagonistas políticos de altura, ha derivado en un batiburrillo de mezcla de géneros (cine negro, de aventuras, thriller, comedia, drama) que solo lo hubiera podido salvar un Luis García Berlanga en el estado de gracia de “Todos a la cárcel”, pero que ya hace tiempo fue fichado por Dios y se supone que se encuentra en el más allá intentado darle a la cultura celestial, un tono de cierta calidad.

Y aquí, sin embargo, en la Tierra, estamos los que estamos, y en lugar de regresando al futuro, casi estamos con los monos del “2001: Una odisea en el espacio” o lo que viene siendo “caminando para atrás”.


Esperemos que los “guionistas” elegidos en las urnas el 20 de Diciembre, le den a nuestra historia a vivir, un poco de vida y esperanza, y los “héroes” elegidos, aunque no les gusten los toros, sí tengan un poco de vergüenza torera, y hagan lo mejor para nosotros, y no para ellos…

*FOTO: DE LA RED


lunes, 19 de octubre de 2015

EL SHANGRI-LA DE TUS RECUERDOS


En algún sitio leí que no se debe de volver al lugar en el que se fue feliz porque es la manera de comenzar a perderlo todo. Incluso, y ésto ya es de mi propia cosecha, a la felicidad le vienen bien los grandes espacios, y el paso del tiempo para aderezarlo con atrezo de nuestra propia cosecha. 

Prohibido primerísimos primeros planos, porque como mínimo las patas de gallo de los recuerdos nos hablarán de tiempos pretéritos donde el futuro se teñía de posibilidades, y el deseo aprendía a dar sus primeros pasos.

Quizás, el retorno puede ser como intentar leer el libro de nuestras vidas dos veces. Como Superman intentando que la tierra gire en dirección contraria para borrar la muerte de su amada. Y ninguna vida resiste a una segunda lectura, porque a buen seguro cambiará, y es más que probable que perderemos en el cambio, porque siempre gana la banca, aunque sea la del recuerdo.

El ayer está lleno de nidos de bonitos recuerdos dormidos o sonámbulos. Recuerdos con pedigrí, que si vuelves a Shangri-La, es más que probable que acabes con ellos. Porque los recuerdos son como camaleones de porcelana del ayer, que se depositan en cualquier lugar, se mimetizan con el paisaje, pero son más que eso. Y si vuelves al Shangri-La de tus recuerdos es más que probable que perezcan rotos en mil añicos (como bolas de un árbol navideño olvidado en el mismo momento de nacer) por las pisadas de la realidad.


Los recuerdos siempre merecen ser mirados desde el retrovisor de la vida, pero con la vista en la forja donde el futuro hecho cerámica  se hornea  y se convierte en mil formas de un siempre frágil presente. Ayudan a que el presente sea soportable, pero no se puede vivir de ellos, solo sirven de anestesia a un dolor que está en nuestro ADN, y que nos hace distinguir lo verdadero de los sueños.

*ILUSTRACIÓN: DE LA RED

martes, 26 de agosto de 2014

LOS GALLOS DE LA MADRUGADA


La vida será diferente cuando los gallos de la madrugada canten canciones de amor, cuando los semáforos proyecten corazones de colores y la nostalgia tenga vacuna.
El futuro será mejor cuando el  presente solo sea un regalo, y no el momento en el que estamos, y la música  pueda ser el eco de nuestros pensamientos.
La vida será otra cuando la pupila de tus ojos me sonría con la verdad por delante, cuando los cruces de caminos sean como queremos que sea el amor, de ida y vuelta.
El destino podrá cambiarse cuando todos tengamos un precio y no haya el suficiente dinero en el mundo para poder pagarlo.
Los deseos son utopías que se anhelan sin pensar, porque están en el ADN de nuestro ser, y engordan la salsa de nuestra vida.
Muchas veces buscamos respuestas que no queremos conocer, porque nunca nos ha interesado la verdad sino tener una coartada para nuestras explicaciones.
La vida será diferente cuando los gallos de la madrugada no distingan el día de la noche, porque la diferencia de colores nos dé igual si están sobre nuestra piel, y no en nuestra alma. Porque las almas son blancas y el uso las ensucia.
El futuro será mejor cuando los niños nazcan riendo, porque hay que desterrar los lamentos con caminos de bondad y raciocinio.
Siempre será el primer día del resto de tu vida, y merece la pena olvidar, porque nuestros recuerdos no tienen que ser el comienzo de nuestro fin, sino el principio de nuestro edén particular. No hay mejor viaje que aquel que es hacia dentro, con billete de ida y vuelta, porque nuestro principio y fin es regresar a nuestra esencia, que la perdimos desde el momento en que nacimos.
Muchas veces buscamos respuestas por el mero hecho de seguir hacia adelante, sin saber que quizás ya hemos dejado atrás la estación para la que nacimos. Porque tan importante es saber comenzar nuestro viaje como terminarlo, y saber reconocer el inequívoco canto de nuestros gallos en la madrugada de la vida.

*FOTO: DE LA RED

sábado, 3 de agosto de 2013

LA COSECHA DEL FMI

Aunque las escenas veraniegas parece que en cierta manera adormecen al que está en el papel de veraneante, las expectativas del futuro cercano son más bien, no grises, sino negras como una noche sin luna.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) que lleva un tiempo actuando como un maestro empeñado en reformar la conducta del españolito medio, se descuelga ahora con unas declaraciones en las que pide que en España se bajen los sueldos un diez por ciento. Por otro lado, y para “ayudar” a que el negro futuro del currito medio desgraciadamente se afiance, hoy ha subido la la luz un 3,2 por ciento, y desde Enero acumula ya una subida del ocho por ciento.
Este vecino del mundo está cansado de comprobar que cada vez que se hacen consultas televisivas a diferentes colectivos, como por ejemplo el hotelero, siempre se acaba “acusando” al ciudadano nativo de no gastarse los cuartos para que ese gremio no sufra las consecuencias de la crisis.
No hace falta ser licenciado en económicas, para comprobar que algo no casa. Si la solución de la crisis pasa por el aumento del consumo, que me expliquen cómo vamos a “ayudar” en eso, cuando cada vez se va a hacer más difícil llegar a fin de mes.
Hace un tiempo se anunciaba el aumento de negocios especializados en reparaciones de electrodomésticos, y es que no hace falta ser futurólogo para saber que dentro de un tiempo no vamos a poder sustituir un electrodoméstico estropeado con otro nuevo.
Se va a dar el caso que por muchos nuevos inventos que el futuro nos depare, solo los vamos a poder “saborear” por la televisión. Eso, si nuestro televisor, comprado durante la época de vacas gordas, todavía funciona. O también se volverán a dar escenas recreadas en las películas españolas de comienzo de los sesenta, en las que el vecino más pudiente de la comunidad invitaba a los demás a ver la televisión por la noche. Dentro de lo malo, sería una manera de volver a crear lazos, entre personas que cada vez más tienden a la vida en solitario.
En mi pueblo, y me imagino que en el vuestro también, siempre se ha empleado esa gran sentencia, con origen claramente agrícola, pero que se puede aplicar a todo, y que dice: “donde no hay mata, no hay patata”, que para que los del FMI lo entiendan, sería algo así como “si el pueblo no tiene un euro, solo harán compras los del FMI, banqueros y políticos", que, a lo mejor, es lo que realmente quieren, aunque tendrán que meter horas extras gastando, para reactivar ellos solos la economía. Y a eso, a lo de “meter horas extras”, seguro que no están acostumbrados, un verdadero despropósito.

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jueves, 20 de junio de 2013

FORMULISMO EN VENA

Ya en la Biblia se hablaba de la época de las vacas gordas y de las vacas flacas, pero como consecuencia de esta cruda crisis todos nos hemos dado cuenta de cómo la clase política actual está inventando un nuevo diccionario para hablar de las cosas de siempre pero con nuevas palabras y así lograr que cambie todo en “apariencia”.
Sin embargo, mientras todo lo anterior es obvio, aparentemente nadie parece reparar en un conjunto de frases hechas que parecen formar parte de las buenas maneras y de lo políticamente correcto. La sociedad actual está llena de formalismos, de frases repletas de lo que es políticamente correcto, y sin embargo, de poca sinceridad.
Según fuentes generalmente bien informadas..”, dónde estudian esas fuentes, cómo se decide que sean oficiales o no.
Frases como “Nos hemos separado de mutuo acuerdo”, ´”Más que padres, nosotros somos amigos de nuestros hijos” se han convertido en moneda de cuño habitual, y que te permiten acercarte a un tema que por lo demás se podría convertir en bastante cruel, pero que daría bastante luz sobre lo que fueron los verdaderos orígenes de un problema que fue a la postre lo que causó ésta o aquella consecuencia.
Parejas de famosos que hasta ayer se querían como el primer día, en cuanto se separan se llevan a la gresca durante meses y meses hasta que por arte de birlibirloque, alcanzan un acuerdo económico, y en ese momento, dónde dije “digo”, digo “diego”, y “por lamentables circunstancias lo nuestro no pudo ser, pero ahora lo importante es la vida de nuestros hijos, y que crezcan felices con uno y con el otro, y ambos hemos decidido ceder por el bien de ellos, porque lo importante es “su” futuro”.
Cuántos personajes famosos o no, se han muerto bajo el mismo epígrafe, “tras una larga y penosa enfermedad”, por no decir que han sufrido un cáncer, o el famoso “su familia no le olvida”, cuando en realidad, a lo mejor lo que hubieran querido decir es que “su familia no le puede olvidar, por lo mala persona que fue y la cantidad de deudas que les ha dejado, y que se van a tener que pasar media vida trabajando en su memoria”.
A este vecino del mundo, y utilizando otro formulismo que en plena crisis parece cambiar de significado, ante todo lo anterior dos dudas le embargan:
-¿Por el mero hecho de haber fallecido, hay que perdonar a una persona?
-¿Se pueden considerar, algunas veces, los formulismos descritos anteriormente, como mentiras piadosas, o simplemente es otra manera más de refugiarse en lo políticamente correcto para barnizar nuestros pequeños o grandes pecados?

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