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martes, 9 de febrero de 2021

GATOS DISFRAZADOS...

 

El asunto tiene hasta su gracia. Una de las cosas que más echo de menos durante esta pandemia, es el poder salir a la calle de madrugada. La gracia viene porque en la normalidad que se suponía iba a durar toda la eternidad, no lo hacía nunca. No soy un gato disfrazado de “vecino común”, pero ya se sabe, basta que no lo puedas hacer ahora…

Lo mismo deben de pensar todos esos, y esas, claro, que un día si y el otro también, aparecen en la madrugada de un informativo, detenidos en cualquier recinto disfrazado de “garito de tres al cuarto” pagando una pasta, además, por intentar jugársela a la autoridad competente.

Cada vez que ésto ocurre, que detienen a usos cuantos desaforados y “malvecinos” por llenar cualquier “armario destartalado”, pagando además, con premeditación  y alevosía, no puedo evitar pensar en esos chistes, que siempre me han parecido tan estrambóticos, de “Estaban cien mil chinos en una cabina telefónica, y al recibir otro gol, el portero de uno de los equipos se queja amargamente diciendo: -Claro, es que me dejáis solo.

En el día a día a estos individuos no sé si les ha dejado solos la cordura, pero sí, están llenos de un egoísmo exacerbado. Fríamente, les trae al pairo hasta la posibilidad de poder contagiar a sus más íntimos. Porque se supone, que en el mejor de los casos, todavía les quedará de eso: “familia”.

Y es que hay cosas que no las puede arreglar nunca ningún “lo siento”, aunque después se vista de lacrimógeno, trágico o de mil excusas cada cual más descabellada que la anterior.

Todo acto tiene su repercusión, y tras cualquier decisión sólo se abre un camino de ida, nunca de vuelta. Y por supuesto, en ningún caso la juventud debe de ser sinónimo de estulticia, sino de esperanza.

*FOTO: DE LA RED

sábado, 3 de marzo de 2018

ARANTXA Y SU RANA



Esta semana de más de lo mismo, como casi todas las semanas, que los independentistas catalanes siguen discutiendo si son galgos o podencos, pero, eso sí, con sangre catalana, y de que los del partido del gobierno quieren hacer mil piruetas comenzando con un presunto bono por 100 euros a los mayores de ochenta años, para no hacer nada, quizás la noticia que ha brillado con luz propia, es el descubrimiento, y no va con coña, de lo mal que le van las cosas a Doña Arantxa Sánchez Vicario.

Que aquel por el que rompió con su familia, en una variante de los cuentos de toda la vida, de paladín de su honor ha trasmutado en rana ahora. Y también se ha conocido, al final todo se sabe, que lo de la familia Sánchez Vicario no eran meras sospechas de un presunto, dependiendo de quién opinara, cuñado-yerno ladino, sino conclusiones tras arduos seguimientos con detectives privados.

En una época, como la presente, en la que solo te queda refugiarte en lo familiar, porque fuera caen chuzos de punta, a la pequeña de los Vicario no le ha quedado más remedio que llamar a la puerta familiar, para oír en primer lugar ese “Si ya te lo decíamos nosotros…”.

De todas maneras, en nuestro mundo, en el mundo de los mortales, las cosas no son de la misma manera. Dos personas, el hasta ahora matrimonio, que se supone no tienen ahora un chavo conocido, más el seguimiento del Banco de Luxemburgo que les acusa de un presunta deuda de 7,5 millones de euros, en nuestro mundo no podrían seguir viviendo de la manera que presuntamente lo hacen. Más que nada por coherencia en el relato.

Todo eso me recuerda el peculiar punto de vista de mi madre, que cada vez que se veía en televisión, o en cualquier revista del cotilleo, un chalet de esos que quitan el hipo, que ahora a todo el mundo le ha dado por denominarlos como “casoplón”, ella siempre decía “Quita, quita, lo que tiene que costar ordenar y limpiar todo eso”.

Pues eso, que Arantxa Sánchez Vicario siempre me ha caído muy bien, y la he considerado como una luchadora dentro y fuera de las pistas, pero que este vecino del mundo con decir la última palabra, “Sí, cariño”, en su casa (nada de casoplón) y de La Nuri, tiene más que suficiente. Y de la resolución de los problemas de Arantxa, seguro que ya me enteraré cuando escriba el próximo libro de sus memorias. Memorias que al parecer nunca tenemos los pobres, al menos no las podemos publicar...

*FOTO: DE LA RED



sábado, 22 de julio de 2017

CRISTINA CIFUENTES Y LAS VACACIONES.


De las muchas noticias que han aparecido esta semana en los medios de comunicación, hay una que me ha calado hondamente, porque me ha removido vivencias de momentos importantes en mi vida, especialmente porque atañen a mi bolsillo, y a mi condición ya como jubilado.

Lo de Cristina Cifuentes, y la “noticia” de no cogerse vacaciones ahora, es, como diría cualquier partido político, de izquierdas, centro, o derecha, puro populismo. Y me recuerda a la empresa con la que he estado ligado muchos años, hasta que ellos quisieron.

Ellos, mis jefazos, se llenaban la boca de “este año no creo que pueda coger vacaciones” y,  sin embargo, se iban a “ferias” para promocionar “su” empresa, durante dos o tres semanas, de las que venían sospechosamente morenos.

Esa “publicidad”, “no poder coger vacaciones”, junto con “esta empresa es como una familia” que se dejaban deslizar durante algunas cenas de empleados, era caldo más que de cultivo para intentar crear “mala conciencia” a la hora de decir que “tú te ibas de vacaciones”.
Pero la naturaleza es sabia, y cuando empezaron a ir mal las cosas, se demostró que si la empresa era como una familia, había, como mínimo, dos tipos de hijos.

Por eso lo de Cristina Cifuentes me ha revuelto el estómago, y más  cuando, y voy a contar cosas de mi vida, que nunca acostumbro a desvelar “hoy es el día que la empresa a la que pertenecí tiene cuentas pendientes con la Seguridad Social sobre mí, y están afectando al importe de mi jubilación".

Siempre se ha dicho que los vascos somos gente de palabra, y ellos firmaron, además, un contrato, como ya he mencionado, con la Seguridad Social, que deberían respetar, como yo he respetado siempre con un silencio de muertos (que por cierto, nadie me lo pidió), especialmente en este blog, el nombre, y los usos y costumbres de esa empresa.

Ya para terminar, lo de Cristina Cifuentes y su  declaración de “no voy a coger vacaciones en verano” también me ha recordado a Luis Miguel Dominguín, cuando contó a sus amigos, y se enteró toda España, de que se había acostado con Ava Gardner, porque lo importante no era haberlo hecho, sino contarlo.


Sí, Señora Cifuentes, porque, ya puestos, debería de contar también otros privilegios que tiene usted, y a los que no renuncia ni alardea de ello, entre otros, me imagino, el poder irse de vacaciones en otra época del año. Además, no dejar por unas semanas tan solo, un trabajo del que, según sus propias palabras, “disfruta”,  no es para ponerse una medalla, aunque seguro que usted dice que no lo ha hecho, sino para hacérselo mirar, porque quizás, como mínimo, lo suyo sea puro egoísmo.

*FOTO: DE LA RED 
 IDEA Y REALIZACIÓN TRUCAJE: F.E. PEREZ RUIZ-POVEDA

viernes, 17 de marzo de 2017

AÍDA NÍZAR, SEÑORA O SEÑORITA



Antes de nada, y dirigiéndome directamente a todos mis seguidores más fervientes, decirles que de lo que hoy voy a hablar, en realidad no me apetece nada, especialmente por ser quien es. Sin embargo este vecino del mundo va a hacer un esfuerzo porque dejar que, en este caso, una “individua”, campe a sus anchas, sin remarcar lo que hace, por cansino, o porque ya, desde hace mucho tiempo, forma parte de nuestro panorama televisivo, es darle una especie de patente de corso que no se lo merece.

Hablo de Aída Nízar, , esa, primero, concursante de un Gran Hermano, en su época de “experimento sociológico” que nos apareció con ínfulas de tele-predicadora, procedente lejanamente, según ella se encargó de que rodara el bulo, de las huestes de un importante partido político de nuestro país. 

Aunque no resistió la primera nominación, nunca lo hace, y se tuvo que ir por dónde vino, la Señorita Nízar se dio cuenta del nicho que había en una televisión con tendencia al espectáculo, aunque sea lamentable, y en la que no importa la verdad, sino gritar más que nadie, y ser diferente aunque sea impresentable. Y poco a poco, se fue introduciendo en el “Canal Alegre”, pero, ¡ojo!, no sólo ella, sino su familia, a modo de un "spin off" muy singular.

Lo triste, y nunca mejor dicho, es que aquellos tibios lodos, trajeron estos barros, y la Aída Nízar a la que se llama este año, y anteriormente en Supervivientes, es ya una marca usada cuando un programa está más dormido que las cuatro de la tarde en época veraniega.

La Señora o Señorita Nízar, por aquello de no querer de ningún modo ofenderla, es una especie de eco papal, hablando siempre en tercera persona, que no necesita megafonía ni nadie que le ceda la palabra, porque a la primera que puede, la secuestra.

Este vecino recuerda que tan solo hace una o dos semanas, el hermano de otra de las concursantes, se quejaba amargamente al presentador del evento, Jordi González, de que “no todo vale”. Y ante la extrañeza de muchos, entre los que me incluyo, le respondió, en mi opinión echándole mucha cara, que qué puede hacer él.

Entre otras cosas, y en nombre del programa, no haberle metido por la retaguardia, o como se diría en mi pueblo, “por cojones” una segunda vez bajo la manga ancha llamada “repesca”, con una clarísima licencia para matar, haciendo caso omiso,  por parte de la cadena, de la cantidad de dinero que muchos se gastaron, para intentar olvidarla.

Aída Nízar, Señora o Señorita, delicatessen o fast food, es la prueba andante de que muchas mentiras repetidas muy alto y frecuentemente, cunden a cierto sector que sigue rellenando el paisaje y el contenido de otros programas de la citada factoría disfrazada de canal televisivo.

Lo de estos días, y los seguidores del programa lo tienen que admitir “al pie de la letra", se ha convertido, y no se puede decir de otra manera, en una auténtica MIERDA (defecando en el suelo de los servicios). 

Es el ejemplo fácil de un dinero, no diría que ganado fácilmente ya que la “show-woman” (siendo  muy caritativo con ella) no para en ningún momento en que la cámara no solo le apunta, sino que le perfora hasta sacar un primer plano de sus entrañas y de su mala baba.

El problema viene cuando se apagan las luces del espectáculo, siempre lamentable, aunque suba el share en prime time, y se plantee tanto ella, Aída Nízar, Señora o Señorita, reo o verdugo, como la opinión en general, dónde “aparcarla”, esperemos, aunque no será así, para siempre. Ese famosa pregunta que en un momento dado todos nos hacemos: ¿Qué hacer con mi vida?

Este vecino del mundo no dudaría en dejarla, a Aída persona/personaje, en un cementerio nuclear, por aquello de su toxicidad infinita, pero seguro que tras otro tiempo en que descansen sus armas del insulto fácil y a cualquier precio, la misma Cadena Alegre, seguirá llamándola como faena de aliño en cualquiera de sus programas antes de retirarlo y dar con ello la razón a toda la gente crítica, cada vez más, con un medio, que para entretener, hace mucho tiempo que cogió el camino más zafio posible.


Personalmente este vecino del mundo, y siguiendo las últimas fechorías del personaje, ha cogido una foto de ella, y tras fracturarla en mil pedazos, los ha sumergido, y hecho desaparecer bajo una catarata de agua fresca. Ya sólo queda el eco de una bomba…

*FOTO: DE LA RED

miércoles, 1 de marzo de 2017

LA CEREMONIA DE LA CONFUSIÓN EN PRIME TIME


Puede que incluso para los que me sigan desde hace mucho tiempo, hoy pueda sonar a carca, derechón, aguafiestas, tele-predicador, o todo junto, pero si algo practico siempre es el decir lo que siento, y últimamente, en los medios de comunicación, especialmente en algunas cadenas de televisión, estamos asistiendo a la ceremonia de la confusión.

Se predica una cosa,  y por otro, se hace la contraria. 

Por un lado, se crean una serie de programas antibullying,  cosa que a este vecino le parece genial, y por otra, el mismo grupo, en otra cadena , el Canal Alegre (bautizado así por este vecino del mundo en contraposición a las lindezas que suelta a su competencia) lleva una política de realities, y de programas pseudo-informativo-shows, en los que claramente se practica la antropofagia cultu-sentimental, cercenando todo rasgo empático, y con odas a la tableta de chocolate física en los hombres, y al carácter “poligonero” en las mujeres. Con, además, colaboradores que tienen a gala no haber leído un libro en su vida, y sin embargo se permiten la ligereza de declarar y vender libros que se supone han escrito ell@s.

El Canal triste, bautizado así por la cadena anterior, también tiene lo suyo, y además, ha originado la gota de agua que ha colmado el vaso de este vecino del mundo.

"El Hormiguero" lleva mucho tiempo, dando una de cal y veinticuatro de arena, dándoselas de modernos, y que muchas veces lo son, estando a la vanguardia en muchos asuntos, y otras haciendo lo contrario de lo que predican con, por ejemplo, entrevista, gracieta, y un baño de pompas y bombo, a una Isabel Pantoja, que solo se “suelta” cuando ya tiene el campo en el que quiere convencer y vencer, acordonado y libre de todo tipo de minas dialécticas en contra, pero peca al creer que la audiencia tiene memoria de pez.

Lo de ayer, la entrevista-programa con Ernesto Sevilla y Pablo Chiapella fue una oda a la insensatez, a charla de bar a partir de la tercera copa, y concurso de comprobar quién la tiene más grande, en este caso, la broma, bromazo o falta de educación para con los demás.

No está el patio para dar cursos, cursillos o master-class, bajo la premisa, no dicha pero pensada por la mayoría, de que “haciendo lo que hacían, han sabido reconvertirse y llegado al estrellato”.

Luego se dirá que son los futbolistas quienes tienen que dar ejemplo entre sus seguidores, que también, pero todo aquel que tiene una ventana al exterior con seguidores fieles, al margen de que sean miles, millones o incluso tan solo cinco, debe de medir sus palabras y actitudes, cuando además su programa tiene una vitola de rompedor, y al que todo el mundo se pega por ir.

Cada uno tiene que tener “su metro” para medir las consecuencias de sus actos, pero muchas veces, ese metro puede ser manipulado por lo que ve en la televisión, y lo que es más grave, admira. Más tarde, a hechos consumados, nos rasgaremos las vestiduras, y como mucho, al margen de poner en tela de juicio, la educación familiar, incluiremos a sus maestros, pero dejaremos al margen a esos medios que todos los días nos bombardean con publicidad y maneras de comportarse.

Convendrá siempre tener presente la célebre frase: “Aquellos barros trajeron  estos lodos”. Y no estamos hablando del tiempo atmosférico, sino de nuestro futuro, del de todos. 

*FOTO: DE LA RED


sábado, 24 de diciembre de 2016

SOBREVIVIENDO A LA NOCHEBUENA, QUE NO ES POCO...


En apenas hora y media, la mayoría de las fachadas de nuestras casas irán denotando, a través de sus ventanas, primero iluminaciones variopintas, y más tarde ir y venir de siluetas, primero en actitudes serenas y luego, seguramente, siluetas entremezcladas difíciles de contar desde la distancia y, en ese momento, desde esa misma distancia, más fáciles de oír.

 Ya La Navidad es un hecho. Si sabes algún villancico, quizás es el único día en que se pueda cantar si está dedicado a la Nochebuena, por aquello de la coherencia. Y mañana, ese tan famoso, del 25 de Diciembre, fum, fum, fum.

Una sugerencia, no intentar escudriñar en la letra de la mayoría de los villancicos, porque no hay ningún mensaje encriptado, y a simple vista, u oído, tampoco. Luego seremos los que pediremos coherencia y buenos mensajes en las canciones de moda, cuando hemos mamado, así es, sin paños calientes, de canciones populares, todo lo entrañables que queramos, pero más simples que el encefalograma de cualquier Pequeño Nicolás de turno.

Además ese villancico, sea cual sea, nos servirá, es muy probable, para intentar acallar al familiar de turno que te está produciendo, primero un leve dolor de cabeza, y luego ya, sin tapujos, un ataque de nervios; ya que te pongas donde te pongas en la mesa navideña, siempre te va a tocar a ti el más pesadito

Estos últimos días, tanto en las redes sociales, como en los programas de radio, a este vecino del mundo le ha aparecido entrever una descarada campaña en contra del “cuñao”. Pero ten en cuenta, que tú también es más que probable que si ahora todavía no lo eres, en un futuro próximo serás cuñado, o cuñada. El problema quizás radica en que la familia no se elige, te viene dada. Serían los amigos, que en un argot político serían tus representantes legales para lo bueno o para lo malo, ya que son los elegidos libremente por nosotros. Y lo que es más, si quieres acercarte un poco  a tu yo, visto desde fuera, analiza a los amigos que tienes, dirán mucho de ti.

Si La Nochevieja es el momento de las estadísticas, y de los nuevos propósitos, para el año que comienza, la Nochebuena, hoy, es un día más cercano a la piel y al corazón, a los sentimientos, a los recuerdos, a tu niñez. Y a darte cuenta, como siempre, que la imagen que te venden de este día: noche entrañable nevada, y con ojos llorosos de recuerdos y sorpresas de última hora, la mayoría de las veces no concuerda con la realidad. Y especialmente, al día después en que, seamos serios, tienes un pensamiento más cercano al: He sobrevivido a la Nochebuena, a esa chuleta, que ya era la tercera,  y nunca la tenía que haber comido, y a ese familiar plasta que siempre me toca a mí.

Y quizás para la próxima cena, ya te armes de valor y vayas directamente como siempre has querido ir: Con un salvavidas al cuello, por aquello de disfruta, pero seguro. No sea que esa familia que parece tan sólida y cuerda, se convierta en un nuevo Titanic, y a ti, siempre a ti, te confundan con un componente de la orquesta, y te exijan quedarte hasta el final. Porque la lotería ni te ha tocado, ni te va a tocar, pero los malos momentos…


Por cierto, y ya para terminar, una sugerencia: Mejor si el Rey, en su próximo discurso, lo lee en tercera persona, pero disfrazado de la criada que encarnaba Gracia Morales, y diciendo: El señorito dice ...
Sonaría a más verdad, por lo menos para algunos, y sería una buena estrategia comercial, como muchas cosas en este país, para vender el producto.
FOTO: F.E. PÉREZ RUIZ-POVEDA

viernes, 2 de septiembre de 2016

CHIVATA DE SÍ MISMA



En estos días en que todo se centra, a nivel nacional, en si por fin hay "fumata blanca" para conseguir un nuevo gobierno, ha pasado de puntillas, y no se le ha dado la trascendencia que al menos este vecino del mundo estima que tiene, especialmente para la mujer, una noticia que nos viene desde Alemania.


Este pasado lunes el ministro de Justicia alemán hizo saber que “Alemania promulgará una ley (ya se ha aprobado el proyecto de ley este mismo miércoles), que obliga a las mujeres a confesar a su cónyuge, si éste refuta su paternidad, el nombre del padre biológico de un hijo nacido de una relación extra-conyugal con la finalidad de que éste (el padre biológico) contribuya a los gastos de manutención del niño”.


El texto del proyecto de ley establece que la mujer tendrá la obligación, ante el falso padre, de revelar con quién ha tenido relaciones sexuales en el tiempo en que pudo producirse la concepción.


Y ahora viene para este vecino del mundo, uno de los mejores/peores momentos de esta disparatada ley. Una vez que se compruebe la identidad del verdadero padre, quien haya pagado la manutención podría exigir que se le repongan los gastos, pero solo a partir del momento en que tuvo dudas sobre su paternidad y empezó el proceso de impugnación. 


Lo que vendría a ser, y este vecino ante tanta indignación se lo toma a broma, una especie de subvención a la cornamentaSi yo fuera mujer alemana, que obviamente ni lo soy ni lo seré, inmediatamente pediría otra subvención para cuando el marido le sea infiel.


Siguiendo con esa ley, y siendo padre biológico, también se me ocurre que el falso padre debería de devolver el equivalente monetario a los momentos felices que ha pasado con esa criatura, para restituírlo, en cierta manera, al padre biológico, por un cariño del que no ha podido disfrutar nunca.


La Ministra de Familia, Manuela Schwesig, valorando el proyecto de su compañero de gobierno, Heiko Maas, Ministro de Justicia,  ha dicho que, aunque es difícil reglamentar jurídicamente este tipo de asuntos familiares, se debe poner fin a los vacíos jurídicos.


La primera sensación que tiene este vecino del mundo, y si ésto, por decirlo de alguna manera, “se consagra”, lo veremos en muchos países, es que ahora en Alemania están intentando peinar al viento.


También me parece curioso que en un país liderado por una mujer, Angela Merkel, a ésta, al menos no ha trascendido, sus ojos no se le hayan vuelto chiribitas.


Cada vez lo comprende menos este vecino del mundo. En una sociedad actual, que se supone más abierta y mejor formada que nunca, se permiten cosas atroces, como ésta. Y, ¡ojo!, tan atroz es ésto, como que en otros lugares no se permita  bañarse en las playas (las piscinas al ser privadas pueden ser objeto de normas) a la gente vestida como quiera, sea por su propia comodidad como por sus creencias, a pesar de que luego en esos mismos países de procedencia, no se ejerza la misma libertad que se pide cuando ellos son extranjeros.


Refiriéndome otra vez a las palabras de la Ministra de Familia aduciendo que se intenta llenar un vacío jurídico, habría que advertirla que a lo mejor no es un vacío jurídico, y sí un agujero negro, y una vez entrados en él desaparecemos todos.


Se empieza por tener que decir con quién te acuestas, y se termina obligando a desvelar todo tipo de pensamientos de cada segundo del día. En todo caso lo justo sería que él confesara también con quién se acostaba, si lo hacía, porque a lo mejor la mujer se sentía, por ejemplo, desatendida, puestos a suponer.


Y lo triste de todo ésto, es que en realidad se le da primacía a lo crematístico frente a los sentimientos, tanto pasados como presentes.


Por esa regla de tres que se nos presenta en esa futura ley, también una mujer podría pedir, como ya sugerido anteriormente, una compensación cuando le pilla a su marido con otra, y si hasta ahora ha sido un matrimonio tradicional, llevando ella los quehaceres del hogar, que se traduzca en dinero  todos los trabajos que ella ha realizado en casa, y él no.


Esa futura ley supondrá, en cierta manera, obligar, entre otras cosas, a declarar los más íntimos deseos. Y lo íntimo, al menos este vecino así piensa, debe de seguir quedando para uno mismo, no destrozado por miradas ajenas, y mucho menos traducido a unas meras monedas.


Por cierto, ¿alguien se ha puesto a pensar en Alemania, las repercusiones que esas confesiones exigidas mediante ley, pueden tener en la seguridad de la chivata de sí misma? Puede ser como echarle gasolina al fuego del maltrato conyugal. 



Si Alemania va a la cabeza de Europa, como parece que así se considera, y poco a poco les vamos siguiendo todos en “usos y costumbres”, a lo mejor, y si lo miramos desde la distancia, que es como mejor se ve cualquier asunto, vamos a ser corderos que seguimos al macho alfa, que en este momento está dando un paso al frente, y ante él solo hay un vacío en el acantilado de la necedad.


Quizás, y ésto sí que debe de llevar a la reflexión, lo que algunos países lo pueden hacer por la religión, otros lo van a hacer, simple y llanamente, por el euro.


*FOTO: DE LA RED

jueves, 7 de mayo de 2015

AITOR MAZO, AMIGO HONORIS CAUSA



Me acabo de enterar, y no daba crédito, de la muerte del actor Aitor Mazo.

No, no le conocía personalmente, pero Aitor era una de esas personas a las que siempre he considerado como amigo Honoris Causa.

Ser amigo honoris causa no es ser una eminencia en nada, sino ser una de esas personas que siendo conocidas a nivel público, sientes por él algo que trasciende a lo general y te ha llegado a lo más íntimo. Podrías decir, sin mentir, que es de tu familia. Y Aitor Mazo es uno, de los pocos, Honoris Causa, como me ocurría con Álex Angulo.  Y en menos de un año se nos han ido los dos. ¡Qué injusta es la vida, y la muerte!.


El Señor Aitor Mazo no ha sido de papeles protagonistas, sino que incluso con breves apariciones dejaba su impronta como lo hizo en “15 años y un día”, de Gracia Querejeta, en la que con su breve aparición como el vecino con perro, sugería mucho más de lo que tenía en el texto.
Que le conozcan como el cura de “Ocho apellidos vascos” quizás es un poco injusto, por su papel de aparente pequeñez, en comparación con la amplitud de la misma trayectoria de su carrera. Pero quien conozca el día a día de los vascos, su retrato de cura de derechas de toda la vida, es una composición redonda, una extraña mezcla de humor y cariño.

Este vecino se comenzó a fijar en él, y ya entonces llevaba años en el negocio de los cómicos, al ser uno de los presentadores de un programa de varias autonomías, llamado “Olé tus vídeos”, con vídeos mandados por los televidentes, y entre sus compañeros recuerdo que también estaba Ximo Rovira.

Si algo tiene Aitor Mazo, porque todavía su muerte se antoja como imposible, es algo clave en la figura de un actor: verdad, y humanidad. Lo mismo ha encarnado personajes buenos, como malos, pero una característica suya ha sido llenarlos de mucha coña. Dotado de un físico imponente, en cuanto a aparente envergadura, en cualquier momento pudo ser acusado de ladrón, porque escena en la que aparecía, escena que robaba con indiscutible facilidad.

También ha intervenido en otros éxitos cinematográficos del cine español como “Airbag”, y “La comunidad”. Como bilbaíno de nacimiento, el cine vasco tampoco le ha sido ajeno, siendo además por esas cosas que tiene el destino, su primera película (“Lauaxeta”) y la última “Lasa y Zabala” de su filmografía.

El bueno de Aitor Mazo siempre ha servido para dar empaque a un proyecto, ya que al leer su nombre en los créditos, te daba sensación de seguridad. Esa misma seguridad que hemos perdido hoy al enterarnos de su fallecimiento.

Este vecino del mundo no sabe si es verdad eso de que siempre se van los mejores, porque al final nos iremos todos, pero al menos, y desde un punto egoísta, el Señor Aitor Mazo ha sido muy importante. Lo dicho, un amigo Honoris Causa que hoy se ha doctorado en eternidad, una historia por la que ha fichado para siempre, o para nunca.


Descanse en paz Don Aitor Mazo. Siempre te recordaremos con mucho, mucho, cariño, el mismo que has depositado en cada uno de tus trabajos.


*FOTO: DE LA RED

sábado, 4 de abril de 2015

LA PEQUEÑEZ DEL SÁBADO SANTO, O LA GRANDEZA DEL MINUTO DE GLORIA



Hoy, el denominado Sábado Santo, es uno de esos días que está no por sí mismo, sino apoyando a otros de su familia pero más famosos, como el Jueves y el Viernes Santo, y para culminar con el Domingo de Resurrección.

Lo que en la vida corriente denominamos famosos por familia: como, por ejemplo, la saga de los Iglesias, y con ello este vecino no quiere hacer un chiste entre los días anteriores, y que además pertenecen a la Iglesia. Sino que los hijos de la Familia Iglesias – Presley han sido tocados por la barita de la suerte, y mejor para ellos. Ya en sí es una suerte que te paguen un riñón por anunciar unos bombones de chocolate, cuando el común de los mortales tiene que pagar por ellos. O por anunciar unas baldosas, que antes las baldosas eran eso, baldosas, y ahora tienen pedigrí.

Como se suele decir hay quien nace con estrella, y luego quienes nacemos estrellados. Que somos los sábados santos, que estamos porque tenemos que consumir y para que nos consuman, naturalmente.

Como este vecino del mundo hace mucho tiempo que asumió su papel, pero no por eso se conforma, sí tuvo claro desde el principio que si él no es su mejor amigo…, mal andamos. Por eso en lugar de dar trabajo a psicólogos y similares, cada día que siente que tiene que andar con cuidado, más que nada para no pisarse la moral, no se encarga de buscar a otros que están peor que él, sino al contrario, busca ejemplos a los que la vida aunque sea en una décima de segundo les ha sonreído.

Internet, como toda arma poderosa puede usarse para bien o para mal. Personalmente este vecino del mundo la utiliza para muchas cosas, los que me siguen habitualmente ya saben que tengo dos blogs (el otro es de pintura) y que este blog personal está creado para eso, para evitar tener que tumbarme en una camilla y contar mi vida, pagando por ello, y eso que soy el protagonista. Y si con ello, con este blog, consigo hacer sonreír y pensar a alguien, mejor que mejor.

En momentos bajos utilizo “Youtube” para disfrutar de ejemplos en los que personas humildes alcanzan ese minuto de gloria, o más. El ejemplo más conocido puede ser el de esa Susan Boyle  (https://www.youtube.com/watch?v=Ifc4a1X5vAo), que mientras todos se reían al verla aparecer en el escenario diciendo que quería ser como Elaine Page, toda una estrella de los escenarios en Gran Bretaña, les dejó no solo con un palmo de narices, sino que al poco tiempo cantó con la propia Mrs. Page (https://www.youtube.com/watch?v=r0ogG9_FBWI), no como un regalo sino como un derecho bien ganado.

Otro ejemplo, que incluso merecería el hacerse una película sobre su vida, tenemos el de Pablo López, un mejicano, sin hogar, sin familia, que se presenta a un concurso mejicano, quizás para sentir la prueba de que está vivo, y a todos sorprende con esa gran voz de roquero viejo (https://www.youtube.com/watch?v=XneqOrjFtFI)


Ya para terminar, para que esa moral no solo se levante sino que levite, otro ejemplo, que éste si de un cuento se tratara bien pudiera ser el de “La bella y la bestia”, y en el que las dos personas (Charlotte and Jonathan) que intervienen no son bellas, sino bellísimas, aunque una de ellas solo lo sea por dentro, y dependa claramente de la confianza que le da la otra (https://www.youtube.com/watch?v=cMIXQgMMdDU).

Los sábados santos, no son unos sábados cualquiera, aunque en teoría no tengan la brillantez de otros días, y se tengan que ganar su razón de ser cada vez que aparecen. Por cierto, si con ninguno de los tres ejemplos afloraron a sus ojos aunque sea unas tímidas lágrimas, es mejor que se lo haga mirar, porque realmente tiene un problema, o muchos, vaya usted a saber.

*FOTO: DE LA RED

sábado, 5 de octubre de 2013

LA JUVENTUD COMO CONDENA (...A ESTAS ALTURAS DE LA PELÍCULA)

Antes de nada este vecino quiere recordar que 15 años y un día, es la película elegida por la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de España para representar a nuestro cine en la carrera a los Oscar  de este año.
En realidad la historia compete a tres diferentes generaciones aunque la chispa la genera el miembro más joven de una “improbable” familia ubicada  en las cercanías de San Sebastián, en recuerdo, quizás, al origen de los progenitores, tanto de la directora, y coguionista, y del otro autor del guion, Antonio Mercero, hijo. 
El mismo título de la película hace un guiño a la edad del protagonista, entendida su juventud como una condena a los que le rodean.
Ya con el primer plano, una inspirada Gracia Querejeta, nos indica claramente que toda la película va a girar, como gira la cámara, en torno al personaje de Jon, el hijo. Otro logro de Gracia es que la historia fluye de manera natural sin apariencia de drama, aunque lo sea, sin apariencia de comedia, aunque lo sea. Es una historia agridulce, como la vida misma, pero con mucha luz, incluso la mayoría de los fundidos entre escena y escena no son a negro.
En una muestra de lo estresante que puede ser un adosado cuando te llevas mal con el vecino, y cuando en la familia se habla de todo menos de lo que verdaderamente importa, Jon se convierte en un rebelde con causa,  motivo por el cual, conoceremos más tarde otra tierra, otro ambiente, donde reside el abuelo,  y a quien se acude  como antídoto para, apelando a su seriedad y presunta ecuanimidad, intentar imponer un poco de orden en el caos, mediante una colección de “noes” a los que el miembro más joven de la familia no está acostumbrado.
Hay personajes, como el de la madre, que confiesan abiertamente que son incapaces de reconocer los sentimientos, y necesitan que se los digan. Por eso mismo, quizás, se construyen otros hechos diferentes a los reales para así salvaguardar su verdadera actuación. Lo importante no es lo que realmente ocurrió, sino cómo se cuenta. Otras  personas son utilizadas como excusas para seguir viviendo.
La figura del abuelo encarna la búsqueda de la verdad, entendida ésta como una cuestión de honor, por encima de todo, incluso de su conveniencia, desviación profesional de su antigua pertenencia al ejército.
Los adultos son personajes de una sola cara, son como son, y ni quieren ni pueden cambiar, aunque quizás al final con ese plano de unos pies corriendo por la arena, hay un camino a la esperanza.
Por el lado de las interpretaciones, encontramos a una Maribel Verdú, encarnando a la madre sufridora del protagonista.  Es una interpretación muy ajustada y sobria, y con una gran escena de lucimiento personal mientras habla a su hijo postrado en la cama de un hospital.
Tito Valverde encarna a Max, el abuelo, un personaje duro en apariencia pero que, como dice otro de los personajes, habla más con los ojos que con la boca.
El joven Aron Piper, es Jon, y presunto culpable de las desdichas familiares. Una interpretación llena de frescura y espontaneidad, y que capta las simpatías del público desde el primer fotograma.
Bajo la apariencia de una narración suave y  con momentos de aventura juvenil, se esconden diversas cargas de profundidad que darían para muchos coloquios: secretos de familia, inmigración, incomprensión… Un buen guion y película, que aunque salgas del cine con un buen regusto, tu mente querrá analizarla en los días posteriores, y ese, precisamente, es un buen síntoma y logro.
Película totalmente recomendable, aunque apuesta muy arriesgada a nivel internacional por parte de los miembros de la ya citada academia.

*FOTO: DE LA RED