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viernes, 1 de mayo de 2020

ASÍ ES LA VIDA


Ya está aquí, por fin, mayo, y con ello Sabina coronado como visionario por aquello de “¿Quién nos ha robado el mes de abril? "

Ahora descubriremos si es verdad ese tópico de las flores de mayo, y son eso, flores. Porque mucho me temo que sean, en su lugar, esos cactus de película de vaqueros que son más grandes que el jinete y caballo juntos.

Hoy me pasaré el día entero buscando el chándal. Para mañana es más que necesario, si uno se quiere retratar como deportista en ciernes. En Ciernes o en cualquiera de nuestros pueblos.

Al final igual me decanto por el turno de la tarde, de 8 a 11, porque lo de mañana por la mañana puede ser como el encierro de los Sanfermines pero en el que no se va a distinguir quienes son los toros y los mozos, aunque seguro que cabestros, lo que va a ser cabestros, puede que abunden en ambos lados.

De todas maneras, lo de dejarlo para la tarde puede tener un peligro añadido. Algún vecino de esos que se han erigido desde el comienzo de la pandemia como policía de balcón, se confunda, o vaya directamente a joder, diciendo a voz en grito que ya me ha visto haciendo cabriolas en el turno de la mañana. Que aunque seas muy malo como deportista, solo te puedes entrenar una vez al día.

Por cierto, y ya para terminar, estoy hasta el gorro de la expresión “Ya queda menos”, que cada vez oímos más, especialmente en la tele cuando  se despiden de alguien que ha entrado por Skype o similar. Claro que queda menos, pero para todo, para lo bueno y para lo malo. Y tampoco se trata de recordar en cada momento la fragilidad de la vida. Que ya se ha encargado de recordárnoslo un puto virus, que además, por no tener,  no tiene ni nombre serio. ¡Así es la vida!

*FOTO: DE LA RED

sábado, 11 de abril de 2020

¡VER PARA CREER!



Cuando todo esto del confinamiento termine, que lo hará pero no con la premura que ya muchos vaticinan, tendremos que pagar, o deberíamos de pagar, por aquello de ser solidarios, y comprar las canciones o relatos que se escribieron durante la época en que, a la postre, nos tuvimos que proteger de nosotros mismos.

Y ya sabremos más cosas. Conoceremos a los vecinos. Con quienes habíamos compartido vivienda durante años, pero que como andamos, o andábamos antes del confinamiento, como locos, y nunca nos habíamos parado, ahí esta la clave, ni siquiera a saludarnos, descubriremos que el quinto A, por ejemplo, es algo más que un piso.

Ya debe de haber niños, muy pequeños todavía, en el que para ellos parte de la ceremonia de la vida consiste en salir a las ocho de la noche al balcón y saludarse unos a otros, mientras más de uno hace lo que puede, lo que sabe, y su vergüenza le permite, desde la libertad de su balcón. Como cantar o tocar un instrumento. Y esta costumbre ya estaría bien no olvidarla nunca.

He leído y oído por ahí que el Gobierno vasco, en nuestro caso, porque dependerá de cada autonomía, se va a poner las pilas y a partir del martes, para los que ya podrán salir a trabajar, van a poner puntos de acceso en estaciones de tren y bus en los que la gente podrá recoger sus mascarillas.

¡Ver para creer! Y eso que, como ya sabéis desde hace un tiempo este vecino ve la mitad, y por lo tanto debería de creer la mitad también. Y ni por esas. En España, os recuerdo, se creó la famosa “picaresca”, y no es cuestión de ayer, sino de siglos y siglos hasta incrustarse en nuestro mismísimo ADN.

Como mínimo de males, las mascarillas desechables, de una puesta y tirarla, las reconvertiremos en quincenales. Y sino, al tiempo. Lo nuestro, desgraciadamente, no se cambia ni con una pandemia, ni con un confinamiento a perpetuidad.

*FOTO: DE LA RED

viernes, 30 de agosto de 2019

POST EN OBRAS


Antes de nada, tranquilizar a todo aquel o aquella que ha podido pensar que le ha ocurrido algo a este vecino del mundo. Está sano y salvo, o al menos, no vamos a pedir peras a Luis del Olmo, tan sano como estaba el 15 de agosto, que es el último día que escribió su último post por ahora.

En contraposición a todas esas it-girls o bloggers  que han bombardeado estas vacaciones con todo tipo de fotos dando pistas de dónde se encontraban, se supone que para dar un poco de envidia, este vecino ha preferido no decir ni que se iba de vacaciones, más que nada por aquello de “piensa mal y acertarás”, y no dar pistas o facilidades a los amigos de lo ajeno. 

La casa de este vecino no tiene nada que ver con ninguna de las de Bertín Osborne, y sí más con la idea de aquella ministra de construir pisos de 30 metros... Sin embargo, es fácil de comprender que a nadie le hace ninguna gracia que un tercero  se pasee por su casa saltándose a la torera los principios básicos de privacidad.

Se empezó con los selfish, o autofotos, y se acaba con que muchos en su afán de ampliar su minuto de gloria en las redes sociales, hacen retransmisiones en directo de toda su vida.  Este vecino,  y seamos sinceros, la mayoría, bastante tiene con lidiar con su vida, como para encima practicar lo que decía aquel antiguo anuncio de la tele, de "busca, compara y si encuentras algo mejor, compralo".

Entre la no-política de este país y los cantos de sirena que hablan de una pronta crisis, este vecino ya ha quitado de su entorno una vez más, todo objeto cortante, por si le entrara ganas de hacerse la manicura de  venas...

Al final, y como coach de mi propia vida, tendré que reconfortarme nuevamente con esa idea de que lo positivo es que ni vivimos eternamente, ni hay cuerpo que lo aguante. De la idea de que esta vida es un pañuelo, siempre me quedaré con la certeza de saber quienes son los mocos: Todos nosotros.

Este vecino tiene la sensación de que acaba de hacer algo que está rotundamente prohibido y es llenar una bolsa de basura mental, abrir una ventana, y arrojarla al río de la vida que pasa por debajo. Demasiados días sin estar con vosotros. Ya perdonaréis...

*FOTO: DE LA RED


jueves, 8 de agosto de 2019

MADRID LA VIEJA, Y EL ABUELETE BAILARÍN


Hay imágenes que te hacen creer que todavía hay esperanza. En un día, en pleno agosto, en el que el Informativo de las 3 de la tarde más parecía un concurso de adivinar la noticia verdadera entre todas las demás que eran claramente carne de "fake news"o noticias falsas. 

Entre descerebrados al volante o en el capó del coche, que además  graban sus fechorías por aquello de un segundo de fama en las redes aunque luego acaben en la trena, fríos pirómanos o asesinos de paisajes, sentimientos y recuerdos, el hueco de las noticias del mes veraniego por antonomasia se rellena, por ahora al menos, sin recurrir a ninguna serpiente veraniega. 

Esa imagen comentada al principio es la de ese "abuelete", este vecino del mundo prefiere, con mucho cariño, definirle así, que "anciano", como muchos periódicos de la red se han referido a él, que no se puede resistir, ni evidentemente quiere, y utiliza una de las principales calles madrileñas, Gran Vía, como telón y fondo del arte y manera de ver y sentir la vida que lleva dentro, al son de "My baby just cares for me", de Nina Simone.

Este señor, porque sin duda lo es, ha hecho ya solo con su gesto una declaración de amor a la vida, y ha convertido, sin pretenderlo ni quererlo, a Madrid en una especie de La Habana de este lado del charco donde se vive la vida en la calle, y no se pretende ser sólo políticamente correcto, o simplemente aburrido.

A destacar por supuesto el toque que le da esa señorita, con su imagen, su voz, y el gusto por cantar y contar sentimientos. A este vecino que desde niño ha amado el cine y la música, siempre ha soñado con el “musical de la vida”. Aquel en el que todos cantan y bailan en unión y armonía, bailando sin haber ensayado, y coincidiendo en los pasos, como vecinos bien avenidos.

En estos días de “quítate tú para ponerme yo”, pero sin que se note que quiero,  aquí los dos, ella y él, está claro que están haciendo lo que les pide el cuerpo, y además en forma de arte.

¿Para cuándo un tango arrastrado entre Pedro Sánchez y Pablo Iglesias cruzando sus piernas y sus miradas? Una legislatura da para mucho, especialmente si todavía no se ha empezado.  

*FOTO Y VIDEO: DE LA RED











viernes, 14 de junio de 2019

DIME SI TE QUIERES...


Este vecino del mundo es totalmente consciente del sinsentido que tiene quizás el comienzo de su post de hoy, pero revisando informaciones atrasadas, de dos o tres días, en lo que se supone eran, entonces, "últimas noticias", se entera de que los vascos llevan a un 7,5 su satisfacción con la vida en general en 2018, en un baremo que va del de 0 al 10, puntuación que ha mejorado cuatro décimas desde 2014.

Los datos anteriores se muestran en la Encuesta de Bienestar Personal del Instituto Vasco de Estadística-Eustat, con información sobre la sensación de bienestar de la población mediante una serie de preguntas que estudian aspectos de la calidad de vida que nada tienen que ver con planteamientos materiales.

Dejando los datos al margen, al comenzar a leer el citado estudio me he acordado de mi padre  y de la mayoría de sus amigos que estaban encantados de haber nacido (dicho sea de paso,entre 1920 y 30) donde habían nacido, y que aunque nunca lo decían, que daba bastante patente la sensación esa de que cuanto más alejado de Euskadi, el Edén era más difícil de encontrar.

Alguna vez ya le tengo tentado, a mi padre, con frases como "qué suerte tenemos por haber nacido donde lo hemos hecho, ya que aquí atan los perros con longaniza...". Se me quedaba mirando, serio. Alguna vez me pareció verle el signo de interrogación en la frente, con cara de "mi hijo me está vacilando", pero en el fondo él ya sabía, como se dice ahora en los programas de cotilleo, que "ese melón era mejor no abrirlo...".

Ignoro si ese sentir es todavía vigente, diría que con "la globalización" la gente, aunque en la distancia, conoce más los usos y costumbres, y ya sabemos todos que la única longaniza libre de gastos se la comen los políticos, los unos y los otros. Y a nosotros nos toca sobrevivir con lo que tenemos y encima ayudar al menos afortunado, ya que estamos expuestos, un día sí y el otro también, al chantaje emocional que supone airear las injusticias sociales, como si fueran directamente "tu culpa".

Por otra parte, el donostiarra es un ser "especialmente elegido", orgulloso de tener "el marco incomparable", aunque no lo hayamos logrado nosotros, sino que nos vino dado en el sorteo de la vida. Y está convencido de que el resto de la humanidad nos envidia.

Este vecino del mundo está seguro de que si hubiéramos tenido que conseguir "el marco incomparable", mediante un consenso en el ayuntamiento, se lo hubiera quedado el vecino vizcaíno. Porque el consenso, el llegar a acuerdos no entra en nuestra genética. Y si no, sólo falta recordar los más de treinta y cinco años que se tardó en decidir dónde poner el huevo de la estación de autobuses, que por cierto, con tantos "dimes y diretes", el edificio al estreno ya era pequeño.

El bilbaíno "juega" con ser el mejor en ese "mundo-Bilbao" que está en cualquier lugar de la galaxia, el problema es que los donostiarras tenemos asumido que "como lo nuestro, es imposible para los demás". Pero seguro que sí puede ser más barato, porque los precios, en Donosti, en casi todo, son primos hermanos de las angulas... 

De todas maneras,y para eso no hace falta hacer ningún estudio, se palpa en el ambiente, en nuestro ambiente, que estamos encantados de habernos conocido... 

Dime si te quieres, y ... te diré quién eres.

*FOTO: DE LA RED

sábado, 29 de septiembre de 2018

MAREAS DE LA VIDA



Las mareas de la vida te van llevando de aquí para allá, con pocas cosas que podamos hacer, salvo los deseos y aficiones que te ayudan a remar  hacia donde supones que puede estar tu futuro. Y esas mismas mareas se encargan algunas veces de cruzarte con personas que un día estuvieron, por ejemplo, en tu mismo curso y que durante mucho tiempo después no supiste nada de ellos.

Hace unos años, diez aproximadamente,  comprobé que la marea de la vida me había depositado muy cerca, la calle contigua, de un compañero de estudios al que perdí la pista al salir del instituto. Hablando con él entonces descubrí que era médico, y que años después, por diferentes contactos, y como consecuencia de una larga enfermedad, conocí que se había jubilado antes de tiempo.

Esta semana pasada, y desde el centro del mismísimo despiste que me poseía y me hacía suyo, una voz saludándome me rescató a la vida en directo. Era él, que parecía querer un poco de cháchara. Al preguntarme qué tal me encontraba, le dije que no le había visto, que perdonara, y aproveché para informarle, como ya he comentado en este mismo blog (https://patxipe.blogspot.com/2018/09/el-otro-alienbasado-en-hechos-reales.html), que una ameba había convertido mi córnea en su nidito de amor y de cuidado de sus crías. 

Para mi sorpresa, no sabía, porque me lo preguntó, qué era una ameba. Esa pregunta, viniendo de un médico, que lo seguirá siendo mientras viva, aunque ya no ejerza, me sorprendió tanto, que solo acerté a decirle que era un “bichito”, y fingiendo prisa prácticamente me arrojé a la entrada de una panadería que nos estaba deleitando con sus cálidos aromas, y no he vuelto a coincidir con él.

Hay cosas que nunca comprenderé, como que a un médico le suene a chino la palabra “ameba”.

Aunque este vecino quedó tremendamente impactado por la evidente carencia  del galeno, su mente le llevó a otro momento en las mareas de su vida en que ocurrió  cuando menos algo tan chocante.

Este vecino tenía desde hacía unos meses una compañera de trabajo, que el primer día nos la presentaron como Licenciada en Filología francesa, y haber vivido unos tres años en París, con lo cual se suponía que estaba muy integrada en el día a día francés.

En un momento dado, meses después, este vecino estaba tarareando “La bohème”, de Aznavour. Me chocó que no la conociera. Y le dije que era de Charles Aznavour, a lo que ella  me preguntó con cara de quien quiere repetir exactamente un jeroglífico, quién es Charles Aznavour. De pronto la oficina me pareció inmensa, y perdí de vista a mi compañera.

Aquel día comprendí que hay preguntas que directamente lo único que hacen es separar eternamente, como una ola traicionera, y sabes a ciencia cierta que ninguna otra marea de tu vida volverá a uniros.

*FOTO  Y VIDEO: DE LA RED



miércoles, 12 de septiembre de 2018

DE LA VIDA UN CHISTE, O-VARIOS...



Esta noche he soñado que tenía problemas con la nevera, con llenar la nevera, y lo arreglaba, no la nevera sino mi situación económica, haciendo de mi vida muchos chistes, y vendiéndolos.

Siempre me ha atraído esa vida-leyenda de un Woody Allen despedazando todos sus complejos, todos sus miedos,  y vendiéndolos en forma de chascarrillos-chistes-sucedidos.

En realidad, es lo que llevo haciendo en este blog desde hace ocho años y un mes, y no es una condena sino una realidad. Con la salvedad de que no cobro nada por ello, y ha habido tiempos, que ya han pasado, en que he vivido en mono, nada de estéreo ni de drogas, y en blanco y negro. Sobre todo en blanco, por la línea blanca de Eroski, de la que compraba casi todo.

Y es que estamos en unos tiempos en que parece vergonzoso o incluso egoísta quejarse, porque siempre hay gente que está peor que tú. Y entonces es mejor coger la estela de un Woody Allen que pone en solfa todo su mundo  y se ríe de sí mismo. En realidad, hoy sería una especie de “influencer de perdedores", y de los que buscan, no cinco patas, sino seis al gato.

Ya no nos dejan ni quejarnos. No se puede hacer una caricatura de Serena Williams, porque eso es seximo, racismo, y cualquier otro "-mo" que se te ocurra; cuando, seamos sinceros, la querida Serena, con tanto músculo, y ahora tutús, ya es una caricatura de sí misma. A los dibujantes de revistas satíricas como, por ejemplo, "El jueves", cada vez se lo ponen más difícil. Sin embargo hay que soportar con una sonrisa en los labios, porque es lo casi-último en modernidad, anuncios en los que ponen a los hombres como inútiles, aunque lo seamos.

Soy de la opinión de que la prueba del algodón de cualquier supuesto es darle la vuelta al ejemplo en cuestión y hacerlo con el sexo cambiado. Y esos anuncios, que van de feministas, y ridiculizan ahora al hombre, no pasarían la prueba, porque no se permitiría ridiculizar a la mujer, y, ojo, me parece bien no ridiculizar a nadie. Se están cometiendo ahora los mismos errores que antaño, pero al revés. Sin embargo, como llevan aroma de “macho” marchitado, se permiten.

Ya no sé, me imagino que no, si en las discotecas ahora se pide baile. Pero si una chica, que no te gusta, te pide baile, y le dices que no, ya tienes el “pifostio” montado. Porque eres un machista y la has despreciado como mujer… Ahora parece que no se pueden dar calabazas, porque desprecias al otro sexo, cuando en realidad a mí personalmente me encanta, el otro sexo...

Por eso es mejor tomarse la vida como sugerencias de futuros chistes, y regalarlos incluso desde lugares como este blog, aunque seguro que ya habrá también alguna asociación de “guionistas  que a lo mejor pueda acusar a este vecino del mundo de practicar, por ejemplo, “dumping”, o de echar por los suelos el valor de la gracia, o la desgracia. Y yo diré eso de que a mí la palabra “dumping” siempre me ha sugerido imágenes de cuero, cadena y látigo. O lo que es la vida, un intercambio más o menos afortunado de olores, fluidos, y lo que viene siendo sentimientos.

*CARICATURA: DE LA RED

jueves, 23 de agosto de 2018

ENTRE PARPADEO Y PARPADEO...



Llámenme loco, pero estamos en una época del año en la que tengo la sensación de que si vengo un poco tarde de la playa, me voy a perder la cena de Navidad... O dicho de otra manera, en cualquier momento va a sonar el timbre del portal, y al ponerme al telefonillo me entero que es MRW. Me he debido de desvanecer, y lo siguiente ya es una gran montaña en el salón de mi casa con todos los primeros números de los fascículos que se lanzan estas semanas.

Lo mismo que hay una clara pendiente cuesta arriba, la famosa de enero, existe otra no tan publicitada pero sí sufrida desde finales de agosto, y con una vertiginosa pendiente que más que bajar se desploma y nos deja en plenas navidades frente al mostrador de cualquier departamento de “El Corte Inglés”. Tenemos que improvisar, como siempre, unos cuantos regalos haciendo un gran esfuerzo para no repetir actuaciones pasadas que tampoco fueron ninguna maravilla de originalidad.

Hablando de originalidad, estoy pensando muy seriamente  en ese maldito cisne hinchable con el que prácticamente todos estamos terminando estas vacaciones, y que por supuesto lo mantenemos hinchado, para no asfixiarnos aún más, mal colgado en ese metro de balcón al que seguimos llamando “terraza”. 

Ya que lo tenemos, y no hay vuelta atrás cuando tomo una decisión, este año va a sustituir al árbol navideño, y pondremos los regalos en su base.

¿No se nos dice continuamente que hay que reciclar, no malgastar, y ser originales? Pues este año nacerá el “Cisne de Santa Claus”, que será el mismo del verano, al que añadiremos un elegante gorro de Santa que naturalmente habrá depositado en mismísima persona en el “chino” más cercano. Por supuesto, que dos metros alrededor del cisne quedará confiscado todo tipo de petardo, velas y cerillas para no convertir aquello en una trampa mortal.

La veteranía que dan los años te ayuda a asimilar que la vida son una sucesión de imágenes entre parpadeo y parpadeo. Y que además hay que aprender  a disfrutar antes de que cualquier desaprensivo te meta el dedo en el ojo con cualquier excusa como bromas o familiaridades mal entendidas.

Me acabo de poner el casco, nunca se sabe, por aquello de a grandes velocidades, grandes remedios…

*FOTO: DE LA RED
 TRUCAJE: PATXIPE

jueves, 7 de junio de 2018

PEDRO SÁNCHEZ Y ESAS MARIPOSAS EN EL ESTOMAGO...



Llevamos unos días de continuos sobresaltos buenos, que son los mejores, y que te dan un gustillo muy parecido a esas mariposas que aparecen en el estómago cuando conoces a alguien que te hace sentir algo.

Pedro Sánchez nos ha causado a muchos, este vecino espera/desea que sean muchos, algo parecido a un lifting sentimental, y hemos pasado de no tener ganas ni de escribir, por lo de más de lo mismo, o nada que te haga sentir ese pellizco que necesitas para motivarte, a esperar al nuevo presidente con esperanza. Y lo único que ha hecho, y no es poco, el ya Presidente, Don Pedro Sánchez, es poner unos cuantos nombres encima de la mesa que nos han hecho pensar que a lo mejor es verdad que de las musas se puede pasar al teatro de la vida.

Y tal como estaban las cosas ver a un gobierno que se suponía iba a ser “interruptus” por las circunstancias, al menos con una sonrisa de esperanza, no es poco.

Este vecino del mundo ha de confesar que conoce poco de la mayoría de los nombres de los nuevos ministros, pero ya solo nombres como Margarita Robles, Meritxell Batet, siempre seguidoras fieles del ahora-presi, junto con otros como Fernando Grande-Marlaska, Pedro Duque, y de otra manera, a “seres libres” como Máxim Huerta, dan mucha esperanza a un proyecto que no ha dejado a nadie indiferente.

Aunque los malpensados, como éste que escribe, ya lo preveían, los palos han venido por la parte que se estima más débil, con un Máxim Huerta, como Ministro de Cultura y Deporte, que ha demostrado que  es un valiente, y que por lo menos lo va a intentar.

Si viéramos al nuevo gobierno como un coche, la labor quizás del Señor Huerta pudiera ser el de esa pequeña pieza, pero tan importante, que une al coche con el asfalto, especialmente en tiempos de tormenta. Y es que las amistades de Máxim, son de todo menos desligadas del momento más reciente.

Por cierto, y ya para terminar, lo bueno que puede tener formar un gobierno de tal  aparente seriedad y firmeza es que todo aquel que, especialmente, en el Senado pueda ponerle todo tipo de trabas, tendrá que retratarse, y ya luego el sufridor votante tendrá la última palabra en los próximos comicios.

*FOTO: DE  LA RED



lunes, 26 de febrero de 2018

UNA VIDA, UNA DESPEDIDA...



Este vecino del mundo siempre ha tenido claro el disfrazar ciertos aspectos de su vida por aquello de nadar y guardar la ropa. Pero hay momentos, como el presente, en el que si uno no se moja, no sería fiel consigo mismo, y no podría miraros a la cara, aunque fuera metafóricamente.

Desde hace nueve días que no os he rendido cuentas, que en cierta manera, es lo que significa escribiros un post. Y todo lo que ha ocurrido se puede resumir en una verdad verdadera: Ha fallecido mi madre. Y claro, aunque a uno ya la gente joven le habla de usted, quizás para que no se le ocurra intentar hacerse “amiguete” de ellos por demodé más que por respeto,  sigue siendo, aunque disfrazado con muchos años sobre su piel, el niño aquel que en los comienzos de los sesenta pedía mirando hacia las nubes de Elgóibar, más que al cielo de los cristianos, que no le faltara su madre, porque no sabría si podría sobrevivir.

Doña Amalia, nos ha dejado a mi hermana y a este servidor, a los noventa años. Y como alguien dijo alguna vez, ya sabemos que morir, al protagonista del suceso, nunca le viene bien, pero tenemos asumido que es ley de vida. Y el día a día, lustro a lustro, y década a década, puede actuar en el mejor de los casos como otro tipo de anestesia, que te puede aturullar y desear bajarte de este tiovivo, al que la mayoría de las veces llamamos vida. 

Aquellas mujeres, como Doña Amalia, que además fue una de la niñas de la guerra civil que fue enviada a Francia en uno de aquellos barcos, siempre han tenido un mucho de modernas, o de lo que ahora se conoce como “ir a su bola”. De querer que estuvieran con la pata quebrada y en casa, han pasado a tener que lidiar con todo tipo de cambio de costumbres, siempre mirando más hacia adelante para evitar posibles futuros accidentes familiares, que mirar hacia atrás, ya que el arrepentimiento nunca ha sido una opción.

Mi hermana y este vecino del mundo pueden tomar  ahora su vida como una pareja de huérfanos tardíos, o que tienen la suerte de que alguien muy importante para ellos, la más importante, vela por su seguridad desde la mejor de las torres.

Aunque ha fallecido en tierras alicantinas, este sábado pasado hemos celebrado su funeral en Elgóibar, y por mucho que creas que tienes todo controlado, la vida y su ausencia siempre se abren paso. Y el saludar a todos los familiares y amistades que pudieron acudir debido a la edad que alcanzó, más que convertirse en un resumen de su vida, se convirtió en un resumen de las nuestras, de mi hermana y un servidor. De hecho, en un momento dado me acordé de aquel programa televisivo de los sesenta llamado “Esta es su vida”, con un siempre recordado Federico Gallo como prototipo de presentador de la época, y que en poco más de una hora, hacía un resumen de la vida de un famoso, mediante unos invitados al que al comienzo mucha veces el protagonista apenas recordaba.

Tras terminar el funeral, y al ir saliendo de la Iglesia, un grupo de caras que ibas redescubriendo mezcladas con una borrachera de sentimientos nos hicieron desempolvar unos momentos que creías habías olvidado, pero que siguen allí como el primer día. Ha sido lo mejor de unos momentos que no hubieras querido vivir.

Muchas gracias a todos los que fueron, y a los que no pudieron ir, pero que aunque tan sólo por unos momentos se acordaron de nuestra madre.

Desde mañana habrá otras historias que provocarán otras entradas en el blog, hoy terminaremos diciendo:

Descanse en paz Doña Amalia Ruiz-Poveda Rodríguez.

*FOTO: DE LA RED


lunes, 4 de diciembre de 2017

EL ASCUA Y SU CONTORNO



La mayoría de las veces no ocurren las cosas como las tienes planeadas, quizás por eso nos pasamos la mitad de la vida improvisando, intentando arrimar el ascua a nuestra sardina o a lo que queda de ella. Y las Navidades precisamente son, la mayoría de las veces, una muestra muy elocuente, un buen ejemplo, de lo que veías en ellas en tu infancia, y lo que ahora significan para ti. Lo que vendría ser el equivalente a tu sueldo pasado por Hacienda, que se queda en nada.

Quizás la vida es una tragicomedia y depende siempre hacia dónde pones el foco y enfatizas. Estos días también, son un ejemplo. Nieves en el País Vasco al menos, y conviene no agobiarse, no ver la parte negativa, sino el manto de belleza con el que muchos paisajes se han despertado.

Pronto comenzarán los informativos con esas noticias que ya están preparadas y que hacen que la mitad, sino más del “Telediario”, ya esté pre-programado. Las mejores marcas en deportes, los peores accidentes, los famosos que este año nos han dejado...

Sinceramente, este vecino del mundo con el empacho de todo que ya lleva dentro, y especialmente político, y que se imagina que es como el del común de los mortales, en este año terrible, quizás solo necesite una sonrisa cómplice de sus personas amadas, y una lenta caricia de comprensión.

Ya el ascua y las sardinas intentaremos arrimar en otro momento. Ahora son tiempos de estar con los tuyos, y especialmente sentir que lo son.
Deben de primar las personas, y no la acumulación de cosas.

Siempre me han encantado esas fotos invernales, llenas de niebla, en las que más que ver el paisaje, se intuye, hace falta incluso un acto de fe, pero sabes que está ahí. Lo mismo ocurre con los tuyos, con tu familia, con tus amigos. En las nieblas de los problemas, en el frío de la soledad, en cualquier momento aparecerán, y si no tú mismo debes de encargarte de llamar a su puerta.


Hay llamadas que en sí mismas son un acto de amor. Hagámoslo.

*FOTO: DE LA RED

domingo, 22 de octubre de 2017

LA VIDA EN GERUNDIO


Hoy, 22 de Octubre, un gran amigo, y por aquello de la vida vivida (practicada siempre en gerundio, desde luego), cómplice en aprender a sobrevivir, ha recibido el título de, por decirlo de una manera diferente, "sexagenario". Que puede no ser nada, pero lo es todo.

Y claro, funciona, como en todo, el efecto dominó. En el que unas personas se intercalan con otras, formando parte de tu vida, y tú de la de ellos.

Quizás la vida es como el mar y nosotros, que desde muy pequeños aprendemos a flotar, como boyas, muchas veces titubeantes, nos vamos dirigiendo, pese a estar sujeto a tus raíces, a tus creencias, más que a donde queremos, a donde podemos. Dirigidos por el esfuerzo, la suerte,  los miedos y complejos, que entre todos son mareas muy fuertes que hay que tener muy en cuenta.

Los años, añadido a lo dificultoso de seguir flotando, al final siempre te van dejando, otra vez tus raíces, tus creencias, en lugares más cercanos, no es una ley que siempre se cumpla, a los paisajes de tu infancia.

Hoy, Jose, sin acento, como a él le gusta que le llamemos, ha cumplido sesenta años, y a sus allegados, queramos o no, nos da por hacer una especie de viaje al pasado y recordar años en los que nos conocimos, en mi caso, mediados de los sesenta. Y aunque ahora se diría eso tan manido de una época en blanco y negro; la vida, nuestra vida, sí tenía color, y mucho. El color recién impreso, de primer y único uso.

Descubriendo la vida a cada paso, eso sí, sin dar a entenderlo. Con el gesto de que ya lo sabías, de que a ti no te tienen por qué prevenir, y mucho menos aconsejar, porque lo sabes todo. Con el falso sentimiento de que mientras los demás van, tú, vas y vuelves cada día.

Hoy, en realidad, no es un día de echar de menos, porque los amigos ya ausentes, en realidad nunca lo están mientras vivamos nosotros, sino de darnos un abrazo, aunque en nuestro caso sea en una distancia forzada por eso que se suele clasificar como “imponderables”, y con una llamada telefónica  ahora, y la cita para un ágape cuando se pueda, se recargan las baterías.

Los "amigos, amigos", siempre son buenos. Y la bondad, nunca hay que alejarla de nosotros.

Jose, muchas felicidades, y más gracias por tenerme entre tus amigos. Porque, quizás, después de todo, la vida no nos ha ido tan mal, ni tenemos nada, eso es lo importante, de qué avergonzarnos.

*FOTO: DE LA RED

sábado, 25 de marzo de 2017

LA VIDA QUE NOS DEJAN VIVIR


Las veinticuatro horas que van desde este mediodía pasado, sábado, al mediodía del, todavía por venir, domingo, se convertirán, y no hace falta ser un adivino, en un continuo déjà vu, hablando sobre lo perjudicial que puede ser un cambio horario a la carta, si por "a  la carta" se entiende un cambio horario que se pierde en la noche de los tiempos, con inequívoco olor a "franquismo", y "desde hace mucho tiempo que se hace así, y no voy a ser yo quien se meta en un jardín y cambie algo, que a mi partido político, por cierto, ahora en el poder, le da lo mismo, porque lo que verdaderamente le da dinero son los impuestos, y no el supuesto malestar, en especial, psicológico, de unos cuantos, que seguro son los que siempre se oponen a todo".

Bien es verdad, que el futuro de la gente que son los que para el poder realmente cortan el bacalao, nunca tienen problemas por una hora o más o menos; más perderán o ganarán en esos jet lag a los que están más que acostumbrados por su ritmo de vida y de costumbres, sin duda. Ya que si hace falta, y para evitar su supuesto estrés, se van unos días antes a uno de esos paraísos, no fiscales esta vez, sino donde la civilización no parece haber llegado excepto a esos hoteles repletos de todo, y dejan pasar la vida, a sabiendas de que a la vuelta, a la rutina, seguro que son más ricos aún...

Por cierto, y en otro tono de cosas, parece que "La reina del Sur", no la de Pérez-Reverte, sino la del PSOE, ya ha aceptado lo que la historia, la suya y la de sus amigos, quiere que acepte.

La verdad es que ha sido un intento baldío de poner suspense, como gas en una gaseosa prehistórica, en una jugada que era tan clara en el fútbol político, desde el momento en que se colocaran el balón en la parte del campo que les era propicia, tras sacarle tarjeta roja y expulsión al supuesto capitán de entonces, Pedro Sánchez, por orden más que clara de la Reina del Sur y los que en su momento accedieron a que ella fuera reina.

La vida que nos dejan vivir es un eterno paripé y nos permiten, porque les trae al pairo, hablar de nimiedades como el cambio horario. Ya que saben que antes, y por supuesto, después, ellos, los que tienen todo controlado, serán igual de ricos, o más. Porque cosas como el himno, el honor y el orgullo, nunca cotizarán en bolsa.

*FOTO:  DE LA RED

lunes, 6 de febrero de 2017

CUANDO TE INVADE LA MELANCOLÍA...



Cuando te invade la melancolía, ese lienzo en blanco, como la muerte, que te aprisiona sin apenas dejarte respirar, con ese frío que te cala hasta el tuétano de tus recuerdos, cuando un simple olor es capaz de trasladarte al comienzo de tu primer viaje sentimental, quizás signifique que estás preparado para todo, y para nada. Para ese todo del comienzo de una vida. Para la nada, que sabes que es lo que vas a poder llevarte a ese viaje, de este viaje.

Porque del comienzo de un viaje, ya estás en el intercambio de trenes, no sabiendo si continúas en la misma dirección, o el destino te va a cambiar de destino, con buen o con mal tino.

Cuando te invade la melancolía, no tienes por qué sentir miedo, porque si de algo puedes estar seguro, es de estar todavía vivo, con fotos que estaban en tus recuerdos, y ahora has comprobado que están, estaban, amarillas. 

Con aquella rosa que un día quedó aprisionada entre palabras de amor de un Bécquer que llegó a tu vida al mismo tiempo que aquellos granos tan impropios para tí, y esclarecedores para todos. Cuando aquella joven, era la joven que guiaba tus sueños primero, y luego tu decepción… y la culpa de todas las culpas.


Se ha apropiado de ti la melancolía, y con ella la sensación de que un día, en ese intercambio de vías que forman el tren de tu vida, perdiste tu Norte, y tu Sur. Desorientaste tus sentimientos dirigidos, ahora, a gente equivocada, aunque para ellos, a la postre, el equivocado siempre has sido tú.

Cuando te invade la melancolía, quizás es el momento de descubrir el ancla que te impide proseguir, aunque muchas veces, la mayoría, no sea de hierro, sino de miedo, ese material intangible, pero siempre tan pesado...

*FOTO: DE LA RED

domingo, 8 de enero de 2017

INTENTANDO CAMBIAR "LO QUE TE VIENE DE SERIE"


Mis lectores de fondo, ya que escribir un post cada día, dos días, tres días, es como una carrera de fondo, en el que el peor enemigo eres tú, con tus pensamientos y defectos (porque aquí las virtudes, si las hubiera, no cotizan), ya saben que ante un año nuevo, este vecino del mundo, se hace una serie de propósitos, que la mayoría de las veces termina por no cumplir. Este año, sin embargo, no me he propuesto ninguno, al menos de cara a la galería, y en mi interior hay una cierta seguridad de que éste es el año, de cambiar ciertas actitudes, de que el día es muy amplio, y que, en realidad, es eso tan manido, pero tan verdad, de que es el primer día del resto de tu vida.

A este vecino del mundo, le encanta todo tipo de humor, de color de humor, y el negro, ese humor negro que rasga las vestiduras mentales a muchos, le encanta.

Hace poco he leído un chiste, negro, tan negro como un agujero negro, que al menos me ha hecho pensar…

Un médico se pone en contacto con su paciente y le dice:
-Soy su doctor. Le llamo para hablarle de sus análisis.
-¿Qué tal han salido, doctor?
-Sinceramente, tengo malas noticias, y peores. Las malas son que, según sus análisis, le quedan 24 horas de vida.
-Pero, doctor, ¿hay algo peor que eso?
-Me temo que sí. Llevo intentando contactar con usted,  desde ayer…

Muchos se preguntarán que qué me ha podido sugerir este chiste. Quizás, que deberíamos quitarnos la importancia que tenemos para nosotros, al ser nuestros mejores amigos, y vernos desde fuera, como uno más, como una ficha de un inmenso puzle, que no es poco. Pues si falta una sola ficha, el puzle nunca se podrá terminar. E intentar, al menos en mi caso, ver más las cosas positivas, pues el pesimismo, el seguro que va a pasar lo que me temía” actúa siempre como una especie de imán. Y especialmente, no adoptar la actitud de las vacas, ese mirar a los trenes pasar, sin siquiera parpadear...

Quizás, lo que voy a decir ahora, lo que este vecino del mundo va a proponer, no os lo esperaríais nunca, especialmente los que ya llevan mucho tiempo conmigo, pues la persona que va a ser mencionada, no es santo de mi devoción, y además procuro hablar de ella poco, como diría un argentino: -Para así no darle más cancha.

Bien pensado, la vida, así en general, hay que tomársela como considera Belén Esteban al programa en que interviene todas las tardes de lunes a viernes. Ella nunca dice que colabora en un programa, sino que siempre habla, sin parpadear, de “MI programa”, y además, todo gira entorno a ella.

Pues eso, no hay que hablar de la vida en general, sino de “mi vida” (y no va en contra de lo primeramente dicho en este post). No desde un lado egoísta, sino de una especie de salvavidas individual, con el cual no intentas ni hundir, ni ahogar a los demás para sobrevivir, sino que bastante tienes con dirigirte, como una embarcación, a ti mismo, a salvo de cualquier tormenta, y eligiendo siempre la mejor ruta para llegar al puerto que deseas.

La próxima vez, que espero que sea tarde, entre zapping y zapping, me cruce con la Esteban, estoy seguro de que tendré la sensación de que me mira fijamente. Lo de que me pondrá mala cara, ni lo menciono, porque eso ya, le viene de serie.
 
*FOTO: DE LA RED

viernes, 6 de enero de 2017

ESE SILENCIO PROVOCADOR


El silencio de esta tarde, viernes, Día de Reyes, y por eso festivo, sobre las cinco, me ha llenado de mucha inquietud.

Cada uno no sabe, ni se imagina, el “yo” que lleva dentro, su subconsciente es un verdadero desconocido, y por un momento, ante ese silencio tan insoportable, me he imaginado a todos los juguetes recibidos hoy, en un ataque de rebeldía solidaria, de maltratos de todos los anteriores niños del mundo a sus juguetes pasados y rotos, cambiándoles las baterías a sus propietarios, en una ceremonia mitad reprimenda y advertencia, que ha podido durar, en cada uno de los casos, varios minutos.

Para dar o recibir miedo, no hay como cambiar de roles a lo que siempre se ha tenido como eternamente bueno. ¿Alguien se imagina a una paloma, símbolo de la paz, como asesina sanguinaria dispuesta a maltratar a miles de ojos humanos, o a unos juguetes, actuando por su cuenta, convirtiéndose en bombas letales para sus propietarios?

Y es que el silencio, no solo el de hoy por la tarde, bien mirado, nos produce, así en general, un profundo malestar. Quizás el secreto sea, el miedo a oír/descubrir nuestro latir. El que exista, firme y rotundo, o incluso el intuir su ausencia. El descubrirte como un posible “replicante”, al mayor estilo “Blade runner”, y que tu presunta frialdad ante asuntos importantes, se debiera a tu falta absoluta de corazón, ya sospechado por alguno de los que ya son “historia” en tu vida.

 A partir de las doce de la noche de hoy ya no hay ni fiestas, ni amor universal cliché, ni mismas promesas, ya ajadas, de siempre... ¡SOCORRO!!!!

 Quizás, y sería el peor decorado imaginario posible, algún día descubramos, como hoy “el silencio de las cinco de la tarde”, que “Navidades” es el nombre que le damos a "la tregua", en la eterna guerra de la vida…
 
*FOTO: DE LA RED

miércoles, 7 de diciembre de 2016

LA VIDA A LO FORREST GUMP


Siempre se ha hablado de la crisis personal de los treinta o de los cuarenta, y en cuanto a parejas, la crisis de los siete años.


Este vecino del mundo, y tras pensarlo mucho, ha llegado a la conclusión de que va por libre. Quizás sea eso de las estadísticas, que si uno se ha comido cinco pasteles, y cogen un campo de cinco personas, llegarán a la conclusión de que todos se han llevado a la boca un pastel...


Alguien ha debido de vivir y disfrutar a tope en su lugar, porque este vecino ya ha llegado a los sesenta, en realidad hace ya unos meses, y como hubiera dicho su madre, que siempre ha tenido un léxico peculiar para resumir todo, “sin vender una escoba”.


En fin, he sido padre, he ligado, bueno, seamos sinceros, me han ligado, las veces que han querido ellas, que seamos justos, no han sido muchas, y como decía un actor español, muy famoso en los cincuenta/sesenta, sobre la industria del cine: el resto me lo he pasado esperando.


Eso sí, siempre he tenido algo a favor: el sentido del humor y la practicidad, porque pasara lo que pasara: siempre podía haber sido peor.


Quizás haya sido, no sé si una virtud o un defecto: pero no he mirado para atrás. Como si la vida fuera un camino estrecho que no permite darte la vuelta,  un buen día, este mismo año como ya he dicho, al recordar el pasado, me he dado cuenta de la de curvas que ha tenido el camino. Y que tú quizás como eres el que vive “tu aventura” en primera persona, tan poco seas el más indicado para juzgarte. Porque tú te sientes como te sientes, pero quizás viéndolo desde fuera te dieras cuenta de que arrastras, por ejemplo, una depresión de caballo. Y quizá, porque te has ido haciendo pequeño poco a poco, has pensado que era el suelo quien había subido…



Bien pensado, la vida es, con reminiscencias a lo Forrest Gump, como esas luces navideñas, que el ayuntamiento donostiarra en mi caso, ha tenido a bien colgar para estas (no diremos "felices" porque eso irá, es una manera de decirlo, por barrios) fiestas, pero que en realidad no deja de ser un oasis, o un simple señuelo, ante la oscuridad permanente de la vida. 

*FOTO: F.E. Pérez Ruiz-Poveda

sábado, 15 de octubre de 2016

LA VIDA EN VERSIÓN "VENCEDOR"



¿Nunca os ha ocurrido que al volver, muchísimos años después, a un lugar del que teníais muy bonitos recuerdos de niñez, se estropea todo el disco duro de tu pasado porque nada casaba? Principalmente, porque lo que “veíais” como grande y espacioso en vuestra versión de niño, ahora podía caber en cinco metros cuadrados, y eso que nunca jugarás en la NBA porque no pasas del metro setenta.


Quizás, por el mismo motivo de que la historia la reescriben los ganadores,  no tiene nada que ver tu relato de tu vida, con lo que es en realidad. Seguro que si la viera un notario desde fuera, le quitaría varias estrellas, si hubiera una Guía Michelín de vidas, porque no da la talla de lo que se esperaba de ella.


Cuando relatamos nuestra vida, siempre la pasamos por el tamiz del Photoshop de los deseos, y no es lo mismo lo que vives, que lo que desearías vivir. Pero relatar asépticamente tu vida, sería sufrir innecesariamente. Y quizás, por aquello de que el espectáculo tiene que continuar, te niegas a que se vean los hematomas de tus decepciones, y las arrugas de lo que pudo ser y no fue.  Porque sabes que antes enseñarías tus vergüenzas epiteliales que las morales.


Quizás, además, el error sería de base,  ya que cuando alguien nos quiere conocer en un momento dado, no nos mostramos como somos, sino como creemos que políticamente debemos ser.


Ningún hombre nunca confesará que después de comer lo que más le gusta es abandonarse en el sofá y que la siesta le viole una y otra vez mientras amortigua el sonido de sus ronquidos un televisor que servirá de coartada ante el oído del vecino. “Me gustan los documentales de la dos después de comer”.


Y ninguna mujer reconocerá que seguirá y perseguirá a un hombre romántico que le muestre y le demuestre sus sentimientos hacia ella. “Lo que busco en un hombre es que me haga reír”.


¿Que lo expuesto anteriormente es un esquema netamente machista? Puede ser. Sin embargo, este vecino del mundo está totalmente convencido de que tanto los hombres como las mujeres son iguales: mentirosos.



Y es que, en el fondo, siempre cometemos el mismo error que un extranjero al intentar aprender el castellano: confundir los verbos “ser” y “estar”. Porque queremos ser una cosa, y en realidad, siempre estamos en otra.


*FOTO: DE LA RED