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viernes, 1 de mayo de 2020

ASÍ ES LA VIDA


Ya está aquí, por fin, mayo, y con ello Sabina coronado como visionario por aquello de “¿Quién nos ha robado el mes de abril? "

Ahora descubriremos si es verdad ese tópico de las flores de mayo, y son eso, flores. Porque mucho me temo que sean, en su lugar, esos cactus de película de vaqueros que son más grandes que el jinete y caballo juntos.

Hoy me pasaré el día entero buscando el chándal. Para mañana es más que necesario, si uno se quiere retratar como deportista en ciernes. En Ciernes o en cualquiera de nuestros pueblos.

Al final igual me decanto por el turno de la tarde, de 8 a 11, porque lo de mañana por la mañana puede ser como el encierro de los Sanfermines pero en el que no se va a distinguir quienes son los toros y los mozos, aunque seguro que cabestros, lo que va a ser cabestros, puede que abunden en ambos lados.

De todas maneras, lo de dejarlo para la tarde puede tener un peligro añadido. Algún vecino de esos que se han erigido desde el comienzo de la pandemia como policía de balcón, se confunda, o vaya directamente a joder, diciendo a voz en grito que ya me ha visto haciendo cabriolas en el turno de la mañana. Que aunque seas muy malo como deportista, solo te puedes entrenar una vez al día.

Por cierto, y ya para terminar, estoy hasta el gorro de la expresión “Ya queda menos”, que cada vez oímos más, especialmente en la tele cuando  se despiden de alguien que ha entrado por Skype o similar. Claro que queda menos, pero para todo, para lo bueno y para lo malo. Y tampoco se trata de recordar en cada momento la fragilidad de la vida. Que ya se ha encargado de recordárnoslo un puto virus, que además, por no tener,  no tiene ni nombre serio. ¡Así es la vida!

*FOTO: DE LA RED

miércoles, 17 de agosto de 2016

¿QUIÉN ES ESTA VEZ?


Esta vez vamos a plantear el post de hoy a modo de juego, y  con las pistas dadas en el texto, y con la foto (no la he puesto muy difícil), compruebes cuánto tardas en adivinar de quién estamos hablando. En las últimas líneas estará la solución. No hagas trampas.


Por las imágenes que de un tiempo a esta parte nos van dando por televisión en programas del cuore, deducimos que el verdadero bautizo del famoso en verano no es otro que aparecer disfrutando, ¿un viaje orgiástico?, a bordo de un yate.


Si antiguamente para ser armado caballero, tenía que ponerse el susodicho de rodillas, y con un sable se le daba dos toques en el hombro, ahora en el verano, al famoso que quiere entrar en el libro del famoseo por la puerta grande, se le tiene que ver en un barco, y como decía aquella sentencia judicial “en compañía de otros”, para demostrar que es humano y le gusta pasar su tiempo acompañado por los suyos, y eso sí, rezumando alegría, bien cantando, dando palmas, y, sobretodo con muchas risas alrededor.


El último en apuntarse a esta fiesta del “yo soy famoso y monto en yate porque me da la gana, y especialmente porque puedo”, ha sido alguien que si te dicen su nombre te lo puedes imaginar de muchas maneras, pero este vecino del mundo hubiera pensado que sólo un Julio Verne moderno, un visionario, se lo hubiera podido imaginar de esa guisa.


Porque él es más de encabezar, a modo de líder, una cuadrilla de abrazafarolas más bien a horas en las que los vampiros por tradición, se dejan ver. El resto del tiempo, si se le capta por las mañanas, o tardes, su cara es más bien de reproche al mundo por haberle hecho famoso desde bebé, y tener que soportar a los reporteros intrépidos, y hambrientos de noticias y de contratos, un día sí y el otro también.


Y es que decir su nombre, es imaginarte un ambiente nocturno, con una  barra cercana, luces que en contra de la lógica, impiden ver, y ruido, mucho ruido, perdón, música, y especialmente peleona. Lo mismo que a este vecino del mundo, por mucho que se lo digan y juren, tampoco se lo imagina juntando letras para componer una canción, aunque presuntamente lo haya hecho. 


Él es más de defenderse de cosas que han sucedido, o dicen que han sucedido, de su familia, y de verlo ante las cámaras callejeras, acercarse y alejarse. Debe de ser de esas personas inquietas, que siempre quieren estar en el siguiente sitio, especialmente después de haber trabajado, porque eso siempre, el trabajo, presuntamente, que pase rápido.


Don Kiko Rivera esta vez, en el barco, y como se dice ahora, con tu chica, me has sorprendido. Sigue así.

*FOTO: DE LA RED