Mostrando entradas con la etiqueta barco. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta barco. Mostrar todas las entradas

miércoles, 24 de agosto de 2016

LO QUE EL CORAZÓN SE LLEVA



¿Qué harías si te enteras que dentro de veinticuatro horas es el fin del mundo?


Esa pregunta la hicieron hace un par de días en un programa de radio, mientras paseaba en solitario a eso de las dos de la madrugada muy cerca del mar, buscando el pedazo de luna que faltaba.


Desde entonces, la pregunta se ha pegado a mí como una lapa.


Tras la primera típica respuesta que, sin tapujos ni milongas, la mayoría de nosotros públicamente, o no,  haría vendiéndonos una orgía sin fin (pero, no nos engañemos, con veinticuatro horas de caducidad), creo que desde un primer momento lo tuve clarísimo.


Prácticamente lo primero, y lo único, que haría sería decir a las dos personas más importantes en mi vida, y sin orden, lo mucho que las quiero.


Una de ellas, es fan, y crítica cuando se le pregunta (que eso siempre es muy importante), de este blog. Se negará a reconocerlo, pero en el fondo, está segura de que es ella. Esa persona que ha sabido cambiar los esquemas de mi vida, y ha calado en cada poro de mi piel.


La otra persona, si le importo, me imagino que siempre es después de mucha gente. Quizás, nunca una mala palabra desde su lado, pero nunca también, aunque parezca una contradicción, o al menos desde hace muchísimo tiempo, un buen gesto. Pero ese tipo de amor, el mío por ella, nunca cesará tampoco.


Al final, parece que el amor es una especie de salvavidas, ¿la nuestra?, que flota por encima de todas las adversidades y quiere quedar por encima del último recuerdo. El amor es ese sello indeleble que quieres que permanezca con el último aroma de tu esencia.


¿Algún otro deseo por cumplir?


Uno, quizá, muy sencillo, porque se puede comprar con dinero, pero al mismo tiempo bastante complicado cuando no se tienen medios. Pasar una noche de luna llena, requisito indispensable, en calma chicha, a bordo de una embarcación (de unos cinco metros es suficiente), tumbado en ella, observando el cielo hasta que parezca que me elevo, o me caigo en el abismo que me rodea, porque ambas pueden ser las sensaciones. Que conste que tampoco lo pongo muy difícil, porque, y quizás también sea mucho pedir, en la mitad de la bahía donostiarra puede convalidar ese deseo.


Al final, debe de ser verdad eso de que nos vamos ligeros de equipaje, porque lo verdadero, nuestro tesoro, siempre va en el corazón. ¿Puede sonar cursi? Es la verdad, aunque ésta se pueda disfrazar de mantequilla deslizante…



*FOTO: DE LA RED

miércoles, 17 de agosto de 2016

¿QUIÉN ES ESTA VEZ?


Esta vez vamos a plantear el post de hoy a modo de juego, y  con las pistas dadas en el texto, y con la foto (no la he puesto muy difícil), compruebes cuánto tardas en adivinar de quién estamos hablando. En las últimas líneas estará la solución. No hagas trampas.


Por las imágenes que de un tiempo a esta parte nos van dando por televisión en programas del cuore, deducimos que el verdadero bautizo del famoso en verano no es otro que aparecer disfrutando, ¿un viaje orgiástico?, a bordo de un yate.


Si antiguamente para ser armado caballero, tenía que ponerse el susodicho de rodillas, y con un sable se le daba dos toques en el hombro, ahora en el verano, al famoso que quiere entrar en el libro del famoseo por la puerta grande, se le tiene que ver en un barco, y como decía aquella sentencia judicial “en compañía de otros”, para demostrar que es humano y le gusta pasar su tiempo acompañado por los suyos, y eso sí, rezumando alegría, bien cantando, dando palmas, y, sobretodo con muchas risas alrededor.


El último en apuntarse a esta fiesta del “yo soy famoso y monto en yate porque me da la gana, y especialmente porque puedo”, ha sido alguien que si te dicen su nombre te lo puedes imaginar de muchas maneras, pero este vecino del mundo hubiera pensado que sólo un Julio Verne moderno, un visionario, se lo hubiera podido imaginar de esa guisa.


Porque él es más de encabezar, a modo de líder, una cuadrilla de abrazafarolas más bien a horas en las que los vampiros por tradición, se dejan ver. El resto del tiempo, si se le capta por las mañanas, o tardes, su cara es más bien de reproche al mundo por haberle hecho famoso desde bebé, y tener que soportar a los reporteros intrépidos, y hambrientos de noticias y de contratos, un día sí y el otro también.


Y es que decir su nombre, es imaginarte un ambiente nocturno, con una  barra cercana, luces que en contra de la lógica, impiden ver, y ruido, mucho ruido, perdón, música, y especialmente peleona. Lo mismo que a este vecino del mundo, por mucho que se lo digan y juren, tampoco se lo imagina juntando letras para componer una canción, aunque presuntamente lo haya hecho. 


Él es más de defenderse de cosas que han sucedido, o dicen que han sucedido, de su familia, y de verlo ante las cámaras callejeras, acercarse y alejarse. Debe de ser de esas personas inquietas, que siempre quieren estar en el siguiente sitio, especialmente después de haber trabajado, porque eso siempre, el trabajo, presuntamente, que pase rápido.


Don Kiko Rivera esta vez, en el barco, y como se dice ahora, con tu chica, me has sorprendido. Sigue así.

*FOTO: DE LA RED


viernes, 24 de junio de 2016

EL REINO UNIDO ... Y LOS DEMÁS



Te acuestas, como diría un lobo de mar, con aparente calma chicha, y te despiertas con el barco a pique. Esa es más o menos la sensación con la que me he despertado esta mañana al enterarme de que Gran Bretaña se aleja de la UE como resultado del referéndum que hicieron ayer.

Siempre nos queda eso tan español de “Más se perdió en Cuba … y volvieron cantando”. Bueno es recordar el dicho completo porque la gente siempre se olvida, o no sabe, la segunda parte, y por lo que pudiera pasar ahora, es muy importante.

Los que siguen a este vecino saben que en su juventud pasó tres años en Londres y, aunque ya han pasado más de treinta años, la idiosincrasia del inglés especialmente, y del británico en general, no cambiará nunca.  Porque para ellos Europa es el continente y eso forma parte de “los demás”.

El mundo, y no es una crítica sino que las cosas son así, para un británico, por generalizar, se divide entre “ellos” y “los demás”. Y tienen mucha suerte, porque en momentos importantes la culpa siempre es de “los demás”, que no están a la altura. A “los demás” miran como si fueran un hámster en su jaula sin parar de correr.

Por lo que se nos ha ido inculcando con esa publicidad de la información de todos los días, es mejor vivir dentro de la UE. Y quizás ahora se tenga miedo a que el Reino Unido demuestre que se puede vivir fuera y no morir en el intento.

Se van a alejar, los británicos, y eso que estaban más consentidos que la hija única de un ministro. Quizás, ahora para muchos, en lugar de ocupar la primera fila en nuestras playas, pasen a dejarles, y sin derecho a protesta, en la tercera fila. Lo que sí me gustaría es que los camareros de sus negocios en nuestras costas, por aquello de un poquito de humildad con el medio, aprendieran castellano y miraran un poco más bajo para poder vernos. Porque en ese tipo de negocios, aunque están en nuestro país, los guiris parecemos nosotros.

La vida, en cierta manera, es como un “reality” en el que te vas cargando a los otros concursantes. Ahora el Reino Unido, en una votación, se ha cargado al resto de concursantes “extranjeros”, y quizás ahora con el tiempo llegue a la conclusión de que quizás tenga el enemigo en casa. O en esa “casa de vecinos” que forma su país también unos tienen la fama, y otros cardan la lana.

Conozco a unos cuantos “british”  de esos que viven, ya jubilados, en nuestras costas de Alicante, que si ya estaban preocupados ahora lo estarán más. Alguno concretamente ya preocupado semanas atrás había mandado una carta a sus vecinos pidiendo disculpas, porque ellos precisamente, querían seguir en la UE y consecuentemente en su hogar del continente. Y esos precisamente, ni saben el dicho de “más se perdió en Cuba … y solo cantan canciones de Petula Clark.


Antes de terminar, este vecino del mundo quiere decir que esta mañana el Señor Rajoy, en unas declaraciones en la radio, y como consecuencia de lo ocurrido en el Reino Unido. ha dicho que es el primer país en abandonar la UE, y eso no es exacto. En 1985 lo hizo Groenlandia. Es comprensible el error de nuestro todavía Presidente. Él solo usará el hielo para ponerlo en el güisqui. Todo es cuestión de prioridades.

*FOTO: DE LA RED


martes, 5 de mayo de 2015

EL ESPÍRITU DE CHANQUETE Y LOS CUARENTA CÉNTIMOS DE LA VERGÜENZA


Del barco de Chanquete no nos moverán”, eso es lo que me viene en momentos de rebeldía, y eso que a este vecino del mundo “Verano azul” ya le vino con unos veinticinco años, ya talludito, pero cuando uno está irritado, lo importante quizás no es lo que se dice en sí, sino que se diga algo, sea lo que sea, para liberar tensiones.

Y está mañana lo he tenido que decir otra vez, “Del barco de Chanquete no nos moverán”, al oír la historia de una vallisoletana, Pilar Sánchez, enferma de cáncer, cuyo caso fue derivado de su hospital en Valladolid, al Hospital Clínico de Salamanca, ya que en esa ciudad era el único lugar de su autonomía, Castilla y León, en el que practicaban ese tipo de operación.

La intervención quirúrgica tuvo lugar en septiembre del 2014, y ahora, tras haber solicitado la ayuda que la  Junta de Castilla y León, suele dar en estos casos por el desplazamiento, comida y alojamiento, han recibido lo que se supone es lo estipulado: 40 céntimos.

Es de comprender el estado de cabreo tanto de la mujer en cuestión, como de su marido, Teodoro Lozano, que tras decir que eso es indignante, ha añadido, algo que además es lógico: “Para ésto es mejor que no nos paguen”.

La citada cantidad, esos 40 céntimos, es totalmente descriptiva en sí misma de unas entidades sin nada, no solo de humanidad, sino de lógica, ya que al realizar los trámites subsiguientes, seguro que éstos han costado más que la cantidad final, lo cual es un verdadero sin sentido.

Y en la ficción televisiva de Chanquete, si algo afloraban eran los buenos sentimientos, y eso que siempre se ha dado en llamar “valores”, que por lo que se ve  ahora, y como está desapareciendo, como se decía antes, dinero a tutiplén, los valores se habrán ido en el mismo saco, pensando quizás que deben de ser una especie de bonos del tesoro.

Por eso, hoy mejor que nunca el grito “Del barco de Chanquete no nos moverán” debe de ser una especie de recordatorio de todo lo que hemos ido perdiendo en muy poco tiempo, y que a nuestros padres tanto les costó conseguir,

Lo triste de los cuarenta céntimos es el comprobar lo seguros que se encuentran los que están en el lado de la ley, y de lo políticamente correcto. Y que solo mueven el trasero cuando son ellos los afectados.


Quizás lo absurdo del banco de Chanquete, y su fuerza al mismo tiempo, es ese desubique  de aquello para lo que estaba destinado, el mar, teniendo que conformarse con un pequeño prado. Lo mismo ocurre ahora, que aquellos a los que se les vota para que realicen un buen trabajo para todos, y en un momento dado puedan ser nuestros salvadores, lleguen a ser nuestros verdugos, no quizás con armas letales, sino con su falta de empatía. Porque todavía hay personas que no saben distinguir entre lo correcto, o legal, y lo justo.


*FOTO: DE LA RED

miércoles, 10 de septiembre de 2014

DETRÁS DE LA MAREA

Para este vecino que lleva varias semanas alejado de su querido Donosti, esas imágenes, de hoy mismo, de una bajamar extrema, o viva, que muestran una bahía “diferente”, con menos agua y más “on the rocks”, le dan unas ganas tremendas de pasear por esos terrenos que normalmente están vedados, para aquel que no tiene muy a mano montarse en una barca, o unos amigos con “posibles” en forma de barco. Es una óptica casi vedada para el común de los mortales, un edén convertido en espejismo.
Sin embargo, como todo depende del punto de vista de cada uno, lo triste es que más de una mente brillante al ver un espacio libre, prácticamente toda la bahía,  muy apetitoso, habrá pensado que es un buen sitio para montar otro, y si fuera posible, grande y definitivo "centro comercial". Unos grandes almacenes abiertos al mundo en el marco más incomparable de todos los marcos posibles, y siempre, siempre, a tu servicio.
Este vecino siempre ha creído en el libre albedrío, pero es triste el pensar que donde uno ve belleza azul y libre, otros solos conciben el negocio por el negocio. Eso sí, para calentar el ambiente se oirían cantos de sirena como que “es bueno para la ciudad”, una manera de promocionar “lo local mediante lo universal”.
Más de uno me tachará hoy de pesimista empedernido, y solo me considero terriblemente real, porque lo de realista, y txuri urdin hasta la médula, se da por supuesto, a pesar de la fantasía de mis pensamientos. Casi tan triste y fantástico como esa escena en que unos  niños pequeños, muy pequeños, intentan coger unos molinetes que giran al viento, jugando en unas instalaciones montadas para ellos, mientras sus padres trabajan en esa fábrica, y su única aspiración es que sus hijos tuvieran la misma suerte, que tuvieron ellos, de trabajar allí.
Y es que, si ves una zanahoria delante tuyo, o incluso un inocente molinete, puede ser una casualidad, pero también puede ser que alguien te considere un burro, o un niño, y te ponga delante el cebo para que camines, o incluso que opines, estando totalmente convencido de que lo que dices es totalmente original. Pero…¿realmente es así, o simplemente eres el eco transmisor de otras ideas?
Las mareas vivas van y vienen, dejando ver los restos originales que normalmente no están a la vista, pero que existen, y las vidas, como las opiniones van y vienen, dirigidas por fuerzas que normalmente están ocultas pero que nos manejan, sin que la mayoría de las veces seamos conscientes de aquello  que se esconde detrás de la marea.

*FOTO: DE LA RED