Para este vecino que lleva
varias semanas alejado de su querido Donosti, esas imágenes, de hoy mismo, de
una bajamar extrema, o viva, que muestran una bahía “diferente”, con menos agua
y más “on the rocks”, le dan unas ganas tremendas de pasear por esos terrenos
que normalmente están vedados, para aquel que no tiene muy a mano montarse en
una barca, o unos amigos con “posibles” en forma de barco. Es una óptica casi
vedada para el común de los mortales, un edén convertido en espejismo.
Sin embargo, como todo
depende del punto de vista de cada uno, lo triste es que más de una mente
brillante al ver un espacio libre, prácticamente toda la bahía, muy apetitoso, habrá pensado que es un buen
sitio para montar otro, y si fuera posible, grande y definitivo "centro comercial".
Unos grandes almacenes abiertos al mundo en el marco más incomparable de todos
los marcos posibles, y siempre, siempre, a tu servicio.
Este vecino siempre ha
creído en el libre albedrío, pero es triste el pensar que donde uno ve belleza
azul y libre, otros solos conciben el negocio por el negocio. Eso sí, para
calentar el ambiente se oirían cantos de sirena como que “es bueno para la ciudad”,
una manera de promocionar “lo local mediante lo universal”.
Más de uno me tachará hoy de
pesimista empedernido, y solo me considero terriblemente real, porque lo de
realista, y txuri urdin hasta la médula, se da por supuesto, a pesar de la
fantasía de mis pensamientos. Casi tan triste y fantástico como esa escena en
que unos niños pequeños, muy pequeños, intentan
coger unos molinetes que giran al viento, jugando en unas instalaciones
montadas para ellos, mientras sus padres trabajan en esa fábrica, y su única
aspiración es que sus hijos tuvieran la misma suerte, que tuvieron ellos, de trabajar allí.
Y es que, si ves una
zanahoria delante tuyo, o incluso un inocente molinete, puede ser una casualidad, pero también puede ser que
alguien te considere un burro, o un niño, y te ponga delante el cebo para que camines, o
incluso que opines, estando totalmente convencido de que lo que dices es totalmente
original. Pero…¿realmente es así, o simplemente eres el eco transmisor de
otras ideas?
Las mareas vivas van y
vienen, dejando ver los restos originales que normalmente no están a la vista,
pero que existen, y las vidas, como las opiniones van y vienen, dirigidas por
fuerzas que normalmente están ocultas pero que nos manejan, sin que la mayoría
de las veces seamos conscientes de aquello que se esconde detrás de la marea.
*FOTO: DE LA RED