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viernes, 31 de enero de 2020

EL DÍA DEL CAIMÁN



Hoy es uno de esos días en que se puede cantar eso de “Se va el caimán, se va el caimán, se va para Barranquilla…  y además esa letra, tan peculiar, puede formar parte de cualquier editorial hablando sobre el Brexit. Y ese día, también hoy, ¡casualidades!, se ascendió a los cielos británicos, que para todo hay en la viña del señor, de lo contrario no hubieran ganado aquella votación que se suponía era un mero trámite para acallar a unos cuantos…

Y lo mismo que nosotros, perdimos Cuba y volvimos cantando, los británicos dejan el continente, también cantando en el Parlamento europeo, y se quedan con el contenido, de su isla, y me imagino que con todo lo que les dejen y les venga bien. Para todo aquel que le haya sentado mal estas últimas palabras, antes de cabrearse más, por favor que se dé una vuelta por el Museo Británico, e incluso por el British Museum, y se le bajará las pulsaciones con todo lo que puede encontrar allí acumulado, y que en su origen estaba en cualquier otro país.

¿Pena porque se vayan los británicos? Si ellos no lo sienten así, no va a ser un españolito cualquiera quien intente enmendarles la plana. El que no quiere, no sale en la foto, porque además con su negatividad a estar allí, seguro que la afea.

Nunca se debe olvidar el “caso Brexit” y los  polvos que trajeron estos barros, y todo lo que tiene que ver con cualquier otro supuesto derecho para hacer cualquier otra supuesta votación… Porque aunque lo prometas con la boca, e incluso con el trasero, pequeños, en plan personaje de José Mota, "para mañana”, al final llega “mañana”, y seguro que nos pilla, además, en un mal momento y tenemos mucho para planchar.

Ahora que se han cumplido además, setenta años de la liberación de Auschwitz, y aunque no tenga nada que ver con ello, sí hay que recordar el ayer. Quizás por aquello de que no hay nada nuevo bajo el sol, y aún así seguimos tropezando si no con la misma piedra, sí con piedras similares.

*FOTO: DE LA RED

viernes, 24 de junio de 2016

EL REINO UNIDO ... Y LOS DEMÁS



Te acuestas, como diría un lobo de mar, con aparente calma chicha, y te despiertas con el barco a pique. Esa es más o menos la sensación con la que me he despertado esta mañana al enterarme de que Gran Bretaña se aleja de la UE como resultado del referéndum que hicieron ayer.

Siempre nos queda eso tan español de “Más se perdió en Cuba … y volvieron cantando”. Bueno es recordar el dicho completo porque la gente siempre se olvida, o no sabe, la segunda parte, y por lo que pudiera pasar ahora, es muy importante.

Los que siguen a este vecino saben que en su juventud pasó tres años en Londres y, aunque ya han pasado más de treinta años, la idiosincrasia del inglés especialmente, y del británico en general, no cambiará nunca.  Porque para ellos Europa es el continente y eso forma parte de “los demás”.

El mundo, y no es una crítica sino que las cosas son así, para un británico, por generalizar, se divide entre “ellos” y “los demás”. Y tienen mucha suerte, porque en momentos importantes la culpa siempre es de “los demás”, que no están a la altura. A “los demás” miran como si fueran un hámster en su jaula sin parar de correr.

Por lo que se nos ha ido inculcando con esa publicidad de la información de todos los días, es mejor vivir dentro de la UE. Y quizás ahora se tenga miedo a que el Reino Unido demuestre que se puede vivir fuera y no morir en el intento.

Se van a alejar, los británicos, y eso que estaban más consentidos que la hija única de un ministro. Quizás, ahora para muchos, en lugar de ocupar la primera fila en nuestras playas, pasen a dejarles, y sin derecho a protesta, en la tercera fila. Lo que sí me gustaría es que los camareros de sus negocios en nuestras costas, por aquello de un poquito de humildad con el medio, aprendieran castellano y miraran un poco más bajo para poder vernos. Porque en ese tipo de negocios, aunque están en nuestro país, los guiris parecemos nosotros.

La vida, en cierta manera, es como un “reality” en el que te vas cargando a los otros concursantes. Ahora el Reino Unido, en una votación, se ha cargado al resto de concursantes “extranjeros”, y quizás ahora con el tiempo llegue a la conclusión de que quizás tenga el enemigo en casa. O en esa “casa de vecinos” que forma su país también unos tienen la fama, y otros cardan la lana.

Conozco a unos cuantos “british”  de esos que viven, ya jubilados, en nuestras costas de Alicante, que si ya estaban preocupados ahora lo estarán más. Alguno concretamente ya preocupado semanas atrás había mandado una carta a sus vecinos pidiendo disculpas, porque ellos precisamente, querían seguir en la UE y consecuentemente en su hogar del continente. Y esos precisamente, ni saben el dicho de “más se perdió en Cuba … y solo cantan canciones de Petula Clark.


Antes de terminar, este vecino del mundo quiere decir que esta mañana el Señor Rajoy, en unas declaraciones en la radio, y como consecuencia de lo ocurrido en el Reino Unido. ha dicho que es el primer país en abandonar la UE, y eso no es exacto. En 1985 lo hizo Groenlandia. Es comprensible el error de nuestro todavía Presidente. Él solo usará el hielo para ponerlo en el güisqui. Todo es cuestión de prioridades.

*FOTO: DE LA RED


sábado, 9 de mayo de 2015

LOST IN TRANSLATION, O LA PELÍCULA QUE NOS CUENTAN



Muchos de los goles que nos han metido a la sociedad española de ahora, vienen motivados por el famoso “en Europa se lleva esto” o “en Europa se lleva lo otro”, y así nos han dejado, que no nos conoce ni la madre que nos parió.

Sin embargo, si hay algo totalmente “spanish way”,  o a la española,  es la noche después a  unas elecciones a lo que sea. En el resto de Europa, gana uno y los demás la palman bien palmada, en España no, en España aparentemente ganan todos. El que gana, porque gana, y los demás porque nos cuentan milongas, milongas que tragamos.

Los británicos acaban de tener unas elecciones, que por cierto, todo tipo de estudios ni se han enterado de por dónde iba a ir la fiesta. Ha habido un partido, no hace falta señalarlo porque todos lo sabemos, que en contra de todas las encuestas ha ganado, y tres que han perdido sonoramente.  Pues en el momento de rendir cuentas a sus votantes, esas tres cabezas visibles han dimitido esa misma noche. En España ese verbo, dimitir, no existe.

Es como el título de aquella película de Sofia Coppola, ”Lost in translation” que viene a ser algo así como “Cosas que se pierden en la traducción”, y en España no solo varía el horario desde el Reino Unido a aquí, sino que en esa hora de diferencia, se pierden muchos usos y costumbres.

En el Reino Unido tienes, por decirlo de alguna manera, tu responsable político de cabecera, al que puedes acceder para mostrar tu malestar o tu pensamiento, en España el mundo de la política y el del ciudadano de a pie son dos mundos paralelos que no se tocan prácticamente nunca. Por eso este vecino está hasta el gorro de esa expresión de  “en Europa es costumbre…” porque siempre que se lanzan este tipo de globos sondas, mi amigo Genaro, en la tasca de la cuadrilla, diría que “date por follao” .

Nadie quiere hacerlo, pero es que Europa manda, Europa quiere. Ahora resulta que Europa es el coco, y nosotros somos Caperucita que nos han puesto “rojos” de tantos palos que nos han dado.

En Europa se lleva “dimitir” y eso no se debe de perder ni en la traducción, ni con la hora de diferencia, ni en nuestro pensamiento.


Ya no nos vale ese famoso “las cosas son así”, porque hasta hace poco las cosas en España eran de una manera, y ahora con el famoso “en Europa es costumbre” ya no nos conoce ni la madre que nos parió. Pero tenemos que luchar para que no se pierdan en la traducción hechos que nos favorecen, o que nos cuenten otra "película", ya que al político de turno no le conviene recordar, como el famoso “dimitir”, que si pudieran, cualquier día lo quitaban del diccionario.

*FOTO: DE LA RED

miércoles, 6 de agosto de 2014

MAGALUF, ¿LA SODOMA MODERNA?


Esta mañana al repasar los diarios digitales, este vecino del mundo ha comprobado tristemente que el amanecer se ha cobrado otra víctima en Magaluf. En este caso un joven francés "que se ha caído" de un sexto piso. Magaluf es una localidad turística española situada en el término municipal de Calviá, en la isla de Mallorca. En realidad viene a ser un complejo turístico alrededor de una playa de unos 1.600 metros de largo por unos 60 de ancho.


Desde hace unos años esta localidad mallorquina está tristemente “especializada” en turismo joven británico que debido al tipo de publicidad que recibe en origen,  viene a una especie de Sodoma de trago barato, música desenfrenada y huida de todo tipo de modales.
Las imágenes que este vecino pudo ver ayer en el informativo televisivo de las tres de la tarde, y teniendo en cuenta de que estaba obviamente “aligerado” porque lo pueden ver niños, fueron más que elocuentes. Una especie de película mezcla del más vicioso Visconti y el más descarnado Kubrick. Un joven totalmente noqueado por el alcohol, caído más que tumbado en un banco de la calle, mientras sus amigos le hacían mofa moviendo su mano a modo de saludo para la televisión que le estaba grabando. Otro joven paseando sus vergüenzas, y al final las de todos, por una calle que comenzaba a ser transitada, y la parte de atrás de una joven con los mini-shorts metidos entre las nalgas,y que aunque llevaba los zapatos en la mano, mostraba, incluso vista desde atrás, evidentes problemas para andar.


Se nos aportaba, además, el dato de que  ese turismo produce más de doce toneladas de basura diarias, y la porquería se queda tan incrustada en el asfalto que tiene que ser regada con agua a presión a más de cien grados de temperatura. Y no nos olvidemos que mientras las ganancias van para unos pocos, estos gastos salen de las arcas de todos.


No nos engañemos, ésto no es turismo, es una especie de visita a terreno conquistado en el que no ha hecho falta usar la espada, como nuevos conquistadores, sino simplemente el poder del dinero.
Para los británicos cuando van a cualquiera de los “magaluf” que existen en las zonas costeras del mediterráneo español, en realidad van al equivalente de lo que eran sus colonias a finales del siglo XIX.
Muchas veces nuestro subconsciente juega con nosotros, por eso este vecino al ver las imágenes del informativo se acordó de la película de 1979 “Amanecer zulú”, que especialmente narra la derrota británica en la Batalla de Isandhlwana en 1879 en Sudáfrica.


Cuando al todavía gobierno en el poder se le llena la boca de la “MARCA ESPAÑA”, no nos engañemos, habría que recordarle que eso también lo es. Y lo mismo que hablamos del poder británico en nuestras costas, no debemos de olvidarnos también de que la mayor parte de Mallorca, y Canarias, es terreno conquistado por los alemanes.


España ha vuelto a resurgir en lo que al turismo se refiere, no por nuestras instalaciones, que también, por nuestra simpatía y hospitalidad (especialmente el servilismo), que también, sino porque ciertos países al Norte de África no se pueden visitar tranquilamente ahora.


Las muertes de jóvenes turistas británicos que caen un día sí y el otro también, y dicho con todos los respetos, no se debe considerar como un sirimiri de daños colaterales, sino como una lluvia tóxica que cae sobre el logotipo de la “MARCA ESPAÑA”, y sobre todas nuestras conciencias, y especialmente por esos que en muchos despachos y detrás de barras de más de un negocio, hacen la vista gorda, muy gorda. Ganan uno pocos para perder todos.


*FOTO: DE LA RED