¿Qué os voy a contar? Que este vecino del mundo está, por decirlo
de una manera un tanto educada, un poco hasta el gorro de la eclosión, no hay
otra expresión, que ha tenido hoy el hecho de que la fecha, 21 de Octubre del 2015,
haya coincidido con el escenario que “Regreso al futuro” presentaba como “futuro”,
según la pantalla que tenía el DeLoreac “maquillado” para la
aventura. Y sin embargo, por la puerta de atrás, como a él, al Señor Rajoy, le
hubiera gustado, se nos ha ido como de tapadillo, todo un Señor Presidente del
Gobierno, en la última sesión de control de esta legislatura en la Cámara
de los Diputados.
El destino nos ha alcanzado de
lleno, y somos mucho más light de lo que pensábamos. Se han inventado muchas
cosas en estos treinta años, entre otras la Red de Redes, y consecuentemente se
surfea de otra manera, por internet. Pero lo que hacía el protagonista de la
peli, con ese skate volador que incluso sería el orgullo de cualquier Supermán,
solo puede ser emulado, aunque lo hiciera antes, en la Historia del Cine, por
todo un Charlton Heston en el papel de Ben-Hur y su famosa cuadriga.
En el fondo, el mundo no ha
cambiado tanto, solo que somos treinta años más viejos. Porque después de que nos
caigan tantos años encima, el suceso no se puede salvar con palabras como “son
daños colaterales". Y en el interín, quizás solo se ha salvado, y renovado en
cierta manera, el mismísimo DeLorean, ya que como quien no quiere la cosa,
tiene su versión musical, Delorean, un grupo, para más señas nacido en Zarautz,
que triunfa más en el extranjero que en España.
Y este vecino del mundo, muy
raro él, muy complicado él, se pregunta: ¿Dónde estaba Don Mariano Rajoy hace treinta
años, y por qué los productores de la película de nuestra vida, no hicieron que
se pasara como una de las protagonistas de la trilogía americana la mitad de
esta, nuestra, película durmiendo? Quizás, nuestra vida al menos,
hubiera sido menos dura.
Porque en esta película, “Regreso al Futuro a la española” nosotros, quizás como fallo de nuestro coche
a la hora de regresar a donde estábamos, hemos retrocedido casi a los
tiempos de Nefertiti y los trabajadores ya están a cinco minutos de ser esclavos.
Es curioso, y ningún
guionista por muy de humor negro que fuera , nos hubiera pintado un futuro tan
retrasado, tan “vintage”. Una palabra, que por cierto, no se usaba hace treinta
años. Ni nadie se imaginó, tampoco, que los bancos hubieran armado la que
armaron con su caída a los infiernos, y que, al final, nos han dejado los
bolsillos más que rotos famélicos.
Quizás, como pasó con el
actor Eric Stolz que llevando cinco
semanas de rodaje en el papel protagonista de Marty McFly, el director,
Robert
Zemeckis, decidió cambiarlo porque no le gustaba el aire que le estaba
dando a aquella comedia. Y aquí la posible comedia, por no tener protagonistas
políticos de altura, ha derivado en un batiburrillo de mezcla de géneros (cine negro,
de aventuras, thriller, comedia, drama) que solo lo hubiera podido salvar un Luis
García Berlanga en el estado de gracia de “Todos a la cárcel”, pero
que ya hace tiempo fue fichado por Dios y se supone que se encuentra en el más
allá intentado darle a la cultura celestial, un tono de cierta calidad.
Y aquí, sin embargo, en la
Tierra, estamos los que estamos, y en lugar de regresando al futuro, casi
estamos con los monos del “2001: Una odisea en el espacio” o lo
que viene siendo “caminando para atrás”.
Esperemos que los “guionistas”
elegidos en las urnas el 20 de Diciembre, le den a nuestra historia a vivir, un
poco de vida y esperanza, y los “héroes” elegidos, aunque no les gusten los
toros, sí tengan un poco de vergüenza torera, y hagan lo mejor para nosotros, y
no para ellos…
*FOTO: DE LA RED