Toda la quinta gala, ayer,
destiló un profundo aroma a machismo, incluso, que ya es decir, mucho más que
otras veces. Y no especialmente, que también, por alguno de los concursantes
que aprovechan cualquier momento para estar en calzoncillos, y de esta manera
promocionar sus “musculitos”, sino por parte de algunas concursantes, Raquel y Sofía,
que en el fondo luchan por un macho alfa como lobas en celo.
Tanta lucha feminista durante muchos años, para que luego Sofía y Raquel babeen por un impresentable Don Juan
narcisista.
Es curioso como en personas
tan jóvenes esté tan desarrollado este culto al macho muy macho, que ahora se
adorna bajo la vitola de malote,
canalla, o franquicias varias.
Toda la gala giraba entre
quién se iba, y por lo tanto a quién premiaba el público. Se fue Raquel, y se
quedó Sofía. Pero como en toda guerra, nadie gana y todos acaban lamiéndose sus
heridas.
Mención aparte siempre merece Marta,
la concursante canaria. Podría ser, tranquilamente, la protagonista de una
novela en la que fuéramos descubriendo el por qué se comporta así. Tan intensa
con algunos temas, especialmente todo lo que rodeaba, hasta ayer mismo, a
Raquel, y tan liviana con otros, que algunas veces parece que se disfraza de
Yupi y sus mundos; eso, cuando no es la niña de “El exorcista” que cada vez que
oye “RAQUEL” se pone de los nervios y vomita juramentos.
Esperemos que Marta sea, en
un futuro, mejor periodista que concursante porque cuando se aturulla en algo,
solo ve lo que quiere ver; como el del chiste, que va por la autopista en
dirección contraria y se pone a jurar porque son todos los demás los que van al
contrario.
Para este vecino del mundo
siempre merece especial mención, Aritz, quien con veinticuatro años tiene una mentalidad muy bien formada, y las cosas bien claras. Se enfrenta
con quien sea, si cree que merece la pena dar la cara por alguien.
La madre de Suso en una de
las conexiones con el plató menciona una de las claves del concurso de este
año: Raquel no tiene la culpa de que la aventura en la casa se torciera para
ella. La madre y la hija, Maite y Sofía, armaron el belén, creyendo que la
extremeña era, en realidad, novia de Suso.
Sofía, en una de las
múltiples veces que se siente, y de hecho en ese momento está, sola,, dice para
sí misma, y no lo olvidemos nunca, para las cámaras, que se siente tan
estúpida...Y en ese mismo momento, este vecino del mundo sufre la necesidad de que alguien se lo confirme inmediatamente.
De todas maneras, la manera de ser de Sofía, todavía podría ser modificada, porque es muy joven, sólo 19 años.
El problema es que su madre es una generadora e imán de conductas, cuando menos
y siendo buenos, irregulares, y no debe de estar muy por la labor de que su hija cambie.
Tras la expulsión de Raquel
ayer, y oyendo los ruidos que lanza la gente cada vez que Suso sale en pantalla,
este vecino del mundo está convencido de que quiere ser nominado, e irse,
porque sabe que la ha armado bien gorda, excediéndose en su estrategia, que, al parecer, era
que el público le amara, porque sabe que es “divino-de-la-muerte”, y ahora ya
no puede dar marcha atrás.
Por cierto, ¿solo se lo
parece a este vecino del mundo, o las
comeduras de coco de Suso a Sofía haciéndole sentir culpable de todo pudieran
tener algún componente de presunto maltrato de género? Por de pronto, en uno u otro sentido, sería más
que discutible.
Ayer asistimos a otra escena
de las que prepara “la cadena alegre”, en teoría para limar asperezas entre
Raquel y Sofía, cuando las tuvieron casi una hora recluidas para darles el
veredicto de quién se iba, y les pusieron todo tipo de imágenes de lo ocurrido
entre ellas. Mercedes, seamos serios, ni tú misma te creíste lo que decías “sobre
limar asperezas”. Sabías que las imágenes sobraban porque casi nunca lo hacéis,
pero, claro, ellas, Raquel y Sofía, no se hablaban, y eso no vendía.
No sé si a vosotros os
ocurrirá lo mismo, pero cada vez que veo a Sofía adoptar el papel de víctima,
tiene menos credibilidad que Cristiano Ronaldo pretendiendo ser modesto.
Pregunta a vuelapluma:¿Si
Sofía llama guarra a Raquel por abrazarse con Suso, cómo se debía de definir a
ella misma cuando se acostó con él?
La decisión del público,
expulsar a Raquel, es más para fastidiar a Suso que para castigar a la
fisioterapeuta. Y Marta y Sofía, ante el resultado, se van a crecer, aunque no
tienen motivos, y es más que probable
que estén toda la semana en modo “insoportable”.
Sofía, en las imágenes que
le brindaron, ha podido comprobar que Raquel
no se ha portado con ella tan mal como pensaba, y debería de contar la verdad
de lo que ha visto a Marta, para que cambie su impresión errónea con respecto a Raquel. Mucho me temo, sin embargo, que ésto nunca ocurrirá, porque no deja de
ser un concurso y, en teoría, todo vale.
¡Muy triste! Al repetirle la organización varias imágenes pasadas de algunas cosas ocurridas, Marta confirma, una vez más, que
es el mismísimo Yupi. Solo se ha dado cuenta de que se le ve como una
bola en la tele, lo demás no le importaba.
Quizás, esta edición se
pueda caracterizar también porque Gran Hermano dé origen, por primera vez, a un
spin-off, o nuevo programa nacido del mismísimo Gran Hermano. Y es que al
terminarse, ayer, con los secretos, descubrimos a una Carolina que ve muertos, que le acompañan, desde muy niña. Y tras sus declaraciones a sus compañeros, bien pudiera merecer
un programa propio, al estilo del de Iker Jiménez.
A partir de ahora, y visto
ese perfil de Carolina, muchos esperaremos impacientemente, e incluso con miedo, esa
previsible gala de HALLOWEEN, con una Carolina coronada como
reina de las tinieblas.
Antes de terminar de hablar de la de Girona, este vecino se pregunta: ¿Si Carolina gana el concurso lo repartirá también con los espíritus, tres o cuatro, que le han acompañado durante todo su encierro en la casa? En cierta manera, está recibiendo ayuda de ellos...
Ayer, y para agitar más a
unos ya agitados concursantes, las nominaciones fueron, como se define
vulgarmente, “a la cara”.
Durante las primeras
nominaciones olía a miedo, por tener que nominar in situ. Por ejemplo,
Marta tardó muchísimo para acabar nominando a Aritz. Durante las nominaciones,
Suso pone cara de videocámara registrándolo todo, y de que pasará los debidos
recordatorios.
Ayer se pudo comprobar, una
vez más, un recurso muy manido, el de nominar porque no se tienen motivos y “porque
además no va a salir nominado”.
Al final salió nominado Hans
"porque nadie le va a nominar, y por supuesto no va a salir". De
vergüenza. Más tarde, Enrique, el médico, al haber ganado la prueba de inmunidad, en lugar de salvarse él, salvó al chino granadino. Pero ésto los demás concursantes todavía no lo saben.
Entre los momentos
recopilatorios que el programa brindó ayer, están unas imágenes, en las que se
ve a Maite, por otra parte ya fuera del concurso, entrando al confesionario
mientras estaba Raquel, para increparla. En ese mismo momento, Maite debió de
ser expulsada sin remisión, pero...¿daba mucho juego?
Opinión muy personal: Mercedes Milá debe dejarlo
ya. Ni es, ni quiere ser, imparcial. Ayer mucha leña a Raquel, y la semana anterior, Muti recibió caricias.
Quizás, la diferencia de comportamientos de la presentadora puede estar, en que La Milá
sabía que Raquel se defiende mejor, pero eso no es razón para repartir más
estopa.
Raquel, en su despedida
desde el plató, fue muy elegante con la mayoría de sus, hasta ayer mismo,
compañeros, incluso con Marta. Sin embargo, no se portó nada bien con Enrique al
dejarle ante sus compañeros como jugador, cuando ella acababa de ver la verdad,
y comprobar que había sido engañada por
Suso, al que se supone que tanto quiere.
A Raquel, ayer le
dieron demasiado tiempo para despedirse
desde el plató; dio muchas pistas a sus compañeros, y preparó, también, mucho
terreno minado, que es a la postre lo que el programa buscaba.
Las imágenes finales con las que acabó el programa fueron muy elocuentes: Suso aislado y llorando.
Cuando vas de duro, de guay,
y le haces la peineta al público, te acaba abandonando hasta tu ángel de la
guarda.
*FOTO: DE LA RED