Al terminar la decimoprimera
gala todavía olía a pólvora. Ayer,
aunque en realidad hace unas pocas horas, el programa se convirtió en una
especie de campo de batalla en el que no se hacían rehenes.
La casa, bajo la excusa de
la discusión entre Han y Aritz, o viceversa, se ha mostrado totalmente
dividida, y como alguna de las féminas
reconoció tras la gala, pero todavía en directo, según sus cálculos, ya solo
les quedan tres semanas dentro. A este vecino del mundo, tras hacer los suyos,
los cálculos, les quedan cinco programas. Otra cosa es que alguno de ellos se
pudiera realizar en la misma semana. Pero lo importante es comprobar que los
ánimos ya están puestos en resistir hasta el final.
La gala de ayer, y para
resumir, tuvo su punto fuerte, y como si de una gala lírica se tratara, en los
tres tenores, entendiéndose por ello, a Suso, que en contra de muchas opiniones
fue el expulsado, Han en su papel, y nunca mejor dicho, más dramático, y un
Aritz con su tensión más cerca de la Luna que de Guadalix.
Comenzó la gala con el
confinamiento de los tres nominados, Sofía, Suso, y Marina. Esta última fue
liberada a las primeras de cambio ya que el morbo, si lo hubiera, estaba entre
la navarra y el catalán.
Durante su confinamiento Suso
demostró una y otra vez, de cara a la galería naturalmente, su caballerosidad con
Sofía. Suso jugó con las cámaras, y con nosotros, naturalmente, hasta el último
segundo. No me creí nada del Don Juan de sí mismo y, en cambio, todo lo que
dijo Sofía le salió del alma, viendo, según sus propias palabras, lo arrastrado
de su comportamiento. Otra cosa es que vaya a cambiar, que este vecino está
seguro que no.
Vaya por delante que nunca
he querido disfrazar mis simpatías de unos y otros, porque quieras o no vas
teniendo filias y fobias.
Han es muy, muy,
inteligente, en una mano, un puñal para Aritz, y en la otra, el pañuelo y
lágrimas para todos los demás.
Desde la última discusión entre Han y Aritz, provocada por unas
palabras entre Suso y el vasco, las cartas están sobre la mesa. Tanto Carlos como Suso que estaban a escasos centímetros, y en la que
el oriental de Granada, jugó a que echaran al vasco, dieron la razón a Aritz.
Otra cosa es que las chicas consuelen a Han por su aparente fragilidad.
Para este vecino del mundo
Han comenzó a mostrar, por decirlo de alguna manera, su patita la noche en que
Aritz tuvo que ir al confesionario porque le encomendaron observar a sus
compañeros en el salón, a través de una galería. Al volver, y tras pasar
bastante tiempo en el confesionario, Aritz tenía que justificar ese tiempo de
cara a sus compañeros, y dijo que estuvo con el médico. Nadie se paró en pensar
sobre eso, pero Han, que está las veinticuatro horas de lleno en el concurso, no
se creyó que el médico estuviera a las doce de la noche, eso dijo él, en la
casa. Y se lo repitió mil veces, poniendo en compromiso al de Santurce.
Si tú eres pareja, o al
menos amigo, y notas algo raro, te callas y lo comentas con él en privado. Sin
embargo Han fue a desacreditarlo crudamente. Quedó claro que el chino granadino
solo miraba por él, y si el vasco le importaba lo que le importaba, las chicas
han sido presas fáciles para una gran mente bajo la apariencia de un corderito
herido.
El comportamiento de Han NO
es el de una persona enamorada, nunca lo ha sido, en todo caso el de una
persona obsesionada y egoísta, muy egoísta.
La llegada al plató de Suso
fue un auténtico espectáculo en cuestión de despropósitos con una Raquel
intentando ocupar una posición que no ocupa en realidad. Y no se abrazó a Suso,
que no parecía recordar a la extremeña, sino prácticamente se colgó de él, para
no aparentar estar más sola que la una.
Suso demostrando una vez más, que en realidad es un cobarde. Apenas hizo caso a Mercedes Milá. Rompía el hilo
argumental de la entrevista una y otra vez hablando con su madre y contestando
a un público más que provocador, provocado
por el concursante.
Suso no soporta las notas
discordantes, siempre tiene que ser él quien corte el bacalao, y a su manera,
como quedó claro durante la entrevista, en la descripción que hizo de sus
maneras en la cama. En todo momento habló de él, de su cuidado con vitaminas y
tupperware con comida incluido tras el primer orgasmo. En ningún momento oí ninguna preocupación por
la otra parte.
Suso quedó retratado por una
Mercedes Milá intentando no reflejar su hartazgo ante una entrevista que no
llevaba a nada, al tratarle en su despedida como un niño. Suso fue incapaz de
captar el matiz de las palabras de la presentadora.
Suso, para este vecino del
mundo, debió de ser expulsado del plató durante su despedida del resto de los
concursantes al intentar manipularlos claramente contra Aritz, en favor de un
Han que ya había adoptado el papel de damisela al borde del desmayo.
Por cierto, si en algún momento
nos quisieron dar una buena imagen de Suso como hijo, al mostrarnoslo leyendo una carta a su madre, en opinión
quizás muy cruel para algunos, de este vecino del mundo, esto fue totalmente bochornoso. Era una carta del
nivel de un niño de unos seis años. Ésto
le puede llevar, en cierta manera, la contraria a un Suso que siempre se ha
metido con los “bibliotecarios”, como él denomina a los que son un poco cultos,
y dejó más que a la vista sus carencias.
Tampoco se deberían de
admitir discusiones, ni opiniones de los demás, durante las nominaciones a la cara. Lo de ayer
fue bochornoso por parte de la mayoría. A destacar que aunque Marta y Sofía
hicieron el paripé de pensárselo mucho, dijeron exactamente lo mismo para
nominar al bando contrario, mientras ponían cara de corderito degollado.
Teniendo en cuenta que Carlos
tenía el poder de salvar a quien quisiera, y estando nominado él, se salvó a sí
mismo. Los nominados que quedaron finalmente son Sofía, Han, y Marta.
Como decía al principio, ya
ha quedado clarísimo una brecha importante entre Marta, Sofía, Han y una
Niedzela, que va y viene. Con Aritz y Marina por otro lado, Carlos más cerca de
éstos, y un Vera y Ricky más en la órbita de las chicas.
Conviene recordar, y no es
por nada, que la cama punto de referencia en alguna de las discusiones entre
Han y Aritz, sobre invasión de intimidad, en realidad es la del vasco.
Lo mejor de la noche quizás
fue justo después de terminar la gala y todavía con Telecinco en directo.
Se vio a una Marta vuelta al
histerismo que es su terreno, manipulando a diestro y siniestro en contra de
Aritz y Marina.
Fue curioso, pero algunas
veces Han parecía uno de esos muñecos llorones, en cuanto le abrazaba Marta,
comenzaba a llorar, sin lágrimas eso sí, y en cuanto le soltaba, se acababan
los lloros.
Han es el claro enemigo en
la sombra, el gran manipulador de esta edición, y las chicas, con excepción de
Marina, porque llora le creen todo. Han no puede ni ver a Marina porque está
convencido que es quien ha hablado mal de él a Aritz, y en realidad es él
solito quien se ha ganado la bronca y el olvido del vasco.
La próxima vez que conecten
con Guadalix, cerciórense primero de que no tienen ningún escape de gas, porque
en cualquier descuido, y tal como está la cosa,
la casa de Gran Hermano puede explotar.
*FOTO: DE LA RED