Lo bueno que tiene el fin de semana de este vecino del
mundo, es que tanto el sábado como el domingo tiene el placer, y nunca mejor
dicho, de desayunar leyendo el periódico, y suplementos, de “El País”, y comprobando si comparte,
o no, pensamientos y criterios de colaboradores, o entrevistados, del citado
diario.
Una de sus secciones, tiene muchas, favoritas del domingo
es “Gentes con luz”, escrita por Luz Sánchez-Mellado. Hoy entrevista a Jorge
Javier Vázquez (https://elpais.com/cultura/2018/03/10/television/1520684844_719557.html),
en especial sobre su presente, a consecuencia de que acaba de romper con su
pareja, y aprovechando habla de lo divino y de lo humo, que bien pensado pueden
ser incluso dos de las vertientes del presentador.
Como Jorge Javier se las sabe todas en cuanto a
entrevistas y relación con los diferentes medios, y quizás, para que así se
hable de su entrevista sin que pase desapercibida, no le duelen prendas, y a la
par que da un titular, le sirve al mismo tiempo para justificar su actual, al
menos, trayectoria televisiva.
A la pregunta de la periodista “¿La intimidad
tiene precio?”, el Señor Vázquez se descuelga con un tajante “La intimidad está
sobrevalorada. El mundo sería más amable si la compartiésemos más. Además, así
doy yo mi noticia y evito bulos”.
Tras un primer momento de pérdida de tensión, y tras
rehacerse del shock, este vecino del mundo, cree entender, y es
una manera, la suya, de defender al entrevistado, que para Jorge Javier “la intimidad” es,
meramente las cosas del follar; y por lo tanto, ya de primeras, le resta importancia a las presuntas autopsias de intimidad que se practican en su programa. Y que ese “casoplón” que se menciona durante la
entrevista, y del que sale en chándal rumbo (le traen y
le llevan todos los días) a la cadena de montaje (“literal” en el reportaje) de
Telecinco, pertenecerá a su secreto patrimonial, y no a su intimidad. Lo mismo que su relación con su
madre, con quien tras su ruptura sentimental, se fue al Caribe a reponerse,
seguro que también pertenece a algún vínculo sentimental que por alguna razón
muy suya, tampoco le apetezca que se sepa, pero que si se sabe, aunque muy a su pesar, seguro que también le pone
precio para que las cicatrices se borren antes.
De todas maneras y ya para terminar, y sobre el tema de
la gran debacle de la última edición de “Gran Hermano”, le achaca todo al
asunto catalán, que en aquel momento estaba en pleno candelero en las otras
cadenas.
Me consta que ya hace tiempo que el Señor Vázquez se operó de la
vista, pero creo que en su contestación sobre ese asunto peca un poco de “miope”,
no viendo nada en absoluto de los posibles fallos de prepotencia y “dictadura” que
haya podido tener su propia cadena en la trayectoria de anteriores ediciones del
concurso. Pero claro, como eso no es la intimidad de uno, de eso no se habla.
*FOTO: DE LA RED.
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