miércoles, 28 de marzo de 2018

PREDICANDO CON EL EJEMPLO




Ni tanto ni tan calvo. Ni tan blanco y negro la Semana Santa de los años sesenta, donde no podías ni cantar, porque solo había música clásica en la radio (y además, estaba mal visto) y en el único canal de televisión. ¿Y las pelis? Todos los años eran las mismas: Molokai, Santa Rosa de Lima, y mil películas clase B de la vida de Jesucristo, en las que nunca se le veía la cara. Ben-Hur era demasiado reciente  como para darla por aquella televisión franquista. 

Ni tan ni fu ni fa como unos días en los que la gente menuda no sabe el origen de una fiesta lejos de los desfiles procesionarios, que seguro que algún padre te dirá "porque en la escuela no se enseña suficientemente". Ya que los niños, y todavía parece que seguimos recayendo en el fallo de siempre, o son para los abuelos, o para los profes.

Por todo lo anterior, que no es poco, hoy este vecino del mundo se ha llevado un alegrón viendo la reacción que han tenido la pareja formada por Cristina Rubio y su pareja Sergio Ramos, que al salir del Hospital tras el tercer parto, la pareja y sus dos retoños mayores han posado ante los medios con camisetas de “Unicef”, de la que él es embajador.

Mientras otros, y están en su derecho, vaya eso por delante, utilizan el evento de un nacimiento en la familia para cobrar una más que suculenta exclusiva, ellos han aprovechado el momento, e Instagram, con texto en castellano e inglés, para llevar el ascua a su sardina, y hablar de las condiciones de muchos niños en el mundo.

Más de uno considerará que dado, se supone, que tendrán sus cuentas bancarias más que saneadas, no deja de ser su gesto, continuarán diciendo, un brindis al sol. Todo lo que quieran, pero hay que hacerlo.

Siempre se habla de que los famosos, y en los primeros lugares se pone a las estrellas del fútbol, deben de ser un ejemplo para las nuevas generaciones, y Pilar Rubio y Sergio Ramos lo han sido. Y otra cosa, que a más de uno les habrá pasado desapercibida, el papá Ramos ha ejercido como tal, enseñándoles a sus hijos educación, haciendo que saludaran a la prensa con buenas maneras. 

Y yo, que lo he podido apreciar en el reportaje televisivo, estoy convencido de que le ha salido del alma, sin nada de afectación. Y llámenme malo, pero me he acordado de la cantidad de veces que bebiendo algo en un bar, intentando pasar un rato agradable, ese niño que no paraba de sacar bulla, y los padres  solo le llaman la atención al adulto que se queja.

Al Cesar lo que es del Cesar, y a Ramos y a Rubio, o al revés, mi sincera felicitación por algo que tenía que ser normal, pero no lo es.

Por cierto, y ya para terminar, como me sé las cosas más por viejo que por diablo, diré que los que me siguen, por si hay dudas, ya saben desde hace mucho tiempo, que no soy blanco, sino txuri urdin; pero en educación y principios todos deberíamos de ser del mismo equipo.

*FOTO: DE LA RED

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