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lunes, 25 de marzo de 2024

LADY KATE, Y EL EDÉN PARA POBRES...


 Y entre “me gusta la fruta”, Koldo García y su mariachi, y tu mujer más porque forma parte de un contubernio (que este vecino del mundo nunca ha sabido lo qué es pero suena de lo más aparente), nos hemos posicionado en la parrilla de salida de las vacaciones de Semana Santa.

Esta noche, de hecho, ya han pasado varios vecinos por las escaleras derrapando y quemando ruedas de maletas al grito de “el último Rubiales”.

Más de uno de esos vecinos a la fuga, ni se habrá enterado de lo mal que nos hemos portado la mayoría pensando mal en lo relacionado con la actual Princesa de Gales, Kate Middleton, sea lo que fuere lo que pensáramos de ese asunto, con posible cuestión de cuernos incluida, una operación mal acabada, y especialmente una mala gestión de comunicación del departamento correspondiente.

Normalmente lo más sencillo se suele acercar más a la realidad. Y ahora todos pensamos en esos tres niños y esa madre con un importante problema de salud a sus cuarenta y dos años. Y nuestra mala conciencia hace que cuando menos nos sonrojemos en nuestro interior…

Y los precios, de cara a los festivos que no es que se aproximen, sino que ya nos han atropellado, no paran de subir. Es curioso que la mayoría de los implicados en las diferentes subidas de precios, aclaran los esfuerzos que han hecho para tocar los precios lo menos posible.

De todas maneras, este vecino nunca entenderá cómo hay personas que pueden llegar a endeudarse por cogerse unas vacaciones. 

Unas cuantas cañas en el bar de abajo sabiendo que lo único que tienes que hacer obligatoriamente en los próximos días es seguir respirando, es lo más parecido a un Edén para pobres. Cosa que además se puede maquillar con un buen retoque fotográfico que nos ubique incluso en las antípodas. 

Pero no será este vecino quien les sugiera que pidan ayuda a Lady Kate en cuestión de retoques fotográficos… Y es que a esos también los puede cargar el diablo.

*FOTO: DE LA RED.


martes, 2 de febrero de 2021

LOS PEORES ENEMIGOS...

 

Unas recientes declaraciones de Reyes Maroto, Ministra de Industria, Comercio y Turismo,  para Onda Cero, asegurando que "...quieren tener todo preparado para que en Semana Santa se pueda empezar a viajar de una manera segura… “ ha dejado clarísimo uno de los métodos, el de la zanahoria atada a un palo, utilizado por nuestro Gobierno.

No hace falta aclarar que cuando hablo de “nuestro Gobierno” incluyo también a todo gobierno autonómico, y a los diferentes partidos. No se salva nadie.

El problema de darnos cuenta del método de la zanahoria, es que inmediatamente percibimos también de que nos tratan como a un rebaño de ovejas, que formamos la mayoría de los españoles de buena fe, y a los que entre otras cosas, nos pueden llevar al matadero, como lo están haciendo, teniendo como muleta un futuro casi próximo, en teoría, esplendoroso.

Pero ya se sabe…, al final nos pasa como en aquel viejo chiste, un optimista crónico, que preguntado por su vida sexual, la describía diciendo que “Follo casi todos los días. Casi los lunes, casi los martes…”

Y es que hay muchas maneras de ver la vida, entre ellas la de vivir rodeados de voces en off, que te hacen ver siempre las supuestas luces al final del túnel, y así intentar obviar la oscuridad en que estamos metidos.

Hace ya un tiempo que os dije, que había quitado al alcance de mi vista, todo objeto cortante para así poner a salvo mi integridad y la de mis venas. 

Ahora acabo de decidir que también voy a tener que proteger con bandas esponjadas todo tipo de aristas para evitar darme cabezazos. ¿El motivo? Esa Presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, que se ha descolgado con un “diferente” orden de prioridades (camareros, profesores, cajeras y periodistas) para cuando pueda vacunar masivamente.

No puedo negar que si algún día necesito a la mejor publicista, intentaré ficharla para el puesto. Eso, si acepta trabajar siempre con gafas de sol.

Y es que sus ojos siempre serán su peor enemigo…

*FOTO: DE LA RED

sábado, 20 de abril de 2019

OTRO GÓLGOTA...



Leo el extracto de una noticia en un periódico digital:Muere un joven atropellado por una conductora ebria en Barcelona” y ese puede ser el primer mazazo del día.

Si bien es triste el irse de este mundo con el sinsentido trascendental de la muerte, peor es “marcharse por un error histórico”, algo así como mezclarse o interferir dos historias, dos expedientes, que no tienen nada que ver, llevándose por delante el uno al otro. Como quien derrama su taza de café con leche sobre su teclado, al estar contemplando extasiado lo bien que le queda, en su muñeca, ese Rolex que le acaban de regalar y que se ha convertido en el comienzo del fin de una historia que pudo ser.

Y es que todas las mañanas pueden transcurrir bien hasta que se tuercen, y este sábado visto por el bagaje  de alguien que por sus años y sus creencias  no ha olvidado el concepto de “Sábado Santo” o “Sábado de Gloria”, ni antes de tararear, deja de lanzar una furtiva mirada de valoración en días que fueron muy castigados con prohibiciones durante el franquismo, nunca puede acabar en el cielo, sin pasar al menos por el Purgatorio.

Y un sábado muy nuboso, sin un guion nada claro que lo haga atractivo de vivir, tiene un mucho de purgatorio y una pizca de interrogación, como las buenas recetas de conventos. Y es que “purgar” las penas tiene mucho de elaboración manual, de quemarse en los infiernos hasta que el tueste sea el deseado, y que el sufridor nunca sabe cuándo será.

Este vecino no ha querido indagar más porque seguro que iba a empeorar, pero por esas casualidades de enlazar links con noticias, ha encontrado otra que ampliaba la anterior, y que me ha reforzado en la creencia de que “sólo” podía empeorar: “El fallecido tenía veintidós años”. Sobran las palabras e incluso añadir que tenía “todo un mundo por vivir”.

Al final, y habla lo que queda del creyente que siempre he sido, la Semana Santa también la hacemos todos, y hay mucho Gólgota con diferentes nombres y decorados, pero el mismo sufrimiento.

*FOTO: DE LA RED

martes, 22 de mayo de 2018

REVISITANDO TOLEDO


Lo de Willy Toledo y su citación para hoy, pero por la huelga judicial se ha trasladado al 28 de Junio, por defecar en lo más sagrado, puede taladrar el buen gusto y las formas, pero no debería de ir más allá, a no ser que digamos eso de “con la Iglesia hemos topado”. 

Sin embargo, una institución que tampoco está pasando por sus mejores momentos con los “presuntos abusos a menores” tampoco debería ser quien pusiera el límite de lo decoroso. Porque si el horno estuviera para bollos, y el tema para chistes, es curioso que teniendo en cuenta que siempre se ha dicho que Dios, el jefe de esa institución, está en todas partes y lo ve todo, de los presuntos abusos nadie ni viera ni sepa nada.

Hoy me he enterado que el Señor Guillermo Toledo, Willy más que para sus seguidores para sus críticos, que así poco a poco van limando la poca reputación que le queda, tiene 48 años. Por lo que es más que posible que todo el que piense que el actor disfruta con ser siempre la nota discordante en el concierto de las buenas maneras, esté más que confundido, porque está, y ya me lo perdonará él que se lo digo con cariño, más que "cascadete", y lo dice este vecino del mundo que además de ser más viejo que él, tampoco se caracteriza por parecer un “yogurín”. Porque la incomprensión, al menos desde su punto de vista, y el estar vetado en la mayoría, por no decir todos los canales de televisión, no le debe de facilitar el comenzar un nuevo día con aspiraciones renovadas.

Trabaja, y no es el fin de este post defenderle, porque en su día varios jóvenes actores, crearon el grupo de teatro “Animalario”, porque lo demás prácticamente estaría lo que se dice “viéndolas venir”.

Me ha parecido un gran detalle que Javier Bardem, y por supuesto todos los demás actores y amigos, se haya personado en la rueda de prensa, porque no hacía falta ni que hablara, ya que como en muchas de sus escenas cinematográficas, con su sola presencia da verdaderos parlamentos. A destacar el lugar de la comentada rueda de prensa, teniendo además en cuenta  la razón por la que le intentan procesar: una iglesia de Vallecas, con el correspondiente permiso, por supuesto. Los artistas, y Guillermo lo es con creces, siempre cuidan mucho los detalles y la ambientación...

Que el Señor Toledo es una china en el zapato del poder está más que claro; que con su actitud muchos pueden meditar todo lo que actualmente está pasando en nuestra España más de chirigota que de ser admirada, también, y eso seguro que no le gusta al poder, esté donde esté. 

Bien pensado, y sin abandonar el mundo del teatro en el que Guillermo Toledo es un maestro aventajado, lo que está pasando con su caso tiene mucho de “Las brujas de Salem”. Y se le quiere meter en la hoguera de la cárcel porque muchos dicen ver el demonio de los rojos en él.
Lo de Willy, Guillermo o Señor Toledo, huele mucho a caza de brujas de los cincuenta en Estados Unidos. Y al final solo le quedaría escribir guiones u obras de teatro bajo seudónimo.

Lo más vergonzante es que tampoco ha sido la Iglesia la  que ha denunciado al Señor Toledo sino la Asociación de Abogados Cristianos, que seguro que estarán en su derecho, lo mismo que estaban en su derecho cuatro ministros del gobierno de Rajoy (la ministra de Defensa, María Dolores de Cospedal; el ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido; el de Educación, Cultura y Deporte, Iñigo Méndez de Vigo, y el de Justicia, Rafaél Catalá) a cantar “El novio de la muerte” ante el Cristo de la Legión durante esta pasada Semana Santa en Málaga, pero tampoco se puede negar todo derecho al pataleo, más cuando en teoría estamos en un estado a confesional.

"El caso Willy Toledo” te caiga bien o no la persona o el personaje, es de los que te hacen pensar en ese celebre dicho de “cuando veas las barbas de tu vecino pelar…”. Y nosotros, por ahora, y que se me entienda la ironía del texto, nos podemos pegar un juramento porque estamos en el terreno de los “no conocidos”, porque ya por “Twitter” sería prácticamente imposible hacerlo, por esos aires de lo políticamente correcto que nos inunda por todas partes.

Al final, y es en el fondo de lo que habla un señor como Guillermo Toledo, de nuestra democracia solo está quedando la acepción que hace muchos años daba en su Diccionario, que se hizo muy famoso, Don José Luis Coll, y es el de “demos gracias”. Y quizás sea eso, que todavía debemos de dar gracias por poder hacer unas cuantas cosas sin salirnos de lo permitido.

Todavía estamos a tiempo para hacérnoslo mirar, y revisitar la figura de un Señor Toledo que puede estar menos confundido de lo que muchos se empeñan en proclamar.

*FOTO: DE LA RED

miércoles, 28 de marzo de 2018

PREDICANDO CON EL EJEMPLO




Ni tanto ni tan calvo. Ni tan blanco y negro la Semana Santa de los años sesenta, donde no podías ni cantar, porque solo había música clásica en la radio (y además, estaba mal visto) y en el único canal de televisión. ¿Y las pelis? Todos los años eran las mismas: Molokai, Santa Rosa de Lima, y mil películas clase B de la vida de Jesucristo, en las que nunca se le veía la cara. Ben-Hur era demasiado reciente  como para darla por aquella televisión franquista. 

Ni tan ni fu ni fa como unos días en los que la gente menuda no sabe el origen de una fiesta lejos de los desfiles procesionarios, que seguro que algún padre te dirá "porque en la escuela no se enseña suficientemente". Ya que los niños, y todavía parece que seguimos recayendo en el fallo de siempre, o son para los abuelos, o para los profes.

Por todo lo anterior, que no es poco, hoy este vecino del mundo se ha llevado un alegrón viendo la reacción que han tenido la pareja formada por Cristina Rubio y su pareja Sergio Ramos, que al salir del Hospital tras el tercer parto, la pareja y sus dos retoños mayores han posado ante los medios con camisetas de “Unicef”, de la que él es embajador.

Mientras otros, y están en su derecho, vaya eso por delante, utilizan el evento de un nacimiento en la familia para cobrar una más que suculenta exclusiva, ellos han aprovechado el momento, e Instagram, con texto en castellano e inglés, para llevar el ascua a su sardina, y hablar de las condiciones de muchos niños en el mundo.

Más de uno considerará que dado, se supone, que tendrán sus cuentas bancarias más que saneadas, no deja de ser su gesto, continuarán diciendo, un brindis al sol. Todo lo que quieran, pero hay que hacerlo.

Siempre se habla de que los famosos, y en los primeros lugares se pone a las estrellas del fútbol, deben de ser un ejemplo para las nuevas generaciones, y Pilar Rubio y Sergio Ramos lo han sido. Y otra cosa, que a más de uno les habrá pasado desapercibida, el papá Ramos ha ejercido como tal, enseñándoles a sus hijos educación, haciendo que saludaran a la prensa con buenas maneras. 

Y yo, que lo he podido apreciar en el reportaje televisivo, estoy convencido de que le ha salido del alma, sin nada de afectación. Y llámenme malo, pero me he acordado de la cantidad de veces que bebiendo algo en un bar, intentando pasar un rato agradable, ese niño que no paraba de sacar bulla, y los padres  solo le llaman la atención al adulto que se queja.

Al Cesar lo que es del Cesar, y a Ramos y a Rubio, o al revés, mi sincera felicitación por algo que tenía que ser normal, pero no lo es.

Por cierto, y ya para terminar, como me sé las cosas más por viejo que por diablo, diré que los que me siguen, por si hay dudas, ya saben desde hace mucho tiempo, que no soy blanco, sino txuri urdin; pero en educación y principios todos deberíamos de ser del mismo equipo.

*FOTO: DE LA RED

lunes, 28 de marzo de 2016

SUSANITA, Y SU RATÓN



Ya se ha terminado esta especie de paréntesis que ha sido la Semana Santa, y que la especie “político” se había escondido en sus abrevaderos, cuando hoy ya nos despiertan con más de lo mismo. Y lo que es peor, con Susana Díaz en mayúsculas.


Es que a mí lo de la Señora Díaz hace tiempo que me cansó. Que me presento, que no, que estoy bien en Andalucía, que para qué al ruedo nacional, deja, deja… Y ahora parece que ya es la definitiva…


Ha dejado trenes pasar, pero cuando ve que con otro parece que puede ir por la vía buena, le entra congoja, y se apunta a un bombardeo.


Susana Díaz, al humilde entender de este vecino del mundo, no deja de encarnar la figura materna que está ahí, vigilante, con la zapatilla preparada para darnos en las manos si la opción que elegimos no es la buena, es decir, la suya. O incluso, esa vecina, que este bloguero tiene, y la mayoría de vosotros también, que cuando salís al descansillo, os convertís en participantes de su particular “Gran Hermano”, porque sabéis que desde la mirilla de enfrente te está observando alguien que además, sabe lo que piensas.
 

Levantarse, todavía como víctimas del cambio horario, y encontrarse en los kioscos, con la Señora Díaz como en una especie de día de la marmota, pues no debe de ser muy higiénico mentalmente.


Por cierto, para los muy listos/listas, que los hay, y que crean ver en lo que acaba de decir este “vecino del mundo” cierto machismo, que conste que lo dicho, el cansancio que me produce, no es por ser mujer, sino el papel que hace tiempo asumió. Eso de voy pero no voy, un "moonwalking" que para sí lo hubiera querido el mismísimo Michael Jackson;  no me interesa pero me interesa, Sánchez está bien, pero no.


Dice el chiste, “o semos o no semos, pero somos”. Y está claro que aquellos inolvidables payasos de la tele, fueron una especie de profetas cuando crearon “Susanita tiene un ratón”, que

…Duerme cerca del radiador
Con la almohada en los pies
Y sueña que es un gran campeón
Jugando al ajedrez…


Como se descuide Pedro, nuestro ratón, Susana le va a subir la temperatura al radiador, y …fue un accidente, y a mí que me registren.

*FOTO: DE LA RED

sábado, 26 de marzo de 2016

¿NEURAS, O EXTRAVAGANTE REALIDAD?


Cuando se van cumpliendo años, como ocurre con la hipoteca, poco a poco pero todos, vas sufriendo tus neuras, y si te descuidas, las propias y las de el de al lado. Por ejemplo, los hombres al menos, con los años, no resistimos a dormir una noche entera sin pasar por el váter. Y yo llevo dos noches, estas dos últimas haciendo un gran esfuerzo, por no ir. Me ha dado por pensar que al ser Semana Santa, iban a pasar por mi pasillo, (el único que tengo, que tampoco es gran cosa, no vayan a creer ustedes…) dos procesiones, y me he acojonado, y no he salido.


Ver no he visto nada, pero por la noche cuando me he despertado a la hora de siempre, tres o cuatro de la mañana, alguna luz, con cierto movimiento además, me ha parecido que se filtraba por debajo de la puerta…


Por si eso sirve, esta mañana a las ocho, a la hora de ir a salir con Afgano, mi bichón frisé, había un cierto olor a cera quemada por el pasillo y, por cierto, Afgano parecía caminar con cierta solemnidad y afectación en sus pasos, como marcándolos pronunciadamente. Serían sugestiones mías, pero hasta hemos tardado mucho más tiempo en dar el mismo paseo de siempre.


Puede que sean también impresiones mías, pero los contenidos televisivos a media tarde, los fines de semana, dejan mucho que desear. Incluso, hoy precisamente, Sábado de Gloria, para los católicos practicantes, me ha pasado algo curioso. He echado la siesta, y me han dado un sueño rodado para la tele, con actores alemanes y basado en un hecho real.


No le he dado importancia. Es que desde hace un tiempo he llegado a la conclusión de que los mismos canales televisivos, compran la producción extranjera en lo que sería el equivalente a tiendas de chino, mucho más barato ,pero para cadenas de televisión. Atracón de películas, que en realidad se han hecho para la tele directamente, y que no saben lo que es un cine, porque nunca han estado en uno.


Y como últimamente la que corta el bacalao en Europa  es la Señora Merkel, un montón de producción, casualidades o no, alemana. Y ya se sabe que los alemanes pueden ser de todo, menos la alegría de la huerta. Eso sí, cuando no se ven hoteles de alto standing en cualquier parte del mundo, y la historia es muy triste, te ponen al final “basado en un hecho real”, y ya se perdona cualquier mal final, con la excusa de que “es la vida la que lo ha querido así”.


Quizás lo que caracteriza a la vida, es que sus finales son tajantes, si desaparece un personaje/persona lo hace para siempre. No existen, normalmente, segundas oportunidades, o puestos a inventar un nombre, nunca existirá“El Luisma 2. Ahora, su verdadera historia”.


Por cierto, y ya para terminar, momentos antes de escribir este post, y por twitter, me he enterado de que presuntamente el Señor Urdangarin, su mujer y los cuatro hijos, están de vacaciones en Camboya y Vietnam. Tras haber cogido, ella, una excedencia en la Fundación La Caixa, a los pocos días de volver a trabajar, le dejan, al parecer, que se descuelgue con ese viaje. Está claro que las condiciones de trabajo de Doña Cristina, en nada tienen que ver al del común mortal español…, por mucho que no se cansen de repetir eso, que es un caso que se lleva con total normalidad, con lo que respecta al juicio del Caso Nóos.


Y en otra de mis neuras, de las que comentaba al comienzo de este post, al pensar en las vacaciones del Señor Urdangarín, quizás las últimas en libertad, me ha dado por imaginarme eso de que “Si Mahoma no va a la montaña…”.


 Y quizás, a partir del año que viene, haya un tipo nuevo de prisión en España, la prisión temática, en la que presos vip, que cada vez hay más, por un pequeño suplemento que gentilmente pagará su familia, repito su familia, y no los de siempre, y una vez, requisito indispensable, “hayan devuelto lo que se les quedó pegado en su día en sus cuentas, aunque, por supuesto, no hubiera sido intencionado”.  

Aunque no puedan salir del recinto penitenciario, un grupo de decoradores, técnicos de atrezzo…y gente relacionada con llevar acabo todo tipo de producciones cinematográficas, convertirá sus centros por dos semanas, en lugares recónditos en los que previamente, los implicados (y no va con segundas), se hayan puesto de acuerdo, en visitar de una manera tan diferente. Que por cierto,  además, será otra manera de conseguir nuevos puestos de trabajo, eso sí, para aquel que tenga dotes artísticas, y finja ser quien no es. ¡Vamos! Como la vida misma. Y, además, cobrando.

Nunca dejo de pensar que entre "ficción" y "micción" solo cambia una letra, y algunas veces, diría que en el día a día, hasta se entremezclan. Los asiduos a la atalaya del vecino del mundo, a esta atalaya, seguro que lo entendeis...

*FOTO: DE LA RED

domingo, 28 de junio de 2015

UNA INFANCIA DE ANTEAYER


¡Adelante con los faroles!

Una expresión, quizás en desuso, que solía decir mi padre, que junto con “el cine de las sábanas blancas” huele no a ayer, sino a una infancia de anteayer.

¡Adelante con los faroles! Hacía falta valor para tomar una determinación, y después apechugar con el resultado. ¡Adelante con los faroles! Y un niño de unos diez años, no más, se imaginaba los faroles, así los llamaba él, que formaban parte de los desfiles de una Semana Santa tan importante como para pararlo todo, desde la radio hasta los juegos.  Esas luces, provenientes de velas enclaustradas en unos farolillos acabados en palo convertido en un bastón iluminado, de esos de los que llevan los nazarenos.

Una expresión, ¡Adelante con los faroles!, que forma parte de una España en blanco y negro, con cocinas económicas en las que todavía no tenían razón de ser el butano ni el butanero. Casas en las que tras el trabajo, el marido se afeita  en camiseta de manga corta, y se peina con agua y jabón, remedando a un Brando con acento español, y pasado por una censura salvadora de infiernos acechantes en verbenas de pueblo amenizadas por una "jazband".

Luces amarillentas para vidas que intentaban encauzarse tras una guerra en la que solo hubo vencedores, los "otros" tenían que ser olvidados, y nunca mencionados, con cartillas de racionamiento que ya dormían, aunque nunca olvidadas, en un cajón donde se guardaban las cosas que se querían dejar atrás.

Niños, nosotros, hijos de la leche en polvo americana en escuelas públicas, que aprendíamos de la Enciclopedia Álvarez, y de recreos con balón y bocadillo de chocolate o de pan con aceite. Tardes de jugar niños y niñas separados, como en la escuela, mientras las madres en la cocina oyen la radionovela con Pedro Pablo Ayuso, Matilde Conesa, en una narración de Teófilo Martínez.


Días de adelante con los faroles y de cine de las sábanas blancas, en los que ya no teníamos nada que perder, solo la inocencia, porque todo lo demás se lo había quedado el dictador.


*FOTO: DE LA RED

domingo, 29 de marzo de 2015

AQUELLA SEMANA SANTA EN BLANCO, Y SOBRE TODO, NEGRO



A todo se hace uno, por eso cuando se echa la vista atrás, quizás al estar ya acostumbrado a lo que vivió y a lo que vive, y como los cambios se han ido haciendo paulatinamente, algunas veces no se es consciente. Pero los días que vamos a comenzar, la Semana Santa, son un claro ejemplo de ello.

No tiene que ver nada una Semana Santa de ahora, para el españolito medio, y ahí también incluyo al católico medio, con la Semana Santa de, por ejemplo, los años sesenta. Empezando por el hecho de que los únicos que tenían fiesta eran los estudiantes. Mis padres, por ejemplo, sólo tenían fiesta desde el llamado Jueves Santo al Domingo de Resurrección.

Si hay una palabra que este vecino del mundo, entonces un niño, relaciona con esos días es “silencio”. Se decía silencio de recogimiento, pero en realidad era un silencio que presagiaba miedo. Miedo a la misma historia que traían implícitos esos días. Una historia trágica, que por sabida, no dejaba de serlo. Una muerte, que aunque éramos niños, no escapaba la idea de que era “por nuestra culpa”. Un mucho de trágico y de inexplicable. Unos hechos que acababan, eso decían, en la gloria. Pero una gloria rara. Veías claramente la tragedia, pero la gloria y los días buenos había que creerlos por fe.

Las Semanas Santas de entonces sabían a limbo, si alguna vez hemos comprendido lo que era “eso”. Ausencia de cine, de espectáculos de todo tipo, incluidas prácticamente otro tipo de noticias tanto en periódicos, radio y en la única televisión existente.

El único cine que se permitía era de historia bíblica, de vida de santos, y hechos cristianizantes. Y música, mucha música, pero clásica, y sacra a ser posible. Y en la radio, las mismas voces que se lucían en las célebres novelas, ahora escenificaban la vida, y muerte, de Jesús de Nazaret.

Todos los años en la televisión se repetían películas como “Molocai”, “Santa Rosa de Lima”, “Marcelino, pan y vino” y, especialmente, “La Señora de Fátima”, y muchas películas, que ahora te das cuenta que aunque eran sobre la vida de Jesús, eran una especie de cine B, cuya característica en común era que no las habías visto, prácticamente, en los cines, y que en ningún momento de la historia se le veía la cara a Jesús. Te pasabas toda la película intentando verle el rostro, pero no había manera. Una especie de asociación entre rostro, cielo  y gloria.

El común del españolito medio no se iba de vacaciones; como mucho, si podía, dos o tres días a su pueblo. Y hay una sensación que vista ahora, me recuerda en cierta manera a las Navidades.

Una característica de las Navidades, ese sabor a querer cambiar, a tener nuevos hábitos y costumbres, también se sentía entonces. Debido a ese “limbo” comentado anteriormente, era una sensación a que estabas en una habitación esperando  a ser juzgado, y que si salías, siempre ocurría, libre de cargos, te ibas a portar incluso mejor.

También ayudaba a ese sentimiento extraño, las procesiones y esa, cuando menos compleja costumbre, pero captada, sin duda, por los niños, de que los hombres desfilaban por un lado, en fila de uno en uno, y las mujeres, al final, todas a la vez. Otro signo más, de una diferenciación entre sexos, que no se explicaba, sino que calaba en un todavía aprendiz ADN.

A este vecino hay algo que siempre le recordará a Semana Santa, aunque lo coma en cualquier otra época del año, y son esos barquillos dobles con miel dentro. Uno de esos pequeños vicios a los que todavía uno no ha renunciado. Una auténtica metáfora en sí mismos. Esa sensación de alcanzar la gloria, cuya antesala siempre ha sido  la Semana Santa, y que cuando vas a llegar a ella, a la gloria, se resquebraja y desaparece. Promesas que siempre quedarán en eso, en promesas.

Aquellas personas que no hayan vivido esa época, un franquismo tardío, donde la Iglesia tenía a un más poder, y juzgaba con mano firme, especialmente al pobre y nada poderoso, seguro que no me comprenderá. Los demás, no hará falta que lo recuerden, porque eso es un traje que siempre se lleva puesto, y no hay manera de quitárselo, una especie de “traje-cebolla”, del que te vas quitando capas, pero siempre queda algo. Ese aroma de culpa, de que has hecho algo malo, y si no, lo has pensado. Porque a Dios no se le puede engañar. Recuerda, está en todas partes. Una especie de Hacienda, con el mismo oscurantismo, pero con rosario acuestas, y penas para toda le eternidad.

*FOTO: DE LA RED


lunes, 21 de abril de 2014

UN CIERTO HALO DE MISTERIO

Antes de nada, un saludo a todos mis lectores, que no son pocos, y si me habéis echado de menos, es un buen síntoma. Por mi parte, en más de una ocasión he querido compartir lo que me estaba pasando, pero me prometí "solemnemente", me imagino que sería por aquello de la Semana Santa, que teníamos, vosotros y el vecino que llevo dentro, que desconectar estos cuatro días, para que no os sintáis pertenecientes, en cierta manera, a una secta, y quizás como esas parejas reñidas, para que el reencuentro siempre sea especial.
Para entrar en materia he de decir que todos aquellos cotillas, dicho con todo cariño, que quieran enterarse de los pasos del vecino durante esta Semana Santa se van a sentir decepcionados, porque no voy a soltar prenda. No ha habido nada especial, pero ocurre que más de uno de mis lectores se ha puesto en contacto conmigo, diciéndome que no creían nada de lo escrito los últimos días, de que iba a vestirme de Nazareno y “procesionar”, verbo  inventado últimamente, por lo que prefiero que, en ese caso, cada uno se invente mi historia en esos cuatro días, en realidad tres sin post, porque seguro que será más divertido, o ameno, que la realidad misma.
De todos modos siempre conviene crear un poco de misterio entre el escritor y sus lectores, como ocurría antiguamente entre las estrellas de cine y los espectadores. En cuanto nos dimos cuenta de que en realidad los actores, por muy americanos que fueran, estaban hechos de la misma materia que el común de los mortales, se perdió el glamour. Imaginarnos, por ejemplo, a un Gary Cooper en un mingitorio público acababa de todas todas con la aureola de “un solo ante el peligro”.
Por el contrario, a Agatha Christie siempre le siguió un halo de misterio, no solo por sus novelas, sino por aquellos días (tres semanas exactamente) que estuvo desaparecida, y de las que nunca quiso revelar su verdadero paradero, porque normalmente la verdad siempre desinfla una buena historia.
En el fondo cuando leemos a alguien siempre queremos dos cosas:
Que nos sorprendan, y que no nos digan la verdad, porque ésta siempre es o triste o aburrida. En realidad, todo lector lleva dentro un amante en potencia que siempre pide que le digan lo guapo que es y lo enamorado que están de él, o de ella.

*FOTO: DE LA RED

jueves, 17 de abril de 2014

Y NUNCA MEJOR DICHO

Antes de nada, y como este vecino no quiere, ni creo que pueda, engañar a nadie, voy a advertir que lo siguiente no va a ser políticamente correcto. Por lo que los propensos a rasgarse las vestiduras, es mejor que se abstengan, por lo menos se ahorraran gastos de vestuario nuevo.
Como ya lo aconsejaba en días pasados, llevo varias horas vestido de Nazareno, y ésto es una bicoca. En realidad es una manera de invisibilidad, y te invitan en todos los sitios. ¡Vamos! Como si fueras un político pero sin pasar por las urnas.
Lo único engorroso es que en la “cofradía” en la que me he “agregado”, cada cierto tiempo nos tenemos que fustigar, pero en un descuido he manchado el látigo con tomate, de ese de freír, y por ahora está dando el pego. La única “pega”, y nunca mejor dicho, es que después de varias horas, ya me está entrando hambre, y de vez en cuando le doy lengüetazos al látigo, la verdad es que cada vez con más frecuencia, y la persona que está a mi lado, de la que no hace falta recordar que solo veo sus ojos, seguro que me está mirando cada vez más convencido de que los vampiros existen.
De todas las maneras, y con la experiencia que estoy viviendo, una procesión, en sí mismo, es una metáfora de la vida. Ves poco, porque con los agujeros en la tela, tu mirada es limitada, como la vida misma, y si eres religioso y animal político, peor todavía, porque entre las arengas que recibes por las dos partes, percibes el mundo por lo que te cuentan, en lugar de por lo que ves. ¡Vamos! Como en la procesión, que ya le tengo al de adelante “mártir” de tantos pisotones. ¡Y nunca mejor dicho!, otra vez.
Siguiendo con la comparación entre una procesión y la vida misma, lo de fustigarse, es obvio. Porque parte de los motivos  de que la vida nos vaya como nos va, es precisamente por nosotros mismos, que nos fustigamos con todo tipo de prejuicio y de infinitos “qué dirán”.
Por otra parte, tanto las procesiones como la vida, siempre la encabezan los mismos, y los demás vamos como borregos. Pero seguimos, porque nos es más fácil continuar en el rebaño que hacernos un camino por nosotros mismos. Eso sí, amparados en el anonimato que produce “la masa” somos capaces de hacer mil tropelías, porque luego con unos azotes tanto en el trasero, como en el alma, si no olvidado, al menos está todo reparado.
¡Lo dicho! Es probable que estos días los pase empalmando una procesión con otra. Es más fácil, y más barato.

*FOTO: DE LA RED