La verdad es que ayer noche
me puse frente al televisor con muchas ganas para ver qué nos ofrecía Gran
Hermano 17. Y al final de todo, y así casi os evito, si queréis, el seguir
leyendo esta crítica, he llegado a una
misma conclusión:
Ni un buen equipo de fútbol
sólo se hace con mucho dinero y grandes
figuras en lo suyo, ni un programa como Gran Hermano sólo se tiene que basar en
un gran presupuesto, despistar a los concursantes y a nosotros, y más de lo
mismo: Carne de hombres y mujeres con sabor a déjà
vu, y un perfil de personajes, porque ya no son personas, que son típicas en
Marte.
Muchas veces me he metido
con Mercedes Milá y su no querer medir a todos con el mismo rasero, pero lo de
Jorge Javier es una sensación de estar ante una gran macedonia, en el
que las frutas son los diferentes tipos de programas que ha realizado y que
todos tienen algo en común: Yo (el
presentador, Jorge Javier) hago y deshago, y soy el más ácido-gracioso de la
zona, siendo además el único que sabe de qué va ésto que es la vida.
De los concursantes,
mencionaría a el primero en invadir la casa (porque la casa estaría bien sin
nadie que la viole al comienzo de cada edición), Miguel, y su striptease capilar, y con él la radiografía de
lo que puede sentir por dentro. Podría ser nuestro vecino... eso sí, si
viviéramos con Hans Solo cerca.
En una especie de relevo
generacional o des-generacional, vaya usted a saber, Mercedes Milá, y tras
haber roto a llorar con las muestras de cariño de muchos de los antiguos
concursantes que estaban en el estudio,le da una flor a su sucesor. Vistos en ese mismo momento, los dos parecían los novios para una tarta de boda que se jacte de ser nada convencional.
Tras darle el relevo a Jorge Javier, y antes de irse, le insta a que sea justo,
eso quiere decir que ya le conoce… Aunque al ver las imágenes,
en su fuero interno, este vecino deseaba que lo fuera mucho más que ella.
A partir de ahora, y en
cursiva, voy a adjuntar unas breves anotaciones efectuadas en el mismo momento de la
gala, a modo de resumen que por un motivo u otro me “chocaron” y me hicieron
reaccionar:
-Tantos
años de lucha feminista y ... aparece Beatrizzzz. ¡Fuera hoyyyyyy!!!!!!!!!!!!!
-¡Cojones!
Laura, según ella, es de Calpe, de Valencia, ¿qué dirán los del Calpe
alicantino?...
-Con
Cris y Fer por un momento he creído que
el siguiente en aparecer, para convertirse en trío, sería Álvaro Muñoz Escassi.
-Candelas,
asturiana, o "el mundo me tiene envidia
porque soy guapaaaa".
-¿Soy
yo, o todo lo que están dando es una basura? Me da mucha pena, pero estoy por
dejarlo.
Jorge Javier se saltó a la
torera el teleprompter, ese televisor en
el que leen el guion, para venganzas
personales dándole un gran corte a Ismael, primer ganador, y otro a más de
veinte metros, y sin darle opción a replica, a Pepe.
En los dos momentos, en los
dos zascas, Jorge Javier fue muy cobarde. A Ismael Beiro le pilló en frío, como un niño preguntado en una
reunión de mayores, y en el caso de Pepe Herrero, ni se acercó, porque sabe que
si algo tiene el madrileño es labia, desparpajo y mala milk para los que le
buscan, y Jorge Javier no es que le encontró, sino que presuntamente hasta pudo
abusar de él.
Eso sí, si queréis sangre, habrá
y mucha, incluso, a lo mejor o a lo peor, el de una virgen.
Este vecino, a sus años,
prefiere ya mirar hacia las buenas situaciones, a las buenas maneras. Porque si
quisiera lo contrario, simplemente con ver una sesión de los Diputados sería suficiente.
Ni que decir tiene, porque
ya se vislumbra por los comentarios, que no me ha gustado nada. Una gran
decepción; con personajes con fuerte sabor añejo.
Por un momento pensé que la gala de ayer iba a terminar como “Los Serrano”: "Todo era un
sueño, un mal sueño". Y quizás hubiera sido lo mejor... Yo, me borro.