El día de la Lotería de Navidad
había entrado un momento en Twitter para publicitar este blog, cuando de pronto
alguien al hablar presuntamente en nombre de todos, se erigió en el ombligo
momentáneo del "pájaro azul", preguntándose el por qué si a nadie le gusta la fruta
escarchada, en el roscón de reyes los fabricantes se empeñan en seguir poniéndolo.
Estuve a punto de decir que a
mí sí me gustaba, pero como soy consciente de cómo está el patio de las redes
sociales, evité que alguien me agrediera con fake news creadas exprofeso
para romperme la cerámica de mi honor. Y como se dice en “Lo que el viento se
llevó”, una vez que eso se rompe, por muy bien que lo pegues siempre se notará la
rotura.
Estaba claro que al ombligo
tampoco le había tocado la lotería y quería tirar sus presuntas pedreas a dar
posiblemente en el ojo de cualquiera que moviera su opinión con el derecho que
por supuesto le asiste.
Parecido les pasa a muchos políticos
que confunden sus deseos con los de su electorado. Y ni todos los de izquierdas perdemos el
sueño por la república, ni entonamos “Galapagar, mon amour”.
En política los Reyes Magos,
Santa o el Olentzero, entre otros, como autónomos que deben ser, solo vienen en
las elecciones. Y ya hay bastante carbón acumulado para repartir. Y que
luego nadie se queje de que las izq¡uierdas ya no llegan al mínimo para seguir
mandando. Como decía aquel anuncio de la
Dirección General de Tráfico: Las imprudencias se pagan.
Por lo demás, estos días y con
el frío que hace me acuerdo mucho de las llamadas colas del hambre, y de esos
hogares que llevan meses sin electricidad, y con lo que es peor, sin ningún atisbo
de que la cosa mejore… ¿Feliz Navidad?
*FOTO: DE LA RED