He llegado a la conclusión de que mis musas, si es que no
han dimitido, y como un desodorante cualquiera han decidido dejar de
acompañarme, “a media tarde”, o a cualquier hora, deben de estar cerca del asunto catalán.
Porque
llevo varios días que no coincido con ellas, y es que he decidido desintoxicarme
de todo asunto de “actualidad”. Porque si te dejas llevar, o peor, te implicas,
te adentras en un mundo de medias verdades e incluso de verdades-mentiras, o
viceversa, que no te dejan vivir.
Bastante “hemos” sufrido, y me he permitido incluiros,
porque hay que ser insensible, para no haberte sentido abatido con todo lo
ocurrido en Galicia y Asturias este fin de semana, e incluso en días
posteriores.
Esos incendios, que mucho más allá de las pruebas, la
lógica te hace ver, ya en un primer momento, que han sido provocados por,
cuando menos, unos hijos de malos padres (repartiendo responsabilidades por la
educación, o muy posiblemente, por la falta de ella). Y que no me vengan diciendo, que
son “pirómanos”, que lo son, pero no desde el punto de vista de enfermos, sino
sólo desde el hecho de que provocan fuegos.
Habrá duchos en la materia que, en su momento, tendrán
que hablar. Pero está claro que las leyes que regulan los incendios, se han
debido de quedar cortas hace años. Porque alguien debe de seguir sacando
beneficio provocando zonas calcinadas. Y no debemos olvidar a los que les han
arrebatado su vida, por el momento parece ser que cuatro personas, y a los
muchos que en pocas horas, y se dice pronto, lo han perdido todo.
Antes, los solitarios, podían sentirse un poco más
acompañados con la que ya entonces se denominaba “caja tonta”, la
televisión. Pero, ahora, para ver la tele, cuando menos es aconsejable, poner a
buen recaudo la cubertería, y todo objeto que pueda ser usado para cortarse las
venas.
Porque prima, a horas decorosas, noticias tan
inquietantes, que pudieran ser acompañadas por la banda sonora de “Tiburón”. Y
además envían, los propios canales, a sus, en teoría, mejores profesionales a
cubrir in situ todo tipo de tragedias, o cuando menos, momentos, que por algún motivo,
y el tiempo lo dirá, puedan convertirse en históricos.
Y a ti, espectador de primera fila, te bombardean con
informaciones, y peor, declaraciones de los implicados, de sea lo que sea,
intentando que veas “las cosas” a su manera. Y tú, te puedes llegar a sentir,
una especie de Doctor Jekill, y Mister Hyde, intentando comprender a todos.
Lo dicho, si mis
musas siguen tomando notas de la actualidad, creo que no nos vamos a ni tan
siquiera cruzar, durante mucho tiempo. Más que nada para salvaguardar mi salud mental,
o lo que ya quede de ella, si queda.
*DIBUJO: DE LA RED
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