Ayer viendo el show que
montó el Señor Laporta durante su comparecencia en los juzgados de primera
instancia de Barcelona, negándose a declarar en castellano ante el abogado de
la parte contraria, Mario Conde, y diciéndole que hablaría en catalán pero
despacito, este vecino del mundo se acordó de esa famosa frase del Rey Enrique
IV de Francia: París bien vale una misa, cuando tuvo que elegir convertirse al
catolicismo para ser rey.
Al final, Laporta, y tras salirse con
la suya, que no era no declarar, aunque consiguió posponerlo hasta otro momento
en el que se le habilitara un traductor, sino salir en todos los medios de
comunicación como garante de una lengua y de un país, no dudó apenas un cuarto
de hora después de haberse negado, en hablar en castellano, con una sonrisa de
oreja a oreja, pero esta vez delante de la prensa.
Y quedó retratado, pero no
solo ante los periodistas sino ante el pueblo en general. Y es que todavía no
lo ha confirmado, pero tiene toda la pinta de que para él ya ha comenzado la
lucha electoral para conseguir el poder en el Barça otra vez. Y este vecino se
ha imaginado que el Señor Laporta tiene a la entrada de su casa un perchero
donde deja las lenguas que él domina, como si fueran bufandas, y antes de salir, tiene en cuenta el
ambiente en que se va a mover y el traje que se pone, y luego elige una de las
lenguas que más se ciña en ese momento y a su propósito.
Este vecino también se
acordó de aquella cantante, no va a decir su nombre para poder hablar más
libremente, que tras el incendio del Liceo de Barcelona no le dolieron prendas
para pedir dinero a todos los españoles, mientras lloraba
amargamente, para la reconstrucción de un centro, que si algo había sido era
clasista y fundamental en el ADN catalán, y mientras, ella jugaba al despiste
entre Andorra y la nada, actuando de prestidigitadora de sus bienes, en lo que a
cuestiones de Hacienda se refiere.
Muchas veces para entender
todo, hay que volver a los clásicos como Marx, Groucho Marx, y su célebre frase: Estos
son mis principios. Si a usted no le gustan, tengo otros.
*FOTO: DE LA RED