¡Hay algo que me he perdido!
Leo con profusión de detalles, y en varios periódicos digitales, que se descubre el gran
misterio de Michael Jackson en su número de baile del "Smooth Criminal", ese en el que se inclinaba
unos 45 grados. Y que al parecer muchos se pensaban, al final no dejamos de ser
bastante inocentes, que lo hacía por lo buen bailarín que era.
El truco, se
dice ahora, que estaba en el tacón de sus zapatos que tenían un hueco en forma
de “V” que se enganchaba con un tornillo que estaba anclado al suelo.
Y leo también que el logro fue de su grupo de
colaboradores que a comienzos de los noventa consiguió el efecto.
Ni entro ni salgo, pero vuelvo a repetir: Hay algo que me
he perdido, y voy a hacer un poco de historia, que no es lo mismo que contar una batallita, porque este
vecino del mundo aunque ya tiene una cierta edad, tiene sentido de la mesura y, especialmente, del ridículo.
A mediados de los sesenta, en la única televisión que
había entonces, los jueves, creo recordar, por la tarde, se daba un programa
dedicado a los niños que se llamaba “Antena Infantil” y que con el tiempo
derivó en “Los Chiripitifláuticos”. Los personajes fundadores eran: Valentina,
El Capitán Tan y Locomotoro. Después
vinieron otros como el Tío Aquiles, y Los hermanos Malasombra.
De los tres personajes originarios, Locomotoro era el más
querido y admirado, quizás porque incluso a nuestros ojos de niño era el más
infantil y un poco revoltoso. Y entre las cosas que hacía, se inclinaba
exactamente igual que muchos años después lo hizo Mr. Michael Jackson.
Ahora lo que voy a comentar son elucubraciones de este
vecino que está totalmente seguro que es así, aunque carece de pruebas.
El personaje de Locomotoro estaba encarnado por un actor (aunque
dejó las tablas a comienzos de los setenta para dedicarse al negocio
inmobiliario), Paquito Cano, que todavía vive, y que acaba de cumplir el mes
pasado noventa años. Sus comienzos fueron la zarzuela y la revista. Y creo,
ésta es mi opinión, que en algún momento de sus comienzos aprendió ese truco,
que ya lo hizo, por ejemplo, y adjunto imágenes al final de este post, en una escena
de la película "Esa pareja feliz" de Luis García Berlanga y Juan
Antonio Bardem, de 1951, que no deja de ser un número de revista de lo que él era
experto. Por supuesto no hace falta decir que Paquito Cano en la escena adjunta es el novio bailarín.
No sé cómo va el asunto de las patentes, ni si el grupo
de colaboradores de Jackson lo llegó a patentar. Es más, también estoy
convencido de que el efecto tampoco era de Don Paquito Cano, sino de trucos
que aprendían los comediantes de la época.
Antes de terminar y para los todavía incrédulos, aunque en la escena de la película ya se vé al actor en plena inclinación, en las muchas veces que lo hizo como Locomotoro, el efecto era el mismo que hacía el cantante americano, pasaba de andar a inclinarse sin apenas margen de tiempo; eso sí, con menos ínfulas y envoltorio mediático.
Siempre pasa lo mismo, cuando algo se traduce del inglés al castellano parece que queda en nada. Solo que esta vez, el "truco" en castellano, pasa a "milagro" en inglés. Y es que ya se sabe, los americanos siempre han sido como niños.
*FOTO Y ESCENA: DE LA RED