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jueves, 1 de abril de 2021

HARTOS DE ESTAR HARTOS

 

Para todos aquellos que se tomaron el final de mi post de ayer (“De patadas y vacunas…”) como un “continuará”, he de decirles que ya me han vacunado, primera dosis, con AstraZeneca, y la segunda me la ponen a finales de Junio.

De la organización, en la plaza de toros donostiarra de Illumbe, solo se puede hablar bien. Prácticamente sin colas, y si ibas a tu hora no tenías casi ni que esperar.

Ahora, después de la imagen que se ha creado en torno a esta vacuna, tengo la sensación de que si este vecino del mundo fuera un personaje de la recordada por muchos, revista de historietas TBO (este vecino se niega a catalogarla como “comic”, porque entonces ignorábamos ese término) se me dibujaría ahora mismo como lleno de signos de exclamación.

Y es que tengo la sensación de que muy posiblemente me he tragado una bomba, y me paso las horas intentando descubrir en mi interior cualquier TIC-TOC delator… Estoy más escamado que un pez en pleno ataque de nervios.

Por lo demás, intentando huir de cualquier noticia que huela a Coronavirus o a gabachos tirándose por los suelos madrileños porque no les dejan entrar en cualquiera de los museos. Lo cual se traduce en que huyo de cualquier informativo tanto radiado como televisado.

Ya he preparado la televisión para grabar mañana “Ben-Hur”, y “Espartaco”. No hay nada como tirar de los clásicos para recordar que la vida es un poco más bella de lo que creemos recordar cuando estamos hartos de estar hartos. O lo que viene siendo cualquier día y hora de la nueva normalidad. 

Y que ningún niñato o niñata le venga diciendo a este vecino que no podemos ver ahora “Lo que el viento se llevó”, porque se hace apología del racismo.

En la vida nos encontramos con apologías de todo tipo, y somos nosotros quienes tenemos que luchar contra ellas y no prohibir su visionado, porque seguirán existiendo.

*FOTO: DE LA RED

sábado, 6 de octubre de 2018

LA CADUCIDAD DEL PARIPÉ



Dos de la tarde de hoy sábado en uno de los supermercados de EroskI. Todos, trabajadores y clientes con prisa porque en treinta minutos se cierra. Una de las cajeras pregunta en voz alta pero sin gritar: ¿Alguien ha visto una mariconera?


Este vecino del mundo, con ganas de guasa, pero siendo consecuente con las tendencias actuales, y con ansias, lo reconoce, de ganarse alguna batallita personal, vistiendo cara, eso si, de la más pura inocencia comenta: Ahora no será políticamente correcto decir “mariconera”, verdad?. Además, bien pensado…¿Cómo se dirá? Mariconera, mariconero, mariconera y mariconero…

Más de uno, y una, me han mirado y han abierto la boca en ademán de contestar, pero como si les fallara el aire, la han cerrado, y mirado hacia otro lado, como quien intuye que tiene que huir de una zona muy peligrosa, o cuando menos con cierto miedo a una cámara oculta.

Hace mucho tiempo que en España se confunde el sentido del humor con la falta de tacto. Y muy al contrario, en plena dictadura franquista una revista satírica llamada “La Codorniz”, toreaba (verbo también ahora difícil de declinar) todos los temas , sin que la censura le pudiera meter mano. Por cierto, revisando muchos de sus chistes, valdrían para nuestra situación actual. Quizás, sea verdad eso de que "no hay nada nuevo bajo el sol", aunque tal vez los nuevos o los novatos siempre somos nosotros.

Cuando pones una lupa sobre los cierres falsos, las costuras resaltan a la primera, y en nuestra sociedad actual el paripé de hoy deja paso indefectiblemente al paripé del mañana, y las fibras del velcro que las une y desune se van acumulando en la epidermis de nuestra moral, haciéndonos sin duda mucho más maleables y manejables, si es que eso ya le sigue importando a alguien...

*FOTO: DE LA RED

sábado, 28 de julio de 2018

A PROPÓSITO DE ANTONIO...BANDERAS


Leo por ahí que Antonio Banderas tiene motivos  suficientes para estar más cabreado que una mona, aunque él, se supone que con los años de experiencia en el "show business" (que eso si valen por masters, y no los de algunos...), ha sabido salir con ese gracejo andaluz que domina a la perfección.

La historia, e incluso diría que la histeria, se puede comprender rápidamente solo con leer el tweet del  Señor Banderas.

 "@Mujerhoy publica una noticia titulada “el roneo de Alejandro Fernández con la novia de Antonio Banderas.” La noticia es falsa. La persona que habla con Alejandro en la foto es mi cuñada Barbara.
Así no vamos a ganar el Pulitzer  "

Llámenme "malpensado", pero si creemos en la "sin-intención" de la revista, quizás debemos de pensar entonces que la persona que se ha hecho eco de la situación cuando menos equivoca, ignoraba que Nicole Kimpel tiene una hermana gemela, y que se llama Barbara.  Y eso en el mundillo del famoseo, no es, y siendo benévolos, cuando menos estar a la última.

De todas maneras, y ya atendiendo solamente al titular de la supuesta noticia, que es mencionado en el tweet por el propio Antonio Banderas, no poner el nombre de ella, Nicole Kimpel, sino directamente catalogarla como "novia de Antonio Banderas", y con mucho tufillo a "propiedad", tiene más de machismo y de calentar la previsible reacción del actor malagueño que de izar la bandera blanca.

Este vecino del mundo, de pequeño, y cuando veía la única televisión que había entonces, siempre pensaba que los periodistas, entonces encarnados para aquel chiquillo por los presentadores de los programas, eran auténtica palabra de ley. Y como se decía entonces, lo dicho por el presentador "iba a misa".

Ahora al menos, y ya alejados de misas y religiones, cada uno (periodista, colaborador, bloguero, o lo que fuere, que de todo hay en los medios del Señor) cuenta la feria como le va, para luego seguir intentando recibir noticias, exclusivas y lo que fuere del amiguete famoso. Y si uno, o una, no es todavía conocido, pues le pueden entrar ganas de "disparar" a todos los frentes, por si en algún momento puede "cazar" algo.

Y luego, y dicho a vuelapluma, porque se oye la mayoría de los días en los programas televisivos, cualquier famosa es una super-madre, y que se me entienda lo que este vecino quiere decir, porque teniendo varios hijos, les da una educación perfecta. Porque nunca se habla ni del padre, ni de la familia, ni del servicio. Y mientras ella, según parece sin despeinarse, y sin esfuerzo alguno, porque no se dice nada más, diseña, canta, o actúa, o todo a la vez, y lleva dos o tres blogs, y atiende cualquier evento cualquier día de la semana.

Con lo cual, una mujer anónima, si resume su día a día, como mínimo se puede frustrar, eso si no le entran ganas de cortarse... las uñas, porque su vida no ha dado para nada.

Un ejemplo clarísimo, estos días en el programa de TVE "Lazos de sangre" hablando de los Iglesias - Preysler y tras el reportaje, cuando participaban los colaboradores en el coloquio de "Amigas y conocidas". La mayoría hablaban de ellos como que son perfectos (algún defecto tendrán, se supone, como todos). E incluso de Julio Iglesias, se dijo varias veces que España le debe un gran homenaje. Como si él, todo lo que ha hecho ha sido por la patria.

Aunque para más inri, y minutos después hablando de Javier Santos, el supuesto hijo del Señor Iglesias, y que lleva moviendo el tema más de dos décadas, se dice, y el que lo hace luce una media sonrisa en su cara, que el cantante desde hace muchos años no tiene ninguna propiedad en España a su nombre, y que si hay algo, lo está a nombre de Miranda... Con lo cual está más que sugiriendo que si el chico lo hace por dinero, y que si se demuestra que es hijo por supuesto que estaría en su derecho, no tiene nada que hacer.

Sólo hay que oír, por aquello de "por la boca muere el pez",  y soltar más carrete para que los peces de la vergüenza vayan saliendo solos.

Hoy al leer el tweet del Señor Banderas, y ayer al sufrir mientras zapeaba el programa de "Amigas  y conocidas" en su versión de "Lazos de sangre", me he acordado de esa famosa frase "No dejes que la realidad te estropee una buena noticia". 

Todos sabemos, es la triste realidad, que cada día se sigue practicando lo dicho en esa máxima. Y nosotros, el lector, el consumidor final de la noticia, tenemos parte de culpa, por seguir tragando el cebo que nos dan, mientras por otra parte, está claro, que nos siguen tratando como besugos.

*FOTO: DE LA RED



miércoles, 23 de mayo de 2018

UN MILAGRO EN DOS IDIOMAS



¡Hay algo que me he perdido!

Leo con profusión de detalles, y en varios periódicos digitales, que se descubre el gran misterio de Michael Jackson en su número de baile del "Smooth Criminal", ese en el que se inclinaba unos 45 grados. Y que al parecer muchos se pensaban, al final no dejamos de ser bastante inocentes, que lo hacía por lo buen bailarín que era. 

El truco, se dice ahora, que estaba en el tacón de sus zapatos que tenían un hueco en forma de “V” que se enganchaba con un tornillo que estaba anclado al suelo.

Y leo también que el logro fue de su grupo de colaboradores que a comienzos de los noventa consiguió el efecto.

Ni entro ni salgo, pero vuelvo a repetir: Hay algo que me he perdido, y voy a hacer un poco de historia, que no es lo  mismo que contar una batallita, porque este vecino del mundo aunque ya tiene una cierta edad, tiene sentido de la mesura y, especialmente, del ridículo.

A mediados de los sesenta, en la única televisión que había entonces, los jueves, creo recordar, por la tarde, se daba un programa dedicado a los niños que se llamaba “Antena Infantil” y que con el tiempo derivó en “Los Chiripitifláuticos”. Los personajes fundadores eran: Valentina, El Capitán Tan y Locomotoro.  Después vinieron otros como el Tío Aquiles, y Los hermanos Malasombra.

De los tres personajes originarios, Locomotoro era el más querido y admirado, quizás porque incluso a nuestros ojos de niño era el más infantil y un poco revoltoso. Y entre las cosas que hacía, se inclinaba exactamente igual que muchos años después lo hizo Mr. Michael Jackson.

Ahora lo que voy a comentar son elucubraciones de este vecino que está totalmente seguro que es así, aunque carece de pruebas.

El personaje de Locomotoro estaba encarnado por un actor (aunque dejó las tablas a comienzos de los setenta para dedicarse al negocio inmobiliario), Paquito Cano, que todavía vive, y que acaba de cumplir el mes pasado noventa años. Sus comienzos fueron la zarzuela y la revista. Y creo, ésta es mi opinión, que en algún momento de sus comienzos aprendió ese truco, que ya lo hizo, por ejemplo, y adjunto imágenes al final de este post, en una escena de la película "Esa pareja feliz" de Luis García Berlanga y Juan Antonio Bardem, de 1951, que no deja de ser un número de revista de lo que él era experto. Por supuesto no hace falta decir que Paquito Cano en la escena adjunta es el novio bailarín.

No sé cómo va el asunto de las patentes, ni si el grupo de colaboradores de Jackson lo llegó a patentar. Es más, también estoy convencido de que el efecto tampoco era de Don Paquito Cano, sino de trucos que aprendían los comediantes de la época. 

Antes de terminar y para los todavía incrédulos, aunque en la escena de la película ya se vé al actor en plena inclinación, en las muchas veces que lo hizo como Locomotoro, el efecto era el mismo que hacía el cantante americano, pasaba de andar a inclinarse sin apenas margen de tiempo; eso sí,  con menos ínfulas y envoltorio mediático.

Siempre pasa lo mismo, cuando algo se traduce del inglés al castellano parece que queda en nada. Solo que esta vez, el "truco" en castellano, pasa a "milagro" en inglés. Y es que ya se sabe, los americanos siempre han sido como niños.


*FOTO Y ESCENA: DE LA RED

lunes, 5 de octubre de 2015

LA BAILARINA EXÓTICA Y EL AMERICANO MAQUILLADO


Alguno de mis lectores me ha solido mandar algún mensaje diciendo que cada vez que hablo de algún anuncio, normalmente es para ponerlo a caldo, o como se diría en latín: de chupa de dómine. Quizás lo que puede ocurrir realmente, es que siempre destacas algo en lo que te fijas, porque no te resulta indiferente,  y puede ser para bien o para mal.

Hoy sin embargo es algo diferente. Tengo la sensación de que he pecado, sin querer pero he pecado, siendo infiel a La Nuri, mi sufrida, pero sin yo quererlo realmente.

He soñado con la chica del último anuncio de Desigual. Esa joven, demasiados años de diferencia, ya lo sé, que se contonea con movimientos exóticos mecida en la canción "Hundred miles" del grupo catalán Yall. Y claro está, somos unos egoístas, y por eso en mi sueño lo ha hecho, lo del baile digo, solo para mí. 

Como estaba un poco desasosegado por esa especie de cuernos honoris causa se lo he comentado a La Nuri, mi sufrida. Me ha mirado a los ojos, y se ha reído mientras decía: -Cariño, mientras tú vas yo ya he ido y he vuelto.

Al verme cara de confusión me ha aclarado: -También hay otros anuncios. Por ejemplo, ese de unos cartuchos de café, con George Clooney, y yo también en sueños ya he quedado varias veces con él. Incluso, también en sueños, estuve invitada en su boda, en Venezia.

Casi sin darme cuenta he cortado su confesión, para decirle: -Cariño, pero si a ti te da miedo el agua y nunca he conseguido que te montaras ni siquiera en una lancha cerca del puerto.

-Pues ya ves- me ha contestado ella con una sonrisa picarona- Clooney, lo consiguió. Por cierto, la boda fue preciosa. Pero, eso sí, quizás George, como me rogó que le llamara, estaba demasiado maquillado. En un aparte que hicimos para hablar un poco, se lo dije, y me contestó que era para las fotos y las grabaciones de imagen que iban a hacer.

Entre nosotros, todavía estoy un poco dolido porque no me había enterado de nada. Espero que en uno de los próximos sueños pueda coger una revista, onírica también, claro,  de esas atrasadas, y comprobar si consigo ver a mi mujer entre los invitados, o me ha mentido solo por fastidiarme.

La verdad, y quizás por el despecho que sentía al confesarme ella su sueño, hasta ahora inconfesable, yo tampoco le he dicho que lo mejor del mío, y del anuncio, es esa mirada final de ella, la bailarina, atrapándome con aire de seguridad y promesas absolutas, asegurando con su mirada y sonrisa maliciosa, que el día que sea suyo me va a hacer de todo menos desgraciado.


¡Donde las dan las toman!

*FOTO: DE LA RED

jueves, 5 de diciembre de 2013

UNA DE CAFÉ, Y OTRA DE LECHE

Acabo de llegar de la calle, de dar una vuelta para templar los ánimos, y luego contactar con vosotros.
Me he parado un momento, en el escaparate de una librería, y haciéndome a duras penas hueco entre tres jubilados que estaban leyendo también, para pulsar el pálpito de las mal llamadas “revistas del corazón” cuando en realidad,  se deberían de llamar “revistas de la entrepierna”, porque antiguamente, y todavía en alguna de ellas, se hace una especie de oda a la descendencia, con fotos de bodas, bautizos, comuniones…, y actualmente, en cambio, pero también relacionado, cada uno dice lo que le sale…de lo más profundo.
Esta semana, y es lo único que he robado/leído de los titulares, porque ha sido más que suficiente, la Señora María José Campanario, esposa de un actor en ciernes llamado Jesulín de Ubrique (debido a su próxima aparición como uno de los protagonistas en Torrente 5), confiesa que ella “cuando se enfada, limpia”. El periodista, que me imagino que no lo habrá hecho por educación, le debía de haber preguntado en ese momento, si es que está continuamente limpiando. Más que nada para así saber si normalmente está de mal café.
A este vecino del mundo, en realidad le pasa lo mismo, cada vez que está de mala leche (observese que hace muy buena combinación con el café mencionado anteriormente), le da por escribir. Y aquel que habitualmente le sigue, sabrá que lo hace, el escribir en esta ventana, unas cinco veces a la semana, por lo que normalmente su tensión está bastante alta.
Quizás en momentos de excitación cada uno saca lo que lleva dentro, Doña Campanario la bayeta, y lo mismo que Don Boris Izaguirre saca la pluma, este vecino lo hace con el teclado del ordenador.
Y es que en realidad, y bien pensado, somos cada uno de nosotros como una moneda, con dos caras. Una que es la que normalmente se ve, y otra la íntima. La que quizás no quieres que se sepa porque sería dar mucha ventaja al posible enemigo, sobre pistas en las que poder atacar.

*FOTO: DE LA RED