Quizás hoy sea el día en el que más claro ha tenido este
vecino del mundo el cómo comenzar el post de hoy…
Como
decíamos ayer, tan solo ayer, el mejor guionista en España
es el destino.
Hoy seguro que muchos periodistas ya tendrían la crónica medio
preparada, anticipándose al día, hablando del nombramiento de Patxi López como Presidente del Congreso,
e incluso los más osados ya habrían preparado una oda a lo bien que le sienta
el color rojo de los sillones a la piel del
portugalujo, que es el primero, además, en ser nombrado Presidente sin pertenecer
al partido más votado.
Sin embargo, si cada día puede tener su palabra que puede
resumir la jornada, hoy claramente, las dos palabras candidatas son una gran
sorpresa.
Por un lado podemos tener la palabra “conciliación” ante la aparición de la diputada Carolina Bescansa con su bebé, Diego, de seis meses, en su escaño, al que incluso, nada más comenzar la sesión, ha dado de mamar. (¿Cuánta metáforas se habrán hecho sobre mamar del Estado? Lo del pequeño Diego al menos ha sido en el mismo hemiciclo, lo cual es un buen comienzo para él)
Y por el otro, quizás, una palabra muy mentada ha sido la de “postureo”. En este caso, al menos, ninguna de las dos debe de excluir a la otra sino que la complementa.
Por un lado podemos tener la palabra “conciliación” ante la aparición de la diputada Carolina Bescansa con su bebé, Diego, de seis meses, en su escaño, al que incluso, nada más comenzar la sesión, ha dado de mamar. (¿Cuánta metáforas se habrán hecho sobre mamar del Estado? Lo del pequeño Diego al menos ha sido en el mismo hemiciclo, lo cual es un buen comienzo para él)
Y por el otro, quizás, una palabra muy mentada ha sido la de “postureo”. En este caso, al menos, ninguna de las dos debe de excluir a la otra sino que la complementa.
¿Que puede haber postureo en la decisión tomada por la
diputada de Podemos? Sin duda. Pero imaginaros que por razones de trabajo,
tenéis que ir a la localidad americana,
norteamericana concretamente, de Niágara. Pues ya que estás allí, currando,
aunque sea por un día, pues te acercas a ver las cataratas. Y esto es lo que ha
hecho una inteligente, sin duda, Carolina Bescansa, “ya que me van a ver, voy con mi
bebé y que se visualice no a mi niño, que también, y que recordaré a los
fotógrafos el pixelar la cara del menor, sino mostrar, al mismo tiempo, un gran
problema como es el conciliar el trabajo, el/la que lo tenga, con su vida
familiar”. Ni que decir tiene, que en varios momentos se le ha recordado gentilmente a la Señora Bescansa, que tiene a su disposición un servicio de guardería en las mismas instalaciones del Congreso.
En nada ayudaron en su momento, no lo olvidemos, la actitud muy respetable, por supuesto, tanto de Soraya Sáenz de Santamaría como de Susana Díaz, que en muy pocas semanas, es otra opción, decidieron dejar a sus bebés en casa.
En nada ayudaron en su momento, no lo olvidemos, la actitud muy respetable, por supuesto, tanto de Soraya Sáenz de Santamaría como de Susana Díaz, que en muy pocas semanas, es otra opción, decidieron dejar a sus bebés en casa.
Ya se sabe, sin embargo, que cuando un problema no se hace visible, para
la mayoría no existe. Y ahora ha quedado claro que haberlo haylo. Y es que
con el aire renovado que han dado las últimas elecciones, al bajar, sin duda,
la media de edad de los elegidos en el Congreso como consecuencia de los nuevos partidos,
ahora parece no que los diputados sean más humanos, sino que “sus problemas” se
pueden asemejar más a los nuestros.
Al final va a resultar que los presentados por el hasta ahora Presidente del Gobierno, como la extrema
izquierda que venía, va a resultar que son de carne y hueso, e incluso
más, y no como cierta diputada del
anterior gobierno, que uno de los problemas que tenía la pobre, era que no sabía ni el
número de coches que tenía en su garaje, ni la gama de ellos.
Si el día de hoy fuera una tostada, Podemos se la ha comido.
¡Un buen comienzo para un Congreso renovado!
*FOTO: DE LA RED