Lo triste no es cometer errores, sino no aprender de los
mismos. De qué ha servido pasar por cuarenta años de “dictadurísima”, si ahora
vemos posiciones totalitarias y no las reconocemos.
Que el ayuntamiento de Barcelona se haya descolgado con
una censura a una foto que anunciaba una exposición fotográfica porque salía
retratado en el cartel promocional un torero, o el ayuntamiento de Fuengirola
dicte en un bando el tipo de música que se puede escuchar, no son temas baladíes.
Quien más quien menos se ha tenido que enfrentar en su
propia casa con sus progenitores que en más de una ocasión en lugar de
sugerirte actitudes de vida te las han querido imponer, y asistimos desde la barrera,
aunque a lo mejor esta expresión debiera estar prohibida por referirse
también al mundo taurino, impasibles porque en este momento no nos involucra a
nosotros personalmente.
Una cosa es que en Cataluña se hayan prohibido las
corridas de toros, y otra es que uno no pueda admirar una obra de arte sobre el
mundillo de la tauromaquia. Y es que porque se haya prohibido ahora, en España,
fumar en espacios cerrados, no se pueda ver películas como “Casablanca”, “El
gran Gatsby”,”Cotton Club”… donde se ve humo por todas partes.
Al final vamos a conseguir que pintores como Goya o
Zuloaga sean obscenos y perjudiciales para la salud cultural de los ciudadanos
de este país, porque en su momento captaron retazos de una época en los que la
figura del torero o de las corridas de toros eran importantes para la
idiosincrasia de este país.
Quizás algún día se descuelgue algún otro edil con otro
bando advirtiendo que como en su municipio hace sol una media de trescientos
treinta días al año, y éste puede ser muy perjudicial para la piel, y con eso
de los recortes no se puede gastar tanto dinero, en el cuidado de cánceres y
similares, “dicta” que nadie puede salir a la calle sin taparse todas las
partes de su cuerpo, incluso cuando el
denominado “astro rey” no esté presente. Aquí no estaría involucrada la
religión pero el resultado sería bastante parecido a otro tipo de posiciones
morales.
Si a nuestros propios padres no les hemos permitido que
se inmiscuyan en ciertos momentos de nuestras vidas, por qué se lo permitimos a esos señores y señoras que lo único que han conseguido es obtener un cargo
político y ahora se quieren erigir en
líderes de la manada. Precisamente esa posición también pudiera referirse
al mundo taurino, y en ese caso no les importa beber de esa fuente, ni exigirte
su manera de pensar, porque quizás, en el fondo es "eso" lo que les molesta, que lleguemos a pensar.
*CUADRO: BELMONTE, inmortalizado por Zuloaga.