De siempre, todas las imposiciones me han parecido
dictaduras, y esa etiqueta en Twitter #BoicotALosGoya que ha andado rondando
hoy, y todavía está, en el “candelabro”, me suena a los mismos que decidieron “sugerir”
entre insulto e insulto que la gente "no tenía” (imposición) que ir a ver “La Reina de
España” porque su director, al parecer, no se sentía español, cuando no era más
que una libre interpretación de sus palabras llenas de decepción.
He observado que una gran mayoría de esos tweets tienen
una gran tendencia a hacer suyos los colores nacionales, como si solo la
derecha pudiera hacer gala de los mismos.
Personalmente, este vecino del mundo siempre se ha criado
bajo el signo de la interrogación. Ha sido de la creencia de que todas
las opiniones son respetables, a excepción de aquellas que tienden a anular a
los de enfrente. Suelen decir que es bueno el diálogo para construir, pero
cuando la opinión se escribe en mayúsculas de imposición y grito, solo se busca
la destrucción, y luego intentar demostrar de que la bronca viene desde el otro
lado.
La mayoría de las razones que se dan, y que a este vecino del mundo no dejan de parecerle bastante naif o simplificadas, para ese intento de
boicot vienen por el lado de que la gran mayoría de “las gentes del cine” son
ricos y con “casoplones” basados en subvenciones millonarias. Lo cual es como
intentar demostrar que la mayoría de los futbolistas ganan la misma pasta que
Ronaldo, pero, casualidades de la vida, a este señor nunca se le va a tocar
porque …¿es del Real Madrid? y para ese equipo, por otras casualidades de la vida, ¿también siempre se le vincula con los colores nacionales?
Muchos deberían de saber que el glamour que se va a
respirar hoy durante la Gala de los Goya, es como en sus películas “un efecto
especial”, y muchas de las “Señoras” irán con vestidos prestados, y no querrán,
necesitarán que se les vea, y no lo dicen por decoro, para ver si algún productor
se acuerda de ellas, y les da trabajo, no para mantener su “casoplón”, sino para
mantener a su hijo, como ya lo dijo en una de las galas Candela Peña.
Como bien lo recuerda hoy “El País” en un artículo “sembrao” (http://cultura.elpais.com/cultura/2017/02/03/actualidad/1486106994_625299.html?rel=mas)
lo que hoy se va a “juzgar” es el trabajo de hace casi dos años, y ninguno
tenía el trabajo posterior asegurado.
Las verdaderas razones del boicot pudieran venir más por
el lado de que tanto el cine como la literatura, y el arte en general,
engrandecen no solo el alma, sino especialmente la mente. Y a muchos, no les
debe interesar que la gente comience a hacerse preguntas, más que nada por si
en algún momento encuentra las respuestas, y están en ese lado que hoy induce a
un boicot que significa callar bocas de la cultura, y que la mayoría no tienen
dinero no para vivir en casoplones en el extranjero, sino para vivir en una casa
con los mínimos de decencia.
Muchas veces, la mayoría, llamar a un boicot es como un
truco de magia, intentar que el público, en este caso el pueblo llano, mire
para otro lado, y mientras como siempre, se le quite la cartera, que la mayoría
de ellas ya tiene menos que lo mínimo, y se le calle la boca, y la razón.
Por cierto, ya os dejo, porque va a empezar el desfile de famosos en esa alfombra roja, en busca de nuevos trabajos, que bien mirado, no deja de ser una especie de cola, con mucho más glamour, eso sí, del paro. Y esos, que hoy han llamado al boicot, es lo que no terminarán de entender nunca. Quizás, porque les falte esa bendita ironía, y les sobre, quizás, mucha bilis.
*FOTO: DE LA RED