El verano que viene en lugar
de la canción del verano hablaremos de la vacuna del verano, y en el chiringuito
de la playa, más pintado tras los respectivos cierres que una viuda en busca de
novio, habrá otro tipo de friquis, aquellos que dicen que como no se fiaban,
ellos previo pago de su bolsillo, ¡será por dinero!, se han tomado cinco o seis
vacunas diferentes. Porque ellos, eso siguen diciendo, no podían más con
la dictadura de las mascarillas.
Eso no sé si será el sueño de
una noche de verano, o intentar blanquear éste negro presente, con los mimbres del
humor, que ya se sabe que es una cosa muy seria. Que por
cierto, en esta España que siempre ha sido más de reírse de los demás, que de
mirarse en el espejo, y aunque sea guiñándose un ojo de complicidad, visualizarse en una viñeta con los tontos del día, o del minuto. Y es que sesenta segundos dan para mucho, y
te puedes sacar los colores varias veces seguidas, ya que el ridículo, como la vida
misma, siempre es mejor en color que en blanco y negro.
Por lo demás, ahora los políticos de marras están intentando conjugar el verbo “Bildu”, cada uno desde las normas gramaticales que su madre patria le ha dado. Y como ya se sabe, todo es cuestión de acento, más o menos grave, y de necesidad de aprobar no solo unas cuentas, sino asuntos que el tiempo parece haber desatado aún más…
*FOTO: DE LA RED
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