Semana que hemos pasado, con viernes 13 incluido, en la que se supone que ya debe de oler a Navidad, ya que hemos conocido el anuncio de “Loterías” de este año para lo que seguramente llamarán la “nueva navidad”.
La nueva navidad, según este
anuncio tiene mucho de recapitulación, de continuación de lo anterior, con claro
guiño al famoso calvo, entroncándolo con el trauma vivido y todavía no pasado. Ese
agradecimiento al vecindario, que si lo descargas del argumento mirón, puede tener
algo de “cáritas” y mucho de ayuda en carretera.
Semana de nuevas esperanzas, especialmente
para una bolsa al alza, que quizás ha sido la primera en resurgir con la vacuna,
esa que se dice que tiene un noventa por cierto de eficiencia y que, al
parecer, se va a llevar más que bien con nuestros mayores, o visto lo visto, y
sin ánimo de ser cruel, sino realista, con lo que nos quede de ellos.
Ahora tengo serias dudas sobre
qué será antes: la resolución de la vacuna del covid o la finalización del
escrutinio de las presidenciales yanquis. Me he puesto en la piel de los que
están volviendo a contar las papeletas, y la siguiente imagen que viene a mi
mente es la de los esclavos remando en la película BEN-HUR momentos antes de
ser abordados por una nave enemiga.
Por cierto, y casi se me olvidaba, esta semana también se ha celebrado, el 11 del 11, el día del “single” (o del soltero, separado, divorciado, o en otras palabras: superviviente de la vida pero con ciertas taras). Es un día, y acordaros de lo que os dice este vecino del mundo, que con el tiempo, y tal como está esta sociedad, más pendiente y dependiente de una pantalla que de la epidermis, va a ir desgraciadamente a más.
*FOTO: DE LA RED
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