Dentro de muy pocas horas, se va a “celebrar” un partido
de fútbol, que aun siendo amistoso, está siendo, sin haber sido jugado todavía,
más comentado que cualquier final de un europeo o mundial. Este vecino se
refiere al Guinea – España, y los comentarios, naturalmente, no se
refieren a lo meramente deportivo.
De pronto, nos ha entrado la vena reivindicativa y hemos
sacado todos, la bandera de los derechos humanos ante una dictadura. Y todo
ello le parece excelente a este vecino del mundo. El problema es que si somos
reivindicativos hay que serlo siempre, y no solo ante los países pequeños.
¿Alguien dijo algo en su momento cuando el mundial de
futbol en Argentina con Videla como Presidente, de un país en el que ya había
miles de desaparecidos? Ese mundial nunca se debió de celebrar. Y las escenas
de entrega de trofeos ante el dictador argentino, fueron verdaderamente patéticas. Y
nunca se ha planteado nada a ningún jugador, ni a los políticos responsables de aquellos países, por participar entonces.
Y más recientemente, cuando las Olimpiadas de Pekín, ante
un gobierno que deja mucho que desear en cuanto a respetar los derechos
humanos. Ningún político responsable de su país pestañeo a la hora de mandar a
sus deportistas.
Sin embargo, ahora desempolvamos todos la vena
reivindicativa y pedimos directamente a los jugadores de la selección una
respuesta. A eso solo se le puede llamar “envidia encubierta”, porque ellos,
como ganan mucho dinero, tienen que ser
responsables de todo. Y sin embargo, el máximo responsable, que lo es, de la
Federación Española de Futbol, el Señor Villar, como dirían en mi pueblo, calla
como un muerto.
Si a un jugador de futbol le llama su selección, no le
queda más remedio que ir, sino se quiere buscar un problema. Son los altos
cargos de la federación los que, aparte de cobrar y figurar, tienen que decidir
a qué países hay que ir, y el jugador no necesita meterse en ningún jardín.
Además, ¿alguien ha preguntado si quiera cual es la posición de nuestro
gobierno no solo ante el partido de hoy, sino sobre nuestras relaciones con ese
país?
Lo dicho, a eso, en el fondo, se le llama envidia. Y si
los jugadores ganan mucho o poco, tampoco son ellos los responsables, porque no
roban, y se supone que en una sociedad en donde impera la oferta y la demanda,
si les pagan mucho, será porque lo producen, y si no, tenemos un problema, y no
precisamente por el partido de hoy.
*FOTO: DE LA RED
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