La película "¿Quién mató a Bambi?" está llena de buenas intenciones, pero que quedan en
eso, en intenciones, porque no hay que confundir una película de desmadres, con
una película desmadrada.
Se parte de una situación de equívocos, con una idea que
puede ser original y refrescante, y se acaba equivocando al personal, en el que
al final parece que solo importa una excusa para repartir mamporros, o romper
algo.
Con esta película se demuestra que la factura técnica de
las películas españolas no tiene por qué envidiar a las americanas, sin embargo
desde el punto de vista de este vecino, el guion no está bien apuntalado y es
muy enclenque para el metraje de la cinta.
Una plantilla de actores y actrices de la nueva ola del
cine español al servicio de un Santiago Amodeo, que por momentos hace algún
guiño al cine de Black Edwards, en una transmutación de aquel recordado “guateque”
a una fiesta, mezcla de alta sociedad y Sodoma y Gomorra emporrada y en
porretas.
Uno se pregunta qué hace una Carmina Barrios, madre de
Paco León, tan desaprovechada en su breve aparición, como desaprovechado está
tan bien un Pedro Mari Sánchez en el
papel de jefe, y que en realidad es la razón
de todo el argumento.
Una historia de equívocos, que al final solo equivoca al
espectador y donde los destrozos llegan a destrozar la propia película.
Este vecino entró a la sala, previo pago claro, con la
sana intención de reírse, y tuvo que poner mucho de su parte para hacerlo.
A destacar las interpretaciones de Quim Gutierrez y
Julián Villagrán, que han demostrado además de que son buenos actores, de ser inteligentes
para sentir como propio un argumento, que ni el propio guionista y director
pudo llevar a buen puerto, y que lo más original que tiene es el título.
*FOTO: DE LA RED
No hay comentarios:
Publicar un comentario