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miércoles, 4 de mayo de 2016

BRINDIS AL SOL Y A SANTA RITA


Hay ciertas noticias que en cuanto te enteras, y sin saber a ciencia cierta todavía el por qué de tu reacción, hacen emerger de tus labios un amago de sonrisa que luego siempre, ya plenamente consciente, puede ir a más. Y eso le ha ocurrido a este vecino del mundo.


Se acaba de confirmar, aunque ya existía el rumor, que no se van a fabricar más billetes de quinientos euros. El Banco Central Europeo (BCE) ha acordado este miércoles dejar de imprimir el billete de 500 euros. Ahora viene el motivo de la ligera sonrisa del vecino, porque, eso sí,los billetes con ese valor dejarán de imprimirse en 2018, pero los existentes mantendrán su valor de forma indefinida”. Una especie de brindis al sol por parte del BCE, intentando contentar a todos, y especialmente a los suyos; porque nunca lo olvidemos, siempre hay dos bandos, y nosotros estamos en el "otro".


Esa medida siempre será más fácil que intentar hacerlos desaparecer, por aquello de Santa Rita, Rita, Rita, lo que se da no se quita, y que los millonarios ya se sabe que son muy suyos, y que una vez que han trincado los billetes no les puedes separar de ellos ni con agua caliente.


Además, así formarán una especie de asociación de los eternos portadores de billetes de quinientos euros, y los que no estén en ese grupo, serán, como siempre ha ocurrido,  los denominados con cierto desdén como “nuevos ricos”, por ese grupo del que siempre se ha sospechado, por decirlo de una manera  que intente quitarle trascendencia al asunto, que rige más el destino del mundo, en la sombra, naturalmente, que los propios políticos.


Mediante esta acción (el acuerdo para no fabricar más billetes de quinientos) recién tomada, ejercen cierto blindaje, dejando en el aire ese aroma a “el que venga por detrás que arree”.


Para los que estamos intentando cada día sobrevivir en este tiempo económico tan convulso, nos quedará la excusa de que “ya no podemos conseguir un Bin Laden (llamados así irónicamente, por si alguien todavía no lo sabe, por aquello de que se sabía de su existencia, pero nadie los había visto) porque los que ya están en el mercado tienen dueño”.


El Banco Central  Europeo al tomar esa medida le hace recordar a este vecino esa famosa frase de “entre bomberos no nos vamos a pisar la manguera”, ni ponernos más trabas en un futuro de previsibles puertas giratorias...


Ya para terminar, este vecino está convencido de que los billetes cada vez serán de menos valor… Una manera inteligente, por parte de los que nos rigen en todo, de que aunque no ganemos más, muy al contrario, sí veamos más billetes.



Por cierto, este vecino del mundo ya no sonríe, se carcajea abiertamente. Siempre es preferible hacerlo uno mismo, a que se rían de nosotros, que también.


*FOTO: DE LA RED

miércoles, 31 de diciembre de 2014

BAJO EL INFLUJO DE BACO

Una cosa es que cada uno cuente la feria según le va, y otra que esta mañana sobre las ocho y media, me encuentre en el portal a Josetxo, el del quinto, con una sonrisa de lado a lado, y tras darle los buenos días le pregunto el por qué de esa sonrisa, y tras decirme que hacía un frío impresionante, me dice que por eso mismo, esta noche todas las bebidas estarán bien frías y entrarán mejor.
Al pobre Josetxo, no le hacen falta excusas precisamente para beber, porque aunque es de Donosti, desde que le conozco lleva impreso en la cara, con venas mercadas y coloretes,  el mapa de La Rioja.
Josetxo no es de los que se echó a la bebida por la pérdida de un amor, en todo caso lo perdió por ver doble, y elegir el que solo era un producto de Baco.
Y es que la vida está llena de decisiones, de momentos en el que tienes que elegir, y a partir de ese día la vida te lleva hacia un lado u otro.
Eso debieron de pensar los más de diez mil médicos, se ha sabido hoy, que en los últimos tiempos se nos han ido al extranjero, con preferencia al Reino Unido y Francia.
Pensando todavía en Josetxo, probablemente ese mismo tiempo gélido que enfría las bebidas, hace mucho tiempo que conquistó nuestra economía y nuestros sueños, y el que quiere tener alguna posibilidad de ver un futuro sin tantos nubarrones, coge las maletas y se va. Porque la elección es fácil: a cualquier sitio.
En esta noche, de bebidas frías y corazón caliente, ya no sirve hacerse propósitos para el nuevo año, en todo caso serían propósitos de enmienda a la totalidad, que ya todo se nos pega, porque a un gobierno que nos ha tomado el pelo, y al que a los nuevos emigrantes ahora llama jóvenes españoles con derecho a ejercer la movilidad exterior, en realidad le pasa como a Josetxo, el del quinto, que vive en una realidad paralela, o bajo el influjo de Baco.
Por eso, esta noche, tras las doce uvas, el brindis tiene que ser para nosotros mismos, y para coger más fuerza, pero nunca para olvidar. ¡Solo faltaba!
Y recordad, que incluso los peores tiempos sirven para muchas cosas, lo mismo que para enfriar botellas de buenos caldos, para mantenernos despiertos de las triquiñuelas del diablo, al que últimamente  le gusta mucho disfrazarse de traje azul y corbata roja. Y no es por apuntar, que también.
¡Feliz Año Nuevo! Y que por lo menos no nos tapen la boca; no, no para protestar, sino simplemente para poder respirar.
Un abrazo a todos.

*ILUSTRACIÓN: DE LA RED