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sábado, 1 de marzo de 2014

DISFRAZANDO EL LENGUAJE

Para todo aquel despistado, este vecino quiere recordar que hoy es Sábado de Carnaval, en el que el día, al menos en Donosti,  está prácticamente disfrazado de noche y agua, por lo que habrá que disfrazarse de tener muchas ganas de juerga, e intentar dar el pego como mejor disfraz del año.
De todas maneras, no solamente disfrazamos nuestra vestimenta,  sino que hay momentos en que también disfrazamos nuestro lenguaje, y no precisamente en Carnavales.
Buena muestra de ello es por ejemplo la inquietante frase: “Te lo digo desde el cariño”.
Si la palabra es la llave que abre el lenguaje a los sentimientos, esa frase es una especie de ganzúa que abre la famosa caja de Pandora y puede salir de todo, con la agravante de que como se dice desde el cariño, lo cual implica, se supone,  aprecio, el receptor lo tiene que hacer también con cariño y comprensión.
Si la persona que se va a mostrar impertinente no te conoce de nada, en ese momento puede disfrazar su lenguaje con otra variante a la frase anterior, que no implica cariño, pero sí una supuesta educación,  y es la frase: “Si me lo permite”, que en realidad no busca tu opinión, porque para cuando intentas expresarte, y decir, quizás, que te trae al pairo lo que te va a decir la otra persona, ya te lo ha dicho, y solo ves su nuca mientras se va. Es una frase que casa para lo que se espera, por ejemplo, de un político, que con educación te va a mandar quizás al infierno, y si no tan lejos, quizás al final te tendrás que conformar a que solamente te suba una vez más los impuestos.
Y si nos adentramos en el terreno amoroso, este vecino solo va a mencionar una frase, que quien más quien menos ha tenido que oír alguna vez, y que si se viera dibujado en ese momento en un comic, un centenar de interrogaciones anidarían  en su cabeza. Este vecino se refiere a la famosa frase “El problema no eres tú, cariño, el problema soy yo”. 
Si a modo de película hubiera que remarcar esta frase con una banda sonora, bien pudiera ser con la marcha fúnebre, porque en ese momento, y con lo que te van a decir a continuación, vas a tener que “enterrar” la ilusión que tenías puesta en esa relación.
Ante las frases expuestas, es mejor ponerse el traje de baño y salir a la calle para darse unos largos de realidad en la piscina de la vida, y volver a casa como nuevo, o al menos algo más relajado.

*FOTO: DE LA RED