Acabo de ver la intervención de José Antonio
Monago, Presidente de Extremadura, para
defenderse sobre la noticia conocida ayer de que en un año y medio
realizó
32 viajes “privados” a Canarias a cargo del
Senado.
En primer lugar,
conviene tener en cuenta que antes de comenzar la comparecencia, este
vecino tampoco tenía mucho interés en toda la historia, no por desidia sino
porque sabe de antemano lo que le es bueno para su salud y lo que no, debido a
su hipertensión. Sin embargo nada más comenzar su intervención, la manera de
hablar, el tono y la seguridad, al menos aparentemente del
Señor Monagos, le han dado, a este vecino, más miedo que el hombre del frac
visto por la mirilla de la entrada a casa.
"Cuando he
hecho un viaje privado, lo he pagado yo. Y lo puedo acreditar documentalmente",
ha asegurado en referencia a los 32 viajes en avión que realizó a Canarias en año y
medio. Aunque según el propio Moragos, puede presentar extractos bancarios, no ha hecho públicas las pruebas que podrían exculparlo. Según
el diario, "Público", que dio la noticia, los viajes fueron para visitar a su
novia de entonces, y corrieron a cargo del Senado.
Monago, durante su comparecencia ha confirmado que presentará
querellas para defenderse. "A cada golpe voy a ser más fuerte y más
contundente en la respuesta", ha advertido. "No tengo nada que temer
porque ya se ha hecho daño a lo que más quiero".
Este vecino sin querer adoptar el papel de abogado del
diablo, pero teniendo en cuenta que desde que el Señor Monago fue elegido
presidente ha cambiado de estatus social, de casado a divorciado, se ha quedado con la duda de si hablaba de sí
mismo, ya que si hubiera o hubiese una tercera persona, al menos en el momento
de realizar los viajes, eso no es culpa del que se ha chivado, a no ser que se
asuma que nunca pasa nada siempre que el otro o la otra no se entera.
Tras oír todo tipo de frases cada cual más contundente da la impresión de que el Señor Monago más que un representante votado por el pueblo parece que se comporta como el "amo" o "el señorito", al más puro estilo de "Los santos inocentes", en el que nadie se debe de mover, en especial mentalmente, sin su consentimiento.
A éste vecino le ha parecido su "compadecencia" como matar moscas a cañonazos, o en pleno fragor de un juego de mus dar un órdago a todo.
De todas maneras, y al margen de lo de hoy, hay un concepto que se está manejando
desde que estalló la crisis y con el que no estamos acertando y es la expresión“todo
lo que está pasando últimamente”, y en realidad visto lo visto, en todas las épocas, según parece, se han cometido todo tipo de tropelías,
lo que ocurre es que no llegaban a oídos de la sociedad. Y este vecino tiene la
duda del por qué, AHORA, nos estamos enterando de todo los casos de corrupción
que aparecen un día sí y el otro también. Y siempre llego a la conclusión de
que es porque alguien quiere, y ese “alguien” bien pudiera estar ya en prisión,
o muy pronto abocado a ella, y encontrándose tremendamente sólo, o en trámites de estarlo, ha decidido
que poco a poco mucha gente vaya a
acompañarle, o lo que vulgarmente se conoce como "tirar de la manta".
Las cosas nunca pasan porque sí, y en este caso es más que
probable que es porque alguien lo quiere, esté en un lado u otro de la ley.
*FOTO: DE LA RED