Lo
mismo que los famosos son observados y copiados, al nivel que se
pueda económicamente hablando, por sus fans, el españolito de a pie
va cogiendo maneras y vocabulario de los lideres políticos.
Se
supone que una persona a medida que va medrando en su compromiso
político y ganando puestos en su partido, se va comprometiendo con
los demás colegas, y sus votantes. Sin embargo, en España se está
dando el caso, y cada vez más, que cuanto más “alto” están en
su partido menos se enteran de la realidad que les circunda, y por si
donde dije digo, digo diego, no hay que hacer
declaraciones ni tajantes ni excluyentes, y qué hay menos excluyente
que “el no me consta”.
Imaginemos
un niño de unos tres años, ojito derecho de su madre y de su padre,
al ser preguntado cariñosamente entre arrumacos y caricias: ¿Quienes
te quieren más en el mundo? Con su lengua de trapo conteste
muy afectadamente: No me consta. Una de dos, o lo tiran
y hacen otro nuevo, o entran en el Nirvana exclusivo para padres de
políticos, y ya comprueban sin género de dudas, a qué altas cotas
de frialdad, maniqueísmo y cara dura llegará su hijo, si todo va
bien para él, y bastante mal para “su” país.
Este
vecino del mundo, y como se dice vulgar y rápidamente, está
más cabreado que una mona.
Toda
persona tiene que ser responsable de sus actos, y si en el momento de
elegir, eliges la zona oscura, luego, si te pillan, hay
que echarle los arrestos suficientes, y hacerse responsable también.
Incluso en los malos momentos se puede dar ejemplo, y los
ir-responables del PP, haciendo uso de su vocabulario, no constan
a este vecino del mundo que sean valientes para reconocer sus
errores, sino que no recuerdan, ignoran, y se convierten en
auténticos suecos para desmarcarse de los problemas.
Lo
que hizo ayer la Señora Cospedal, dejando a su jefe a los pies de
los caballos, y no va a ser este vecino del mundo quien hable bien de
nuestro todavía Presidente, es de auténtica pobreza de espíritu,
“chivándose” de la conducta de los demás, dejando entrever que
fueron Rajoy y Arenas quienes pactaron el finiquito de Bárcenas. Es
curioso, esta señora recuerda lo que hicieron los demás, y no
recuerda su conducta.
Lo
que más rabia da a este vecino del mundo es que se diga esa frase de
que “los españoles tenemos lo que nos merecemos”,
porque no creo, sinceramente lo digo, que nadie se merezca el
levantarse cada mañana y comprobar que no ha sido una pesadilla,
sino que tenemos una panda, sobre todo de cobardes, que ahora mismo
están más ocupados en borrar sus huellas que en ayudar a este país.
Este
vecino no entiende nada de política, pero tiene varios master en la
vida y unas cuantas medallas por heridas de guerra en la lucha de la
vida, y está totalmente convencido de que este gobierno está herido
de muerte. Lo malo del caso, los movimientos que intentará hacer
hasta que finalmente muera, y todo eso lo seguiremos pagando en
especies y en dignidad.
*FOTO: DE LA RED